La Propaganda y el Servicio Postal de las naciones beligerantes

josmar

30-11-2017

  Una curiosidad muy "curiosa", amigo Titus.......y que nunca dejas de sorprendernos...    

TITUS20050

21-03-2018

DÓLARES NO DESEADOS  QUE AUN CIRCULAN

Hace unos días dedicaba una entrada a aquellos dólares que, por diferentes razones, se emplean poco por el público en general pese a estar en circulación. En esa entrada se resumían los infructuosos intentos de las autoridades financieras norteamericanas por poner en circulación monedas de dólar desde los años 70 del pasado siglo.

Hoy pretendo completar esa entrada con un breve comentario acerca de los otros “dólares no deseados” que han acabado más en los álbumes de los coleccionistas que protagonizando transacciones comerciales: los billetes de dos dólares.

Anverso del billete de 2 dólares

                                             

Reverso

                                             

Estos billetes no son nuevos, pues se han emitido de manera discontinua desde 1862. En 1976, con motivo de la conmemoración del bicentenario de la independencia de los Estados Unidos se trató de impulsar la emisión y el uso de los billetes de dos dólares  modificando su diseño. Así, en su reverso podemos apreciar la reproducción del cuadro de John Trumbull “Declaración de Independencia”, mientras que en el anverso se mantuvo la imagen de Thomas Jefferson, tercer presidente norteamericano y uno de los principales autores de la Declaración.

No obstante, no se han producido muchos de estos billetes hasta la fecha. Únicamente han tenido lugar tres emisiones: 1976, 1995 y 2003, y se calcula que en la actualidad representan apenas un 1 % de los billetes en circulación en Estados Unidos. De todos modos, la producción oficial de estos billetes simplemente se ajusta a la demanda por parte del público, que es, por así decirlo, escasa.

El problema principal que encuentro al buscar las causas del poco uso de este billete es la ausencia de ellas. Mientras que la impopularidad de las monedas de dólar se justifica con la comodidad que supone el papel moneda o con el desafortunado diseño en el caso de los dólares de Susan B. Anthony, la escasez de los billetes de dos dólares no tiene, a mi entender, una explicación aparente.

Quizá por ese mismo motivo han aparecido numerosas leyendas urbanas acerca de este billete; de hecho, no hay más que teclear en Google “2 dollar note” o “billete de dos dólares” para encontrar numerosos ejemplos.

La explicación que más me ha llamado la atención consiste en el hecho de que la población asocia los billetes de dos dólares a los hipódromos o a los clubes de strip-tease, dado que al parecer son dos sitios donde se emplean con más asiduidad (en el primer caso, por ser la apuesta mínima y en el segundo para fomentar las propinas dentro de estos establecimientos a través de este billete). También me ha llamado la atención alguna “leyenda urbana”  de dudosa procedencia, como la relacionada con la casa-museo de Thomas Jefferson. Parece ser que, desde 2004, la tarifa para visitar esta atracción turística se fijó en 13 dólares, lo cual favorece que en el cambio devuelto a los visitantes se incluya al menos un billete de dos dólares en el que aparece (sorpresa) la efigie del propio Jefferson.

Detalle de la obra de Trumbull''Declaración de Independencia''

josmar

23-03-2018

Otro buen y curioso hallazgo de Titus...

Bravo...

TITUS20050

02-11-2018

Continuando con mi publicacion anterior sobre los billetes que no se usan en EE.UU. hoy les agrego este articulo que recibi de una publicacvion que de tanto en tnto mellega "Curiosidades Numismaticas y Filatelicas" y que titularemos:UN DETALLE DE UN MILLÓN DE DÓLARESHace poco, al recibir mi último encargo de Coincraft (para los que aún no lo conozcáis, se trata de mi mayor proveedor de curiosidades) venía incluida una interesante sorpresa. Nada menos que el billete de 1 millón de dólares que podéis apreciar en las imágenes. Sin duda, todo un detalle con sus clientes. ] Bromas aparte, no hace falta ser historiador o economista para saber que Estados Unidos no ha conocido, al menos en fechas recientes, periodos de hiperinflación como los vividos en Alemania en la década de 1920, Latinoamérica en la de 1980 o Zimbabwe en 2008. Se trata como podéis imaginar de una emisión de fantasía, pero reúne una serie de características que la hacen más especial que otras.Antes de pasar a explicar el por qué de esta última afirmación, es conveniente aclarar de dónde viene este curioso billete. Se trata de una emisión realizada en 2001 por la imprenta Atlanta AdGraphics situada en Duluth, en el estado de Georgia al sur de Estados Unidos. El fin principal que tiene es puramente promocional, es decir, como reclamo publicitario para diferentes tipos de negocio. Si lo pensamos, no es mala idea en absoluto: es un artículo llamativo por la astronómica cantidad que refleja y por lo tanto impactante; al mismo tiempo, está elaborado de forma muy realista tanto en el material como en el diseño, lo que hace que los sorprendidos portadores lo guarden instintivamente (incluso parece haberse dado algún caso de personas que lo han intentado utilizar sin éxito).Hoy día hay en los Estados Unidos unas pocas empresas que utilizan billetes de fantasía de cantidades absurdas con fines publicitarios. No es sorprendente que esta iniciativa tenga éxito en este país, pues como bien sabemos la prosperidad económica personal se valora de manera especial junto con principios, dicho sea de paso, como el esfuerzo y el talento individual. El llamado “sueño americano” puede manifestarse de diferentes maneras, entre ellas la de la posibilidad de convertirse en millonario en relativamente poco tiempo.Lo llamativo de estos billetes es su buena elaboración, pues pasan por un proceso muy parecido al de los billetes corrientes. Se fabrican en planchas, los diseños que presentan son por lo general muy elaborados, el material tiene el tacto muy similar al del papel moneda, tienen número de serie e incluso sello fluorescente. Este es un terreno un tanto controvertido, ya que aunque se trate de billetes de fantasía, una imitación muy fiel a los billetes reales podría constituir delito de falsificación. Para cubrirse bien las espaldas, sus fabricantes incluyen la siguiente leyenda en los dos lados: “Este instrumento no es negociable. Su único propósito es promover eventos especiales y buenos momentos” en lugar de la habitual “Este billete es de curso legal” (legal tender).El billete de 1 millón de dólares que tengo el placer de compartir hoy presenta en el anverso el busto correspondiente a la Estatua de la Libertad, verdadero icono de los valores políticos y civiles norteamericanos, y en su reverso una ilustración del impresionante conjunto escultórico del monte Rushmore, que homenajea a los presidentes Washington, Jefferson, Lincoln y Theodore Roosevelt. Resulta bastante lógico que un billete de tan elevada cantidad muestre a cuatro presidentes en lugar de a uno, como es habitual.Existen en el mercado otras variedades como aquellas que homenajean a presidentes recientes como Reagan o JFK, o al águila del escudo estadounidense. Aunque el millón de dólares es el valor facial más extendido, nos podemos encontrar con otros como el del trillón de dólares o el de 2009 dólares que cuenta con una imagen del presidente Obama en el anverso. No sé si éstas pueden calificarse como las mejores emisiones de fantasía que han llegado a mis manos, pero sin duda son unas de las más divertidas y originales.Referencia:Curiosidades Numismticas

josmar

03-11-2018

  Una curiosidad muy "curiosa" muy en tu linea...  

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