Mayor Shmuel Askarov: un héroe de Israel.

Heinz von Westernhagen

12-11-2012

MAYOR SHMUEL ASKAROV: UN HÉROE DE ISRAEL.

Hola, foreros!!

Aquí os dejo la historia de un oficial que, en las horas adversas de los primeros días del comienzo de la guerra del Yom Kippur, demostró ser un líder nato: manifestando un valor personal y un compromiso con su país que merece ser conocido como ejemplo de superación ante circunstancias totalmente desfavorables y hostiles. Nos referimos al Mayor (Rav Séren) Shmuel Askarov: que es también, cómo no, as de carros israelí.

Estaréis conmigo en que resulta increíble que una pequeña nación pudiera haber aguantado los primeros días de la guerra en dos frentes, alejados uno de otro, pillada prácticamente desprevenida y abrumada por fuerzas enemigas muy superiores en número y armamento. Podréis decirme que el entrenamiento de los hombres del Tzahal era de aquella (y es) muy superior al resto de los países limítrofes y eso es una cosa que no os puedo negar. Pero el entrenamiento no lo es todo cuando los números se ponen encima de la mesa. Hay una serie de factores que influyen en el ánimo de un hombre entrenado, como pueden ser la imposibilidad de trasladarse a su unidad, el encontrar sus medios de combate no operativos, el desconcierto de los primeros momentos al haberse roto la cadena de mando...el factor sorpresa y, sobre todo, descubrir que tu enemigo es más potente que tú y que ha aprendido de otros enfrentamientos contigo, usando de nuevas armas y nuevas tácticas.

Yo me imagino a Rommel atacando a los ingleses a la hora del té con pastas, a las five o’clock. Si se hubiera usado esa estrategia en Libia y Egipto, probablemente en Alejandría se hubiese hablado el alemán, como lengua de la clase media-alta, durante muchos años. Ya sabréis que en Yom Kippur, los cuadros de las unidades israelíes estaban bajo mínimos, habiéndose dado permiso a un buen porcentaje de efectivos para ir a celebrar la fiesta con su familia. Sólo una gente maleducada intenta sorprender a un país atacando durante las vacaciones. ¡Cómo si no hubiera más días, caramba!...

VAMOS A LOS HECHOS...

Se da la casualidad (...¡Ay, las casualidades de la vida!...) que unos diez días antes, nuestro joven Mayor había informado al entonces ministro de defensa y otros gerifaltes ( que se hallaban de visita en su sector), sobre unas extrañas maniobras que hacía tiempo se estaban sucediendo en las posiciones sirias. No le hicieron mucho caso... pero en esos momentos 45.000 sirios con unos 1.260 carros mal contados y más de 1.000 piezas de artillería estaban ocupando los lugares previos de reunión para efectuar el ataque. Ante ellos, 6.000 israelíes, 170 carros de la 7ª y la 188º Brigadas Blindadas y 60 piezas de artillería. Más o menos. Es evidente (viendo estas cifras apabullantes) que entre el factor sorpresa y el número, los sirios esperaban aplastar en un periquete toda resistencia. ¡A eso, se le llama fina estrategia militar, foreros, y lo demás son cuentos de las “Mil y una noches”!. ..

Los altos del Golán...

Tres Divisiones de infantería sirias (compuestas cada una por una brigada de infantería, una mecanizada y una acorazada, con cerca de 180 carros de combate) serían la punta de lanza del ataque. Romperían las defensas israelíes para permitir que las 1ª y 3ª Divisiones acorazadas, con 480 carros T-55 y T-62  (más una serie de Brigadas acorazadas independientes), pasaran por entre los puntos de ruptura y conquistaran el Golán antes de que Israel pudiera movilizar a sus reservas.

De todas formas algo se mascaba en el ambiente. Uno de los batallones de carros de la  188º Brigada Blindada “Barak”  (el 74º), al mando del Coronel (Aluf Mishné) Nafshi Yair, debió de olerse algo el día de autos ya que éste ordenó cambiar sus posiciones, retrasándolas sobre un kilómetro y consiguiendo así  que el bombardeo artillero sirio no tuviera más efecto sobre sus hombres y sus blindados que dejarles un poco sordos durante cierto tiempo, al caer los proyectiles en los lugares en los que los sirios suponían estaban los israelíes. Sus 36 Centurión salieron ilesos del ataque y pudieron ponerse en acción en cuanto vieron asomar los morros de los T-55 y T-62 enemigos. Decir que en cuatro días de combates y siendo apoyados por una compañía de carros del 53º Batallón (el de Askarov), aguantaron el tipo ante las oleadas de carros enemigos. Cuando llegaron los refuerzos sólo disponían de 5 carros operativos y habían perdido a 112 hombres, entre tropa, suboficiales y oficiales: defendiendo la línea Púrpura entre los búnkeres 107 y 114. Aquí fue donde otro as de carros israelí, Zvi “Zvika” Greengold, mandó al paraíso de la leche y la miel a 20 o 40 carros enemigos, dependiendo si lo cuenta él o lo cuentan otros... Pero, vayamos al tema...

¡ESO, ESO!...¡AL TEMA!

Vamos a trasladarnos a las dos de la tarde del 6 de Octubre de 1973 y haciendo un alarde de imaginación, nos situamos al lado del Mayor Askarov, comandante sustituto en jefe del 53º Batallón de carros de la 188º Brigada Blindada “Barak”. Sustituto porque el Jefe, Coronel Yossi Ben-Hanan, se ha casado y marchado de luna de miel. Shmuel (que no nos ve), está sentado tranquilamente haciendo papeles (o lo que sea) en su oficina de la base de Hushniya, a unos kilómetros de la frontera...¡¡ cuando le sorprende el rugido de los aviones y el estruendo del bombardeo de la artillería siria!!. Eso hace que el Mayor salga pitando hacia su carro de combate, jurando (y nunca tan bien dicho como ahora) en hebreo. Sus muchachos le siguen, un poco de esa manera.

El ataque...

Se traslada con su carro hasta el búnker 111 y corona la rampa de tiro. Al principio, no puede ver nada, ya que el polvo y el humo de las explosiones es tan intenso que le es imposible divisar cualquier cosa a tres palmos de su nariz. Cuando la polvareda remite, es su nariz la que se queda de tres palmos al comprobar que docenas de carros sirios (como si fueran las hormigas de “La marabunta”), se dirigen hacia la zanja anticarro que se encuentra a cierta distancia delante de él, de cinco metros de profundidad y cinco metros de ancho: zanja que corría paralela a la línea Púrpura. La línea Púrpura era el nombre que se daba a una serie de búnkeres para la infantería y posiciones de artillería (con enclaves dotados de rampas de acceso desde donde los carros podían hacer fuego defensivo), que cruzaba todo el Golán enfrentada a las posiciones sirias. La zanja estaba (y está) a unos cientos de metros de la ficticia línea. El sector que cubría la 188º  Brigada Blindada iba desde un poco por debajo de Kuneitra hasta el sur del Golán.

La línea púrpura...

Desde el Monte Hermón hasta Kuneitra, la 7ª Brigada Blindada de Israel se enfrentaría a la 7ª División siria al mando del General de Brigada Omar Abrash, con unos 10.000 hombres, 200 carros de combate, 72 piezas de artillería y 72 antiaéreos (contando las barcazas de misiles SAM), que tenía como misión romper el frente norte cerca de Ahmadiyeh. A lo largo de la lucha se unieron a esta división una serie de Brigadas blindadas independientes, con unos 2.000 hombres y 120 carros cada una, ( la 7ª División tuvo asignada una Brigada marroquí, entre otras). En el escalón secundario, detrás de las Divisiones de infantería sirias, las Divisiones Blindadas 1ª y 3ª esperaban desparramarse por el territorio en cuanto tuvieran la oportunidad. El ataque fue apoyado por las más de 1.000 piezas artilleras. El General de Brigada Abrash moriría dentro de su blindado en el tercer día de lucha, siguiendo el destino de su apellido. Un triste final, muy común para un carrista.

T-62 sirio.

Askarov localiza a unos vehículos posapuentes que están intentando colocar su carga encima de la zanja para permitir el paso al enjambre de blindados enemigos. Después de una pequeña discusión con algún que otro “derrotista”, logra situar sus carros en posición y desde allí comienzan a atizar a los sirios. Éstos, a su vez, responden al ataque y poco a poco van acallando a los escasos efectivos israelíes. El propio Centurión de Askarov es impactado ¡cuatro veces!, pero se mantiene operacional. El Mayor Askarov ha elegido como su tirador al mejor del Batallón, Yitzhak Hemo, natural de Kiryat Shimona, que da al pedal de disparo como si estuviera tocando la batería en una orquesta. En un carro, la capacidad e intuición del jefe para elegir el blanco adecuado no es nada sin la finura de un buen tirador, y este chaval de Kiryat Shimona es fino de verdad. En cinco horas de combate se cepillan a 35 vehículos sirios, entre blindados y APC´s.

Foto posapuentes en una zanja

Al verse mermado en sus efectivos, Askarov ordena mover el carro en todas direcciones y disparar sólo cuando el blanco esté asegurado, levantando polvo y haciendo creer a los sirios que están siendo batidos por un montón de israelíes cabreados. Llega un momento en que las manadas de carros sirios maniobran por ambos lados de la posición, rebasándola para dirigirse a la retaguardia israelí. Pero dejan a unos cuantos blindados encargados de acabar con la furiosa resistencia que se está produciendo en el búnker 111. Askarov abate a un sirio a 50 m. de distancia y ve surgir de repente, a unos 30 m., a otro carro que sube a la vía de servicio por el lado contrario. Los dos disparan a la vez, a quemarropa. Askarov se convierte por unos segundos en paracaidista, al verse lanzado fuera de la torre. Allí acaba su actuación en el búnker 111.

PERO...¿QUÉ LE PASÓ?...

Hombre...que te acierten con un proyectil a treinta metros y que salgas volando por la escotilla de tu torre, desde luego que tiene toda la pinta de ser una cosa muy mala. No sé que sucedió con su tripulación, pero puedo deciros que él llegó al hospital de Safed con heridas en la cabeza, en la garganta (le afectaban a las cuerdas vocales) y “algo” tiznado. Se le operó de urgencia y se le dijo que tardaría unas cuantas semanas en salir del hospital.

Allí, más tarde, se enteró de las nefastas noticias que venían del frente. A su Batallón sólo le quedaban 12 carros operativos. La 188º “Barak” casi había dejado de existir, con muchos oficiales muertos (incluido su comandante), heridos o desaparecidos. Los sirios se dirigían a toda leche hacia Galilea, desbordando los escasos núcleos de resistencia que aún se mantenían.

Es aquí donde uno se queda sorprendido de que existan personas que parece hayan nacido con el único fin de realizar a lo largo de su vida algún acto valiente, heroico y decidido; aún sabiendo que las opciones que tienen de salir bien paradas son pocas o nulas. Askarov pensó...”Hmmm...en estos momentos, con esta situación que tenemos ahora mismo...¿qué hago?”. Lo cómodo, lo normal, hubiera sido quedarse en el hospital, pues estaba gravemente herido; pero como comandante responsable de una unidad blindada no quiso dejar a sus compañeros de armas en la estacada; ni dejar tampoco que los sirios entraran a sangre y fuego para arrasar a su pequeño país. Llamó a su chófer y  se escapó del hospital en un jeep. Con un par. ( De huevos, no de todoterrenos).

YA...¿Y QUÉ HIZO?

Como no tenía Brigada y no sabía en donde estaban los restos de su Batallón  (en el caso de que siguiera existiendo), se acercó hasta un depósito de tanques en Rosh Pina. Allí, ya casi había formado un pequeño grupo de combate cuando otro oficial de su misma graduación hizo desistir a los muchachos de que le acompañaran, diciendo que el Golán era un infierno (¡dios mío!). Askarov no podía hablar muy alto debido a su herida en la garganta, por lo que las voces de ese individuo convencieron a los chicos (que habían llegado desde la zona de combate hasta la base, después de haber pasado unas duras horas de lucha), de que no debían volver allí.. Vemos que no todo fue valor y determinación en ciertos momentos, pero lo sucedido es hasta cierto punto entendible. Askarov volvió a jurar por lo bajini (en hebreo, claro) y acompañado de un oficial, se montó en el jeep y se fue hasta la base de Nafakh.

Carro centurión israelí

Comprobó, con alivio, que la base seguía en manos israelíes. Le informan sobre la situación de su Batallón y hacia él se dirige. Al llegar a la baqueteada posición, se encuentra con la mayoría de los carros dañados y las tripulaciones supervivientes totalmente desanimadas. Un Coronel del Estado Mayor del Comando Norte, al ver las pintas que Askarov tiene con los vendajes quiere obligarle a volver al hospital: pero Shmuel se niega diciéndole que es él, y sólo él, el que tiene el mando en su Batallón. Con un hilo de voz, manifiesta su total capacidad de liderazgo en esa desesperada situación. Pretende arreglar los carros y volver al combate y así se lo hace saber al personal que le rodea. Se presentan muchos voluntarios y durante toda la noche los mecánicos y tripulaciones trabajan sin parar, canibalizando piezas de otros blindados desperdigados por aquí y acullá para poder conseguir, en la madrugada, tener unos 13 Centurión listos y municionados para combatir. Estamos a 9 de Octubre.

Panorámica de la zona de los combates...

De repente, ve una cara conocida. La del Coronel Yossi Ben-Hanan, que hasta hacía un mes había sido comandante del  53º Batallón. Ya comentamos antes que había contraído matrimonio y que se encontraba de luna de miel....en Nepal, cerquita de Israel. Cuando se enteró del ataque combinado sirio y egipcio (apoyado por unidades de países como Marruecos, Iraq, Libia, Argelia...), hizo todo lo posible para poder llegar a Israel cuanto antes, siguiendo una tortuosa ruta aérea que le llevó a conocer una serie impensable de pequeños aeropuertos. Algo parecido a lo que sucede a veces cuando vas de Barcelona a Oviedo y te llevan a Santiago de Compostela, debido al mal tiempo.

Yossi durante la Guerra de los Siete Días, haciéndose con un codiciado AK tirado al Canal...

Askarov entrega el mando de lo que queda del 53º Batallón y le informa de lo que él conoce de la situación, interesándose educadamente en si Yossi había traído a su mujer o si se la había dejado en Nepal; advirtiéndole del peligro que las guerras suponen para los recién casados. Una vez listos los carros, se dirigen a formar una línea de defensa en unas posiciones; dando el relevo a un cansado comandante que iba a repostar de combustible y munición a los pocos blindados que le quedaban. Los carros de Ben-Hanan y Askarov van cerquita uno del otro. Pronto, se lanzan hacia adelante para atacar a unos sirios de flanco. Comienza un combate a corta distancia, en movimiento, como si fuera una pelea de perros. Askarov destruye un tanque a 40 metros sin darse cuenta de que uno de los tripulantes ha saltado de éste antes de que comenzara a arder. Askarov se asoma a la escotilla de la torre de su blindado para efectuar una rápida exploración visual delante de sus carros y entonces...

¡PERO ACABA DE UNA VEZ, CARAMBA!...

Su Coronel, Yossi, parece ser que le avisó por radio pero fue demasiado tarde. El sirio levanta su AK y le mete a Askarov un disparo en la cabeza que le entra por la frente y le sale por la parte posterior del cráneo, causándole una terrible herida con pérdida de masa encefálica. El Centurión de Ben-Hanan abate al sirio y Askarov es enviado al hospital Rambam en Haifa, en donde es examinado por cuatro neurocirujanos. Tres de ellos opinan que es inútil salvarle la vida y se dedican a atender a los heridos que están llegando sin cesar al hospital. El cuarto neurocirujano, Yitzhak Shechter, somete a nuestro Mayor a una operación de ocho horas, consiguiendo salvar la vida de Askarov.

Carro centurión tocado.

Askarov se recuperaría de tan tremenda lesión, aunque quedaría con el cuerpo parcialmente paralizado y con ciertos impedimentos en el habla. Aprendió a caminar y valerse sin ayuda, a conducir su propio vehículo y a tener una activa vida social. Después de la guerra estuvo trabajando en el Ministerio de Defensa. Un verdadero héroe de Israel.

La salvación de Israel en esos primeros días de lucha fue posible gracias a actitudes de gente como Shmuel Askarov. Son incontables los ejemplos de sacrificio que se dieron en esos momentos cruciales. El ataque sirio se detuvo por la firmeza de una serie de personas, de gentes normales y corrientes. La mayoría de las tripulaciones de carros de las que aquí hablamos no pertenecían a unidades de élite: fueron formadas a base de retales de unas u otras unidades. El sistema de movilización israelí fue capaz de ir poniendo en situación de combate a su personal, enviándole a donde más se necesitaba según iban llegando los reservistas, mecánicos, artilleros, proveedores y demás especialistas. Todos ellos dieron lo mejor de sí, dentro de sus posibilidades, para contener la avalancha siria que intentaba penetrar en la Galilea.

A los sirios que estuvieron combatiendo siguiendo las directrices de sus mandos y a los israelíes que los contuvieron, a todos ellos, foreros, nuestra admiración y nuestro respeto; porque ambos se batieron como leones...aunque unos perdieran y otros ganaran.

Un saludo!!

Fotos sacadas de San Google.

Estuve consultando estas fuentes desde la camilla de un hospital, viendo como un tipo con unos aparatosos vendajes de la mitad del cuerpo para arriba intentaba mantener el equilibrio, a la pata coja, mientras se ponía los pantalones; impartiendo órdenes a su asistente, que permanecía en posición de firmes delante de él.

Fuente principal:

The Yom Kippur war 1973 (1). The Golans Heights. Editorial Osprey. Autor: Simon Dunstan

http://en.wikipedia.org/wiki/Valley_of_Tears

http://en.wikipedia.org/wiki/Yossi_Ben_Hanan

The heights of courage. A tank leader’s war on the Golan. (Avidor Kahalani).

http://archive.org/stream/heightsofcourage007500mbp/heightsofcourage007500mbp_djvu.txt

Duel for the Golan. The 100-hour battle that saved Israel. (Jerry Asher, Eric M. Hammel).

http://books.google.es/books?id=xiWO9JrzZEMC&pg=PA227&lpg=PA227&dq=shmuel+askarov&source=bl&ots=vIZCGnsbs7&sig=-Tnr0KDj3Pmud1xP-9zMpBUXfc4&hl=es

Historia Askarov

http://info.jpost.com/C003/Supplements/30YK/art.23.html

Centurión Vs T-55. Ed. Osprey. (Simon Dunstan)

http://books.google.es/books?id=2Kao2_iDPOgC&pg=PA57&lpg=PA57&dq=major+shmuel+askarov&source=bl&ots=Fqy6Hz0X-7&sig=8o0neFOrmJCXeosH4HeV74NID6Q&hl=es#v=onepage&q=major%20shmuel%20askarov&f=false

http://www.zionism-israel.com/dic/YomKippurWar.htm

mister xixon

12-11-2012

muy interesante Heinz   Un militar en toda regla

saludos

Pd. el la primera foto parece que se ha colao Montgomery

Heinz von Westernhagen

12-11-2012

muy interesante Heinz   Un militar en toda regla saludos Pd. el la primera foto parece que se ha colao Montgomery

No, no se ha colado...está tomando el té de las cinco...

Saludos!!

Balthasar Woll

12-11-2012

Buen artículo y como siempre ameno de leer .

Saludos

josmar

12-11-2012

Buen trabajo, Heinz....Mi felicitación..

gilfi

13-11-2012

buen trabajo muy entretenido y con muchos datos.......

saluten

Heinz von Westernhagen

13-11-2012

Gracias, chicos!!

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