El desastre de Midway

Deleted member

15-08-2006

En la tristemente celebre mañana del 7 de diciembre, casi 200 aviones torpederos y bombarderos en picado sorprendieron a la base naval de Pearl Harbour. En dos salidas siete acorazados fueron hundidos, doce buques menores sufrieron graves daños y 200 aviones fueron destruidos... Estados Unidos declaraba la guerra a Japón al día siguiente.

Animados por el éxito pronto se harían con los puestos avanzados estadounidenses en las islas de Guam y Wake, y en las inglesas islas Gilbert; las Filipinas pronto caerían también en sus manos de forma ignominosa para los EEUU. La presencia estadounidense en el Pacífico se vió reducida en pocos meses a las Hawai y  a la isla de Midway, punto de reaprovisionamiento en medio de la nada.

Muchos estadounidenses sentían miedo... ¿cual sería el próximo paso? ¿las Hawai? ¿el bombardeo de San Francisco? Yamamoto, pese a la versión oficial de la propaganda nipona que acusaba a los estadounidenses de falta de entrega y valor para el combate, sabía que esto no era cierto, que había que actuar con rapidez, pues pronto la industria estadounidense se pondría a trabajar a matacaballo y no habría nada que hacer frente al gran poderío productivo del gigante norteamericano. Como le dijo al principe Konoye: "Si me ordena luchar sin consideraciones por las consecuencias, seré implacable durante seis meses o un año, pero no tengo ninguna confianza en el segundo o tercer año de lucha".

Por eso el plan de Yamamoto, hombre inteligente y capaz donde los hubiera, parecía el correcto: atraer a los restos de la US Navy a un encuentro en Midway y acabar con ella totalmente. A su vez, las islas estratégicamente también tenían su valor para los japoneses, pues sólo quedaban a 1.800 km de Hawai.

La dificultad del asunto estriba en comprender cuando cometió Japón su primer error, pero fundamentalmente, los continuos retrasos al plan de Yamamoto por parte del Alto Mando Naval, que era corto de vista y no comprendió que ante ellos se presentaba una oportunidad única en todos los sentidos. Por tanto, el genial plan de Yamamoto fue pospuesto hasta que Doolittle, en abril del 42, sorprendió a todo el Japón con un bombardeo sobre Tokio... el temor fue tan intenso que esto animó a los japoneses a responder, con la consiguiente luz verde a los planes del almirante. Y es fácil decirlo, pero aquí estuvo el error, la postergación del ataque... vistos los acontecimientos, un ataque más temprano hubiera facilitado la tarea al Japón.

Yamamoto reunió a casi toda la flota japonesa, toda una gigántesca fuerza de combate naval comprometida en único plan de combate. Nueve acorazados, cuatro portaaviones, seis cruceros pesados, 65 destructores, casi 200 buques en total, apoyados por más de 700 aviones y con un acompañamiento de más de 100.000 hombres, incluidos 20 almirantes. Todos ellos se enfrentaron a menos de 50 buques y quizá ningún portaaviones. Sin embargo, el segundo y no por ello menos grave error fue que los japoneses cometieron la equivocación de infravalorar a las fuerzas estadounidenses... en ningún momento consideraron lo que podría ocurrir si su bonita sorpresa era conocida por los estadounidenses.

He aquí la tercera equivocación, por que los estadounidenses, gracias a los progresos en el ámbito del criptoanálisis y a la persistencia de uno de sus analistas, sabían lo que se tramaba en Tokio. El comandante Joe Rochefort Jr., que trabajaba bajo tierra en un bunker de Pearl Harbour, identificó el alud de transmisiones japonesas que se referían  a "AF" como Midway. Dedujo que se estaban concentrando para atacar allí, dado el volumen de las transmisiones. Los almirantes Nimitz y Halsey, temerosos de arriesgarlo todo en Midway estaban ante una encrucijada; Rochefort podía estar equivocado. Por si fuera poco no podían permitirse otra sorpresa en el Pacífico, quizás los japoneses se estuvieran preparando para atacar en otro punto. Por ello conminaron a Rochefort a que confirmara que se trataba de Midway.

A Rochefort se le ocurrió una idea muy simple... era un viejo truco: comunicó por líneas abiertas que el agua potable se estaba acabando en Midway. En efecto, los japoneses captaron el mansaje y, en transmisión codificada informaron de que en "AF" se estaba acabando el agua potable. Por tanto los estadounidenses ya tenían la confirmación de que en Midway iba a pasar algo grande, pero no qué exactamente. Dentro de sus delirios de grandeza, los japoneses consideraron que dadas las circunstancias podían permitirse realizar alguna operación de distracción para desviar la atención estadounidense de Midway. Los desembarcos japoneses en las Aleutinas , fueron combatidos con tenacidad, muy al norte; mucho más al sur, en un encuentro en Nueva Guinea de aproximación se desarrollo un choque de portaaviones que mandó al fondo del mar a dos portaaviones nipones, los estadounidenses perdieron uno, el Lexington y otro quedó gravemente herido, el Yorktown, pero volvería a luchar. En contra de lo que los japoneses pensaron al término del combate.

Aquí viene una larga serie de graves negligencias: muchos mandos subordinados japoneses deseaban más tiempo para prepararse, puesto que los detalles del plan eran complicados. Pero la impaciencia hizo mella en el Alto Mando. A penas se hicieron esfuerzos por localizar a los portaaviones supervivientes estadounidenses, no se hizo ningún vuelo de reconocimiento preliminar ni se desplegó ninguna pantalla de submarinos el día anterior del ataque.

El 3 de junio, un avión Catalina con base en Midway detectó a la flota japonesa. Aquella tarde unos 25 B-17, que era todo lo que había en Midway, fueron enviados a atacarla. Cuando estaban en el aíre, los japoneses lanzaron su propio ataque aéreo y bombardearon sin piedad Midway y derribaron u obligaron a amerizajes fatales a todos los aviones menos dos. Parecía que la derrota había empezado. El almirante Namugo, que mandaba la flota de cuatro portaaviones, ordenó el ataque de una segunda oleada de aviones. En ese momento fue cuando llegaban a reaprovisionarse la primera oleada japonesa y fue cuando llegaron los bombarderos navales americanos. Aunque muchos fueron derribados por los Zero, obligaron a los portaaviones japoneses a llevar a cabo acciones de despiste, lo que retrasó el rearme con el fin de enfrentarse a esta nueva amenaza.

Mientras tanto, dos portaaviones estadounidenses, el Hornet y el Enterprise, se habían desplazado a la zona. Nimitz los había situado al nordeste de Midway, con la intención de mantenerlos apartados de cualquier asalto a la isla pero esperando que quizás podrían organizar una emboscada a algunos buques japoneses desprevenidos. El Yorktown, rápidamente reparado de los daños sufridos en el mar de Coral, cerraba la marcha. COn la flota japonesa localizada de una vez por todas, los bombarderos en picado estadounidenses, que habían despegado junto a los torpederos, de vuelo a baja altura, no podían encontrar a los portaaviones. Al volar en silencio radiofónico y por encima de las nubes, los comandantes de escuadrón no podían seguir la maniobra de evasión de los portaaviones nipones. Cuando estaban casi sin combustible, el capitán de corbeta McClusky observó un destructor japonés navegando a toda máquina hacia el noroeste. Concluyó que debía de regresar a donde estaban los otros buques, y lo siguió. Había cuatro portaaviones en cuadro, con las cubiertas llenas de bombas, hombres y mangas de combustible; polvorines flotantes a la espera de una cerilla. McClusky y su escuadron, seguidos por un segundo contingente lanzaron sobre ellos todo lo que tenían. En seis minutos se había consumado el desastre, tres de ellos estaban en llamas y empezaban a escorarse, lo que acabaría con ellos en el fondo del mar. Los zeros, atraídos a un nivel bajo por los aviones torpederos, no pudieron enfrentarse a este nuevo ataque. Entonces, el portaaviones japonés superviviente lanzó un ataque contra el Yorktown, que quedó seriamente tocado... tres días después sería hundido por un submarino japonés. Los aviones torpederos se vengaron dañando al portaaviones japonés. A continuación ambos bandos se retiraron: la batalla había terminado.

Lo que había ocurrido sería decisivo para el desenlace de una guerra que  no había hecho si no empezar. Los japoneses, en su intento por asegurarse un ámbito defensivo bien protegido habían sufrido un grave contratiempo. El motivo de la derrota, tan simple como los japoneses nunca tuvieron un plan B para enfrentarse a un percance como este. Los estadounidenses los estaban esperando, y fue un desastre provocado por un estúpido exceso de confianza. Sin embargo, la guerra por las islas no iba a ser asunto cerrado, y no todo iba a ir bien para los aliados. Los británicos aun habrían de sufrir increibles derrotas... los norteamericanos pasarían por días oscuros hasta convertirse en la mayor y más eficaz fuerza del Pacífico.

P47DThunderbolt

15-08-2006

[size=16pt]Aeronaves Norteamericanas[/size]

SBD Dauntless

TBF Avenger

Wildcat

[size=16pt]Aeronaves Japoneses[/size]

A6M Zero

Val

Kate

Nonsei

31-08-2006

mucho más al sur, en un encuentro en Nueva Guinea de aproximación se desarrollo un choque de portaaviones que mandó al fondo del mar a dos portaaviones nipones, los estadounidenses perdieron uno, el Lexington y otro quedó gravemente herido, el Yorktown, pero volvería a luchar. En contra de lo que los japoneses pensaron al término del combate.

Le das muy poca importancia a la batalla del Mar del Coral. No fue simplemente un encuentro de aproximación, frenó la ofensiva japonesa hacia el sur, impidiéndoles ocupar el sur de Niueva Guinea y aislar Australia. En cuanto a las pérdidas, los estadounidenses no hundieron dos portaaviones japoneses, sólo uno ligero, el Shoho. Lo que si hicieron fue dejar fuera de combate al Zuikaku y al Shokaku, que no pudieron intervenir en Midway. Aunque en cuanto a pérdidas, los estadounidenses salieron peor parados, ya que los japoneses hundieron el Lexington y dañaron gravemente el Yorktown (aunque este lograron ponerlo en condiciones de volver a combatir en Midway). Dada la relación de fuerzas que había en esos momentos en el Pacífico, la pérdida de un portaaviones estadounidense era mucho más grave que la pérdida temporal de dos japoneses.

Nonsei

01-09-2006

Volviendo a la batalla de Midway, el Akagi en llamas:

Y el Hiryu:

Hiwi

01-09-2006

Dada la relación de fuerzas que había en esos momentos en el Pacífico, la pérdida de un portaaviones estadounidense era mucho más grave que la pérdida temporal de dos japoneses

Y por que no sacaron provecho de eso  ??? ???

Bruno

01-09-2006

Los japoneses pensaron que habían hundido ambos portaviones (Lexington y Yorktown).  Y concluyeron que su superioridad  era verdaderamente abrumadora.

El descifrar las claves japonesas represento una importante ventaja para el bando norteamericano,  además de la excesiva confianza japonesa en la "fácil victoria",  menospreciando la capacidad de respuesta/recuperación del contrario.

Nonsei

04-09-2006

La batalla de Midway fue precisamente el intento japonés de sacar provecho de su superioridad. Lo que buscaban era obligar a la flota estadounidense a presentar batalla en el momento en el que creían que estaba más debilitada. Pero como dice Bruno, la ventaja japonesa se compensó mucho por el hecho de que los estadounidenses descifraban sus claves, y estaban al tanto de sus planes, y porque consiguieron poner a tiempo al Yorktown en condiciones mínimas de combatir.

Nonsei

04-09-2006

Y la suerte también influyó mucho. Los ataques de los torpederos Devastator y los bombarderos Dauntless no estuvieron coordinados, pero no les pudo salir mejor. Mientras los Dauntless buscaban a los portaaviones japoneses, el ataque de los Devastator a baja altura, aunque fue totalmente inefectivo, distrajo a los cazas japoneses, y retrasó el reabastecimiento los aviones. Cuando los bombarderos al fin lanzaron su ataque, lo hicieron practicamente sin oposición de los Zeros, y con las cubiertas de los portaaviones japoneses repletas de aviones cargando combustible y bombas: coincidió que atacaron con las armas adecuadas en el mejor momento posible. En cuestión de minutos dejaron ardiendo tres de los cuatro portaaviones japoneses.

Hiwi

08-09-2006

Creo que lo más importante fue lo de sus claves.....¿no?, que sepan todos tus movientos de antemano es una gran ventaja, pero digo yo, ¿es que no cambiaban las claves?, ¿es que no se daban cuenta?

Nonsei

11-09-2006

El código de la Marina Imperial era manual, no utilizaba máquinas de cifrado. Era un simple código de sustitución de palabras por series de números. Aquí se explica:

http://www.exordio.com/1939-1945/militaris/espionaje/jn-25.html

Las claves no se podían cambiar cada poco tiempo, por el problema que representaba distribuir los nuevos libros de códigos entre todas las unidades, que era algo que llevaba tiempo y trabajo. En este caso, las claves de la Marina Imperial se cambiaban cada seis meses. Cuando se usaban máquinas de cifrado, como la Enigma alemana o la Púrpura japonesa (la utilizada para las comunicaciones diplomáticas) los libros de códigos también se distribuían cada varios meses, pero lo único se necesitaba era una clave que consistía en una serie pequeña de números, como la combinación de una caja fuerte, que era simplemente la posición en la que había que poner los rotores de las máquinas de cifrado. Así que los libros de códigos también servían para varios meses, pero lo único que daban era la clave que se utilizaba en cada día en concreto de ese periodo, porque la clave sí se podía cambiar con frecuencia (normalmente había una clave del día).

Cuando se cambiaba una clave los criptoanalistas enemigos no tenían que comenzar de cero cuando habían conseguido descifrar la anterior, porque podían aprovechar la información obtenida hasta entonces. Por ejemplo, la Luftwaffe era especialmente incompetente, con detalles como que su servicio meteorológico enviaba todas las mañanas a la misma hora el parte meteorológico y siempre con el mismo encabezamiento. Eso ayudaba a los critoanalistas británicos a descifrar la clave del día de la Luftwaffe.

En cuanto a si se daban cuenta, tan importante como conocer las claves del enemigo es ocultarle que las conoces. Nunca se utilizaba toda la información que se obtenía, y no se ponía en riesgo la fuente de información salvo en casos en los que se considerase que valía la pena. En este caso, los estadounidenses lo hicieron en la emboscada que tendieron a Yamamoto. Los japoneses podían haber adivinado facilmente que sus comunicaciones estaban siendo escuchadas, porque un ataque así era difícil de explicar como debido a la casualidad, pero los estadounidenses decidieron que el objetivo era lo suficientemente importante.

Deleted member

12-09-2006

Vuestras aclaraciones son muy buenas amigos, gracias, creo que contribuyen a dar lustre a un tema que creo que no esta tan mal presentado... a pesar de todo estoy de acuerdo contigo Nonsei, la magnitud de los medios empleados y las pérdidas habidas en ella, hacen de la batalla del Mar de Coral algo más que una aproximación.

Nonsei

14-09-2006

Y su importancia estratégica. Supuso el final de la fase de conquistas japonesas. Los daños en los portaaviones dejaron sin cobertura aérea a la flota de invasión que se dirigía a Port Moresby, por lo que el desembarco previsto en el sur de Nueva Guinea nunca se produjo. Desde allí los japoneses habrían tenido una base desde la que continuar su avance hacia el sur, a través de Melanesia, dejando aislada Australia, o incluso intentando su conquista.

Deleted member

14-09-2006

Conquistar Australia... ¿era posible?, hombre, en realidad no tiene un nivel de población muy alto, pero en un territorio así, y con un carácter como el de los australianos, se hubieran dejado la piel en la guerra de guerrillas que hubieran lanzado los amigos koalas... ¿cuantos millones de habitantes serían entonces? 12 millones, o menos no lo se, si se que ahora son unos 20 millones. Creo que lo que más le hubiera interesado a Japón es hacerse con cuatro puntos estratégicos, como la ciudad portuaria de Darwin al norte... pero no creo que nada más... quiero decir, los puertos del sur de Australia, en realidad  ¿que peligro entrañaban?

Hartmann

14-09-2006

quizas era un objetivo puramente psicologico. seria un duro golpe para la commenwealth perder un territorio tan extenso como australia

Deleted member

14-09-2006

Era imposible para los japoneses dominarlo.

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