Doris "Dorie" Miller

Molders

14-03-2006

Doris Miller no era muy diferente de sus camaradas en su origen o motivaciones para alistarse, pero el color de su piel lo convertía automáticamente en distinto o, como prefería decir la US Navy, “igual pero separado”. La prueba del combate y su ingenuo y sencillo valor lo convirtieron en el primer afroamericano de la Segunda Guerra Mundial y en un símbolo involuntario de la lucha por la igualdad.

Como la mayor parte de reclutas de la USN de la época, Doris Miller era un campesino hijo de campesinos. Nacio el 12 de octubre de 1919 en Waco (Texas).

La  US Navy cuando Miller ingresa tenia una política de segregación racial igual a la que imperaba en todos los ámbitos de la vida norteamericana. Aceptaba voluntarios de cualquier raza o credo, en teoría con los mismos derechos y obligaciones militares, pero los afroamericanos y los orientales extranjeros, tanto en instalaciones de tierra como a bordo, estaban en la practica confinados a una especialidad: el servicio de comedor o Messman Branch.

Las labores en la Messman Branch consistían en cuidar del comedor de oficiales, servir de criados u ordenanzas de comandantes, jefes y oficiales, y en ocasiones tenían la responsabilidades en la confección de menús, compra de abastos y preparación de alimentos en cantinas y comedores. La Messman Branch era coto exclusivo de los hombres de color, pero un coto bien reducido porque en ella solo podría ascenderse hasta el grado de Chief Petty Officer (similar a contramaestre) y lo que es mas importante, se hallaban apartados por principio de las tareas de combate.

No obstante todo el edificio segregacionista tenia un punto flaco: a bordo de un buque en combate no hay retaguardia. Desde el momento en que se les permitía embarcar estaba claro que, a pesar de o humillante de sus tareas como ordenanzas o cocineros, cuando sonase zafarrancho deberían ocupar un puesto de combate. A bordo de un buque de guerra el destino de la tripulación se encuentra unido al barco y por tanto sea como artillero o en una cuadrilla de control de años todos los hombres están bajo fuego, todos combatían.

Ataque Japonés. Como parte de  sus labores, la mañana del 7 de diciembre de 1941 Doris Miller estaba recogiendo la colada cuando a las 7:57 sonó la primera alarma a bordo del West Viginia. Trato de alcanzar su puesto de combate pero cuando pudo llegar, la zona estaba destrozada por los impactos. Miller por tanto decido subir a cubierta. Ahí fue reclutado por el teniente F. H. White para tratar de formar un tren de munición para los cañones antiaéreos de estribor pero esta maniobra fue infructuosa por que el deposito de munición estaba inundado. Dada su corpulencia Miller fue requerido por el teniente de navío D.C. Jonson para que lo ayudara a trasladar al capitán Mervyn S. Bennion, que se encontraba mal herido, al puente de navegación.

Acto seguido Miller acompaño a White a la proa para buscar con que fabricar una camilla de emergencia para bajar al capitán hasta el nivel de cubierta. Como el cielo volvia  allenarse de aviones japoneses se decidió poner en funcionamiento las armas antiaéreas. White, ayudado por otro marinero, tomo la ametralladora antiaérea calibre 12.70 mm numero 1 mientras que el alférez Victor Delano tomo la numero 2 de las situadas en el puente. Las estúpidas reglas de segregación siguieron en vigor incluso en aquellas circunstancias y Miller fue encargado de traer munición en un momento en que los dos oficiales mas útiles para dirigir la lucha en otro lugar, disparaban armas secundarias.

Lógicamente, mientras el segundo ataque se desarrollaba, Delano fue requerido en otro punto y abandono el arma. A pesar de estar bajo fuego Miller tomo la ametralladora y comenzó a disparar sobre los atacantes. Sin olvidar que gracias a la citada política oficial Miller no había recibido entrenamiento en el manejo de esa arma, ni las mas elementales nociones de fuego antiaéreo, el soldado negro impresiono a los oficiales presentes por su espíritu decidido y su tenacidad manteniendo el fuego mientras duro la la segunda oleada. La mayor parte le cito en los informes.

Crear un Héroe. De la catástrofe de Pearl Harbor poco quedaba para salvar. La flota había sido hundida por una nación a un océano de distancia, a la que se le consideraba racialmente inferior. El ataque se había ejecutado con precisión, audacia y un método que indicaba su larga preparación. Por otra parte la actuación norteamericana no pudio ser mas humillante: sorpresa total, perdidas elevadas y sin apenas respuesta efectiva a las dos oleadas sucesivas de ataques. La United States Army Air Corps al menos tenia pilotos que habían conseguido derribar a varios enemigos. Pero la Navy, ¿qué le quedaba? Solo un hombre sin instrucción que había tenido el valor de empuñar una ametralladora antiaérea en un barco que se hundía, después de tratar de salvar a su capitán herido de gravedad. Parecía el héroe americano  perfecto. Solo que había un problema: era un camarero negro.

El almirante Chester Nimitz inicio las gestiones para que se le concediera la Medalla de Honor del Congreso a Miller pero por motivaciones racistas esto no fue posible. Sin embargo Nimitz le concedió la mas alta condecoración que podía darle desde su cargo la Navy Cross.

Miller se dedico por un tiempo a giras promociónales pero de nuevo entro en servicio y el 24 de noviembre de 1943 muere cuando el Liscome Bay, su navío, fue alcanzado por el torpedo de un submarino japonés.

Fuente: Articulo Doris Miller Heroe involuntario. Revista Historia 16. Año XXVI. Nº 313

Haz login o regístrate para participar