Batallas desesperadas

peiper

11-06-2016

Esta claro los que sacaron muy buen provecho de la situación fueron los holandeses y el Shogun quitarse de en medio lo que a la larga podria ser un problema.

mister xixon

11-06-2016

La picaria holandesa...

saludos

Ignaz Woll

13-06-2016

Poco antes del comienzo de la Guerra de Crimea, Rusia había avanzado en la Europa sudoriental, ocupando los Principados del Danubio,  Moldavia y Valaquia, que serían los gérmenes, algo más tarde, del Reino de Rumanía. Este avance estratégico no infundía gran confianza a los otomanos, que ahora tenían  a los rusos al otro lado de la frontera. Los turcos, preparándose para la guerra venidera, fueron acantonando más y más tropas en las fortalezas fronterizas, esperando tomar las ciudades clave de los principados en precisos y rápidos ataques al poco de comenzar la contienda, valiéndose del estado de sorpresa.

En octubre de 1853, pocos días después del comienzo de la guerra, el Imperio Otomano mandó un ultimátum a los rusos, instándoles a abandonar sus posiciones y se replegaran al otro lado del Danubio. Sin embargo, las tropas del Zar hicieron caso omiso. A los pocos días, los turcos avanzaron hacia Calafat (una ciudad fundada por los genoveses, donde empleaban a muchos calafateadores (Calafatis) para la reparación de sus barcos, dando nombre así a la ciudad), y mientras los bravos defensores defendían a sangre y espada el pequeño fuerte, los otomanos avanzaron más hacia el este, tomando Oltenița y Turtukai. Con la captura de esas dos ciudades, la guarnición de Calafat quedaba aislada, rodeada por las tropas del Sultán. Y ahora, éstos tenían el camino hacia Bucarest.

El Zar envió un contingente de 6.000 infantes, al mando del General Peter Dannenberg (que llevaba al servicio de la Madre Rusia desde las Guerras Napoleónicas), para recapturar Oltenița, y socorrer desde allí a los de Calafat, si era posible. Los eslavos llegaron a las inmediaciones de la ciudad el 4 de noviembre, pero los cañones rusos que los otomanos habían capturado en Turtukai hicieron estragos en sus líneas, y los rusos se tuvieron que replegar tras sufrir 900 bajas. Los turcos no sufrieron más que 200. El Zar Nicolás I, personalmente ofuscado con este frente, tras haber estudiado los informes de la batalla, envió a Dannenberg más artillería, convencido en su victoria cercana.

Usando la artillería pesada, en grupos más pequeños y con los tiradores mimetizados en un bosquecillo cercano, los rusos volvieron a cargar con sorprendente ímpetu. Convencidos de parar a los otomanos allí mismo, y no en las puertas de Bucarest, y con la esperanza de poder salvar así a los camaradas den Calafat, los rusos cargaron. Con la ayuda de la metralla, los experimentados tiradores y con una moral imperturbable, las tropas del Zar pudieron penetrar en el fuerte, iniciando una espeluznante escabechina de combate cercano, con bayonetas, espadas y cuchillos. Tras horas combates, justo cuando los rusos parecían estar a punto de alcanzar la victoria, Dannenberg decidió retirar a sus tropas, ordenadamente, y sin un ápice de verguenza. Lentamente, los rusos abandonaron el fuerte, bajo las atónitas miradas de los turcos, que yacían en la última porción del fuerte, sin casi munición y heridos, en su mayoría.

Dannenberg había comprendido que el daño había sido hecho. Había eliminado a gran parte de las fuerzas de Omar Pasha, y el avance turco sería detenido. No tenía intención de enfrascarse en la conquista de un fuerte en Valaquia. No tenía sentido. Había cumplido su misión, y ahora socorrería a los condenados sitiados de Calafat, también con éxito. El añejo general había conseguido una victoria en la primera batalla de la Guerra de Crimea. Los infantes del Pasha nunca alcanzarían Budapest, y se retiraron a las posiciones del comienzo antes de las primeras nieves del invierno de 1853.

Heinz von Westernhagen

13-06-2016

imprevisible Dannemberg... . Buen relato.

josmar

13-06-2016

Un hombre con visión de futuro....

peiper

15-06-2016

Y al hacer una retirada no le supo eso tener problemas ante el zar.

Lenz Guderian

16-06-2016

Que buenos relatos estos ultimos. Un placer leerlos.

Ignaz Woll

16-06-2016

Pues sí, la decisión de Dannenberg fue del todo acertada  . Y de paso, cómo veo que os ha llamado la atención a unos cuantos, he creado un  hilo con la biografía de este General de Infantería.

Heinz von Westernhagen

29-06-2016

El 26 de Marzo de 1941, una flota italiana parte hacia el Egeo. Al mando del Almirante Iachino, un acorazado (Vittorio Venetto), seis cruceros pesados, dos cruceros ligeros y 17 destructores van a interceptar el tráfico marítimo británico hacia Grecia, bajo la cobertura aérea de la Regia Aeronáutica..Los italianos creen que los británicos no poseen portaaviones en el Mediterráneo, desconociendo la presencia del HMS Formidable. El almirante Cunningham está informado de las intenciones italianas por ULTRA, siendo localizadas las fuerzas navales enemigas el día 26 por un hidroavión Sunderland. Ese mismo día, un avión de reconocimiento alemán informa también de la presencia de acorazados y un portaaviones británicos, pero, incomprensiblemente, el Alto Mando Naval italiano no hace partícipe a Iachino de tal descubrimiento. La Flota de Cunningham comprende, además del HMS Formidable, tres acorazados (los HMS Barham, Valiant y Warspite), 7 cruceros y 17 destructores. Con radar.

El 28 de Marzo comienzan los ataques aéreos. Iacchino cree que los aviones provienen de Creta. El ataque de unos “Falco” italianos al HMS Formidable no es comunicado. Pero cuando dos Swordfish y un Albacore dañan al Vittorio Venetto, se sospecha de la presencia de un portaaviones y se decide abortar el plan. Iachino ordena virar hacia Tarento y que los tres cruceros de la Clase Zara y cuatro destructores protejan a su acorazado de los aviones enemigos. Otro asalto de torpederos alcanza al Pola, que queda inmóvil en el agua. Iachino decide dejar solos al Pola (a remolque del Fiume), al Zara y a cuatro destructores, mientras el resto de la flota se aleja a puerto seguro. Es de noche y los italianos se amparan en la oscuridad. Pero el británico los ve con el radar…El Pola hace señales a unos buques que pasan a su lado. Son el HMS Orión y varios destructores británicos, que siguen de largo…Porque detrás de ellos vienen los tres acorazados, separados 500 metros entre sí y con sus piezas preparadas. A las 22:30, los británicos iluminan y ciegan con sus reflectores a los sorprendidos e inmovilizados italianos y abren fuego a 3.000 metros de distancia. En cinco minutos, el Fiume, el Zara y dos destructores italianos son pulverizados. Los observadores británicos ven elevarse por los aires las torres artilleras y las superestructuras enemigas, y como caen al agua en medio de grandes surtidores. Los cuatro buques se han convertido en un amasijo de hierros ardientes. Ahora les toca el turno a los cruceros y destructores británicos, que acaban con lo que queda de los italianos.

El Pola envía señales de rendición. Una vez abandonado, es hundido por un torpedo del HMS Jarvis. La Marina italiana ha tenido más de 2.400 muertos (entre ellos, el Vicealmirante Cattaneo) y los británicos tres: los tripulantes de un Albacore derribado.  Los británicos recogen a 905 supervivientes y dejan que el Gradisca (un buque hospital italiano) recupere a más naúfragos, con la orden de no tocarlo. El Gobierno Italiano mandará un mensaje al Británico agradeciendo ese detalle.

josmar

29-06-2016

...Trágico cumulo de errores.....

gaffer

19-12-2016

En el estratégico valle vietnamita de A Shau comandos del 5th (boinas verdes) de fuerzas especiales de los EEUU y tropas CDIG ( las siglas significan aprx. Grupo de guerrilleros, tropas irregulares de Vietnam del sur entrenadas por los americanos) aguardaban apostados un ataque que a buen seguro iba a producirse en cualquier momento. Se encontraban en plena ruta Hồ Chí Minh (vía de suministro y tropas de Vietnam del norte), lo sabían y estaban preparados.

17 boinas verdes y 360 guerrilleros (de varias nacionalidades) se las estaban viendo con cerca de 3.000 soldados regulares de la 325th división del ejército de liberación del pueblo de Vietnam del norte. La fortificación cayó tras 30 horas de intensa, feroz y heroica defensa, apoyados por varios helicópteros USA, no sin antes causar al enemigo (aquí difieren según fuentes) entre 500/700 bajas. Los defensores perdieron 177 efectivos entre KIA y desaparecidos (de los Green Berets USA, 12 heridos y 5 MIA).

Esto son los datos, pero la acción fue de fiera acometividad por ambas partes, de no haber tenido apoyo aéreo para la evacuación hubiesen perecido irremediablemente allí un 8 marzo de 1966 a 5.760 km al norte de Saigón.

Como es lógico y dada la desproporción de fuerzas se llegó al cuerpo a cuerpo, ésto dice bastante lo de...Una situación desesperada.

Cordiales saludos.

josmar

19-12-2016

...Desesperada e insostenible la situación, dada la diferencia en número de los contendientes...

  Buen aporte, Gaffer...

mister xixon

19-12-2016

la abrumadora diferencia entre las fuerzas enfrentadas ya la hace del todo desesperada, y que aún salgan airosos del lugar.... milagroso?

saludos

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