Batallas desesperadas

Heinz von Westernhagen

25-06-2013

El 7 de Junio de 1921, tropas españolas conquistan la precaria posición de Igueriben, visible desde Annual y situada en un terreno muy desfavorable. La fortifican con unos sacos terreros y unos metros de alambrada, muy  cercana a los parapetos. La aguada de los 353 hombres que componen la guarnición se halla a casi cuatro kilómetros y el acceso es infernal, a través de abruptos caminos de mula.

A los pocos días el reducto es rodeado por los rifeños de Abd el-Krim, muy superiores en número. El jefe de la posición es el Comandante Julio Benítez, que ya había defendido Sidi Driss de la cabila de los Beni Urriagel. Los ataques comienzan a ser más violentos a partir del día 14, y el 17 el agua se agota, siendo imposible hacer salidas hasta el pozo debido al intenso tiroteo. Los sitiados sufren los rigores de la sed, llegando a beber hasta sus orines y dejando los líquidos de los botes de conserva para los heridos y enfermos. El día 21, una columna de socorro es rechazada por los rifeños, causando en dos horas 152 bajas. El comandante Julio Benitez sabe que permanecer en Igueriben en esas condiciones es un suicidio, por lo decide abandonar la posición para dar una oportunidad a sus hombres. Manda repartir los últimos cartuchos (veinte por cabeza), quema las tiendas e inutiliza la batería artillera. Cuando efectúan la salida, los españoles son masacrados a pocos metros de la puerta por los disparos de los rifeños. Se produce una desbandada. Sólo escapan con vida un Teniente y once soldados, de los cuales cuatro morirán al llegar a Annual debido a la ingesta de agua y al agotamiento físico.

El Comandante Julio Benitez comunicó a Annual, minutos antes de la salida:

“Sólo nos quedan doce cargas de cañón. Contadlas y, a la duodécima, fuego contra nosotros porque el enemigo habrá entrado en la posición”

El Comandante, junto con el Capitán Federico de la Paz Orduña, recibirían la Laureada de San Fernando a título póstumo.

Lothar1971

25-06-2013

Nunca entenderé la conquista de una posición que se sabe que poco tiempo despues se perderá contra el enemigo, es un esfuerzo inutil de recursos y lo mas importante, de vidas... pero en fin, ordenes son ordenes... Gloria a los valientes... 

Lenz Guderian

26-06-2013

El 25 de Junio de 1876, el Teniente Coronel George Armstrong Custer se dispone a asaltar un campamento con cerca de 9.000 miembros de diferentes naciones indias, entre los que hay unos 2.500 guerreros. Uno de cada cinco está armado con rifles de avancarga o repetición, tipo Henry o Winchester 1866. Custer forma parte de una operación planificada compuesta por un ejército numeroso, con artillería, caballería, infantería y una buena cadena de suministros, que se ha dividido en columnas ”relativamente” próximas entre sí con la misión de encontrar el grueso de la fuerza india. El Teniente Coronel está al mando del 7º Regimiento de Caballería, con 700 efectivos, incluyendo a sus exploradores indios y a unos civiles que le acompañan. Para ir más aprisa, ha renunciado a la ayuda de otras unidades y a la potencia de fuego de unas ametralladoras Gatling. Incluso deja atrás a sus carros de intendencia. Al amanecer del día 25, los exploradores de Custer comunican que han encontrado el campamento. No hace caso de los consejos de prudencia de algunos de sus oficiales, que recomiendan esperar al grueso del ejército y decide atacar sin demora, dividiendo a su fuerza en cuatro grupos: el del Mayor Reno, el del Capitán Venteen, el del Capitán McDougall y el suyo propio con 209 soldados. Cada uno de ellos con 100 cartuchos para su rifle monotiro Springfield Mod. 1873 y 24 disparos para sus revólveres Colt Mod. 1873. Sin los sables.

Estos Hombres lidereados por Caballo Loco, Toro sentado hicieron ese dia una gesta heroica digna recordarse. Una Batalla que si bien fue el principio de su fin los cubrio de orgullo y gloria. Por este lado del charco es ampliamente conocida, pero por la versióna "custersiana". El personaje es todo un pintoresco narcisista hombre "de accion"

Saludos!!

peiper

26-06-2013

los indios eran considerados por ellos como animales o un concepto peor por su forma de vivir y hacer las cosas y nos olvidamos que ellos ya estaban alli cuando el primer blanco llego que solo defendian lo que creian era suyo sus tierras,su familia que haríais vosotros en su lugar

Heinz von Westernhagen

05-07-2013

En Julio de 1539, Jeirredin Barbarroja se dispone a expulsar a los españoles de la fortaleza costera situada en la localidad montenegrina de Castelnovo. Dispone de una gran flota con 20.000 efectivos (4.000 jenízaros) y por tierra le apoya un ejército de 30.000 soldados. Los defensores son 3.000 hombres del Tercio Viejo al mando de Francisco de Sarmiento. Sin alimentos frescos para aguantar un asedio, tienen la certeza de que nadie va a ir en su auxilio.

Ante las propuestas de rendición, los del Tercio se niegan en rotundo “Que vengan cuando quieran”. Los asaltos otomanos se estrellan contra las espadas y picas de los españoles, que les causan muchas bajas. Las obras de asedio se van acercando poco a poco a la fortaleza y se realizan salidas para entorpecer los trabajos. La poderosa artillería turca bate noche y día las defensas abriendo grandes brechas en las murallas.

Cuando los otomanos asaltan las ruinas son rechazados por los supervivientes, que luchan con ferocidad y sin cuartel. El bombardeo artillero sigue sin interrupción. Una última salida de encamisados españoles casi logra capturar al almirante turco. Los días pasan en la fortaleza, acuciados los defensores por el hambre y sufriendo bajas contínuas debido al intenso cañoneo, rechazando nuevas ofertas de rendición. El 6 de Agosto se produce el masivo ataque final, cuando sólo resisten 600 sombras de españoles. Casi todos los capitanes del Tercio mueren en combate. El día 7 quedan 200 hombres heridos que esta vez sí se rinden, siendo ejecutados la mitad allí mismo. El resto, es enviado prisionero a Constantinopla. Los turcos han tenido 24.000 muertos, incluyendo a todos los jenízaros.

Veinticinco españoles se fugarían de Constantinopla en un barco, años después.

Saludos!!

josmar

05-07-2013

...¡¡ Épica batalla, vive Dios....!!

Heinz von Westernhagen

09-07-2013

La ciudad de Sebastopol estaba bien protegida en 1854. El ingeniero Teniente Coronel Eduard Totleben  se había pasado meses reparando, fortificando y construyendo nuevas defensas, prestando atención a trincheras, reductos y baterías. Uno de los fuertes terrestres más temidos por su emplazamiento era la llamada Torre Malakhov, bien artillada, con buenos refugios y un amplio foso que la defendía por su frente. Un fuerte que era pieza clave para la conquista de Sebastopol.

El 17 de octubre de 1854 comienzan el primer ataque y el largo y continuado bombardeo artillero, uno de los más grandes de la historia, que duró meses y meses. Se han realizado cálculos que nos hablan de miles de proyectiles diarios...y estamos hablando de cañones de avancarga. El sitio de Sebastopol se convirtió en una cuestión de orgullo para Rusia y para los aliados (Francia, Inglaterra, Turquía y Cerdeña). Las bajas diarias eran enormes. La torre Malakhov, cuya parte superior había ordenado desmochar Totleben para que no fuera un referente para la artillería enemiga, se había convertido en un terreno enfangado, lunar, desde el que los rusos hacían fuego con sus cañones y fusiles, protegidos con parapetos construidos con restos de maderos, cestones y las piedras de la torre original, que tenían que ser reconstruidos diariamente.

El 8 de septiembre de 1855, miles de franceses avanzaron en masa hacia el frente de la torre, acompañados por un redoblado bombardeo. Rusos y franceses lucharon enérgicamente hasta el día 9, en el que los primeros tuvieron que retirarse al no poder reponer pérdidas. Los zuavos izaron la bandera francesa en las ruinas de lo que había sido una orgullosa fortificación. Trece mil rusos, incluyendo varios altos oficiales, cayeron en la defensa de Malakhov, al igual que 10.000 franceses.

 

Los rusos supervivientes se retiraron ordenadamente de la ciudad, que sería ocupada por los aliados.

Saludos!!

josmar

09-07-2013

Los rusos supervivientes se retiraron ordenadamente de la ciudad, que sería ocupada por los aliados.

....y sería la última de las muchas batallas habidas en la zona....

Buena aportación Heinz, de un pedazo de un periodo convulso...

Heinz von Westernhagen

15-07-2013

Otra batallita, chicos...

Mekele, capital del Tigray, Etiopía. A principios de Diciembre de 1895 el grueso de las tropas italianas se retira de la zona, dejando en la ciudad una guarnición de 1000 áscaris y 191 soldados y oficiales italianos, al mando del Major Giuseppe Galliano. Éste ordena fortificar una iglesia cercana y acopiar provisiones, pues sabe que miles de etíopes se dirigen hacia allí. Cuenta con cuatro cañoncitos de montaña.

El Ras Makonnen (no: no era finlandés), con 60.000 hombres y doce piezas de artillería rodea el fuerte y ofrece la rendición a sus defensores, que no la aceptan. El 20 de Diciembre lanza un ataque frontal después de unas horas de bombardeo artillero, que se salda con más de 500 muertos entre los atacantes. Galliano no deja retirar los cadáveres de los caídos y el hedor alrededor de la posición es insoportable Como el emperador Menelik se está aproximando a la ciudad, Ras Makonnen ordena el cañoneo sistemático del fuerte con la esperanza de acabar con la resistencia. Galliano ha enviado a varios mensajeros, solicitando órdenes a sus superiores. Llega Menelik. El día 7 de Enero de 1896 comienzan los asaltos etíopes. Miles de hombres son lanzados, día y noche, a la conquista del fuerte los días 7, 8, 9 y 10 sin resultado alguno; pues los italianos se defienden bravamente. Los etíopes consiguen localizar los pozos que surten de agua a los sitiados y los ciegan. Éstos hacen una salida el día 11 para arreglarlos pero son rechazados después de unas horas. La sed se apodera de la guarnición, que raciona el agua. Los combates se reanudan los días 13 y 14, sin que los etíopes puedan penetrar en el recinto. El 18, un gran asalto casi consigue su conquista. Galliano juzga la situación y prepara una salida para el día siguiente, pues los sitiados no pueden resistir durante mucho tiempo más...pero antes de la hora fijada, llega un mensajero con la orden de rendir el fuerte. Galliano negocia con Menelik, que deja marchar a los italianos con agua, alimentos, banderas y armas hacia sus líneas . Hasta regala una mula bellamente enjaezada a Galliano.

Las bajas etíopes son desconocidas, pero se calculan en miles. Los italianos tuvieron 30 muertos y 70 heridos. Galliano moriría semanas después en Adua.

Saludetes!!

Heinz von Westernhagen

22-07-2013

Oviedo, 4 de Octubre de 1936. Los sitiadores comienzan una gran ofensiva sin escatimar medios, haciendo coincidir ésta con el aniversario de la llamada Revolución de 1934 en Asturias.

En la posición denominada la Loma del Canto, enclave estratégico para la defensa de Oviedo en ese sector y guarnecida por unos 150 efectivos (entre Guardias Civiles e infantería del Regimiento Milán 32), los proyectiles de 75 y 105 mm. caen continuamente, destrozando los precarios parapetos y enterrando a sus defensores. El día 5 los milicianos lanzan varios asaltos masivos: las dos máquinas de la posición y los máuser  se cobran un tributo elevado entre los atacantes, empecinados en llegar al cuerpo a cuerpo tras el fuego de cobertura de la artillería. El día 6 se reanuda el ataque de infantería. A las dos de la tarde los milicianos redoblan sus oleadas siendo superada la Loma por su izquierda, pero manteniéndose. Se combate ya en zonas urbanas de Oviedo. Los asaltos a la Loma del Canto cesan al anochecer, habiendo tenido los defensores 96 bajas. Aranda envía a conductores de camiones, guardias municipales, serenos, voluntarios de todas las edades y algunos falangistas para intentar cubrirlas sin éxito, pues carece de hombres. Comienza de nuevo el machaqueo de la artillería. Se quiere tomar la posición a toda costa.

El día 7 llegan dos secciones de Guardias de Asalto. El reducto prácticamente ha desaparecido bajo las bombas. Los cañones tiran contra la Loma, al igual que lo hacen los fusiles, morteros y ametralladoras de los milicianos. Casi todos los oficiales y suboficiales han fallecido: los defensores saben que, si abandonan en esos momentos, Oviedo caerá...y saben que deben contener en su sector a las fuerzas enemigas todo lo que puedan para dar tiempo a Aranda a reorganizar las líneas. Se mantienen a costa de 120 bajas, malamente repuestas con artilleros a pie y voluntarios. Los últimos refuerzos que llegan, el día 8, son 50 hombres al mando de un capitán. Siguen los vociferantes ataques en masa. Los defensores tienen 105 bajas ese día. Al final, Aranda, con menos de 500 hombres útiles defendiendo Oviedo ante miles de milicianos dotados de artillería, aviación y blindados, ordena a los supervivientes de la posición que se vayan retirando escalonadamente hacia un enclave más retrasado. Han resistido durante cuatro días ante fuerzas muy superiores en número y armamento, a las que han causado cientos de bajas.

El día 17, las columnas gallegas liberan a Oviedo de su cerco cuando sólo quedan pocos puntos de resistencia, con un puñado de hombres en cada uno de ellos. De los 3.200 defensores más de 2.300 han causado baja, al igual que 14.000 de los 30.000 milicianos que comenzaron la ofensiva.

ULRICH

22-07-2013

Wittmann me enseñó un nido de ametralladoras en la variante que le lleva a currar a Llanera, descubierta al hacerse la carretera. ¿fue ahí esa batalla?

Heinz von Westernhagen

22-07-2013

No, Ulrich. La Loma del Canto estaba situada en la falda del Naranco y cerca de San Pedro de los Arcos.  La posición a la que se retiraron los defensores fue a la Iglesia de San Pedro, y de allí al interior de la ciudad.

Los nidos de ametralladoras y las trincheras que rodean Oviedo fueron construídas por los sitiadores, no por los sublevados. hay unas cuantas fortificaciones de ese tipo y emplazamientos artilleros muy interesantes...y ARAMA realiza, de vez en cuando, salidas para que la gente conozca esa parte de la historia militar de la ciudad...y de la ingeniería.

Saludos!!

ULRICH

23-07-2013

OK gracias por tan buena aclaración 

Heinz von Westernhagen

29-07-2013

En Junio de 1779, los ingleses comienzan la construcción Fort George en la entrada del río Penobscot, en Maine. Son 450 infantes escoceses del 74ª Regimiento, 200 del 82º Regimiento del Duque de Hamilton y 50 artilleros. Tienen que darse prisa, porque los independentistas de Massachussets no ven con buenos ojos la instalación de una nueva colonia británica tan cerca de ellos. El 24 de Julio llegan las fuerzas de Massachussets a la zona. Mas de mil efectivos de tierra, con seis cañones y una flota de apoyo compuesta por 17 buques de guerra (con 320 bocas de fuego) y 24 buques de transporte y suministros. Los ingleses tienen tres buques: la Albany, de 16 cañones, es el más grande.

Los independentistas comienzan el asedio del fuerte, cuyas defensas están incompletas. Le someten a bombardeos navales y terrestres, acompañados de asaltos a las trincheras exteriores. Los ataques se suceden y los milicianos, reforzados por la marinería y los trozos de desembarco, llegan con sus trincheras de sitio hasta unos 250 metros del fuerte. Los ingleses dudan si seguir resistiendo o rendirse.

El 14 de Agosto, 6 buques británicos aparecen en el horizonte. Son los refuerzos, al mando de Sir George Collier: un navío de 64 piezas, un buque de 32 y cuatro de 20 cañones. Los independentistas y sus naves huyen río arriba. Durante dos días son cazados por los ingleses, que capturan o hunden a todos los barcos de la Flota de Massachussets. El peor desastre marítimo de la historia norteamericana...

Los británicos han tenido 60 bajas (25 muertos) y 26 prisioneros. Los colonos, casi 500.

Este hecho fue el bautismo de fuego de Sir John Moore, que moriría en otra batalla: la de La Coruña.

Saludos!!

josmar

29-07-2013

Este hecho fue el bautismo de fuego de Sir John Moore, que moriría en otra batalla: la de La Coruña.

 

Que con 15 años, ya era Alférez de Infantería destinado en Menorca....(Vaya carrerón...) 

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