Primera campaña de Irak

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27-07-2010

INTRODUCCIÓN

La llamada Guerra del Golfo Pérsico  fue la guerra de 1990 a 1991 entre Iraq y una coalición internacional, compuesta por 34 naciones y dirigida por Estados Unidos, como respuesta a la invasión y anexión del emirato de Kuwait por Iraq. También se la conoce como Operación Tormenta del Desierto, nombre de la campaña dirigida por los Estados Unidos para liberar Kuwait. En Iraq, la guerra es con frecuencia llamada simplemente Um M'aārak - "La Madre de todas las batallas" (frase acuñada por  Saddam Hussein).

El inicio de la guerra comenzó con la invasión iraquí de Kuwait el 2 de agosto de 1990. Iraq fue inmediatamente sancionado económicamente por las Naciones Unidas. Las hostilidades comenzaron el 16 enero de 1991, dando como resultado la victoria de las fuerzas de la coalición. Las tropas iraquíes abandonaron Kuwait dejando un saldo muy alto de víctimas humanas, tras una oleada de bombarderos de saturación. Las principales batallas fueron combates aéreos y terrestres dentro de Iraq, Kuwait, y en la frontera entre Kuwait y Arabia Saudita, cometiendo el error las fuerzas iraquíes de atrincherarse en Kuwait City, provocando una batalla de combate urbano y de asedio, la cual se destacaron en la Guerra Irán –Iraq, la razón pudo ser el deseo de complacer a los americanos para terminar el conflicto lo más rápido posible. La guerra no se expandió fuera de la zona de Iraq-Kuwait-Arabia, aunque (39) misiles iraquíes llegaron a ciudades israelíes, la causa de la guerra era la tensión al finalizar el conflicto en el Ejército Iraquí.

INVASION DE KUWAIT.

Durante varios años, Irak había estado reclamando Kuwait, respaldándose en el hecho de que este territorio era parte de Irak en la época del Imperio Otomano, específicamente, parte de la provincia de Basora. Posiblemente, la invasión y anexión de Kuwait por parte de Irak, estuviesen relacionadas en un principio con el petróleo. En meses anteriores, ambos países habían tenido una serie de disputas; Irak alegaba que desde 1980, Kuwait había estado robándole petróleo desde su yacimiento de Rumaylak (situado bajo ambos territorios). Por otra parte, Irak, que dependía del valor del combustible para pagar su deuda externa contraída en la guerra contra Irán (casi 40.000 millones de dólares, con intereses de 3.000 millones por año), se sentía afectado por la superproducción de Kuwait y otros países del golfo, que mantenían un precio bajo del insumo, y que la perjudicaba. Además, otra posible causa era la necesidad iraquí de acceder al Golfo Pérsico desde su puerto de Umm Qasr, lo que implicaba ocupar las islas kuwaitíes de Bubiyan y Warbah. Finalmente, se ha dicho que es muy posible que el presidente Saddam Hussein, necesitara una rápida conquista para mejorar en algo su bajo prestigio, y perfilarse como un líder del mundo árabe.

Al amanecer del 2 de agosto de 1990, las tropas iraquíes cruzaron la frontera de Kuwait con vehículos armados e infantería de la Guardia Republicana, ocupando puestos y puntos estratégicos en todo el país en 48 horas, incluyendo el Palacio del Emir, que escapó a Arabia Saudita. Este movimiento se había planeado con todo cuidado para evitar serias sospechas de servicios de inteligencia de occidente y kuwaitíes. Previo al ataque, los iraquíes comenzaron a moverse desde Basora hacia Kuwait, levantaron grandes campamentos de municiones y logísticos, pero llevando a cabo medidas de "decepción", para ello mandaron importantes órdenes por tierra y evitaron el desplazamiento de depósitos de municiones. Esto complicaría más tarde, al lanzarse al ataque, a las unidades blindadas que no pertenecían a la Guardia Republicana Iraquí, que a diferencia de estas últimas, no iban completamente preparadas para el combate. El ejército de Kuwait fue rápidamente vencido, aunque lograron dar el tiempo necesario para que la mayoría de las fuerzas aéreas de aquel país lograsen huir a Arabia Saudita. La lucha más difícil se desarrolló en el Palacio del Emir y los aledaños del cuartel general de la fuerza aérea de Kuwait, donde los miembros de la Guardia Real lucharon a favor de que la familia real tuviera tiempo de escapar. El más joven de los hermanastros de la familia Jabir, el jeque Sheikh Fadh, militar de carrera y quien comandaba la guardia (entrenada por miembros del SAS británico), estuvo en el grupo de aquellos que murieron. Las tropas saquearon reservas alimenticias y médicas, detuvieron a miles de civiles y tomaron el control de los medios. Una vez consolidada la victoria, comenzaron a llegar a Kuwait City, los temidos "Mukhabarat", la policía secreta iraquí. Iraq detuvo a miles de turistas occidentales como rehenes para después intentar usarlos como escudo para las negociaciones. Después de que un breve gobierno títere liderado por Saddam Hussein fuese instalado, Iraq anexó Kuwait. Hussein instaló entonces un nuevo gobernador provincial, describiendo lo acaecido como la "liberación" del pueblo de las manos del Emir; esto fue usado principalmente como propaganda de guerra. Aun así, la victoria no fue completa para Saddam. Por todos lados surgieron grupos de resistencia armada liderados por oficiales del ejército kuwaití, que se quedaron a luchar y entrenar civiles con armas del ejército y de la policía, las bajas se calcula por la represión iraquí en: 5.000 muertos y aproximadamente 10.000 desaparecidos.

LA GUERRA.

Como respuesta a estos sucesos, el 16 de enero de 1991 una coalición internacional de 31 países liderada por Estados Unidos y bajo mandato de la ONU, inició una campaña militar con el fin de obligar al ejército invasor a replegarse de Kuwait. Los países integrantes de la coalición eran Argentina (cooperando con dos aviones de transporte), Afganistán (con un grupo de guerreros mujahadines), Arabia Saudita, Australia, Bangladesh, Bélgica, Canadá, Checoslovaquia, Corea del Sur, Dinamarca, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Hungría, Reino Unido, Italia, Kuwait, Marruecos, Países Bajos, Nueva Zelanda, Nicaragua, Nigeria, Noruega, Omán, Pakistán, Polonia, Portugal, Qatar, Senegal y Siria. Para la batalla, la coalición había logrado reunir un ejército de 680.000 hombres, 2.000 carros de combate y una flota de 100 barcos de guerra entre los que había seis portaaviones, además de un impresionante despliegue aéreo de al menos 1.800 aviones, disponiendo como fuerza de choque de 350.000 soldados. Cabe destacar que el contingente estadounidense era por mucho el más numeroso con 415.000 soldados de los cuales 27.000 eran mujeres.

Los iraquíes disponían de un ejército en el teatro de operaciones de 545.000 soldados, 2.500 blindados y 700 aviones de combate entre los que había MiG-21, MiG-23, MiG-25, MiG-29, Mirage F-1, Su-24 y algunos bombarderos Tupolev Tu-22K (de todos estos modelos, el más útil era el Su-24 Fencer, por su capacidad multifunción y de operar en todo tiempo). También contaban con un buen número de misiles Scud-B de alcance medio y algunas plataformas móviles con las cuales era posible dispararlos desde cualquier zona en Iraq. Todo esto sin mencionar un importante arsenal de armas químicas y biológicas que los iraquíes habían desarrollado durante la guerra contra Irán. La operación Escudo del Desierto, fue la fase inicial de la respuesta total, con la cual se pretendía proteger a Arabia Saudita de una posible ofensiva iraquí. Para ello se enviaron inicialmente fuerzas del USMC pobremente equipadas en cuanto a blindados se refiere (sólo contaban con los carros Sheridan). Operación Tormenta del Desierto fue el nombre que se dio a la ofensiva aliada.

La campaña inició el 17 de enero con una serie de bombardeos en los que se utilizaron 100 misiles crucero Tomahawk disparados desde barcos estacionados en aguas del Mar Rojo y el Golfo Pérsico. Algunos de los blancos alcanzados durante los primeros ataques fueron 3 Palacios Presidenciales, el Ministerio de Defensa, la Dirección de Inteligencia Militar, cinco estaciones de teléfono, el puente Ashudad, el Cuartel general de la Fuerza Aérea, una fábrica de ensamblaje de misiles Scud, la sede del Partido Baath, la sede central de la policía, la estación central de televisión y diferentes ministerios. Durante la primera semana de ataques aéreos, la coalición anunció que se había logrado la destrucción de al menos 350 aviones enemigos, mientras que los iraquíes afirmaban haber derribado 60 aviones aliados y mísiles. La coalición únicamente reconocería la pérdida de 4 aviones y más tarde se daría a conocer que una refinería de Khafji  en Arabia Saudita había sido atacada por la artillería iraquí.

El 30 de Enero de 1991 la propia localidad saudí de Khafji sería tomada por una Brigada mecanizada iraquí formada por tanques y transportes acorazados T-54 con visión nocturna; el mismo día, en un enfrentamiento entre fuerzas iraquíes y estadounidenses al sudoeste de Khafji, resultan muertos doce marines, liquidando a la columna con bombardeos de precisión y ataques tácticos de los Huy Cobra y A-10, evitó que las columnas de apoyo fueran en socorro de las fuerzas cercadas, después de una semana de sitio se rindieron las últimas fuerzas iraquíes.

                                                Atentamente

                                                Kelder Toti

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27-07-2010

BOMBARDEO DE ISRAEL Y ARABIA SAUDITA

En un intento por romper la coalición y provocar la salida de Egipto, Siria, Irán y otras naciones árabes del conflicto, Saddam Hussein dio la orden de bombardear a Israel usando misiles Scud-B,  para obligar al estado hebreo a entrar en la guerra, que pudo ampliar la guerra. La estrategia no funcionó y los israelíes se abstuvieron de realizar represalias, pero estos ataques obligaron a la coalición a modificar sus planes. A partir de ese momento, las plataformas móviles con las cuales los iraquíes disparaban contra Israel serían el objetivo principal de los ataques. Para ello se destinaron gran cantidad de F-15 E y grupos de señalización con láser,  que gracias a su muy perfeccionado radar APG-70, cumplían con los requisitos para rastrear y destruír las tan escurridizas plataformas de lanzamiento de Scud. En total unos 41 misiles Scud con carga convencional impactarían sobre las ciudades israelíes de Tel-Aviv y Haifa, causando daños por 600.000.000 U$.

El pánico se apoderó de los habitantes de Israel, pues temían que Saddam Hussein decidiera lanzar un ataque químico o biológico en cualquier momento, golpeándolos psicológicamente provocando la muerte de doce personas. Debido a esto, el gobierno de Israel distribuyó máscaras antigás, que provocaron la asfixia de un usuario. El día 19 un bombardeo iraquí causó la muerte de 3 personas y dejó heridas otras 16. Para evitar esto, el ejército de Estados Unidos dispuso la instalación de 6 baterías de misiles Patriot, anti-misiles Scud, en territorio israelí, 2 en Turquía y 21 en Arabia Saudita. A pesar del despliegue de la defensa anti misil, esto no impidió que 46 misiles Scud cayeran sobre territorio saudita, la mayoría en la capital, Riyad. De hecho todavía, hasta el día de hoy, la efectividad de los anti misiles Patriot es cuestionada; murieron veinticuatro personas en los ataques con misiles.

EL ATAQUE AÉREO.

La Campaña  Aérea comenzó casi inmediatamente después de la invasión de Kuwait el 2 de agosto de 1990. Apenas cinco días después de este hecho, el presidente George Bush anunció que EE.UU. enviaría las fuerzas armadas a Arabia Saudí. La 1ª TFW (ala táctica de caza) del mando táctico aéreo de la base aérea de Langley, Virginia, había sido notificada 36 horas antes acerca del despliegue de sus 3 escuadrones de cazas F-15 y cazabombarderos F-16, como primera fase de la Operación Escudo del Desierto, descartando operaciones en contra de Iraq, evitando posibles avances sobre Arabia Saudita, posibilidad que hubiera salvado a los iraquíes en un ataque preventivo, avanzando en profundidad en territorio Saudita. Al día siguiente del discurso del presidente, los cazas comenzaron a llegar a Arabia Saudí (a la base aérea de Dhahran), y a su segundo día en el país árabe, comenzaron las misiones CAP (patrulla aérea de combate), junto con aviones F-15C y Tornado ADV de la Real Fuerza Aérea Saudí.

Las directivas de combate de lo que sería la guerra aérea en 1991, fueron dadas a conocer en septiembre de 1990, en una conferencia de prensa dada por el general Michael J. Dugan, que por entonces era Jefe del Estado Mayor de la USAF. Según él, los principales blancos de ataque serían los sistemas de defensa aérea, los campos de aviación y los aviones, los centros de control, cualquier instalación de producción de armas, y finalmente las unidades blindadas de Irak, con lo cual se alcanzaría un equilibrio "aceptable" de tropas. También dijo el general, que los ataques se centrarían en conseguir la "decapitación", buscando y atacando a Saddam Hussein, su familia, y sus altos oficiales. Esto último desobedecía totalmente las órdenes presidenciales que prohibían el asesinato de líderes extranjeros; el general Dugan fue destituido por está clara falta de sentido común, al exponer los objetivos de la operación  Escudo del Desierto.

Por su parte, la Fuerza Aéra de Iraq (IAF) no tuvo mucho que hacer antes del inicio de las hostilidades, ante el masivo bombardeo de las estaciones de radar y de sus aeródromos en el Sur de Iraq, se enfrentaban a fuerzas aéreas muy superiores en todos los aspectos, y lo único que hicieron a conciencia fue poner a punto su sistema de defensa antiaérea, que comprendía una red centralizada que abarcaba todo el país, que abatiría 68 aviones, las unidades de élite huirían a Irán, solo ataques aislado de algunas tripulaciones de Mig-25, participarían en la batalla derribando un F-18.

LA GUERRA

Luego, ya en 1991, y apenas iniciada las hostilidades, los italianos lanzaron ocho aviones Tornado para atacar blancos dentro de Kuwait. Siete de estos aviones debieron abortar la misión debido a problemas logísticos y sólo uno se internó en Kuwait de donde nunca más volvió. El piloto y el navegante fueron declarados desaparecidos. La Fuerza Aérea Británica, por su parte, experimentó serios problemas en sus ataques. El objetivo de los británicos era dejar caer bombas JP-233 para inutilizar las pistas, aunque para esto los aviones debían volar a no más de veinte metros de altura para evitar los radares o de lo contrario serían detectados con antelación, y derribados, ante la carencia de radares de baja cota. Así, de este modo, los británicos perdieron cinco aviones Tornado en las primeras 400 misiones, lo cual constituyó un récord en la historia de la aviación militar ya que el promedio de aviones perdidos por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos era, hasta ese momento, de un avión por cada 750 misiones. Debido a este incidente, los británicos suspendieron los ataques a baja altura contra objetivos tácticos.

La Fuerza Aérea Iraquí efectuó algunas salidas en un intento por defender al país, pero no había mucho que pudiera hacer ya que la coalición contaba con aviones de última generación como: el F-15 Eagle, el F-16 Falcon, el F-14 Tomcat, el Panavia Tornado, el F-117 Nighthawk y otros más que eran apoyados por aviones de contramedidas electrónicas como el E-3 Prowler de la armada estadounidense y el EF-111A de la USAF (por aquella fecha, considerado como probablemente el mejor avión de guerra electrónica del mundo), además del E-3 AWACS, al que se le debe gran parte del éxito de la campaña aérea. De hecho nunca hubo propiamente una batalla aérea, salvo algunos encuentros esporádicos y la mayoría de los aviones de Iraq fueron destruidos en los bunkers donde se encontraban o en las pistas (el combate aéreo más largo duró casi 10 minutos). En los combates aéreos, los iraquíes perdieron 39 aviones de los cuales 30 derribos fueron causados por los F-15 Eagle. Se calcula que unos 127 aviones de Iraq fueron destruidos durante el conflicto, entre estos se contaban cinco de los seis bombarderos Tupolev Tu-22K con que contaba la nación árabe.

Aun así, un MiG-25 Iraquí logró derribar un F/A-18 Hornet del escuadrón VFA-81 Sunline durante una escaramuza. A su vez, los F-15 Eagle de la Fuerza Aérea Real Saudí se encargaron de dos Mirage F-1 iraquíes. Más adelante, un escuadrón de MiG-25 localizó e interceptó a un grupo de F-111 y F-15C. La actuación de los aviones iraquíes logró que los misiles SAM en tierra pudieran derribar uno de los F-15C Eagle. Así mismo, tres F-16 Falcon estadounidenses fueron destruidos por fuego antiaéreo durante una misión de ataque y otros tres más serían abatidos en distintos eventos. Sin embargo, pese a los esfuerzos de los iraquíes, la superioridad de la coalición se fue imponiendo rápidamente y una patrulla de F-15 Eagle abatió dos MiG-25. Durante los encuentros sucesivos sobre los cielos de Iraq, los F-15 Eagle estadounidenses lograron abatir 5 MiG-29, 8 MiG-21, 2 Su-25, 4 Su-22, 1 Su-7 y 8 Mirage F-1. Todavía el 19 de enero un MiG-29 consiguió derribar un Tornado británico, pero pronto se hizo evidente que no había forma de competir con el poderío de la coalición y los mejores pilotos iraquíes decidieron huir en sus aviones hacia Irán. Se estima que un total de 115 aviones militares y 33 aparatos civiles hallaron refugio en suelo iraní. Al final del conflicto se reportó la pérdida de 38 aviones de la coalición, la mayoría abatidos por fuego antiaéreo (esta cifra luego aumentaría).

Privados de fuerza aérea y acosados por intensos bombardeos, las fuerzas terrestres de Iraq optaron por proteger sus tropas y su equipo blindado bajo tierra con lo que perdieron toda movilidad. En esta fase se destinaron gran cantidad de F-16C a destruir blindados cuyos chasis se encontraban enterrados en posición de tiro. El objetivo era, una vez alcanzada la supremacía aérea, obtener un equilibrio de fuerzas aceptable para el futuro ataque por tierra. Con el dominio del aire, la coalición incrementó sus ataques a fin de que Saddam Hussein diera la orden de retirarse de Kuwait y aceptara rendirse. Todas las ciudades de Iraq fueron blanco de bombardeos y sufrieron severos daños; murieron decenas de miles, ya que lo que los aliados arrojaron sobre todo Iraq, quedarán la ciudades de Amiriya y Fallouja, que fueron escenario de continuos errores en la localización de objetivos por parte de la coalición y fallas en el armamento, y por lo tanto de muchas bajas colaterales. Uno de los incidentes más sonados ocurrió el 13 de febrero cuando dos misiles impactaron un refugio antiaéreo en Badgdad llamado Al-Ameria y provocaron la muerte de 1.200 civiles.

Los resultados de la campaña aérea fueron abrumadores para las fuerzas Iraquíes y mermaron terriblemente su capacidad de combate por no hablar de su moral. Se estima que al terminar la guerra unos 2.435 tanques, 1.443 blindados y 1.649 piezas de artillería fueron destruidos o inutilizados como consecuencia directa de los demoledores ataques aéreos. Cabe destacar que el A-10A Thunderbolt II estadounidense dio buenos resultados en sus acciones contra los blindados iraquíes.

Según informes de 1991, las fuerzas aéreas de la coalición perdieron en unas 110.000 salidas, un total de 68 aparatos, en misiones de combate, sin contar las 22 aeronaves perdidas en accidentes. Las pérdidas reportadas son:

U.S.A.

1 F-14;

7 F-16;

6 AV-8B;

5 UH-60, A-10, OA-10;

4 A-6E, AH-64, AH-1J;

3 F/A-18, UH-1;

2 F-15E, OV-10D, OH-58;

1 AC-130H, B-52G, EF-111A, F-4G, OV-1D, CH-46E, H-46, SH-60B.

En total, 56 aeronaves estadounidenses.

Otras fuerzas aéreas aliadas.

7 Tornado GR.1 británicos;

2 F-5 saudíes;

1 Tornado IDS saudí;

1 Tornado IDS italiano;

1 A-4KU kuwaití;

En total, 12 aviones no estadounidenses.

CAMPAÑA AEREA.

La campaña aérea en términos de días fue corta, pero una de las más intensas que jamás se haya realizado antes. De los reportes estadísticos de la guerra, de los cuales muchos aparecieron casi inmediatamente, se dejó en claro el enorme esfuerzo de las fuerzas aéreas de la coalición. La mayoría de las misiones fueron planificadas por el Templar, un super ordenador experto en tácticas, perteneciente al Mando Central de la USAF y ubicado en la base aérea MacDill, en Florida. Este proporcionaba planificación muy detallada para una ofensiva coordinada en masa que implicaría hasta 3000 salidas de aparatos aliados por día.

Se demostró la efectividad y se justifico la enorme inversión hecha en aparatos como el F-117A, y el E-3 Centry. Si bien el bombardeo  stealth ya había sido puesto a prueba en Panamá, este fue su examen de graduación, en el que no sufrió daño alguno, y sin embargo produjo grandes estragos en puntos vitales de comunicación e inteligencia iraquíes donde ningún sistema antiaéreo pudo detectarlo. Los AWAC (Sistema de Control y Prevención Aerea) y el E-8C JOINT STARS (Sistema de Vigilancia Aire-Tierra), son Boeing (707-767) repletos de ordenadores, equipo de comunicación, radar y detectores de calor. El AWAC es un radar volante que explora los cielos en 360 grados, para detectar aeronaves o cohetes enemigos y envía los datos de localización a los aviones atacantes y a las unidades terrestres, coordinando su acción. El J STARS es en escaner gigante que explora y vigila los objetivos que van a ser atacados, en el suelo, que fue diseñado para la detención, quebramiento y destrucción de las líneas enemigas, proporcionando una imagen de cada tanque, cañón o persona, en un radio de 250 Km, bajo cualquier condición meteorológica, siendo su principal fuente de reconocimiento táctico.

Otros aviones como el C-5 Galaxy y el C-130 Hércules demostraron su incalculable valor para la USAF al transportar un porcentaje considerable de la carga bélica necesaria en el teatro de operaciones. Cabe destacar que el C-5 fue el que transportó la mayoría de los misiles Patriot en su despliegue inicial.

Por otro lado, según reportes, las fuerzas armadas rusas prestaron especial atención a este conflicto y comenzaron una evaluación autocrítica de sus propios sistemas de defensa antiaérea, al ver el completo fracaso de los iraquíes cuya defensa se basaba en el modelo ruso, incorporando a su doctrina las baterías SS-300. Para ello, Iraq contaba con sistemas tanto de la ex Unión Soviética y franceses. Sin embargo no pudieron hacer frente a aviones como el F-16 y el F-4G Phantom, que iban armados con misiles como el AGM-88 HARM, para la supresión de defensas antiaéreas, y el ALARM de British Aerospace, de idéntica función, que iba montado en los Tornado de las fuerzas aéreas europeas. Se ha dicho que sólo el anticuado carro antiaéreo soviético ZSU-23-4 Shilka, salió con algún honor de la guerra.

La doctrina soviética de Defensa Antiaérea (DCA), utilizada por los iraquíes y sus ingenios; su medula espinal son las baterías SAM-2, SAM-3 y SAM-6, que atacan a los aviones a grandes altitudes, y si estos bajan para maniobrar o confundir el sistema de dirección del misil volando a baja altitud, por el rebote en tierra de las ondas de radiofrecuencia; serán atacados con baterías SAM-8, SAM-9 y SA-7 o mísiles portátiles y cañones antiaéreos, o baterías Roland, apoyado por radar de 14,5 mm, 23 mm y 57 mm. Si se utiliza contramedidas electrónicas (ECM), que han transformado la guerra en el aire (gana quien tenga el último grito en microchip), inundando con la misma frecuencia de radio la dirección del misil, desviando su vuelo; en ese caso el misil es dirigido a control remoto y se gobierna visualmente. La ofensiva aérea americana tiene tres fases: en primer lugar, la destrucción de las defensas antiaéreas, seguido de la neutralización de las fuerzas terrestres y la anulación de su capacidad de combate.

Las operaciones comenzaron con el ataque de fuerzas helitransportadas a un grupo de estaciones de radar, mientras que grupos de comandos se infiltran para señalar con sus láser objetivos tácticos, facilitando la penetración de los aviones invisibles (su nombre correcto es furtivo), a los puestos de comando control y comunicación, atacándolos con F-117 Steath; destruyendo las estaciones amplificadoras de teléfonos, obligando al enemigo a utilizar la radio, descifrando los criptoanalistas de la marina y SNC sus claves, conociendo sus movimientos.

Identificados los blancos, los F-14 Tomcast, F-16 Falcón y F-18 Hornet dominan la fuerza aérea del adversario, con todas sus fuerzas a su mando, con ataques dirigidos a las estaciones de radar (desde los pasillos creados), unidades de vuelo, instalaciones en tierra, estaciones de comando, control y dirección de tiro, depósitos de suministros e infraestructura básica. Cortando la cadena de mando y el flujo de información, dificultando el desplazamiento de las unidades blindadas y de infantería.

Las acciones de interdicción  se extienden con el fin de aislar al adversario de sus bases de suministros y logística, destruyendo cualquier tipo de vehículo, depósito de municiones, puertos, almacenes, fábricas de armas, etc. Mientras los F-15 Eagle vuelan a su máxima altitud, atrayendo el fuego antiaéreo y atacan a los cazas, que logren despejar, asimismo, los AWAC y Hawkeyes, triangulan la posición de los radares y las baterías SAM, por sus emisiones de ondas, ordenando atacarlas a los F-16 y F-18, con misiles antirradar. En los  siguientes días, destruyen puentes, viaductos, punto de descargas, talleres de reparación y objetivos secundarios, utilizando bombas inteligentes o Tomahawks: puentes, represas, centrales eléctricas, navegación fluvial y marítima, y refinerías y depósitos de carburantes.

Los B-52, empiezan a operar al ser destruida la aviación y los SAM, acomete bombarderos de saturación en contra de las tropas enemigas, desgastándolas material y psicológicamente, mientras los F-15 y F-16, se dedican a bombardear con bombas guiadas por satélite, los puntos fortificados. Los CH-130 lanzan bombas de altos poder explosivos  en contra de los bunkers de mando y suministros. Los CH-130 Spectre masacraron con sus cañones de tiro rápido a los soldados que entraron en pánico o se retiraron sin cobertura aérea, aumentando la confusión entre sus filas.

Una opción es dispersar a los aviones y la defensa antiaérea, en el campo manteniendo sus radares apagados y por tanto resultan indetectables al radar a los misiles americanos, y se reservan para la fase dos y tres, cuando los aviones vuelen más bajo y más despacio,  los bombardeos destruyeron su capacidad de contraataque, obligaron al grueso de la Fuerza Aérea Iraquí a desertar a Irán, y liquidan a su ejército gradualmente, sometiéndolo por la “destrucción de los objetivos”, aunque permanezca intacta pierde su importancia estratégica, quien no utiliza un arma a su máxima potencia, tiene tanto como el que no tiene nada, a la larga lleva a un callejón sin salida… Las medidas tendentes a detener el ariete aéreo, es el primer paso para en la desorganización de sus planes. La tecnología Stealht utiliza ventajas tecnológicas, aplicadas al fuselaje, pintura antirreflactante  que absorben las ondas de radar; la disminución de su perfil para que el radar no distinga la silueta; utilización de sistema de navegación nocturna, etc. Que hacen que el reflejo de las ondas no la distinga en toda su magnitud, confundiéndolo con un pájaro, desde distancias cortas se puede localizar y derribar, como ocurrió en Yugoslavia. Otros aspectos de la campaña aérea también salieron a la luz. Temas tales como la evaluación de antiguos aviones, como el A-10A, de apoyo táctico que destruyó y diezmó las fuerzas de tanques de los iraquíes,  acerca de si lograrían sobrevivir razonablemente bien en sus operaciones sobre Iraq y el Kuwait ocupado, sin la amenaza de una fuerza cazas  considerando la pobre respuesta de la fuerza aérea iraquí. El uso de armamento inteligente lanzado desde el aire por parte de la Fuerza Aérea y Ejército estadounidenses, fue otro tema de cierta polémica, pero sin olvidar que el 93% de las bombas arrojadas eran bombas bobas. Se dejó ver que, por ejemplo, los helicópteros AH-64 del ejército estadounidense habían usado seguidamente misiles RP Hellfire, de 60.000 dólares por unidad contra objetivos que sólo requerían armamento no dirigido.

Se confirmó al término del conflicto que las fuerzas aéreas aliadas habían bombardeado en su mayoría los objetivos a ciegas, con fuentes de información de dudosa credibilidad, confundiendo complejos civiles con militares,  afirmó que en tales lugares se guardaban o producían armas químicas o biológicas. Los inspectores enviados a los supuestos centros de producción, confirmaron que en muchos de los lugares que habían sido bombardeados nunca se habían guardado armas NBQ.

Víctimas civiles

Dentro de la campaña aérea hubo notorios casos de bombardeos que causaron diversas víctimas civiles:

•  4 de Febrero: Reactores, posiblemente británicos, destruyen un puente repleto de transeúntes en Nasiriya causando 47 muertos civiles y 102 heridos.

•  13 de Febrero: Dos misiles estadounidenses guiados por láser destruyen el refugio antiaéreo civil de Amariya en Bagdad, causando más de 400 víctimas.

•  14 de Febrero: bombarderos británicos atacan un puente de autopista en Faluya, pero fallan el objetivo y alcanzan un bloque de apartamentos y un mercado lleno de civiles, causando docenas de muertos.

  Situación que no fue aprovechado por la propaganda iraquí, que pudo haber dividido a los aliados, habiendo arreciado las protestas internas,  utilizando para ello los medios de comunicación neutrales.

                                  Atentamente

                                  Kelder Toti

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27-07-2010

LA CAMPAÑA TERRESTRE:

El 13 de febrero de 1991, algunas unidades de la 1ª y 2ª División de Marines desplegadas en la frontera con Arabia Saudita realizaron algunas incursiones de tanteo dentro de Kuwait con el objetivo de medir el peligro con vistas a iniciar un ataque por tierra, logrando capturar a decenas de prisioneros, utilizando fuerzas helitransportadas, al carecer de misiles portátiles SA-7. Lo cierto es que los iraquíes habían comenzado a replegarse desde principios de febrero y la moral de las tropas era baja, por la falta de suministro, los bombarderos de saturación y de instrucciones claras de los oficiales. De las 42 divisiones desplegadas en Kuwait, al menos 14 habían sido desbandadas y sólo 19 conservaban entre un 60% y un 70% de sus capacidades de combate. El resto de las fuerzas Iraquíes se hallaba en una situación precaria y comenzaron las deserciones en masa, la falta de adiestramiento de las fuerzas iraquíes para soportar los bombardeos, carencia de una logística que pudiera operar bajo los intensos bombardeos angloamericanos y se debió aplicar penas de muerte a los desertores, hubo extremada lenidad entre los comandantes de campo.

El plan del general Norman Schwarzkopf dependía de mantener una fuerza significativa de marines frente a las costas de la capital de Kuwait como maniobra diversiva, lo cual hizo creer a los iraquíes que las fuerzas estadounidenses efectuarían un desembarco y los obligó a concentrar sus tropas en esa zona. El siguiente paso de la coalición fue movilizar el grueso de sus fuerzas hacia el Oeste, en dirección a la línea Wadin al Batin donde las defensas Iraquíes consistían en meros montículos de arena, dispersas y no guarnecidas además de zanjas y campos minados. Las fuerzas estadounidenses estuvieron acompañadas por la 6ª División acorazada, Daguet francesa, y la 1ª británica, con las célebres Desert Rats. Los franceses ocuparon todo el tiempo la posición más occidental funcionando como un escudo protector para el resto de las fuerzas aliadas, exponiéndose al contrataque iraquí al a largar sus líneas de abastecimiento. El plan recibió el nombre de Hail Mary y consistía en rodear a las fuerzas enemigas a través de un flanco para envolverlas, sorprenderlas y al mismo tiempo cortarles la retirada.

A los dos días de haber iniciado el asalto terrestre, unos cien mil soldados iraquíes se rindieron en masa ante las fuerzas de la coalición que avanzaban sin ningún problema. Incluso uno de los oficiales estadounidenses mencionó que atravesaban las pocas líneas iraquíes que encontraban como "cuchillo en mantequilla". La única batalla por tierra de cierta importancia fue denominada "73 Easting" en la que carros de combate del séptimo cuerpo se toparon con la división Tawakalna de la Guardia Republicana que se retiraban y comenzaron un enfrentamiento que duró seis horas, en la cual los T-72 no resultaron enemigo para los Abram.

Los iraquíes pudieron refugiarse en las ciudades kuwaitíes, provocando su asedio, beneficiándose del combate urbano, retrasando sus líneas en torno a Basora, debilitándolas en el asalto, contraatacando al verse debilitado los angloamericanos, quizás tal plan no era viable por los levantamientos del Sur de  los Chíi, cercándolos con las fuerzas acorazadas de la Guardia Republicana, rompiendo el cerco, y cercando a las fuerzas aliadas. El 25 de febrero un misil Scud impactó contra un cuartel estadounidense ubicado en Arabia Saudita y causó la muerte inmediata de 25 soldados y 50 más resultaron gravemente heridos, fue el mayor bombardeo de la guerra de los iraquíes.

El 28 de febrero de 1991 Irak aceptó las condiciones impuestas por las Naciones Unidas. En ese momento las fuerzas francesas de la 6ª División acorazada se hallaban a sólo 150 kilómetros de Bagdad. Al final del conflicto, la coalición internacional informó  la pérdida de 378 soldados y unos 1.000 resultaron heridos, de los cuales 169 eran americanos.

Los iraquíes se llevaron la peor parte del conflicto, ya que sus bajas oscilaron entre los 25.000 y 30.000 muertos, y 100.000 heridos. Mientras los iraquíes se retiraban incendiaban los pozos de petróleo de Kuwait e inutilizaban la infraestructura básica utilizando minas, motivada la retirada por los conatos de insubordinación tanto en el Sur (la comunidad Chíita y al Norte por los Kurdos), que después se convertirían en una gran revuelta que avanzaría tanto por el Sur como por el Norte, las fuerzas empleadas para sofocar la revuelta serían las fuerzas ubicadas en los alrededores de Bagdad y las fuerzas del frente Norte, que primero sofocarían a sangre y fuego a los Chíi y después a los Kurdos, que serían amparados por la protección aérea americana, el total de victima de los levantamientos se calcula en 100.000 muertos, heridos y detenidos, consolidándose el régimen de Saddam Hussein.

LA POSGUERRA

Las consecuencias de este conflicto con la intervención militar liderada por Estados Unidos y cuyo resultado inmediato fue la liberación de Kuwait originó importantes cambios en las relaciones y percepciones geopolíticas, pero no alteró la realidad profunda. La guerra del Golfo dividió a los árabes y alteró la relación entre Estados Unidos e Israel. La O.L.P. sufrió un terrible golpe, Siria e Irán se fortalecieron a corto plazo, mientras Arabia Saudí posiblemente se debilitó a largo plazo, ya que los movimientos integristas atacarían a la Casa Real por permitir la intromisión de los angloamericanos en el Reino. En cierto modo, la paz imperó en Líbano, bajo la tutela de Siria.

   La Guerra del Golfo había previsto unos limitados objetivos que no se cumplieron, como eran: la caída de Saddam Hussein que por el contrario se mantuvo fortalecido, hasta su derrocamiento en Abril del 2003; la democratización de Kuwait; el contagio civilizador-occidental sobre Arabia Saudí; y el hundimiento de la O.L.P. y la aparición del Movimiento Hamas.  En cambio  tuvo otras consecuencias no previstas: ligar el final de la anexión de Kuwait por Irak con el principio de la solución del problema palestino-israelí; la pacificación de Líbano por el nuevo papel de Siria; y el estímulo sorprendente que recibió el integrismo islámico.

   Una vez finalizada la breve guerra se inició por un lado, el intento del establecimiento de un "nuevo orden mundial", expuesto por Bush en las primeras semanas de la crisis del Golfo, y por otro, el largo y difícil proceso de negociación de una paz global para Oriente Medio, ya antes iniciado parcialmente pero ahora renovado y ampliado, a partir de la nueva situación creada por la crisis del Golfo, que anestesiaría  a los palestinos con algunas concesiones.

Tras el conflicto, la ONU impuso a Iraq un severo embargo que produjo gravísimos trastornos sociales y económicos en el país, con el patrullaje y periódicos bombardeos en el Norte y Sur de Iraq.

CONCLUSION:

Los errores que cometieron los Iraquíes fueron: El no dotar a las fuerzas de infantería  de misiles portátiles tierra-aire que enfrentarán la investida de helitransportada de los americanos. No suministrarle a la infantería de misiles contracarro, y no haber creado pelotones anticarro, ni ubicar cañones contracarro en sitios estratégicos. La falta del entrenamiento de las fuerzas de Saddam en bombardeos de saturación, y la construcción suficiente de bunker antiaéreo. No haber descentralizado la batalla a nivel de los  mandos locales, que hubiera resuelto el problema de la interferencia de las comunicaciones. El haber intentado decidir la guerra en un combate de tanques, hubiera sido preferible en combates urbanos de la cual el Ejército Iraquí estaba altamente preparado. No haber duplicado las líneas de abastecimiento y logística dada la envergadura del ataque angloamericano. El no haber atacado a los americanos en los campos minados con la artillería en los pasillos creados por sus buldócer. El haber subestimado la superioridad aérea de la coalición y no haber tomado medidas para tal fin, aunque eso significara desguarnecer las ciudades.  Mantener una posición estática, cuando una guerra de movimiento era la única forma de aminorar la superioridad aérea de la coalición.

El mayor error sin embargo fue no mantener la unidad de Iraq, sobretodas las cosas, que se vió sometida por la revuelta de los Chíies en el Sur y los Kurdos al Norte; la unicidad de Iraq era un valor primordial en la guerra que no se concretó, y pudo haber prolongado la lucha quebrando a los aliados, por lo costoso del operativo, un mejor abastecimiento de la población, una mejor repuesta a los deseos de independencia de las etnias, pudo resolver el problema, y posponerlo quebrando  a los aliados, ya que sus recursos financieros no eran ilimitados, en todo caso la guerra se deciden por la voluntad de  lucha.

Al no estudiar el dispositivo de los aliados, ignoraban que las enseñanzas aprendidas en la guerra Irán-Iraq, no podían ser aplicadas en la Guerra del Golfo, al estar expuesto a los bombardeos quirúrgicos y de saturación de los aliados, creando una zona de interdicción aérea, las medidas de construir hueco de arena, zanjas llenas de petróleo, campos minados, alambre de púas; y colocar la reserva de tanques detrás de las líneas de contención, pudo resultar con las milicias iraníes, pero se convertiría en una quimera frente al diluvio de bombas de los aliados y su sombrilla aérea de A-10, Apaches y Huey Cobra, que dificilmente podría ser rebasada, los esfuerzos desesperados de la Guardia Republicana para contener el avance resultaron infructuosos, y cuandos los iraquíes se negaban a rendirser en sus trincheras terminaban sepultados por los buldócer, parte del problema resolverían en la operación: Iraquí Freedom al luchar en las ciudades.

http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_del_Golfo

http://www.fortunecity.es/sopa/pulgas/22/guerra_del_golfo.htm

   Atentamente

     Kelder Toti

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