El Varyag: Un crucero legendario.

leytekursk

17-03-2012

 

      **El Varyag. Un crucero legendario.

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Introdución:

                            La guerra ruso-japonesa de 1904-1905 es universalmente recordada casi exclusivamente por la épica lucha de acorazados en la batalla de Tsushima, o bien por las grandes batallas terrestres de Port Arthur y Mukden. Pero hubo muchas acciones menores y menos recordadas en las que los hombres de ambas naciones se cubrieron de gloria. En este trabajo se revisa la historia del crucero liviano Varyag, unidad menor de la Marina Imperial Rusa, de la cual no se esperaba gran cosa y que en virtud a su actuación en la guerra, se convirtió en leyenda.

Construcción:

                  El crucero ligero Varyag (vikingo) fue construido en los Estados Unidos por encargo del Ministerio de la Marina rusa. Se eligió a los astilleros “William Cramp and sons” de Philadelphia y el contrato se firmó el 11 de abril de 1898.

                            La elección de los astilleros Cramp se debió a que esta empresa era bien conocida por las autoridades navales rusas por cuanto era habitual que en sus diques fueran reparadas las naves de la Escuadra del Atlántico. También allí se había reacondicionado algunas naves americanas adquiridas por la marina rusa. Pero la principal razón fue que el astillero Cramp se comprometió a entregar el crucero en un plazo de 20 meses, lo cual era muchísimo más rápido que los tiempos de construcción en los astilleros rusos. Por ejemplo, la construcción del famoso crucero “Aurora” tomó siete años en los astilleros Baltijsky.

                          Por contrato, todo el armamento del crucero sería provisto por Rusia. Los cañones, fueron fabricados en la planta Obukhov y los tubos de torpedos, en las acerías de San Petersburgo. Se le proveyó como armamento principal, doce cañones de 6” (152 mm.)  todos ellos en la cubierta distribuidos  seis por cada banda. El desplazamiento de la nave era de 6.500 toneladas y su tripulación alcanzaba los 580 hombres.

                        Los sistemas telefónicos también se ordenaron en Rusia pues se consideró que los americanos eran inferiores en calidad y confiabilidad.

                      Los íconos de la capilla de la nave, fueron pintados en el monasterio Novodevichy de San Petersburgo. Las anclas, se ordenaron en Inglaterra.

                    El crucero fue lanzado solemnemente el 19 de octubre de 1899. “No hay duda que este poderoso buque de guerra, hecho para Rusia por las manos de una nación amiga proporcionará un buen servicio durante los futuros desafíos a su seguridad” escribió un periódico de Philadelphia.

                        El Varyag, sorprendió a sus contemporáneos no solo por la belleza de sus líneas y la perfección de sus proporciones, sino también por el gran número de innovaciones técnicas. En comparación con sus predecesores, el Varyag tenía muchos más artefactos eléctricos, por ejemplo, elevadores eléctricos para los botes salvavidas, anclas, municiones, incluso las máquinas amasadoras de la panadería eran eléctricas.

                              También, y por primera vez en la historia, todo el mobiliario y menaje a bordo era metálico, lo que aumentaba las posibilidades de la nave a sobrevivir  en caso de incendio. 

                          El Varyag fue también el primer buque ruso con aparatos telefónicos instalados por toda la nave, incluidos los puestos de combate.

                        Una de las debilidades de la nave eran sus calderas Niclausse. Aún cuando en teoría podrían proporcionar poder a la nave para alcanzar 24 nudos, su rendimiento era inferior. Durante los viajes de prueba, inspectores rusos descubrieron numerosos otros detalles cuyas correcciones tomaron otros seis meses.

El Varyag en construccion

Botadura

Comienzan los problemas.

                          Desde las primeras pruebas, el crucero presentó numerosos fallos. Casi todos los mecanismos y sistemas fallaban constantemente. Resultó ser un crucero quisquilloso que exigía al máximo a la tripulación y a los equipos de mantenimiento. En forma alternativa o simultánea fallaban las calderas, motores, tuberías, válvulas que se trababan, fallos eléctricos, sistemas de ventilación, etc. En alguna ocasión no se pudo salir a pruebas porque el crucero se negó a levar el ancla. Las principales averías se centraban en el generador eléctrico y en el sistema de calderas.

                          Era una pesadilla para los equipos de mantenimiento. Siempre había algo que desmontar, reparar, revisar, o reemplazar. Se hizo habitual ver a los equipos de mecánicos, transitar sudorosos por la nave de una avería a otra y refiriéndose en términos no muy santos al caprichoso crucero.

                          También había errores de diseño. No hay espacio suficiente para el carbón ni para el agua Tampoco hay lugar donde acomodar la gran cantidad de piezas de recambio que exige la nave. Los camarotes de los oficiales son estrechos e incómodos. Pero el problema principal es la poca estabilidad que muestra el crucero en mar gruesa. Para mejorar esto se tuvo que improvisar dos bodegas de lastre con 200 toneladas de lingotes de hierro. Este peso adicional, redundó en un aumento del desplazamiento y calado, con la consiguiente reducción de velocidad. 

                                     

A consecuencia de lo anterior, el Varyag no estuvo completamente operativo sino hasta principios de 1901, siete meses después de lo estimado. El 2 de enero de 1901, se izaba oficialmente la bandera de la Marina Imperial rusa en el nuevo crucero. En marzo del mismo año el Varyag abandonaba Philadelphia, con destino a Kronstadt, a cuya bahía llegaría el el 3 de mayo. A los pocos días de su arribo, el crucero fue inspeccionado por el Zar Nicolas II, el cual se mostró muy impresionado por la nueva nave y dispuso que se agregara el Varyag a la escolta del yate imperial “Standardt” en un próximo viaje por Europa. Este viaje se retrasaría por reparaciones que debieron hacerse al Varyag en Copenhague.

                  Después de visitar Dinamarca, Alemania y Francia, como escolta del Zar,  el Varyag fue destinado a Port Arthur,  donde llegaría finalmente el 25 de febrero de 1902, previo paso por el Golfo Pérsico, Singapur y Hong Kong y Nagasaki. Durante todo el viaje continuaron los problemas de las calderas y la maquinaria. Durante la navegación por el Golfo Pérsico un accidente en una de las calderas terminó con ocho marineros gravemente heridos.

                        La proyectada velocidad de 24 nudos jamás se alcanzó. Con mucho esfuerzo se llegaba a los 20, siendo lo habitual navegar a 16 nudos como máximo.

              El proyecto Varyag no pintaba nada de bien.

Variag en pruebas en 1901

El Varyag abandona Philadelphia rumbo a Rusia.

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17-03-2012

  El Varyag en tiempos de guerra.

                        Como parte de la Flota del Pacífico, el Varyag fue destinado a la reserva armada de la flota, lo que parece inexplicable para una nave nueva, pero sus constantes fallos no le hacían una nave confiable para funciones de primera línea. Se designa como su comandante a Vsevolod Fedoriovitch Rudnev, un marino de la vieja escuela, quien había servido como oficial en muchas naves, pero sólo había comandado el acorazado de defensa costera Admiral Greig.

Comandante Rudnev

                         

                                La guerra sorprende al Varyag en la bahía de Chemulpo, Corea (actual Inchon) en donde cumplía funciones de enlace entre el representante ruso en Seul y Port Arthur, así como también establecía una presencia militar directa en Corea. Acompañaba al Varyag en esta misión, la cañonera Koreetz de 1.400 toneladas de desplazamiento y dos cañones de 6”.

                    Se había instruido al Comandante de la nave, capitán Rudnev que por ningún motivo debía permitir la presencia de naves japonesas en Chemulpo. La guerra era inminente. Informes extraoficiales decían que los japoneses preparaban un gran desembarco en la bahía. El 25 de enero de 1904, el Capitán Rudnev viajó personalmente a Seúl, a persuadir al embajador ruso Pavlov, para que abandonaran la ciudad, a lo que Pavlov se negó por no haber recibido instrucciones para ello. Al día siguiente, la bahía de Chemulpo apareció bloqueada por un gran contingente de buques de guerra japoneses liderados por el crucero pesado Asama. Integraban además este escuadrón los cruceros Chiyoda, Naniwa, Niitaka, Takahino, Akashi, y ocho torpederos. También formaban parte del grupo, cinco transportes de tropas. El Almirante Uriu advirtió a los rusos que si no interferían en el desembarco de tropas no serían atacados. Cabe señalar que aún no había una declaración oficial de guerra.

Armamento principal del Varyag

                  La mañana del 27 de enero, el capitán Rudnev recibió un comunicado de parte del Almirante japonés Uriu indicándole que Rusia y Japón estaban en estado de guerra. Si se rendía respetarían sus vidas. De lo contrario, las naves rusas serían atacadas.

      En la bahía se encontraban además las naves de guerra neutrales “Talbot” inglés, el “Pascal”, crucero francés, el “Elba, crucero italiano y el “Vicksburg”, americano,  cuyos capitanes reclamaron enérgicamente a los japoneses el ataque a un puerto neutral.

                        Las tripulaciones rusas comenzaron a prepararse para el desigual combate, dos contra catorce. Como es tradición en la marina rusa, se combate en traje de parada. Muchos miembros de la tripulación escribieron cartas de despedida a sus familiares. A las 10:45 Rudnev reunió a la tripulación y se dirigió a ellos con estas palabras:

        “Amigos: He recibido una oferta del Almirante japonés para abandonar la bahía al atardecer, de otra forma, seremos atacados por el escuadrón completo que nos cerca. Pero no debemos preocuparnos. Combatiremos para mantener el honor de la bandera rusa. No existe la intención de rendirse. Cumplan sus deberes con calma y sin prisa, especialmente nuestros artilleros. Recuerden amigos, cada granada debe herir al enemigo. En caso de incendio, lo extinguen y me informan. Vamos al combate con una gran fe en la misericordia de Dios, y en el nombre de nuestro Zar y nuestra Patria.”

                  Uno de los oficiales recordaría posteriormente “Nunca había oìdo un Hurrah tan estruendoso, como el que la marinería gritó al finalizar el discurso de nuestro comandante”

                  Posteriormente, El sacerdote de la nave, el padre Mikhail, tomó el ícono de San Alexander Nevsky y bendijo a toda la tripulación.

          A las 11:20 de la mañana, el Varyag y el Koreets, enfilaron sus proas hacia la entrada de la rada donde les esperaba el poderoso escuadrón japonés.  Las tripulaciones de las naves neutrales alineadas sobre cubierta despedían con vítores y cánticos a los héroes que se disponían a enfrentar tan desigual combate. La banda de guerra del crucero italiano “Elba” interpretaba el himno nacional ruso. “Saludamos conmovidos a estos héroes que enfrentan una muerte segura” escribió en su bitácora el capitán del crucero francés “Pascal”

Grabado que muestra al Varyag y al Koreetz abandonando Chemulpo rumbo al combate.

                          Cuando las naves rusas estuvieron a su vista, los japoneses, a través de señales nuevamente les intimaron a rendirse. Rudnev ordenó ignorar los mensajes y seguir adelante. El almirante Uriu esperó en vano varios minutos. No podía creer que los rusos no se rindieran y se dispusieran a atacar su poderoso escuadrón.

                    A las 11:45, el crucero Asama abrió fuego contra el Varyag con sus poderosos cañones de 203 mm y a una distancia de 9.000 yardas. Uno de sus primeros proyectiles dio en la parte superior del puente de proa y destruyó la estación de medición de distancias. A consecuencia de este impacto resultó muerto el oficial navegador conde Alexei Nirod, primera víctima del combate.

                        Inmediatamente el Varyag respondió el fuego, pero los proyectiles japoneses resultaban particularmente destructivos. Ellos empleaban granadas de metralla las cuales aunque impactasen en el agua, explotaban lanzando cientos de pequeños trozos de metal ardiente en todas direcciones. Los doctores del Varyag encontrarían más de 120 de estos trozos de metal en un artillero gravemente herido.

                  Especialmente expuestos a estos fragmentos se encontraban los artilleros por cuanto la mayoría de los cañones del Varyag estaban ubicados sobre cubierta y sin ninguna protección para sus servidores.

                      El Varyag utilizaba proyectiles perforadores de blindaje, los cuales muchas veces, aunque atravesaban el blindaje del enemigo, no explotaban.

                        El mar hervía en torno a la nave por la gran concentración de fuego que caía sobre el crucero.  Pronto los proyectiles enemigos causaron un incendio a popa. Los cuerpos destrozados y la abundante sangre sobre cubierta hacían más difícil el desplazamiento. Un oficial recuerda: “Había sangre por todos lados, manos y piernas quemadas, cuerpos destrozados, pero aún en este infierno, los marinos rusos mostraron un coraje y una conducta intachable”

                          Para mantener la moral en alto, el oficial artillero Zarubaev, caminaba tranquilamente entre las estaciones de tiro, animando a los artilleros y ayudándoles a corregir sus tiros.  A pesar de múltiples heridas en sus piernas, el oficial Ubonin, continuaba liderando a la dotación del cañón número tres, hasta que cayó desvanecido por la pérdida de sangre. Los heridos rehusaban abandonar sus posiciones, sólo aquellos que no podían mantenerse en pie aceptaban ser llevados a la enfermería. La bandera de proa había resultado destruida por las explosiones, pero el contramaestre Olenin, arriesgando su vida trepó a las alturas con una nueva bandera. Su uniforme resultó perforado en varias partes por las esquirlas pero milagrosamente él salvó ileso.

                  A las 12:15 Rudnev decide invertir la nave para que entren en acción los cañones de babor por cuanto los de estribor ya están casi todos inutilizables. Cuando la nave se encuentra girando, dos grandes proyectiles la impactan simultáneamente. Uno de ellos daña seriamente el mecanismo del timón. El otro proyectil impacta en la torre de mando matando a tres marineros e hiriendo en la cabeza al comandante Rudnev. La nave se detiene repentinamente en medio del giro. Los motores dejan de rugir y un escalofrío estremece a la tripulación. Están inmóviles a merced de los cañones enemigos.

Se suceden los impactos sobre la estructura del inmóvil crucero mientras los mecánicos hacen desesperados esfuerzos por reponer la fuerza motriz. Un nuevo impacto estremece la nave, y entonces,  casi sin explicación, los motores renacen y el Varyag recupera su fuerza. Con un poderoso empuje, la nave continúa su giro, evitando la lluvia de proyectiles que se ciernen sobre ella.  Corre el rumor en la nave que el comandante ha caído, pero a los pocos minutos, Rudnev sale al puente y con la cabeza ensangrentada y alienta a sus hombres a seguir combatiendo.

Grabado del Varyag en combate

Plano del combate

                  Cuando la distancia entre las naves se acortó a cinco kilómetros entró en acción la cañonera Koreetz, ahora sus cañones ya podían alcanzar al enemigo. Es curioso que durante todo el combate ni un solo impacto diera en la pequeña cañonera. Todo el fuego japonés se centró en el Varyag

                                A las 12:25 el Varyag pudo por fin comenzar a hacer un desesperado fuego con sus cañones de babor, encajando varios impactos en el Asama, pero el poderoso blindaje del crucero japonés hacía que los daños provocados fueran mínimos. Hacia las 12:30 dos proyectiles japoneses impactaron al Varyag bajo la línea de flotación iniciando una inundación y a la vez una fuerte inclinación de la nave a babor. Esta inclinación alteró fuertemente los ángulos de tiro de los cañones por lo que Rudnev decidió regresar a Chemulpo en la idea de reparar los daños más graves, extinguir los incendios y con la firme idea de volver al combate a la brevedad.

                          Hacia las 12:45 ambas partes cesaron el fuego. La batalla había durado una hora. Durante este tiempo el Varyag había disparado 1.105 proyectiles. A las 13:15, severamente dañado, el Varyag anclaba en la rada de Chemulpo. Testigos dicen que la cubierta estaba roja de sangre. Los muertos llegaban a 40 y había 130 heridos graves. Sólo dos de los 12 cañones de 6” seguían operativos.  Un consejo de guerra a bordo de la nave decide que en estas condiciones es imposible seguir combatiendo. El Varyag deberá ser destruido para que no caiga en manos del enemigo.

                          Los buques europeos han acudido en ayuda del Varyag enviando médicos y enfermeras y recibiendo a sus heridos más graves. Durante la evacuación, muchos de los heridos, fallecen. Las esquirlas han resultado letales. Aún cuando no dañasen órganos vitales, los hombres mueren desangrados por las desgarraduras producidas en sus cuerpos. 

                  La mayoría de los marineros rusos (352) fueron recibidos por el crucero francés Pascal. Los británicos acogieron a 235 sobrevivientes. El crucero italiano Elba, recibió a otros 178. Luego de la guerra muchos de estos marinos extranjeros fueron condecorados por el gobierno ruso por su solidaridad y en agradecimiento a su valiosa ayuda.

El crucero francés Pascal recoge heridos y sobrevivientes del Varyag

              El único que rehusó recibir marinos rusos a bordo y prestar ayuda médica fue el capitán del buque americano “Vicksburg”, el comandante Marshall.

                        A las 15:30, El Varyag fue barrenado y las válvulas de inundación fueron abiertas. La cañonera Korretz fue volada. A las 18:30, el Varyag desapareció bajo las aguas de la bahía de Chemulpo.

                              Algunos heridos graves quedaron en el hospital de Chemulpo, construido por misioneros ingleses y administrado por la cruz roja japonesa. Los militares japoneses dieron su palabra de honor al embajador ruso de que los marinos rusos heridos no serían considerados prisioneros de guerra y que en cuanto se recuperaran de sus heridas serían enviados a su patria. Palabra que cumplieron cabalmente. Sólo dos de 24 heridos graves fallecieron. Fueron enterrados por los japoneses con honores militares en un hospital cristiano en Chemulpo. En el mismo cementerio habían sido enterrados previamente once marineros del Varyag que murieron a causa de sus heridas en los barcos extranjeros inmediatamente después de la batalla.

                        Poco después, los heridos fueron trasladados a la ciudad japonesa de Matsuyama para tratamientos médicos más profesionales. Una vez sanados, todos fueron retornados a Rusia.

Grabado que muestra el fin del Varyag

Marinos rusos atendidos por la Cruz Roja japonesa

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17-03-2012

El regreso de los héroes

                        Dos meses después, el barco con los sobrevivientes del Varyag y el Koreetz, llega a Odessa. Rusia recibe a los héroes de Chemulpo con multitudinarias manifestaciones de cariño y arranques de sentimientos patrióticos sin precedentes. En Odessa, todos los sobrevivientes son galardonados con la Cruz de San Jorge, entregada directamente en la cubierta del barco que los trajo.

                          El 10 de abril de 1904, un tren especial trasladó a los 30 oficiales y a los alrededor de 600 marineros del Varyag y del Koreetz a la capital. En cada estación eran esperados por miles de personas que querían manifestarles su afecto. Se sucedían los homenajes, los banquetes, las recepciones de parte de las autoridades, los homenajes, los regalos. En Kursk, a los oficiales se les obsequió íconos grabados en plata y oro. Los ciudadanos de Orel regalaron al capitán Rudnev una preciosa daga de oro.

                                En Moscú, miles de ciudadanos repletaron la estación ferroviaria para dar la bienvenida a los héroes. Se erigió un arco triunfal para celebrar la ocasión. El pueblo cargó a los marinos sobre sus hombros por las calles de la ciudad y los ¡Hurrah! llenaban las calles y una magnífica recepción se preparó a los héroes en el Concejo de los Nobles.

                        El 16 de abril fue el turno de San Petersburgo. Las tripulaciones desfilaron por la avenida Nevsky desde la estación Nikolais, hasta el Palacio de Invierno. Debió recurrirse al ejército para impedir que la multitud se abalanzara sobre sus héroes. “Parecía que todo San Petersburgo estaba allí” escribió un testigo de la marcha. Los ¡Hurrah! sobrepasaban en su fuerza a las bandas militares. Las damas lanzaban flores al paso de los héroes.

                          El Zar Nicolás II y el Gran Duque Alexei, esperaban a sus invitados en el palacio. Después de escuchar el informe de los comandantes del Varyag y el Koreetz, Nicolás II  se acercó a la marinería y les agradeció los servicios prestados a Rusia. En los salones del palacio de invierno, se sirvió la cena para todos, oficiales y marineros. Los platos habían sido creados especialmente para la ocasión y estaban decorados con la Cruz de san Jorge. Luego de la recepción, toda la vajilla de plata fue regalada a los homenajeados como recuerdo de la ocasión. Además, cada participante recibió un hermoso reloj como regalo de la ciudad de San Petersburgo. El comandante Rudnev fue nombrado además “Ayudante de Campo”, título que se daba al séquito de oficiales del Zar.

Multitudinaria recepción en San Petersburgo

Marinos del Varyag y el Koreetz luego de la cena con el Zar portando sus bolsas con regalos.

                        Numerosas canciones populares se crearon a los héroes de Chemulpo, pero curiosamente la que más fama alcanzó fue escrita por un poeta alemán que no sabía una palabra de idioma ruso. Rudolf Greins.

                                  Greins se inspiró en artículos periodísticos publicados en Alemania sobre los hechos de Chemulpo. Este poema fue traducido al ruso y publicado en San Petersburgo donde gustó muchísimo. Un músico moscovita, Alexis Turishchev hizo la música y la inmortal canción había nacido.

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17-03-2012

 

El renacer del Varyag

                    La historia del Varyag no acaba en Chemulpo. Luego de volcarse y hundirse en la bahía de Chemulpo, los japoneses  descubrieron que el crucero no reposaba en aguas muy profundas, incluso con la marea baja podía verse parte de su estructura. Se calculó que no eran más de nueve metros.  Al descubrir esto, los japoneses inmediatamente comenzaron a madurar la idea de reflotarlo. Sólo un mes después de la batalla, comenzaron los trabajos. Se trajeron buzos y maquinaria especializada desde Japón. Los cañones, mástiles y chimeneas fueron removidos. Se descargó todo el carbón que quedaba en la nave, pero todos los esfuerzos por alzar la nave en 1904 fueron infructuosos. Sólo el 8 de agosto de 1905, luego de la construcción de un dique especial, se logró despegar la nave del fangoso fondo oceánico.

                        Toda la operación de salvataje llevó 19 meses y costó un millón de yens al tesoro japonés. En noviembre de 1905 el Varyag zarpa para Japón impulsado por sus propios medios.

Imágenes del reflotamiento

                           

                                El crucero permaneció casi dos años en la ciudad de Yokosuda para un completo reacondicionamiento. En 1907, se unió a la flota japonesa con el nombre de Soya, pero como una forma de respeto al valor de los marinos rusos, se le dejó en la popa el nombre original “Varyag”. Durante nueve años, el Soya fue buque de entrenamiento de la marina japonesa. Los instructores iniciaban cada curso con las palabras: “Aquí ustedes aprenderán como se defiende el honor de la Patria”.

                    Elementos personales de los oficiales y del capitán Rudnev encontrados durante las reparaciones en Yokosuda, fueron enviados por las autoridades japonesas a sus propietarios en 1907, junto con una carta del almirante Urdu a Rudnev en que rendía tributo al valor de los marinos rusos.

                              También, la rueda del timón del Varyag, fue transferida al más famoso buque de guerra de la armada japonesa, el acorazado Mikasa en donde permanece hasta el día de hoy.

El Varyag como IJN Soya en 1909

Timón del Varyag en el acorazado Mikasa

                    Durante la primera guerra mundial, rusos y japoneses comenzaron negociaciones para el retorno de varios buques rusos capturados durante la guerra y que ahora servían en la flota japonesa. Estas negociaciones se concretaron a principios de 1916 en que el gobierno ruso compró estas naves entre las cuales se incluía el Varyag.

                    El 21 de marzo de 1916, miles de ciudadanos de Vladivostok pudieron ver tres buques rusos, que bajo bandera japonesa, entraban en la bahía. Estos eran los acorazados del escuadrón del Pacífico: Poltava, Peresviet, y el crucero Varyag. Luego de 12 años de la batalla que le hiciera inmortal, el Varyag volvía a su patria.

                    El 22 de marzo se arriaron las banderas japonesas y los buques volvieron a enrolarse en la flota rusa. El Varyag fue destinado a la flotilla del Océano Ártico. Luego de algunos meses de servicio el caprichoso crucero volvió a las andadas y comenzaron numerosos fallos en sus sistemas. Después de una inspección técnica, el Varyag fue enviado a Inglaterra por reparaciones. En marzo de 1917, el crucero llegaba a Liverpool. Al llegar las noticias de la revolución de octubre, la tripulación que permanecía en la nave, alzó la bandera roja del nuevo régimen. En diciembre de 1917, un pelotón de marinos británicos asaltó la nave, redujo a los revoltosos y el crucero pasó a poder de la armada británica. Las autoridades del nuevo régimen soviético exigieron su devolución, pero se debía el pago de 300.000 libras esterlinas a la firma Cammel Laird, cantidad que el gobierno provisional rojo no estaba en condiciones de pagar por lo que el Varyag fue vendido a una empresa alemana para su desguace.

            El 5 de febrero de 1920, dos remolcadores salen con el crucero de la bahía de Glasgow. Durante el viaje a su destino final, fuertes vientos arrojan al Varyag contra la costa escocesa encallando en unos arrecifes,  hundiéndose parcialmente. Todos los intentos por rescatarlo fueron inútiles. Los nuevos propietarios decidieron desguazarlo allí mismo. Hacia 1925, todas las operaciones en el lugar del naufragio habían finalizado.

El Varyag encallado frente a las costas de Escocia en 1920

               

El legado

                  El capitán Rudnev falleció en 1913. Había caído en desgracia cuando en la revolución de 1905 se negó a tomar represalias contra la tripulación a su cargo que

tomó parte en el levantamiento. Ese mismo año, el gobierno japonés le distinguió con la Orden del Sol Naciente por su valor en combate.  Después de la revolución de octubre, su viuda y sus tres hijos abandonaron Rusia radicándose en Francia. Durante los años de la Unión Soviética, el culto al Varyag decayó pero no se extinguó. En 1945 cuando se declaró la guerra a Japón, los soldados que lucharon en Manchuria recordaron aquella vieja canción que hablaba del orgulloso y galano crucero que combatió a los japoneses hasta la muerte.

                      Inmediatamente después de la guerra, se filmó la película “El crucero Varyag” con el actor Boris Livanov en el papel de Rudnev. Para la película se utilizó el crucero “Aurora” único buque sobreviviente de la guerra ruso-japonesa y por primera vez desde 1917, se izó en una nave rusa, la bandera de San Andrés.

                          En 1954, la Unión soviética conmemoró el 50 aniversario de la gesta del Varyag. Aún estaban vivos algunos de los participantes en el combate. Se logró ubicar a 12 veteranos del crucero los cuales fueron llevados a Moscú como invitados de honor a las celebraciones. Por decreto del Soviet Supremo, todos los participantes en la batalla de Chemulpo que estuviesen vivos, fueron galardonados con la medalla “al valor”.

Quienes se hubiesen destacado por alguna acción singular, recibieron además, las medallas “Por la victoria sobre Japón” y la “Orden de la Estrella Roja” directamente de manos del Comandante en Jefe de la Marina Roja, el Almirante Kuznetzov.

Veteranos homenajeados en 1954

                                  En este acto se decretó además, que siempre habrá en la marina rusa un crucero que llevará el legendario nombre de “Varyag”. También se dispuso la construcción de un monumento al capitán Rudnev.

  El año 2003 se organizó una expedición rusa  que ubicó el sitio de desguazamiento del Varyag. En esta expedición, que recuperó algunas reliquias, participó un nieto del capitán Rudnev.

El ano 2009, el gobierno coreano devolvió a Rusia una serie de objetos asociados al Varyag y al Koreetz, que se encontraban en las bodegas del Museo Metropolitano de Inchon.

                          Recientemente, en noviembre de 2010 en una solemne ceremonia que contó con la presencia del presidente ruso Mendeiev, Corea ha devuelto al gobierno ruso, las banderas del Varyag y del Koreetz, las cuales estaban en poder de un museo coreano desde la retirada de los japoneses en 1945.

Ceremonia de devolución de la bandera del Variag en presencia del presidente ruso Mendeleev.

http://www.youtube.com/watch?v=loL3obGLZuk&feature=results_main&playnext=1&list=PLFCB256CB35F925C6

Tumba de los caídos en el Varyag en el cementerio naval de Vladivostok

Monumentos al comandante Rudnev

Sellos conmemorativos

Medallas recibidas por el marinero S. D. Krylov

                           

                   

Bibliografía:

Kreizer “Varjag”:  Victor Kataiev Colección Eksmo, Moscú, 2008

The Russo-Japanese War: Thomas Cowen, Edward Arnold Edit. London, 1904

Historical Dictionary of the Russo-Japanese War: Rotem Kowner. The Scarecrow Press Inc. Toronto, 2006

Video documental “Kreizer Varjag” de Alexei Denisov, 2004

http://blog.kp.ru/users/pen_duik/post205572962/

http://ru.wikipedia.org/wiki/%D0%91%D0%BE%D0%B9_%D1%83_%D0%A7%D0%B5%D0%BC%D1%83%D0%BB%D1%8C%D0%BF%D0%BE

http://www.voskres.ru/history/varyag2.htm

http://www.abitura.com/not_only/hystorical_physics/cruiser_varyag.html

http://www.samoupravlenie.ru/war_sea.php

                                                                  Saludos…

Fug

17-03-2012

Leyte, nunca dejaras de sorprender por que haces que el mundo, aunque sea de hace muchos años, sea un poco mas grande...

Siempre fidelies (o algo asi en latin, que yo no se) dirian algunos,    /Aunque la muerte en los buques siempre me resulto muy amarga)

Richard Chesnaye

17-03-2012

Enhorabuena Leyte. Gran artículo.

Abrazos. ¢@44

mister xixon

17-03-2012

Buen articulo Leyte , muy completo

saludos

Canaris

17-03-2012

Muy buenos aportes Leyte.Pedazo de artículo.Completo.

       

Balthasar Woll

17-03-2012

Muy bueno Leyte  .

Saludos

josmar

17-03-2012

Un gran trabajo y una hermosa historia...

Stauffenberg

18-03-2012

Fantástico 

leytekursk

19-03-2012

Gracias por sus comentarios compañeros...

    Me gusta mucho esto de investigar sobre unidades navales menores... La gloria no es patrimonio exclusivo del Bismarck, del Yamato o del Akagi... Hay muchos ejemplos de valor y heroísmo en patrulleras, torpederas, Destructores, Barreminas, etc...

    Como dice Charly García... "La alegría no es sólo brasilera"

                                                                                    Saludos...

                                                                             

Topp

19-03-2012

Buenísimo, Leyte. Me ha encantado

Has logrado transmitirle vida a ese glorioso buque.

Saludos.

leytekursk

20-03-2012

Buenísimo, Leyte. Me ha encantado Has logrado transmitirle vida a ese glorioso buque.

Gracias por tus palabras Jefe Topp.    ¡Sardineros forever!...

    Tengo una duda que quizá tú u otros amigos del foro puedan ayudarme a resolver. Mientras leía fuentes para este artículo, en el libro "Japan fights for freedom" de H. W. Wilson dice lo sgte refiriendose al armamento del Varyag.: 

                        "Sus cañones carecían de escudos protectores, lo cual era habitual en las armas expuestas en cubierta. Esto se debió probablemente a la desastrosa experiencia de los españoles en la batalla de Santiago seis años antes"

**

                              No conozco en detalle la batalla de Santiago de Cuba, pero ¿Qué ocurrió con los escudos protectores de los cañones españoles, para que los diseñadores del Varyag decidieran omitirlos...?

                                                                                                    Saludos...

                                                                                             

MIGUEL WITTMAN

20-03-2012

Felicidades Leyte. Buen trabajo.

Ave.

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