Tácticas de combate-naval: La Batalla de Midway

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11-02-2010

En el documento PDF (15 paginas) que pueden encontrar en la dirección que se indica al final de este parrafo, expongo el como y porque de las tacticas del combate naval como se experimentarían en los primeros meses de la Segunda Guerra Mundial, siendo la principal caracteristica de aquellas batallas que los comandantes siempre que podían dividirían a sus flotas-de-batalla entre "nucleos" y "vanguardias". Entender aquella doctrina táctica es una de las claves que nos ayudaran a comprender porque el Almirante Isoroku Yamamoto, el arquitecto supremo de la ofensiva, sufrió una aplastante derrota.

http://www.box.net/shared/sr22cgtdpd

Si les ha interesado, el tema arriba expuesto es un resumén del trabajo que realice en el libro "Combate-Naval 5: La Batalla de Midway".

Muchas gracias,

Victor Aguilar-Chang

Nonsei

11-02-2010

Hola, oister. Antes que nada bienvenido al foro.

Un trabajo muy interesante, y sobre todo muy instructivo. Está claro que Yamamoto aún confiaba en que la gran batalla a la que quería atraer a los estadounidenses la decidirían los acorazados. De hecho los japoneses seguían confiando en ellos en 1944, en la batalla del Golfo de Leyte, aunque en este caso obligados por las circustancias, al haber sido aniquiladas sus fuerzas aeronavales. Se puede decir algo parecido de los estadounidenses en 1942, que se vieron obligados a confiar en los portaaviones después de que sus acorazados hubiesen sido destrozados en Pearl Harbor.

Pero me quedo con una duda: ¿la fuerza de portaaviones japonesa era realmente vanguardia de exploración de la fuerza principal o se trataba más de dar apoyo aéreo a la fuerza de desembarco en Midway? Los japoneses no esperaban librar la gran batalla naval todavía. Contaban con el factor sorpresa que les permitiría ocupar el atolón y que atraería a la flota estadounidense y la obligaría a presentar batalla. Si el plan japonés hubiese salido como esperaban, y la batalla hubiese sido después del desembarco y la conquista de la isla ¿los cuatro grandes portaaviones de escuadra habrían sido usados como vanguardia de forma parecida a como lo hicieron? ¿Cuando ya no tuvieran que proteger el desembarco no habrían unido, o al menos aproximado, sus portaaviones a la fuerza principal?

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12-02-2010

Pero me quedo con una duda: ¿la fuerza de portaaviones japonesa era realmente vanguardia de exploración de la fuerza principal o se trataba más de dar apoyo aéreo a la fuerza de desembarco en Midway? Los japoneses no esperaban librar la gran batalla naval todavía. Contaban con el factor sorpresa que les permitiría ocupar el atolón y que atraería a la flota estadounidense y la obligaría a presentar batalla.

Bueno, los 4 portaaviones de Nagumo formaban  la vanguardia para todos los barcos que estaban converguiendo en Midway y tenían que dar apoyo aéreo al desembarco de la fuerza expedicionaria. Ten en cuenta que las aeronaves que hallamos en los barcos de la vanguardia podrían establecer un perímetro de búsqueda hasta 480 kilómetros frente a los barcos de dicha agrupación. Los aviadores serían los ojos de la flota para prevenir que sus barcos fueran sorprendidos por naves enemigas, además darían el golpe inicial contra Midway.

Veamos el itinerario de la operación:

Amanecer del 3 de junio: ataque aéreo contra Dutch Harbor, las Aleutianas (efectuado por los portaaviones de la vanguardia-norte);

Amanecer del 4 de junio: ataque aéreo contra Midway (efectuado por los portaaviones de Nagumo);

Amanecer del 5 de junio: desembarco en las Aleutianas (contra esa operación los japoneses esperaban que reaccionarían los norteamericanos enviando su flota a la lucha);

Medianoche del 6 de junio: invasión de Midway. Tan pronto como fuera ocupado el atolón llegarían los primeros aviones para que ésta fuera una nueva base de operaciones Imperial; los recién llegados establecerían un perímetro de búsqueda hacia el este que como mínimo tendría un radio de 800 kilómetros, mientras que los barcos de Nagumo se mantendrían al oeste, y solo cerrarían la distancia cuando apareciera alguna agrupación de barcos norteamericanos.

Lo que hay que observar es que los aviones de Nagumo ejercerían por tres días consecutivos presión sobre los defensores de Midway, pero también se estarían lanzando constantemente aeronaves de exploración para evitar cualquier sorpresa.

¿Cuando ya no tuvieran que proteger el desembarco no habrían unido, o al menos aproximado, sus portaaviones a la fuerza principal?

No, la fuerza principal (con los acorazados) se mantendría a una distancia de 480kilómetros, y solo se acercaría cuando se recibiera alguna confirmación que se acercaban acorazados norteamericanos o alguna fuerza abrumadora de cruceros-pesados. Lo que pasa es que ya para 1942 se había aceptado que los acorazados podían ser seriamente dañados por un ataque masivo de aviones. Ya existían cuatro ejemplos muy claros de la vulnerabilidad de esos barcos: Tarento (1940), el hundimiento del Bismarck (1941), Pearl Harbor (1941) y el hundimiento del Prince of Wales y el Repulse (1941). Por ello Yamamoto no arriesgaría a sus grandes naves de guerra hasta no confirmar que el enemigo deseara pelear una acción barco-contra-barco.

Saludos

Nonsei

12-02-2010

Dices también que los japoneses esperaban enfrentarse a una fuerza de cuatro a seis portaaviones estadounidenses, lo que me sorprende. Yo pensaba que eran conscientes de su superioridad y por eso trataban de obligar a los estadounidenses a presentar batalla. En la batalla del Mar del Coral creyeron que habían hundido dos portaaviones enemigos. Teniendo en cuenta esto, significa que esos cuatro a seis serían practicamente toda la flota de portaaviones norteamericana. ¿Y los acorazados? ¿Los japoneses esperaban una batalla contra acorazados estadounidenses o sabían que no se los iban a encontrar?

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13-02-2010

Dices también que los japoneses esperaban enfrentarse a una fuerza de cuatro a seis portaaviones estadounidenses, lo que me sorprende. Yo pensaba que eran conscientes de su superioridad y por eso trataban de obligar a los estadounidenses a presentar batalla. En la batalla del Mar del Coral creyeron que habían hundido dos portaaviones enemigos.

En el año 1955 el comandante japonés Mitsuo Fuchida escribió un libro sobre Midway desde el punto de vista japonés. En el indica que los oficiales imperiales estimaban para el 20 de mayo de 1942 que el Hornet y Enterprise ya habrían regresado a Pearl Harbor tras su ataque contra Tokyo. Y que posiblemente un tercer portaaviones de los dos que creían haber hundido en el Mar del Coral podría haber sobrevivido y ahora estaría regresando a Pearl. Además el sistema de inteligencia japonés sugería que los norteamericanos ya podrían haber construído varios portaaviones-ligeros, los cuales podrían estar en los alrededores de Hawai.

Teniendo en cuenta esto, significa que esos cuatro a seis serían practicamente toda la flota de portaaviones norteamericana. ¿Y los acorazados? ¿Los japoneses esperaban una batalla contra acorazados estadounidenses o sabían que no se los iban a encontrar?

Aquel libro nos indica que los japoneses estimaban solo hallar cruceros-pesados en la zona, a pesar de ello Yamamoto decidió agregar los núcleos de acorazados a la operación. Bueno, que te puedo decir, existen dos posibilidades, o Yamamoto temía que en el peor de los escenarios los norteamericanos habrían enviado a todos sus acorazados de San Diego a Pearl, ó, simplemente quería hacer un show de fuerza para amigos y enemigos.

Nonsei

13-02-2010

Al menos en su estimación del número de portaaviones enemigos parece que sí se pusieron en el peor de los escenarios posibles.

Iba a ser la batalla decisiva, o eso pretendían, por eso reunirían para ella todo lo que pudieron. Pero pienso que los japoneses estaban convencidos de su superioridad, si no no habrían dividido sus fuerzas para el ataque simultáneo a las Aleutianas (aunque en comparación las fuerzas enviadas allí eran pequeñas).

josmar

13-02-2010

Mi felicitación por tu trabajo, Oister.  Una recopilación muy detallada....

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15-02-2010

Al menos en su estimación del número de portaaviones enemigos parece que sí se pusieron en el peor de los escenarios posibles. Iba a ser la batalla decisiva, o eso pretendían, por eso reunirían para ella todo lo que pudieron. Pero pienso que los japoneses estaban convencidos de su superioridad, si no no habrían dividido sus fuerzas para el ataque simultáneo a las Aleutianas (aunque en comparación las fuerzas enviadas allí eran pequeñas).

Sí, los japoneses consideraron el peor escenario posible, por ello tenían que seguir su complicado plan de batalla. Al golpear primero las Aleutianas esperaban que los norteamericanos partieran de inmediato hacia el norte, y les dejaran tiempo suficiente para acabar con Midway.

En aquella localidad los comandantes Imperiales esperaban encontrar 50 aviones norteamericanos de todos los tipos, lo que equivale al complemento que generalmente encontraríamos en un portaaviones de tamaño mediano, contra ellos los japoneses lanzarían 261 aeronaves de sus 4 portaaviones-de-flota. Una superioridad de 5 a 1, que en otras palabras se traduce a: la superioridad japonesa equivalía a 4 portaaviones-pesados del Imperio, peleando contra un portaaviones-mediano norteamericano.

Con su superioridad en hombres y equipo esperaban conquistar las islas en muy poco tiempo. Pero eso no es todo, la captura del atolón era fundamental, porque su pista aerea le daría a los japoneses un portaaviones extra (en la localidad se podía reunir a un centenar de aeronaves como lo demostraron los norteamericanos), es más, considera lo siguiente, Midway se convertiría en la vanguardia para los portaaviones de Nagumo. Esa era la belleza de su plan, los japoneses esperarían tras la cortina de aeronaves que ellos habrían llevado hasta Midway y tan pronto como esos aviones encontraran y atacaran a los norteamericanos, la agrupación de portaaviones de aquel vicealmirante maniobraría para terminar con la batalla.

Lo interesante es que fueron los norteamericanos quienes usaron a Midway como un puesto de avanzada y gracias a ello dejaron libres a sus propios portaaviones para maniobrar y destrozar a los portaaviones de Nagumo.

Nonsei

15-02-2010

En realidad las operaciones en las Aleutianas y en Midway fueron casi simultáneas. Los bombardeos japoneses en las Aleutianas comenzaron el 3 de junio, un día antes del comienzo de los ataques aéreos en Midway. El desembarco en Kiska fue el 6 de junio, y el de Attu el 7, cuando ya se había librado la batalla aeronaval en Midway (además el desembarco japonés en el atolón estaba previsto también para el 6 de junio). Es cierto que era en parte una maniobra de distracción para ganar tiempo (porque como dices la ocupación del atolón de Midway antes de la llegada de la flota estadounidense era fundamental en los planes de Yamamoto), pero también era parte del plan de extender el perímetro defensivo japonés que incluía la ocupación de Midway para tener a su alcance las Hawai y la de las Aleutianas para amenazar Alaska y como base avanzada para la defensa de las Kuriles.

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02-09-2010

La Batalla de Midway

Parte I

Estrategia naval del Imperio del Japón

El mando militar japonés conocía perfectamente que su potencia económica era claramente inferior a la de los Estados Unidos, y que por lo tanto, en guerra de desgaste contra ese país serían derrotados. Por tanto, los hechos en los que pudiesen tomar la iniciativa eran vitales para el objetivo final del Imperio del Japón.

El ataque a la base estadounidense de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941 no tenía otro objetivo que acabar con la flota estadounidense estacionada en el Océano Pacífico, y así poder establecer sin molestias un programa de conquistas de territorios para la obtención de recursos vitales, como: el petróleo, caucho y minerales, cuyas reservas estaban agotándose debido al bloqueo estadounidense. El fin último era llevar a los Estados Unidos a la mesa de negociaciones y establecer una paz a la medida de los intereses japoneses.

Los estrategas japoneses tenían enfrente dos dilema inaplazables: 1. Constituían  y expandían su zona de cooperación en Asia, que les permitiera defenderse. 2. Buscaban una victorial aeronaval decisiva que obligara a los aliados a enfrentarse a la mesa de negociaciones. El primer modelo suponía aumentar el impulso de conquista de insulas en el Pacífico, aislando a Australia, lanzando un ataque de diversión en Hawai, negociando una paz por separado con China, intensificando los ataques submarino  al tráfico de mercantes aliados, conquistando y aislando a la India, poseyendo el espacio geoestratégico para enfrentarse con todo su peso a los americanos, negociando una paz por separado con China. Segundo se escogió el ataque a Midwai por las facilidades que presuponía cuando en realidad era un espejismo estratégico dado el programa aeronaval de los americanos.

Con las sucesivas victorias japonesas y la anulación de la presencia naval británica en el Océano Índico con el hundimiento de las naves de guerra HMS Prince of Wales y HMS Repulse el 10 de diciembre de 1941, y posteriormente el hundimiento del HMS Dorsetshire, el HMS Cornwall y el portaaviones HMS Hermes frente a Trincomali, puso fin a la presencia británica en el archipiélago malayo; los estrategas japoneses se enfrentaron a un dilema sobre sus futuras acciones. Las alternativas eran si el Imperio del Japón debía conquistar más territorios insulares y establecer un anillo perimetral, o avanzar agresivamente hacia el Este y presionar a los Estados Unidos a una batalla decisiva.

El ataque a Pearl Harbor tuvo un efecto, desplazando el concepto del acorazado como la unidad más importante de una flota naval, en favor del portaaviones. Súbitamente, los acorazados del Japón, incluidos los increíbles Clase Yamato pasaron casi a la obsolescencia. En efecto, la exitosa operación de bombardeo de Pearl Harbor que acabó con el hundimiento de la flota de acorazados estadounidenses en el Océano Pacífico, tuvo un efecto, ya que fueron los mismos japoneses los que terminaron con la era del acorazado, haciendo que desde entonces, la guerra naval se basaría en la aviación naval. De ahí la importacia de un programa de portaaviones y barcos de escoltas que permitieran defenderse de la guerra marítima de los americanos, después de anular totalmente a los ingleses en el Indico a atacando Madagascar, cortando las comunicaciones de los aliados.

Es materia de discusión el que si los japoneses hubiesen desembarcado y tomado las islas Hawái habrían hundido efectivamente a la flota estadounidense al dejarla sin base en el Océano Pacífico central inmediatamente después del ataque a Pearl Harbor, cuestión que olvida la operatividad de los portaaviones americanos, que pudieron contraatacar al ver el suelo patrio bajo ataque.

Otro de los errores japoneses atribuibles al almirante japonés Chuichi Nagumo en Pearl Harbor, fue no lanzar la tercera oleada para destruir los depósitos de combustible y las maestranzas de los astilleros, además de no ubicar a los portaaviones estadounidenses. Esto hizo que los estadounidenses pusieran nuevamente operativa la base en cuestión de unos pocos meses, error que le costaría tal vez la guerra.

Hawái era para los estadounidenses, un gigantesco portaaviones insumergible que podía recibir cuantos efectivos le fuesen enviados desde el continente, y desde el cual podían iniciar la batalla contra el Imperio del Japón, de ahí la importancia de un ataque preventivo.

Ante la insospechada reacción de los Estados Unidos, aceptando la guerra en el Océano Pacífico, los japoneses comprendieron el fallo cometido al no haber tomado las islas Hawái, y decidieron conquistarlas.

El almirante Isoroku Yamamoto, comprendió que si no tomaba la iniciativa, el efecto de la victoria en Pearl Harbor pronto se diluiría, encargó al contralmirante Matome Ugaki el análisis de la situación, y sugerir las líneas de acción de la Armada Imperial Japonesa.

Una vez terminados los estudios, Ugaki convocó a una junta de estrategas presidida por Yamamoto y expuso sus apreciaciones, según las cuales Japón tenía tres alternativas de ofensiva:

• conquista de territorio australiano,

• conquista de la islas de Hawái,

• ocupación de algunos sectores de la India.

Antes de emprender cualquiera de esos caminos había que neutralizar y tomar para sí a las islas Midway, que podían ser usadas como otro portaaviones estadounidense insumergible. Evitar la toma de estas islas obligaría a la flota estadounidense a un enfrentamiento decisivo, que les daría libertad de acción, también por el tiempo de repuesta de los americanos en Guadalcanal emprenderla sin atacar a Midwai, que resultaría factible, dada la cautela de los americanos.

Para el Imperio del Japón era además vital el acortar la contienda con los Estados Unidos, ya que el superior poderío industrial de este último país, sería decisivo en una guerra de larga duración. Desde el Imperio del Japón se pensaba que si se conquistaban las islas Hawái, la eliminación total de la presencia estadounidense en el área del Océano Pacífico, forzaría a sentarse en la mesa de negociaciones a unos Estados Unidos severamente derrotados, cuestión que resultaba dudosa por el extenso programa aeronaval americano.

Aunque el alto mando japonés consideró invadir las islas Hawái, en un primer momento replicó negativamente al contraalmirante Ugaki, y la operación fue descartada por el tremendo esfuerzo logístico, la falta del factor sorpresa y de supremacía aérea que implicaba (por la lejanía y el alto costo logístico de mantener la invasión).

Australia fue descartada por los mismos juicios y la desaprobación del Ejército Imperial Japonés.

Se favoreció el ataque de Midway, que ofrecía a Yamamoto la posibilidad de ocupar esas islas y atraer a la flota estadounidense operando en el Océano Pacífico, y aniquilarla. Esta fue la directiva a seguir y los estrategas se pusieron a trabajar en desarrollar el plan de operaciones no sin antes ser resistido fuertemente por otros estrategas que consideraban inútil la ocupación de un atolón que creían que la flota de Estados Unidos desecharía.

Midway es un atolón bajo la autoridad estadounidense en medio del Océano Pacífico, compuesto por dos islotes, el Sand (arena) e Isla oriental y al medio, una laguna drenada que permite la entrada de buques, con un área "útil" de 10 km². Usada por la empresa de aviación Panagra como base de aprovisionamiento desde 1925, fue posteriormente militarizada. Está a 1 800 kilómetros de Hawái y a 3.200 del Japón. Por aquel entonces existía un aeródromo militar de uso también civil, pobremente guarnecido y muy poco apetecido como punto de destino por los marinos estadounidenses, quienes de hecho consideraban un castigo el ser destinado allí.

Dos hechos capitales contribuyeron a convencer a los disidentes del plan de invasión a Midway, a retractarse y a acelerar los planes.

El 18 de abril de 1942, una avanzada de portaaviones estadounidenses en una audaz misión, se acercó a las costas del Imperio del Japón. Estaba compuesta por dos portaaviones, los USS Enterprise y USS Hornet. Este último llevaba en cubierta 16 bombarderos medios B-25, al mando del coronel James H. Doolittle. El plan consistía en hacer sentir al Imperio del Japón un poco de la guerra que él mismo había comenzado, bombardeando objetivos militares en suelo nipón. Este hecho se conoce como Incursión Doolittle y sus consecuencias fueron inmediatas para el Imperio del Japón, pues logró más aceptación para el plan del almirante Yamamoto sobre Midway, como precaución, para que no se repitieran más incursiones aéreas estadounidenses.

El segundo hecho fue la Batalla del Mar del Coral, que resultó una victoria táctica para el Imperio del Japón al perder un portaaviones ligero, el Shōhō, contra el enorme portaaviones estadounidense USS Lexington. Tiene históricamente especial relevancia al ser el primer enfrentamiento entre portaaviones sin que las naves llegaran a verse, siendo únicamente los aviones de ambos contendientes los que lo realizaron.

Quienes se habían resistido y alegado en contra del Plan Midway, ahora apuraban los retoques de la operación.

Plan japonés sobre Midway

El plan de conquista de Midway estaba aprobado por el almirante Osami Nagano y el almirante Yamamoto. Era un plan simple, basado en un ataque por sorpresa, que no existía al conocer la clave del código purpura.

Primero se realizaría un bombardeo aéreo de ablandamiento, seguido de un bombardeo naval a las líneas artilladas enemigas, realizado por los cruceros y un posterior desembarco de tropas del ejército japonés. Con los informes que se tenían de la guarnición estadounidense en Midway, se esperaba una rápida y aplastante victoria.

La operación estaría respaldada por el "grueso" de la Armada imperial situada más atrás, en un punto clave que permitiría neutralizar cualquier iniciativa enemiga. El factor sorpresa era esencial, pero los japoneses ignoraban que su código PURPLE de cifrado, ya había sido descubierto y descodificado por los estadounidenses.

Como una forma de distracción sobre el verdadero objetivo del ataque, el Imperio del Japón planificó un ataque de distracción a las posesiones estadounidenses en las islas Aleutianas, en Attu y Kiska para el 30 de mayo de 1942, objetivos que se hallaban en el propio territorio continental estadounidense, pero por su lejanía al teatro principal de combate, tenían escaso valor militar para el Imperio del Japón. Y no cumplió su cometido y dividió a la flota imperial, debilitándola de su objetivo principal.

La fecha de ataque central a Midway se fijó para el 3 de junio de 1942.

Las fuerzas de ataque japonés

Los japoneses dispusieron su plan de ataque distribuyendo sus fuerzas en el siguiente orden:

Para el plan Midway

Primera fuerza de portaaviones: Vicealmirante Chuichi Nagumo.

• Akagi, y Kaga con un total de 42 cazas, 41 bombarderos y 51 aviones torpederos, 134 aparatos en total, más cuatro de observación.

Segunda fuerza de portaaviones: Contraalmirante Tamon Yamaguchi.

• Hiryū y Sōryū, con 42 aviones de cada tipo, 126 aparatos en total, más ocho de observación.

Tres grupos de submarinos de Primera Clase, los mayores de la Armada Imperial Japonesa, con un total de 15 unidades desplegadas en abanico partiendo de los arrecifes de French Frigate Shoals como alerta lejana.

Se situarían cerca del punto en el que los portaaviones comenzarían la batalla con el despegue de sus primeras oleadas de aviones, los acorazados Haruna y Kirishima y los cruceros pesados Tone y Chikuma como fuerza de apoyo.

La fuerza de cortina o protección estaría formado por el crucero ligero Nagara como buque insignia, al mando de Susumo Kimura con un total de 12 destructores.

El grupo de aprovisionamiento se formó con los transportes transformados, Kyotu Maru, Shinkoku Maru, Toho Maru, Nippon Maru y Kokuyo Maru.

Para la ocupación de Midway se asignaron las siguientes fuerzas

• Fuerza de cobertura, con los acorazados Kongō y Hiei, 4 cruceros pesados, Atago, Chōkai, Myōkō y Haguro, el portaaviones ligero Zuihō, 8 destructores y 4 buques de abastecimiento.

• Fuerza de apoyo al desembarco, comandada por el almirante Takeo Kurita, los cruceros pesados: Suzuya, Mikuma, Kumano y Mogami, más dos destructores y un barco de abastecimiento.

Primera flota

• Acorazados Yamato, Nagato, Mutsu, portaaviones ligero Hōshō, el crucero ligero Sendai y 12 destructores. Esta fuerza se situaría en el perímetro más alejado de

Para el ataque de distracción a las Aleutianas

• Tercera fuerza de portaaviones: Ryūjō, Jun'yō, y los cruceros pesados Maya y Takao.

• Fuerza de apoyo: acorazados Ise, Fusō y Yamashiro más dos cruceros ligeros y barcos de abastecimiento.

• Fuerza de desembarco: crucero ligero Abukuma más un transporte transformado, con 1.200 soldados, y cuatro destructores.

El factor sorpresa perdido

Después de los duros golpes propinados por el Imperio del Japón en Pearl Harbor y el Mar del Coral, los servicios de inteligencia estadounidenses trabajaron intensamente y lograron averiguar la próxima acción japonesa.

Una incursión de hidroaviones pesados Kawanishi H8K2 (Emily) en marzo de 1942, sobre Oahu había despertado las sospechas del servicio de inteligencia estadounidense sobre una posible acción sobre Hawái, pero lo que ignoraban los estadounidenses, era que estos gigantescos hidroaviones iban a bombardear los objetivos dejados de lado en el ataque a Pearl Harbor, pero el bajo techo de nubes impidió un ataque efectivo y se perdió la oportunidad.

A fines de abril de 1942, una estratagema ideada por Joe Rochefort, uno de los oficiales operadores de los cifradores, arrojó el próximo lugar de ataque y fecha. Los operadores descubrieron que el nuevo objetivo japonés aparecía como "AF" en las comunicaciones cifradas niponas. Para comprobar si este objetivo era Midway, como sospechaban los estadounidenses, dicho operador radió que Midway tenía problemas con el suministro de agua potable. Esto fue recibido por los japoneses, que descubriéndose, retransmitieron el mensaje codificado de que "AF tenía problemas con el suministro de agua potable". Así, los servicios de inteligencia estadounidenses dedujeron correctamente que Midway era el próximo objetivo, y que el ataque estaba fijado para principios de junio. También se descifró el mensaje que hablaba de las acciones sobre las Aleutianas por parte del Imperio del Japón, y los analistas estadounidenses dedujeron que este ataque era una mera distracción tendida por los japoneses.

Este mensaje le llegó con carácter urgente al almirante Chester Nimitz quien después de un análisis de la situación, tuvo que tomar apresuradas medidas para contrarrestar la acción japonesa, reforzando la guarnición en Midwai.

                                                          Atentamente  

                                                            Kelder Toti

                                                                 

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02-09-2010

Parte II

La Batalla de Midway

Las medidas estadounidenses

Hecho el análisis por el comando estratégico de la Armada de los Estados Unidos, se llegó a la conclusión que la pérdida de Midway era casi como perder a Pearl Harbor, por su importancia como base para bombarderos de largo alcance, no así las Aleutianas cuyos emplazamientos solo tenían fines más bien científicos y relacionados con la pesca, ya que estaba alejada del Teatro de Operaciones, aunque era una ideal plataforma para atacar Alaska.

No quedaba mucho tiempo y sólo disponían de tres portaaviones (el USS Hornet, el USS Enterprise y el malparado USS Yorktown, dañado en la batalla del Mar del Coral, incluso dado por hundido por los japoneses).

El USS Yorktown (CV-5) tenía que ser reparado en el asombroso tiempo de tres días, lo que se logró dado que unos 1 600 obreros de los arsenales de la armada trabajaron día y noche para dejar operativo al portaaviones. El USS Saratoga (CV-3) estaba en reparaciones debido a un torpedeamiento, y el USS Lexington (CV-2) se había perdido en el Mar del Coral.

La consigna del almirante Chester Nimitz era simple: había que "interceptar e infligir al enemigo el máximo daño posible con una vigorosa táctica de castigo", lo que significaba emboscar a la flota japonesa. Las esperanzas de una victoria eran muy dudosas, sólo se contaba con que el enemigo no se enterara del envío de estas unidades al escenario de Midway.

Rápidamente se intensificaron los preparativos. Primeramente el almirante Nimitz viajó a Midway supervisó la defensa, donde la base estaba a cargo del coronel Harold Shannon, y comprobó el estado de la defensa de la isla, tras lo cual hizo enviar refuerzos a Midway tanto de aviones como de soldados. Seguidamente dio instrucciones de poner operativo con la mayor urgencia al USS Yorktown , y poner en alerta al USS Enterprise y al USS Hornet para el combate.

Colocó al mando de la flota de portaaviones al comandante Raymond Spruance, denominada Fuerza Operativa Nº 16, zarpando el USS Hornet y el USS Enterprise rumbo a Midway, y 48 horas después lo hizo el reacondicionado USS Yorktown. Acompañaba a la Fuerza Operativa Nº 16, la Fuerza Operativa Nº 17, compuesta por 8 cruceros y 15 destructores al mando del almirante Frank Jack Fletcher. Además se destinaron a Midway patrullas de submarinos, compuestas de 20 unidades, que construyeron una malla de submarinos que protegería la isla. Ese mismo día, el 27 de mayo de 1942, salía la fuerza operativa japonesa hacia sus destinos.

Indudablemente la  fuerza que enviaba el almirante Nimitz era relativamente pequeña, en comparación con la gigantesca fuerza operativa japonesa que lo superaba en número de aparatos aéreos, cañones y calidad de buques.

El almirante Nimitz se jugó todas las cartas en este ataque, ya que de fracasar, dejaría a Hawái y toda la costa oeste de Estados Unidos, a merced de los cañones del almirante Yamamoto.

El almirante Nimitz expresó: "Lo único que se interpone entre la costa de Estados Unidos y la flota japonesa son sólo estos tres portaaviones". Cuando la fuerza estadounidense cruzó durante la noche del 31 de mayo los arrecifes de Fragata Shoals, los submarinos del almirante Yamamoto no los detectaron, pues llegaron a su posición un día después. La suerte acompañó desde el principio al almirante Nimitz, y la estrella del almirante Yamamoto empezaba su lenta declinación. De haber dado la alerta estos submarinos, la historia habría seguido un curso muy diferente, posiblemente hubieran atacado a la flota americana, fue un terrible error no comenzar la observación de los submarinos una semana antes del ataque.

Las fuerzas operativas toman rumbo a su destino

Después de la salida de la fuerza operativa a Midway el 27 de mayo, la fuerza destinada a las Aleutianas zarpó el 28 desde Ominato, mientras que las fuerzas previstas para la ocupación de Midway zarparon desde Saipán y Guam el día 30 de mayo. La fuerza estadounidense navegaba desde el 27 de mayo hacia un punto denominado "Point Luck", que estaba a 200 millas náuticas hacia el noroeste de Midway. El almirante Nimitz había fijado dicho punto, para poder estar en una posición de arranque-ataque.

Para el 1 de junio, la fuerza de portaaviones japonesa navegaba hacia el noroeste en medio de una mar gruesa, dificultando la vigilancia aérea de los americanos, con mucha lluvia y niebla muy densa. En un punto situado a unas 1 000 millas náuticas, torcerían rumbo a Midway, hacia el suroeste, y alcanzado ese punto se iniciaría el ataque. El punto se alcanzó a la medianoche del 2 de junio.

En Midway, el 3 de junio, se prepararon una serie de reconocimientos aéreos en abanico, realizados por los PBY Catalina, dispuestos en un radio de 700 millas náuticas, cubriendo todo el sector oriental de Midway. Para ello se utilizaron 23 PBY, que cubrieron igual número de sectores de una extensión de 700 x 50 millas náuticas, abarcando la zona de búsqueda a 1 150 millas náuticas perimetrales, con lo que toda nave venida del noreste debía ser detectada.

La fuerza operativa estadounidense llegó el 3 de junio por la tarde, a un punto situado a 300 millas náuticas de Midway, desconociéndose la ubicación de la fuerza operativa japonesa, ya que las comunicaciones por radio entre sus componentes habían sido suprimidas completamente, para evitar su ubicación.

El 3 de junio de 1942, a las 14 horas, la fuerza del almirante Nagumo alcanzó la distancia de 250 millas náuticas de la isla, con lo que la posición de ataque se alcanzaría en un punto situado a 150 millas náuticas.

La primera fase de la batalla.

Cuando la fuerza operativa ya estaba por alcanzar el punto de ataque,el almirante Nagumo cautamente ordenó enviar una serie de aviones de exploración, despegando desde los portaaviones y los cruceros de apoyo, en búsqueda de los portaaviones enemigos. De este modo despegaron 6 aviones desde el Akagi, y de los cruceros pesados Tone y Chikuma, respectivamente, en un amplio semicírculo hacia el noroeste.

Los aviones de exploración del Akagi tenían por misión volar hacia el sur, en un radio de 300 x 60 millas náuticas y regresar; los del Chikuma y del Tone tenían la misma misión, pero a la izquierda del rumbo de regreso del Akagi. Los aviones del Tone no pudieron salir a la hora convenida, sufriendo un retraso, y un avión del Chikuma regresó por avería de la radio a la mitad de su trayecto. Esta avería fue fatal para el almirante Nagumo, pues la trayectoria del avión de exploración del Chikuma interceptaba a la fuerza operativa estadounidense. Este fue el primer error del almirante Nagumo, no reponer rápidamente otro avión de exploración, en la misma dirección.

Sin embargo, no serían los japoneses los primeros en avistar al enemigo ya que un PBY Catalina pilotado por Jewell Reid, completaba su radio de búsqueda, y a eso de las 6.00 del 3 de junio, comunicó el avistamiento de 11 buques sospechosos a 700 millas máuticas al noreste de Midway. El piloto Reid creyó que esta era la fuerza de ataque principal, y radió el mensaje a la base, pero lo que Reid había avistado no era el grueso japonés, sino la fuerza de desembarco.

El almirante Nimitz dedujo que esta fuerza avistada no era la línea principal de ataque, y justamente en ese momento recibió el aviso de ataque en las base estadounidenses, en las Aleutianas, y dedujo correctamente que era un ataque de distracción.

La fuerza estadounidense permanecía en el punto L, a 300 millas náuticas de Midway, y el almirante Nimitz presionaba a los PBY exploradores, para que detectasen la ubicación de la fuerza de portaaviones enemiga que aún no había sido localizada. La aproximación de la fuerza de portaaviones del almirante Nagumo consumió casi todo el día 3 de junio en acercarse al punto de ataque, debido a la mar gruesa y a la espesa niebla, Nagumo cometió el error de no ocultarse en los bancos de niebla, que le hubiera permitido burlar la vigilancia de los Catalinas, u ocultar sus intenciones.

A las 03:00 horas del 4 de junio, los portaaviones japoneses alcanzaron el punto de lanzamiento, a unas 150 millas náuticas de Midway. Los aviones fueron elevados a cubierta y preparados para el ataque, desarrollándose en los cuatro portaaviones una febril actividad preparatoria, al colocarle bombas a los bombarderos que atacarían el aeropuerto de Midwai.

En el Akagi, el almirante Chuichi Nagumo arengó personalmente a sus aviadores: -" El enemigo tiene decaído su ánimo combativo, pero probablemente atacará durante la invasión"- Los aviadores levantaron sus brazos en todos los rincones del portaaviones, gritando alternadamente: -"Banzai, Banzai, Banzai"-, el grito de guerra japonés.

Se dio la señal de encender motores y los marinos de cubierta soltaron las trabas de los cazas Mitsubishi A6M Zero, de los torpederos Nakajima B5N "kate" (utilizados para esta ocasión como bombarderos de media altitud), y de los bombarderos en picado Aichi D3A "Val", fue un error no dejar una fuerte protección de caza a los portaaviones.

A las 04:30 se izaron las banderas y se encendió una linterna verde en el puente de mando. Los aviones despegaron uno a uno desde los cuatro portaaviones haciendo una espiral mientras se completaban las formaciones, en total eran 108 aparatos. Al mando de la formación aérea del Hiryū y Sōryū iba el teniente Joichi Tomonaga, la formación del Akagi y del Kaga estaba al mando de Sheichi Ogawa. A las 04:45 terminada la formación, la fuerza aeronaval se dirigió hacia Midway.

Lo que más inquietaba al almirante Nagumo era la incertidumbre sobre si se había logrado la sorpresa, y si había o no portaaviones enemigos cerca, y no lanzó nuevas misiones de reconocimiento aéreo. Precavidamente sólo envió la mitad de su fuerza aérea, pero ordenó subir a cubierta los restantes aviones y prepararlos para el ataque con bombas, en previsión de una segunda oleada. Hasta ese minuto las decisiones tomadas por el almirante Nagumo eran poco atinadas; el no reponer el avión de exploración había sido su única omisión.

En ese mismo instante despegaban de Midway unos 16 bombarderos estadounidenses B-17 con la misión de ubicar y bombardear en altura, a los buques identificados por Reid (La fuerza de desembarco).

Hacia las 05:30, un PBY radió a la fuerza operativa estadounidense, que había localizado a un portaaviones enemigo en demora 320° a 150 millas náuticas de Midway. Otro PBY detectó la formación de aviones enemigos en rumbo, radiando un mensaje de alerta a Midway.

En Midway, todos los aviones capaces de volar, ya estaban en el aire a eso de las 06:00 del 4 de junio, y formaciones de aviones Grumman TBF Avenger se dirigieron hacia la posición radiada por el último PBY. El resto de los aviones tales como 5 aviones Curtiss P-40 y 37 Brewster F2A Buffalo, menos aptos para el ataque, que hicieron de paraguas, volando sobre la isla. Hacia las 06:03, el almirante Nimitz recibía la información del PBY que avistó al Akagi y traspasó esta información al almirante Fletcher. Rápidamente se izaron los aviones a las cubiertas de los portaaviones estadounidenses.

A las 06:30 llegaron las primeras oleadas de aviones japoneses a Midway, y empezaron su ataque, a los que se opusieron los inexpertos aviadores estadounidenses, volando los anticuados Buffalos. Fue un desastre ya que 15 Buffalos fueron fácilmente derribados, 12 volvieron a la isla, y de ellos, 7 no volverían a volar nunca más.

                                               Atentamente

                                             Por Kelder Toti

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02-09-2010

La Batalla de Midway

Parte III

La decisión fatal

Los aviones japoneses bombardearon inmediatamente los depósitos de combustible de aviación y el resto de las instalaciones del aeropuerto. La artillería antiaérea (AA) estableció una barrera efectiva, derribando 10 aparatos. Esta respuesta no se la esperaban los japoneses y produjo  confusión, haciendo errático el ataque. La decidida resistencia estadounidense frenó el ataque japonés.

Al ver los magros resultados del ataque, el teniente Tomonaga radió al almirante Nagumo, indicando la necesidad de efectuar un segundo ataque. En ese momento 51 aviones estadounidenses ya se dirigían hacia los portaaviones japoneses. Eran las 07:05. A la misma hora, los portaaviones estadounidenses lanzaron al aire sucesivas oleadas de aviones hacia los portaaviones japoneses, guiados por el PBY de observación.

En los portaaviones japoneses, unos 108 aviones se estaban cargando con torpedos, para el caso de detectarse la presencia de los portaaviones enemigos.

Cuando aparecieron en el horizonte los primeros aviones estadounidenses provenientes de Midway, todos ellos preparados únicamente con torpedos, los portaaviones japoneses cubrieron sus flancos con una infernal e impenetrable cortina de fuego, y además los Zeros de escolta se lanzaron sobre los Avenger, y algunos subieron a enfrentarse con los B-17, fue un error no lanzar la segunda oleada en contra del aerodromo de Midwai, su inutilización despejaría las dudas sobre la presencia de los portaaviones americanos, y reduciría los objetivos del ataque.

Los Zero derribaron 8 TBF Avenger y 2 B-17, uno se estrelló en el mar y el único superviviente, en estado de shock, fue Bert Earnest, que logró llegar con su Avenger a la isla, guiándose por la humareda del incendio de los depósitos de combustible, con su artillero muerto y el avión muy dañado por los disparos.

A las 07:10 llegó un segundo grupo compuesto por 4 aviones Martin B-26 Marauder, dos se atrevieron con la barrera antiaérea del Akagi y fueron derribados, los otros dos rozaron los flancos de la muralla de fuego y se retiraron con al menos 500 impactos cada uno. Hasta ese momento habían muerto 14 aviadores estadounidenses.

A las 07:15, el almirante Nagumo tomó una desatinada decisión, que resultaría fatal para el Imperio del Japón, ya que los hidroaviones que volaban en amplio abanico para encontrar a los portaaviones enemigos, no le enviaban noticia de haberlos avistado, por lo que consideró que estaban muy alejados y, por lo tanto, su flota estaba fuera del alcance de los aviones estadounidenses.

Ante ello, ordenó que los torpedos de los aviones que se encontraban preparados para enfrentarse a los portaaviones enemigos, fuesen desmontados y reemplazados con bombas, para realizar un segundo bombardeo de la isla Midway. Esta orden sembró la confusión y la incredulidad en los mandos de los portaaviones, y la reprobación del comandante Tamon Yamaguchi a cargo del Hiryū y Sōryū. El comandante Yamaguchi intentó comunicarse con el almirante Nagumo, pero éste le ignoró. El comandante Yamaguchi tomó la iniciativa de esperar, y no se ejecutó dicha orden, ni en el Sōryū y tampoco en el Hiryū.

Las cubiertas de los portaaviones japoneses estaban llenas de aviones listos para despegar, unos cargados aún con torpedos, otros ya con bombas, y tanto torpedos desmontados como bombas por montar, se apilaban entre ellos.

A las 07:28 Nagumo recibió el informe del hidroavión del Tone que una vez reparado, había sido lanzado una hora más tarde, y que decía: -" teki, teki, teki" (enemigo en japonés)... concentración de navíos enemigos, al menos 10 unidades enemigas"-

El almirante Nagumo al saber esta noticia, ordenó nuevamente que los aviones que ya habían sido provistos de bombas, las volviesen a desmontar y cargar nuevamente torpedos. Lo mismo estaba sucediendo en el Kaga.

El comandante Tamon Yamaguchi desde el Hiryū gritó por el señalero, que deseaba hacer despegar sus aviones torpederos ya listos al igual que en el Sōryū, gracias a su sabia intuición.

A las 07:55 otra oleada de aviones estadounidenses se acercó a los portaaviones japoneses desde Midway. Eran 16 Douglas SBD Dauntless que intentaron bombardear en picado, pero solo 8 salieron de la barrera antiaérea, los restantes fueron derribados.

Poco después atacaron unos 15 B-17 comandados por el teniente coronel Sweeney, que lanzaron sus bombas, cayendo muy cerca de las bandas del Akagi, sin lograr impacto alguno. El almirante Nagumo anotó en la bitácora: -" no tocado"

A las 08:09 un nuevo mensaje del hidroavión del Tone indicó que la fuerza detectada eran sólo cruceros, ningún portaaviones. El almirante Nagumo se relajó, creyendo ahora que se trataba sólo de una flotilla, no de una flota. Como ya regresaban los aviones que habían realizado la primera oleada de bombardeo de la isla, ordenó despejar las cubiertas para recibir a estos aviones.

A las 08:10 aparecieron 11 aviones estadounidenses SB2U Vindicator y se enfrentaron a la barrera antiaérea, sin lograr ningún impacto, 5 fueron derribados, los otros 6 volvieron a Midway muy dañados.

Los aviones del teniente Tomonaga tomaron cubierta y fueron rápidamente cargados con torpedos. A las 08:20 aparecieron los aviones de la primera incursión a Midway. El comandante Yamaguchi desde el Hiryū, sugirió insistentemente al almirante Nagumo, atacar la fuerza detectada. El comandante tenía listos sus aviones con torpedos, no había perdido el tiempo en cambios.

El almirante Nagumo dudó de sus elementos de criterio y consultó al capitán Minoru Genda, piloto y gestor intelectual del ataque a Pearl Harbor, que estaba enfermo en su litera en el Akagi. El capitán Genda sugirió recuperar los aviones de la primera oleada y atacar con todas sus fuerzas nuevamente la isla. El almirante Nagumo aceptó, y este error táctico le costaría la guerra al Imperio del Japón.

Eran las 08:25, el balance estaba claramente a favor de los japoneses, ningún barco tocado, ningún avión de escolta derribado, los artilleros japoneses bebían sake en sus puestos, gritando consignas victoriosas a su emperador. El plan prosiguió, el almirante Nagumo tenía otra vez confianza en la victoria, en el puente de su portaaviones insignia, mientras continuaba la sustitución de torpedos por bombas en la cubierta de sus portaaviones.

La segunda fase de la batalla

Hacia las 08:30, los informes de los aviones exploradores que había enviado el almirante Nagumo, confirmaban definitivamente la inexistencia de portaaviones enemigos en el área que habían sobrevolado. Con lo que se acordó definitivamente lanzar la segunda oleada sobre Midway.

A las 08:35, un mensaje del hidroavión del Tone, indicó que había detectado un portaaviones cerca de la flotilla que poco antes había avistado. El almirante Nagumo presumió ahora lo peor y quedó absorto en el puente del Akagi. El resto de los oficiales guardaba un respetuoso silencio.

El almirante creia que podría tratarse del USS Enterprise o del USS Hornet, para él, el USS Yorktown estaba en el fondo del Mar de Coral. Sin embargo, era el USS Yorktown el avistado y era el más cercano. Justamente en ese momento, el USS Yorktown también lanzó sus aviones al encuentro del enemigo, mientras que los del USS Enterprise y del USS Hornet ya estaban cerca de la flota japonesa. Para estos aviones era imprescindible encontrar lo más pronto posible a la fuerza de ataque japonesa, que sabían que estaba al borde de su radio de acción, y por lo tanto, tenían que calcular sus reservas de combustible.

A las 09:00, el almirante Nagumo enjuició la situación. Sabía que la aviación enemiga con base en tierra estaba liquidada, la defensa antiaérea japonesa había funcionado eficazmente, sin bajas, y sólo se había avistado un solitario portaaviones y una flotilla de 10 naves menores. Haciendo caso al consejo del capitán Genda, subió todos los aviones a la cubierta y ordenó cargarlos con torpedos.

Hacia las 09:18 ordenó a la fuerza de portaaviones y escoltas tomar rumbo hacia el norte, a la máxima velocidad de 30  nudos, en busca de la fuerza enemiga. Se tardó más de 20 minutos en tener a toda la fuerza operativa naval navegando a toda velocidad, para lograr abandonar la zona inicial de lanzamiento. Este cambio de posiciones dificultó la búsqueda por parte de los estadounidenses. A las 09:20, los aviones estaban listos para el despegue y se preparó la cubierta para la maniobra.

En ese momento, unos 15 aviones fueron avistados en el horizonte, volando a baja altura. Frenéticamente, las cubiertas fueron despejadas de aviones y se hizo despegar a los aviones de escolta, mientras se preparaba la defensa antiaérea para repeler el ataque. Aún no se abandonaba completamente la zona de lanzamiento inicial. Era la primera oleada de aviones estadounidenses con base en portaaviones.

Los aviones atacantes eran 14 torpederos Douglas TBD Devastator del USS Hornet, al mando de John Waldron. Atacaron directamente al Akagi y al Kaga. Volando casi a ras del agua, comenzaron a lanzar sus torpedos, mientras que unos 50 cazas Zero atravesaban su propia artillería antiaérea, para atacar a los Grumman TBF Avenger.

La efectiva barrera antiaérea fue derribando uno a uno a los atacantes, Waldron estuvo entre las primeras víctimas. Justo cuando alcanzó a soltar un torpedo, fue abatido junto con sus cazas pareja; otros fueron derribados por los Zero.

El alférez George Gay seguía a Waldron, su objetivo era el Kaga. Lanzó su torpedo a 800 m, y cuando ascendía a máxima velocidad fue acribillado por el fuego antiaéreo, perdiendo altura. Pasó sobre el puente del portaaviones japonés, y fue a caer a popa del gran portaaviones. El Akagi le seguía atrás. El avión cayó entero y suavemente al mar. El piloto salió de la cabina y trató de salvar a su artillero, pero no pudo sacarlo de la carlinga de la ametralladora, antes de que se hundiera el aparato en el mar. Gay fue el único superviviente de la escuadrilla de Waldron, y arrastrado por la estela del Akagi fue un espectador de primera línea.

Otra formación de 14 aviones torpederos estadounidenses, atacó por el otro flanco de la formación japonesa. Estaban comandados por Eugene E. Lindsey del USS Enterprise, que seguía la misma estrategia de Waldron. Los Zero nuevamente se abalanzaron sobre ellos antes de que alcanzasen la distancia de lanzamiento de torpedos. Fueron derribados 10 aviones, de los 14 iniciales.

Una tercera formación de 13 aviones, dirigida por Lance E. Massey provenientes del USS Yorktown, inició el ataque. Se metieron de lleno en la barrera antiaérea junto con los Zero defensores. Sólo quedó un avión estadounidense. Hasta ese momento el balance estaba inclinado del lado japonés.

A las 10:20 de ese 4 de junio de 1942, el balance era de 80 aviadores estadounidenses muertos en acción; sin duda, contra la más efectiva barrera antiaérea naval.

El almirante Nagumo estaba satisfecho, ya que no había sufrido daños, pero la cantidad de aviones atacantes le indicó que había más de un portaaviones enemigo cerca. El comandante Yamaguchi le grita e implora prácticamente, por el señalero de luz, que desea hacer despegar ya sus aviones, el almirante Nagumo está confundido, y da la orden de subir sus aviones a cubierta. Quiere una salida simultánea de todas las aeronaves, exasperando a un ansioso contraalmirante Yamaguchi del Hiryu.

                                                             Atentamente

                                                           Por Kelder Toti

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02-09-2010

La Batalla de Midway

Parte IV

La respuesta estadounidense y el desastre para Japón

El factor que hizo decidir la batalla vino desde el sur de la formación japonesa, navegando a toda velocidad en dirección norte. Una escuadrilla de 35 bombarderos en picado del USS Hornet llegó al punto inicial donde estaban los japoneses al momento de atacar Midway y no encontraron nada, la mitad aterrizó sin combustible en Midway y otros 21 lograron alcanzar al portaaviones nuevamente, los cazas se perdieron por falta de combustible, pues operaban en el máximo radio de acción.

Un grupo de bombarderos del USS Enterprise llegó igualmente que los del USS Hornet al mismo lugar inicial, no se había informado la última posición de los japoneses aún. Ésta escuadrilla de 14 aviones conducidas por Clarence McClusky, al no encontrar al enemigo, sospechó que se habían cambiado de lugar. Intuitivamente en vez de dirigirse a Midway ordenó tomar rumbo NNE y volar unas 50 millas como máximo, antes de volver, pues su combustible estaba en el límite razonable.

15 minutos después del cambio de rumbo, súbitamente, una estela de un destructor fue percibida, y McClusky decidió seguir en su dirección a gran altura, sin ser visto.

Repentinamente a eso de las 10:25 ve en un claro dejado por unas nubes, la inconfundible forma de tres portaaviones, y ordena atacar por parejas a los Dauntless, repartiéndose entre los tres portaaviones. El primero fue el Akagi, y más adelante el Kaga y el Soryu. El Hiryu estaba mucho más adelantado y está cubierto por las nubes. No es tomado como blanco. Al empezar los Dauntless a picar en 70°, se percatan de que están despegando aviones desde las cubiertas de los portaaviones. Es el momento más vulnerable para un navío de estas características.

Los Zero que hacen sombrilla defensiva, están alejados y cerca de la superficie del mar, y no pueden remontar. En el Kaga, sólo se esperaba que el avión de exploración regresara y terminara su toma de cubierta, antes lanzar sus aviones. A eso de las 10:20 un serviola del Akagi gritó el alerta en el momento en que despegaba el primer Zero. La sorpresa fue total, pues los japoneses en su afán de defenderse de los torpederos, olvidaron dejar cobertura a más altura.

McClusky picó con cuatro aviones sobre el Kaga, junto a otros cuatro de Richard Best, quien picó sobre el 'Akagi. Otros, conducidos por Maxwell S. Leslie se lanzaron sobre el Soryu, que viraba para lanzar sus aviones a favor del viento. En un minuto eterno, los aviones se acercaron a sus blancos a toda velocidad, Richard Best lanzó su bomba de 500 libras sobre el gran círculo rojo de la cubierta del Akagi. Algunas ametralladoras antiaéreas respondieron.

Al salir del picado, una gran explosión estremeció al portaaviones insignia, sobre su cubierta llena de aviones. Otra bomba cayó en el ascensor central y lo hizo saltar de su lugar. El caos fue total. Aviones que se quemaban y estallaban, pilotos y personal de cubierta en llamas, corrían y se arrojaban por la borda; explosiones de bombas y de camiones cisternas con combustible.

En cuestión de segundos, lo que era una activa cubierta de portaaviones se convirtió en una plancha caliente y humeante, cubierta de cadáveres carbonizados, restos de aparatos, una tripulación agónica que clamaba a gritos, en llamas, y los grupos anti-incendios colapsados.

El capitán Mitsuo Fuchida, el conductor del ataque a Pearl Harbor, quedó gravemente herido, al incendiarse y explotar su avión. Los equipos para emergencias intentaron combatir las llamas, pero las explosiones de los aviones y municiones los iban exterminando.

El Kaga recibió cuatro bombas, una casi en la orilla de la cubierta, del lado de estribor a popa, sobre un puesto artillero cuya explosión arrancó de cuajo todo el emplazamiento, plataformas y sirvientes y los lanzó hacia el mar. La otra estalló al lado del puente-isla y mató a todos los que estaban ahí, incluido el comandante Yisaku Okada. Las otros dos cayeron a proa y reventaron el hangar.

El Soryu, el último blanco, fue alcanzado por tres bombas, que iniciaron virulentos incendios y explosiones ininterrumpidas sobre el sentenciado portaaviones, que comenzó a escorar lentamente. El comandante Ryusaku Yanagimoto se encerró en el puente y se dispuso a morir con su nave.

El Hiryu, el portaaviones de Tamon Yamaguchi, fue el único portaaviones que resultó indemne, por encontrarse mucho más retirado al noreste de la posición de los siniestrados, y cubierto por un banco de nubes. Fue el testigo incrédulo del desastre que se cernía sobre la fuerza operativa.

La fase final: el golpe de gracia

Cuando el almirante Yamamoto a bordo del superacorazado Yamato, recibió la increíble noticia del hundimiento de tres naves capitanas, quedó petrificado, pues eran la base ofensiva del Imperio del Japón. Sabiendo el almirante Yamamoto, que Chuichi Nagumo había sobrevivido al ataque, y que intentaba remolcara los portaaviones aún a flote, le nombró comandante de los tres portaaviones destruidos, como una forma de hacer sentir su desprecio hacia él y le relevó de la batalla.

Tamon Yamaguchi, sin duda un marino con mayor audacia, capacidad e inteligencia que Nagumo, que había intentado infructuosamente hacerlo cambiar de parecer y discrepaba de su estrategia, resueltamente tomó las riendas de la situación, salió de la zona del desastre a la máxima velocidad posible y envió sus aviones de exploración para ubicar, lanzar sus aviones ya listos, y destruir los portaaviones enemigos. Su idea era arrebatarles el triunfo a los estadounidenses y apropiárselo. Comunicó sus intenciones al almirante Yamamoto y luego entabló silencio radial.

A las 10:30, el avión de reconocimiento del Hiryu ubicó a un portaaviones escoltado por algunos destructores, en dirección sureste, y radió inmediatamente la noticia. Yamaguchi hizo despegar inmediatamente 12 Zero, 12 Val y 18 Kate desde la cubierta del Hiryu, al mando de Michio Kobayashi.

La formación ascendió a 5 500 m y se dirigió hacia la última posición radiada, que iba permanentemente siendo renovada por el solitario avión de exploración. Cuando estaban a 80 km, el radar del USS Yorktown detectó la formación, se dejaron todas las maniobras, se despejaron las cubiertas y se aprestó la nave para la batalla.

Una flotilla de cazas estadounidenses Grumman F4F Wildcat les salieron al paso a los japoneses y se enfrascaron en un combate en que derribaron dos Zero, otro grupo de Wildcat derribó 10 aviones, mientras se establecía una fuerte barrera antiaérea, que derribó dos aviones atacantes más. Al final solo quedaban cinco aviones japoneses, incluido el de Kobayashi.

Al acercarse al punto de lanzamiento, Kobayashi tuvo un fallo eléctrico que le impidió el bombardeo, y tuvo que remontar, los otros cuatro aviones le siguieron, y uno de ellos fue alcanzado por la artillería antiaérea del USS Yorktown.

Sin embargo, otros alcanzaron a lanzar sus bombas. Una cayó cerca del sector de popa de la isla del USS Yorktown, matando a todos los efectivos de un emplazamiento artillero. Otra penetró por la chimenea, y destruyó 15 de las 16 calderas. La velocidad del USS Yorktown bajó desde los 30 a los 4 nudos. La última bomba cayó cerca de la proa y abrió un boquete en la cubierta, pero los incendios fueron rápidamente controlados.

Mientras este ataque se realizaba, llegó el avión de exploración del Soryu que se había cruzado con los otros dos portaaviones estadounidenses, y que debido a un fallo de radio, no pudo transmitir. El piloto informó rápidamente a Yamaguchi, que ya recibía noticias de que el USS Yorktown se estaba hundiendo.

Ahora Yamuguchi sabía que no existía solo uno, sino tres portaaviones enemigos, y que uno se estaba hundiendo por el ataque de Kobayashi.

Se preparó rápidamente una segunda oleada, al mando del teniente Joichi Tomonaga, eran 10 torpederos y 6 cazas. La orden era destruir los portaaviones no averiados. La escuadrilla despegó a las 12:45 en dirección al enemigo. En ese momento regresaron 5 aviones supervivientes de la primera oleada. Kobayashi informó que el portaaviones USS Yorktown había sido seriamente tocado, y que se hundía lentamente.

Este cambio de rumbo hizo que el USS Yorktown se encontrara con el grupo de Tomonaga que volaba en dirección a los USS Hornet y USS Enterprise. Tomonaga creyó que se trataba de otro portaaviones y procedió a atacarlo. Desde el USS Yorktown despegaron cazas, que se trabaron en un furioso duelo. Tomonaga fue tocado por el fuego antiaéreo, y ante la imposibilidad de gobernar su aparato, lo estrelló sobre el costado del portaaviones, el resto de sus aviones logró impactar dos torpedos y el asediado portaaviones se detuvo.

Hashimoto, lugarteniente de Tomonaga radió :-" dos impactos de torpedo en un portaaviones tipo Yorktown"- Regresó al Hiryu solo con 5 torpederos y tres cazas, la mitad de su fuerza original.

En ese mismo instante, a las 14:40, un avión de exploración del USS Yorktown ubicó al Hiryu y radió el mensaje a Spruance.

El ataque no se hizo esperar, a las 17:00, un grupo de aviones del USS Enterprise atacaron justo cuando el Hiryu se colocaba para lanzar sus aviones. Rápidamente los Zero de cobertura se lanzaron a la defensa y derribaron a 3 Dauntless. El Hiryu a máxima velocidad intentó evadir el ataque, tomando personalmente el timón, su comandante, el capitán Takeo Kaka.

Al principio el Hiryu pareció esquivar hábilmente los torpedos lanzados contra él, gobernado con audaces golpes de timón, pero le alcanzaron 4 bombas de picado. Una estalló en el puente y las otras, entre los aviones que estaban despegando, el infierno se desató en el Hiryu, que tuvo que detenerse.

Una de las bombas penetró bajo el ascensor de proa, y lo hizo saltar por los aires, dejando un inmenso boquete, que expuso toda la estructura interna. La tapa de ascensor doblada cayó encima del destrozado puente.

En ese momento aparecieron los acorazados Haruna y Kirishima para apoyar al vencido, pero ya no había nada que hacer, el Hiryu se hundía. Desapareció a eso de las 8:00 del 5 de junio, con Tamon Yamaguchi y Takeo Kaka amarrados en la sala del timón. Más tarde se rescatarían 35 hombres, todos de la sala de máquinas del Hiryu.

El USS Yorktown también se estaba hundiendo. A las 15.00 del 4 de junio, se dió la orden de abandono del buque, pues su escora era casi de 20°, pero esta se fue aminorando, y el buque se adrizó solo, haciendo que los estadounidenses pensaran en remolcarlo.

Sin embargo, el I-168 capitaneado por Yahachi Tanabe, previamente advertido por un avión de exploración del Mikuma, apareció en la escena mientras un remolcador tomaba al agónico USS Yorktown, el cual estaba arbolado al destructor USS Hammann que le proporcionaba energía eléctrica. A mediodía del 5 de junio, Tanabe le lanzó 4 torpedos.

Uno de los torpedos dio medio a medio en el USS Hammann y la explosión sencillamente lo partió en dos, los estadounidenses sobrevivientes que quedaron en el agua, fueron muertos por las cargas de profundidad que habían estado preparadas sobre cubierta, de este modo el USS Hammann perdió 80 hombres, un tercio de su tripulación.

El USS Yorktown aun permaneció unas 24 horas más a flote con dos impactos a babor, pero estaba sentenciado y finalmente se hundió.

La decisión de Yamamoto

Yamamoto también quiso revertir los resultados una vez que tuvo clara la situación que tenía en enfrente, cuatro portaaviones destruidos, la isla sin ser tomada y al menos dos portaaviones enemigos operativos en las cercanías.

Ordenó a la totalidad de la fuerza principal el avanzar en zig zag a la máxima velocidad hacia Midway con el objetivo de destruir con fuego artillero la isla y sus instalaciones y además emboscar a las fuerzas norteamericanas.

Ordenó además hacer concurrir a las fuerzas empeñadas en el desembarco de las Aleutianas.

-" Todas la fuerzas deberán atacar al enemigo en el área de Midway"-

Yamamoto intentó buscar una batalla decisiva al acercar sus acorazados y cruceros a Midway, sin embargo, el almirante Spruance prudentemente hizo retirar su fuerza más hacia el NNE para evitar caer en una emboscada artillera nocturna, que era la especialidad japonesa. Los japoneses no pudieron localizar la ubicación de la flota estadounidense al amanecer del 5 de junio y Yamamoto tuvo que reconsiderar su línea de acción. Los cruceros se situaron en el horizonte de Midway y empezaron a cañonear sistemáticamente las instalaciones de la isla.

Cuando Spruance supo que la isla estaba siendo cañoneada ordenó a sus fuerzas, en la tarde del 5 de junio, acercarse al sector para impedir un desembarco.

El contraalmirante Ugaki del estado mayor de Yamamoto se encerró con el almirante en la sala de mapas del Yamato, se reconsideró el cañoneo que se efectuaba en ese instante, Ugaki no tenía clara la situación estadounidense, y convenció a Yamamoto de abortar su plan de conquista de Midway sobrestimando el potencial estadounidense, el 6 de junio a las 1.00, Yamamoto dio la orden de retirada. Al iniciar la retirada, los cruceros pesados Mikuma y Mogami se embistieron debido a la niebla, quedando su velocidad reducida por los daños. Junto a su escolta de destructores fueron alcanzados por aviones del Enterprise por la mañana del 6 de junio, hundiendo al Mikuma y dañando gravemente al Mogami, que a duras penas logró alcanzar la base de Truk.

Balance final

Pérdidas estadounidenses

• Portaaviones Yorktown,

• Destructor Hammann

• Aviones con base en Midway: 45 de un total de 126= 36%

• Aviones con base en portaaviones: 109 de un total de 183= 59%

• Pérdidas en hombres: 250 hombres aproximadamente.

Pérdidas japonesas

• 4 Portaaviones: Akagi, Kaga, Hiryu y Soryu.

• 1 Crucero pesado: Mikuma

• Aviones embarcados: 260 de distinto tipos, el 100%.

• Pérdidas en hombres: 3.052 entre dotación y pilotos.

Consecuencias

Para el Japón

  1. Cambio del escenario estratégico: de ahora en adelante los japoneses perderían gradualmente su eficacia en las posesiones logradas en el Pacífico por no poder defenderlas, antes del 4 de junio de 1942, Japón se paseaba invencible por el Indico, después del 4 de junio sus victorias estaban hipotecadas.

  2. Pérdida del sentido de invencibilidad del Japón: el mal de victoria que se inculcó desde la guerra de 1905 con Rusia desapareció súbitamente el 4 de junio de 1942. La derrota sufrida se prendó tan intensamente en el alto mando japonés a tal extremo que se censuró estrictamente a la prensa y a los participantes de la batalla.

  3. Pérdida de capacidad ofensiva aeronaval: de ahora en adelante el Japón tendría que reconvertir nuevos buques para suplir a los portaaviones hundidos, en efecto, los acorazados clase Hyuga fueron reconvertidos en portahidroaviones, el Mogami tuvo el mismo destino, el tercero de los Yamato en construcción se convertiría en el portaaviones más grande del mundo en ese entonces, el Shinano. Barcos de pasajeros que servían como auxiliares fueron reconvertidos en portaaviones ligeros como el caso de Junyo e Hiyo. La pérdida de potencial aeronaval estimada fue de un 65%.

  4. Pérdida de las mejores naves, tripulaciones aéreas y pilotos experimentados, nunca más el Japón iba a tener el mismo potencial militar.

  5. Declive de la estrella de Isoroku Yamamoto, después de esta batalla la ascendencia de Yamamoto en los círculos estratégicos perdió fuerza.

Para los Estados Unidos

  1. La derrota japonesa demostró al Alto Mando estadounidense que el concepto del acorazado estaba muerto, y que las victorias dependerían de la táctica aeronaval.

  2. La victoria permitió demostrar a los americanos que "se podía hacer el trabajo" con las herramientas necesarias.

  3. Tanto las Hawái como la costa oeste de Norteamérica ya no estaría expuesta a los cañones embarcados del Japón.

  4. Ganancia progresiva de la iniciativa estratégica militar y hegemónica del escenario del Pacífico.

  5. Midway supuso la revancha por Pearl Harbor para los norteamericanos, la maquinaria industrial americana se volcó completamente en el esfuerzo de guerra.

Referencias

  1. Lundstrom, Guadalcanal Campaign, p. 92.

Bibliografía

• Midway : El momento Crítico, por A. J. Baker.

• La Segunda guerra mundial Volumen I, por Raymond Cartier.

• Midway, el regreso a la batalla, por Thomas B. Allen. National Geographic, abril de 1999.

http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Midway

Si Yamamoto hubiera conseguido emboscar a la flota americana, el resultado de la batalla hubiese sido a favor de Japón, pero ya no sería una victoria decisiva, habría ocupado Midway o la habría inhabilitado como base y habría arrasado las Hawai.

Si Yamamoto o Nagumo hubiera sabido de la presencia de portaaviones americanos con antelación los habría emboscado entre sus acorazados y portaaviones y EE.UU. habría sufrido una humillante derrota, y es probable que Estados Unidos hubiera preferido entrar en negociaciones

                                                          Atentamente

                                                            Kelder Toti

Balthasar Woll

02-09-2010

Buen desglose Kelder, pero hay cosas en las que estoy en desacuerdo contigo:

1.  La derrota japonesa demostró al Alto Mando estadounidense que el concepto del acorazado estaba muerto, y que las victorias dependerían de la táctica aeronaval.

Eso ya habia quedado demostrado en el ataque a Pearl Harbour y se consolidó durante la batalla del Mar del Coral un mes antes de Midway.

**2.  La victoria permitió demostrar a los americanos que "se podía hacer el trabajo" con las herramientas necesarias.

**

Creo que nunca lo dudaron y para ello pusieron en marcha todos sus recursos.

4.  Ganancia progresiva de la iniciativa estratégica militar y hegemónica del escenario del Pacífico.

La rueda habia empezado a dar la vuelta en el Mar del Coral y aún mas con la ocupación de la isla de Espiritu Santo que fue convertida en una imponente base estadounidense.

**5.  la maquinaria industrial americana se volcó completamente en el esfuerzo de guerra.

**

Ya estaba volcada, a fines de 1940 se estaban construyendo 11 portaaviones de la clase Essex. Despues de Pearl Harbour se aumentaron a 13 los portaaviones de dicha clase, se reformaron en portaaviones 6 cruceros pesados y se comenzaron a construir 24 portaaviones de escolta.

Despues de Midway se convirtieron en portaaviones otros 3 cruceros pesados, se ordenó construir 9 portaaviones mas de la clase Essex, uno de la clase Midway y 74 portaaviones de escolta.

Como ves antes de Midway ya se habia ordenado construir 43 portaaviones de todas las categorias, amen de toda clase de armamento desde pistolas, aviones y por supuesto buques. Por lo tanto el esfuerzo de guerra norteamericano empezó justo despues de Pearl Harbour.

En cuanto a esto:

**Si Yamamoto hubiera conseguido emboscar a la flota americana, el resultado de la batalla hubiese sido a favor de Japón, pero ya no sería una victoria decisiva, habría ocupado Midway o la habría inhabilitado como base y habría arrasado las Hawai.

Si Yamamoto o Nagumo hubiera sabido de la presencia de portaaviones americanos con antelación los habría emboscado entre sus acorazados y portaaviones y EE.UU. habría sufrido una humillante derrota, y es probable que Estados Unidos hubiera preferido entrar en negociaciones**

Cosa dificil la de emboscar a tú enemigo cuando este sabe todos tús movimientos y tú no sabes nada de los suyos. Por otra parte no creo que los norteamericanos hubieran entrado en negociaciones , eso es conocer muy poco del espiritú de lucha que tenian los estadounidenses enrabietados por el ataque a Pearl Harbour, espiritú del que Yamamoto ya habia advertido a sus superiores.

Saludos

gilfi

02-09-2010

Interesante estudio Kelder mas sin embargo al igual que Balthasar no coincido en ciertos puntos de tus concluciones, pero en terminos generales me gusta mucho el artículo que tiene muchos datos  importantes, sin embargo creo que todos estamos claro que fue el principio del fin de la Armada Imperial y que la derrota de la misma solo seria custión de tiempo .-

Saludos

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