Mi primera victoria

Molders

09-05-2007

No carecen de razón quienes afirman que la primera victoria aérea lograda por un piloto de caza, puede determinar el curso de toda su actuación posterior. Muchos pilotos a quienes la mala suerte o circunstancias desgraciadas vedan la victoria en el combate aéreo, sufren, como consecuencia de ello, inhibiciones y complejos que a veces persisten durante toda su vida. Por mi parte tuve suerte, pues mi primera victoria realizada el dia 12 de mayo de 1940, tercer día de la campaña occidental, fue un juego de niños.

Para  esa época veíamos muy pocos aviones de RAF y rara vez nos encontrábamos con bombarderos Blenheim. Los belgas volaban en Hurricanes anticuados que no eran rivales para nuestros modernos Me-109 E. los superábamos considerablemente en velocidad, capacidad de subida, armamento y , sobretodo, en experiencia de combate.

No fue por este motivo, ningún acto de heroísmo el que mi escuadrilla y yo nos abalanzáramos, a unos 10 kilómetros al oeste de Lieja y desde una altura de 3600 metros, sobre una formación de ocho Hurricanes belgas que pasaban a unos 1000 metros por debajo nuestro. Habíamos ensayado infinidad de veces lo que había que hacer en tal situación. Los Hurricanes no nos habían advertido aun y por mi parte no senti excitación ni fiebre de caza. «¡Defiéndete, hombre!», le dije mentalmente cuando tuve a uno de los ocho adversarios en la mira de tiro y me acercaba cada vez mas, sin que mi adversario se enterara.«En realidad, habría que avisarle», pensé para mis adentros, pero semejante acción hubiera sido mas tonta aun que todas mis cavilaciones de aquel momento. Dispare La primera ráfaga desde una distancia superior a la debida para no denunciar mi presencia. Sin embargo, los proyectiles dieron en el blanco. Entonces, el desgraciado advirtió lo que sucedía y efectuó una maniobra evasiva, con tal mala habilidad, que fue alcanzado también por el fuego de mi compañero. Los otros siete Hurricanes no hicieron ninguna tentativa de cubrir a su camarada en peligro y se espantaron a todos los vientos. Tras otro ataque, el Hurricane entro en barrena y cayo, ya sin el gobierno de su piloto. Perdio trozos de una ala  y cualquier disparo mas hubiera sido un desperdicio de munición. Inmediatamente me enfrente con otro de los Hurricanes dispersos. Que intento escapar en picado. Me hallaba cien metros detrás. Su piloto efectuó un viraje picado atravesando las nubes por un claro, pero no lo perdí de vista y volví a  tacarlo nuevamente desde muy corta distancia. Hizo una subida brusca y luego cayo a tierra, casi verticalmente, desde una altura de solo 500 metros. La tarde de aquel mismo día derribé, durante un vuelo de patrulla, el tercer Hurricane de entre una formación de cinco que volaban en las proximidades de Tirlemont.

Todo esto había sucedido para mi con la mayor naturalidad. No tenia nada de particular. No había experimentado la tan mentada embriaguez de triunfo y ni siquiera me sentía muy feliz por mi éxito; esas sensaciones las conocí mas tarde cuando tuvimos que vérnoslas con adversarios mas duros y todo combate aéreo se redujo a la alternativa «¡Tu o yo!», Aquel día, por el contrario, sentí algo así como un cargo de conciencia y no halle sabor a las felicitaciones de mis camaradas y superiores. Había tenido suerte, suerte y una arma excelente o sea lo que el piloto de caza mas capacitado necesita para  obtener el éxito

Adolf Galland.  Los primeros y los ultimos

Editorial AHR Barcelona. 1955

V. Wobst

09-05-2007

terrible y dura realidad de la guerra en el aire, que no siempre se saca a relucir: que igualmente es un asesinato.

tremendo post Moders, felicitaciones

un saludo

Fug

09-05-2007

muy bueno Molders  ok

Kurt Meyer

09-05-2007

Muy bueno Molders

Saludos

josmar

09-05-2007

Enhorabuena, Molders.

Marcelo

09-05-2007

Interesante historia Molders gracias.

Galland comete un ligero error en su relato, los Hurricanes que derribo no eran belgas sino britanicos.

La pequeña partida adquirida por la Fuerza aerea Belga habia sido destruida en tierra por la Luftwaffe en las primeras horas de la operacion "Fall Gelb".

Fug

17-05-2007

Bueno, supongamos quedo alguno hombre,  ;)

Marcelo

18-05-2007

Bueno, estaba sobre Belgica y vio Hurricanes, era logico que pensara que pertenecian a esa fuerza Aerea.

montefusco

24-11-2008

No creo que Galland se hubiera equivocado, tomando en cuenta que la Lutwaffe era muy acuciosa para registrar las victorias aereas de sus pilotos, que los Hurricanes belgas utilizaban un camuflaje verde completo al contrario del marron-verde de los británicos y que lo escribió en la postguerra, cuando tuvo tiempo de cotejar sus impresiones con los informes aliados. No hubiera mencionado que era belga si no estaba x completo seguro de que efectivamente lo era.

Nonsei

10-01-2010

Orden de batalla de la fuerza aérea belga el 10 de mayo de 1940:

http://france1940.free.fr/belgique/amb_may.html

Tan sólo contaban con 11 Hurricanes, pertenecientes al 2º Regimiento. Todos ellos se encontraban en la base de Schaffen junto a 15 Gloster Gladiator. La base aérea de Schaffen fue bombardeada por He-111 la mañana del 10 de mayo, como se relata en esta otra página:

http://www.century-of-flight.net/Aviation%20history/WW2/belg%20Air%20Force.htm

No especifica las pérdidas totales, pero se dice que cuatro Hurricanes resultaron quemados y otros seis dañados. No menciona que ningún Hurricane se salvase. Sí que lograron despegar varios Gladiators, que se dirigieron a la base de Beauvechain. Otros fueron derribados por Me-109 en misión de escolta de los bombarderos, pero vuelve a decir que eran Gladiators.

Conclusión: el 12 de mayo Galland no pudo encontrarse con una formación de ocho Hurricanes belgas.

josmar

20-01-2010

Una puntualización, siempre es bien recibida.....

Nonsei

26-02-2010

Esta puntualizacion también es una prueba de que las desproporcionadas cifras de victorias de los ases alemanes no son nada fiables (es por crear polémica)

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