Kurt Meyer en Caen

V. Wobst

22-11-2007

Pequeño relato de la retirada de Caen que transcurre durante los días 9 y 10 de julio de 1944, narrada por Meyer y que se encuentra en uno de lo excelentes artículos de Panzerzug, elaborado por GuTiX

La práctica de tiro sobre nuestro Volkswagen comienza de nuevo. Erich Holsten conduce y yo me agarro adelante. Con un montón de suerte, alcanzamos las ruinas del pueblo. Después de mi regreso de las Ardenas, doy parte a la Comandancia de la aguda situación y pido urgentemente permiso para retirar los restos de la división hacia el este del Orne. No tengo la menor duda de que Caen pueda aguantar sin los restos de la desangrada división. La Comandancia deniega la propuesta. ¡El Führer ha ordenado que la ciudad tiene que resistir a cualquier precio! Todas las protestas y mi referencia sobre la insensatez de más sacrificios no logran nada. ¡Debemos morir en Caen!

Monto en cólera cuando pienso en los valientes granaderos que noche y día han estado luchando durante cuatro semanas y a quienes voy supuestamente a sacrificar insensatamente. . . . Poco después de la medianoche, reúno a todos los comandantes y les doy cuenta de mi decisión de evacuar el pueblo durante la noche y ocupar nuevas posiciones al este de Orne. Los comandantes vuelven a respirar. Unánimemente apoyan la intención de la división de evacuar la destruida Caen sin pelear.

A las 02:00 horas me encuentro buscando el I/25th Regimiento en el borde norte de Caen. El resto de batallón tiene que luchar buscando una ruta a través de las fuerzas enemigas, dejando un ensangrentado camino detrás de ellas. Las pérdidas del batallón son abrumadoras. El pelotón del Obersturmführer Schünemann se esta defendiendo en un grupo de casas de una granja. Es imposible que los granaderos se abran paso hacia la retaguardia. Según unas intercepciones por radio, este grupo perdido continúa luchando 48 horas más tarde. Entonces es aniquilado en un ataque de cazabombarderos.

Encuentro a los supervivientes del I Batallón en un búnker a prueba de bombas al borde del pueblo. Los soldados, muy agotado por la pelea, han caído en un sueño profundo. . . . Fueron a la guerra semanas atrás con caras frescas, lozanas. Hoy, camuflados con cascos llenos de barro, muestran unas caras demacradas cuyos ojos, muy a menudo, miran hacia otro mundo. Los hombres presentan un profundo cuadro de sufrimiento humano; pero ya no pueden descansar más. Deben defender la rivera este del Orne. . . . Maldiciendo, se cuelgan dos panzerfausts y vuelven hacia el pueblo en llamas. Dos tanques defienden los avances desde el norte.

Durante mi ausencia, el Jefe del Estado Mayor ha tratado en vano una y otra vez obtener permiso de la Comandancia para evacuar Caen. Finalmente ordenan la evacuación del pueblo alrededor de 03:00 horas.

La retirada ya ha comenzado y las armas pesadas ya han ocupado sus nuevas posiciones de tiro situadas al este del Orne. La evacuación ha sido efectuada silenciosamente y sin disturbio por el enemigo.

A las 04:40 horas los oficiales del mando de la División abandonan Caen y establecen el cuartel general en Carcelles. Se espera el relevo de la División por el 272. El puesto de mando del cuartel general permanece oculto entre algunas viejas hayas, robles y olmos. Una impecable mansión normanda, protegida en el parque, nos ofrece refresco y alivio. Desafortunadamente no tenemos ninguna oportunidad para el descanso. Por lo menos yo pude disfrutar de un par de cubos de agua y lavarme de pies a cabeza.

A las 08:00 horas estoy, otra vez, en la parte sur de Caen con las tropas. A los granaderos y oficiales permanecen tumbados como cadáveres en los huertos delanteros en la rivera del Orne. Se han hundido como en un mortal sueño. La unidad ciertamente ha llegado al final de sus fuerzas.

saludos a todos

MIGUEL WITTMAN

22-11-2007

Bueno.

¿Continuará?

Kurt Meyer

22-11-2007

Muchos recuerdos de Caen  <<12 <<12 <<12

Buen trabajo Wobst <<37

V. Wobst

15-01-2008

Siguiendo con los excelentes articulos de GuTIX publicados en la página Panzerzug, publico otro relato de Panzer Meyer, esta vez en los combates por el aeródromo de Carpiquet situado al oeste de Caen el 4 de julio de 1944. Las tropas de Meyer se enfrentan a la 3ª División de infanteria canadiense.

La 7º brigada de infanteria canadiense en el aeropuerto de Carpiquet el 4 de julio de 1944, óleo de Orville Fisher, que sirvió con ellos.

La 3ª División de Infantería Canadiense está atacando. Carpiquet y el aeródromo son los blancos. ¡Qué derroche para destruir a este puñado de granaderos!

Reconocimiento aéreo del aeródromo de Carpiquet, vuelo del 24-06-1944

El fuego concentrado de la artillería arruina totalmente cualquier intención para la defensa. Debe haber varios regimientos de la artillería. Los explosivos navales hacen girar hangares enteros en el aire. A partir de este momento el pueblo es invisible. Las nubes de humo gruesas permanecen al oeste. Por encima de nosotros los Typhoons están buscando a sus víctimas. Sus cohetes apenas pueden oírse por encima de las explosiones de los proyectiles pesados. El observador avanzado está de pie, impertérrito, en su telémetro de tijera pidiendo una andanada.

La 8ª Brigada Canadiense, reforzada por el Winnipeg Rifles y respaldados por el regimiento de tanques Fort Gary Horse, se lanza contra los retazos del batallón de Krause. El fuego de la artillería sigue adelante. Nadie dice una sola palabra. Sólo podemos oír las voces de los artilleros. Los tanques enemigos ruedan hacia Marcelet. El humo de batalla es muy espeso. Los proyectiles de nuestra artillería caen entre los tanques pero apenas se inmutan por las explosiones. Ruedan lentamente hacia nosotros. Los granaderos esperan en sus búnkeres la orden de ocupar sus posiciones de fuego. Todo el mundo se refugió durante la barrera artillera. Los primeros infantes enemigos aparecen ahora fuera del bosque. Nuestra artillería dispara al borde del bosque infligiendo muchas bajas en los Winnipeg Rifles.

El soldado Leopold Marcoux con un prisionero de guerra, durante los combates de Carpiquet.

. . . Sólo han pasado algunos minutos. El avance de los Winnipegs vacila, no pareciendo confiar en el vacío campo de batalla, y avanzan lentamente hacia el primer edificio del aeródromo. Aun están a 150 metros fuera del hangar, habiendo dejado la protección del bosque por la del aeródromo, que no ofrece ninguna. Entonces oímos la "voz" que hemos estado esperando, "Rat-tat-tat-tat-tat-tat ". Nuestra MG42 siega al enemigo.

Me meto en una esquina. Los granaderos salen precipitadamente del búnker. No se dice ni una palabra a medida que todos ellos saltan y corren a sus viejas posiciones. El combate de infantería domina ahora el día. Con sus guerreras remangadas y los ojos dirigidos hacia el frente, cargan y disparan sus armas automáticamente.

Otros canadienses en un Bren Carrier con un prisionero alemán

Los asaltantes han debido tener muchas pérdidas. El empuje de su ataque ha sido roto y sus tanques han sido sacados fuera de su protección. El batallón de Krause también ha tenido bajas. Los heridos son llevados a los búnkeres y son atendidos. Las cosas no van viento en popa en el lado contrario del aeródromo. Los canadienses ganan terreno y la batalla está ya siendo librada en la mitad de pueblo. Nuestra artillería ha estado concentrándose en la parte oeste del pueblo. Llamo por teléfono al Jefe del Estado Mayor y lo preparo para la pérdida de Carpiquet. . . .

El zapador A. Lajembe cubriendo una posición en Carpiquet con una Bren.

Erich Holsten me está esperando. En unos minutos estamos de regreso en el cuartel general de la División y respiramos de alivio. Realmente no tiene gracia conducir a través del fuego de artillería enemigo en un Volkswagen.

Visto en http://www.panzerzug.es/pzg/content/category/5/17/119/

saludos  <<1

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