Dannenberg: Un hombre del Siglo XIX.

Ignaz Woll

16-06-2016

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Peter Andreivich Dannenberg nació en 1792 en la Provincia de Olonets (zona límitrofe con Finlandia), en el seno de una vieja familia noble, de origen báltico y protestante. Tras rebasar a sus compañeros de escuela, fue enviado jovencísimo a San Petersburgo, donde terminó sus estudios como científico e investigador, sin especialización ninguna. Tras salir de la escuela, y servir como oficial de la policía de la capital rusa durante un año, el joven, sediento de mayor formación y de aventuras, consiguió acceder a la Academia de Oficiales del Ejército Imperial en 1811.

San Petersburgo, a principios del Siglo XIX.

Cuando el 24 de junio de 1812, la Grande Armée cruzó el Niemen e inició la Invasión Napoleónica de Rusia, la Academia fue cerrada y los cadetes fueron enviados al frente. Asignado a la 24ª División, con sólo 20 años, el bisoño Dannerberg luchó en las batallas de Smolensk, Borodino y Tarutino, distinguiéndose rápidamente. El 12 de octubre, debido a una impecable actuación militar en Maloyaroslavets, le fue concedida la Orden de San Vladimiro de 4º Grado. El 4 de diciembre, sería recibiría su comisión como oficial, convirtiéndose en alférez. En las campañas entre 1813-14, continuando guerreando a través de Europa, llegaría a Lützen, Kulm y Leipzig, adentrándose después en Francia, donde penetraría, el 19 de marzo de 1814, en París. En Gran Duque Konstantin (equivalente a infante real) elegiría al distinguido Dannenberg como su ayudante personal. Ascendido a teniente, y, algo después, a capitán, el ya veterano oficial recibiría asimismo la Orden de Santa Ana de 2nda Clase por su valentía en el campo de batalla. 

La Batalla de Maloyaroslavets

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Anexo[/font][/size]

Maloyaroslavets, un pequeño pueblo de poco más de 1500 almas, fue una de las batallas más crudas de la Invasión de Rusia. La diminuta población, que contaba con un puente sobre el Río Luzha, se convirtió en una posición estratégica para la retirada de los franceses a mediados de octubre de 1812. En Maloyaroslavets, los numéricamente inferiores rusos emboscarían a las tropas de Napoleón. Y una vez más, cómo 130 años más tarde, un pequeño pueblo ruso se transformaría en un despiadado campo de batalla.

A lo largo de un sólo día, el pueblo cambio de manos cerca de 10 veces (14, según algunas fuentes). 20.000 gabachos y cerca de 15.000 rusos combatirían por un puñado de casas y un malogrado pontón, pues el puente original había sido volado. Al final, con la retirada de los rusos, los napoleónicos ganaron en aquella jornada, pero deberían retirarse por la ruta que los hábiles rusos les habían "diseñado", pasando por las abandonadas ciudades de Mozhaisk y Smolensk.

Un veterano ruso recordaba aquella batalla de esta manera: "Las calles tan sólo pueden ser recordadas por los numerosos montículos formados por incontables cuerpos, salpicadas por brazos y piernas amputadas por los cañonazos de unos y otros. De las casas tan sólo quedan en pie humeantes ruinas,  bañadas por los todavía calcinados restos de decenas de infantes, con temblequeantes esqueletos".

Y en aquel pueblo dejado de la mano de Dios, a las orillas del Luzha, comenzó a escribirse la leyenda, la legendaria historia del General Danneberg. Con sólo 20 años, se distinguió luchando contra las desesperadas fuerzas de le Petit Caporal, batallando contra la flor y nata del mayor ejército de la Historia, bregando, incluso, con la Guardia Italiana del más célebre corso. Todavía, diría el humilde escritor que firma este hilo, sin su característico bigote.

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Bibliografía[/font][/size]

https://ru.wikipedia.org/wiki/%D0%94%D0%B0%D0%BD%D0%BD%D0%B5%D0%BD%D0%B1%D0%B5%D1%80%D0%B3,%D0%9F%D1%91%D1%82%D1%80%D0%90%D0%BD%D0%B4%D1%80%D0%B5%D0%B5%D0%B2%D0%B8%D1%87

http://www.alternatehistory.com/forum/threads/napoleon-won-the-battle-of-maloyaroslavets-and-rescues-grand-army.293469/

https://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_Maloyaroslavets

Ignaz Woll

01-08-2016

[size=14pt][font=courier]Biografía (I)[/font][/size]

Sirviendo más tarde al Tsarevich (Heredero al trono de Rusia), Dannenberg sería rápidamente ascendido, llegando a ser General de División con tan sólo 35 años, toda una excepción en el Imperio. Todo parecía ir de de maravilla al carelio, que comenzaba a despuntar, de sobremanera, en los más altos círculos militares y aristocráticos de Rusia. Sin embargo, un sangriento episodio trastocó la idílica vida que Dannenberg parecía augurar.

En 1830, los nacionalistas polacos se rebelaron, asqueados por la gobernación de sus "vecinos" orientales, y en especial, por su "gobernador", que era nada menos que el Tsesarevich Konstatin, Gran Duque de Rusia y que tenía como consejero al pobre Dannenberg. El virrey de factode Polonia, muy al pesar de Dannenberg, había rechazado las medidas impuestas por su hermano mayor, el Rey Alejandro I (algo más sagaz), que había impulsado una clase media polaca, que había florecido con los valores ilustrados y liberales que se forjaban en Europa. Su "hermanito" anuló a los liberales y nacionalistas, impulsando los efectos de la temida Okhrana (policía secreta zarista, creada por Pedro "el Grande"), y destituyó a miles de oficiales y administrativos de alto cargo, provocando graves conflictos, en especial con la clase milite.

Y así, el 29 de noviembre, liderados por el cadete Piotr Wysocki, un nutrido grupo de alumnos de la Academia de Oficiales de Varsovia iniciaron una sangrienta revuelta, y el príncipe tuvo que huir apresuradamente de Varsovia, abandonando el Palacio Belweder (ahora residencia del presidente polaco). Con los cada vez más numerosos insurrectos aproximándose a grandes pasos, la huida del Gran Duque Konstantin no elevó, precisamente, la moral de los infantes rusos que formaban la guarnición de la capital del Zarato Polaco.

Dannenberg, de pronto, se vio al frente de la defensa de una ciudad, ahora con los cabreados rebeldes al poder. Los cadetes de la academia, con la ayuda de la totalidad de la población civil, extendieron la mala leche por todo el este rápidamente. Y al oriente ordas de estudiantes, agricultores, banqueros y siervos atacaron los edificios de mayor importancia de la Rusia Imperial en Lituania, Bielorrusia, y por supuesto, Polonia.

La Captura del Arsenal de Varsovia, por Marcin Zaleski

El estupor eslavo inicial fue mayúsculo, y el imperial enfado del Zar (que se lo vería venir, con tal Virrey), poco menos que colosal. Dannenberg permaneció en aquella convulsa noche en Varsovia, tomando el control de la guarnición y protegiendo, como podía, los enclaves estratégicos de aquella ciudad encendida por el Levantamiento.

Al terminar el año, Dannenberg, con el ejército ruso en retirada, se unió a las fuerzas del Zar que habían sido enviadas para terminar con las revueltas en la frontera ruso-polaca. Comenzaban así largos meses con sangrientas batallas (Dannenberg combatió en Olszynka Grochowska, Ostroleka, Ponarskih... a mando de una unidad de guardia), y los rusos comenzaron a retomar el control, e iniciaron, con una especial crudeza, la anexión total de Polonia al imperio.

Es de destacar que Dannenberg imploró al Zar que perdonase al pueblo polaco, escribiéndole una extensa carta, valiéndose de su influencia con la familia real, pero sus lloros cayeron en oídos sordos, y el joven oficial tuvo que participar en la sangrienta captura de Varsovia. En menos de un año, las especializadas tropas rusas acabaron con especial violencia todos los focos de violencia, de Minsk a Varsovia. Y al entrar en la constestada, y después abandonada villa, las cosas no iban a ser diferentes.

En dos breves días, entre el 6 y el 8 de septiembre de 1831, los numéricamente superiormente rusos (como siempre, ¿no?) aniquilaron a los defensores polacos, sin piedad ni arrepentimiento. Dannenberg, atónito, descubrió a la ciudad que tanto había amado, que tanto había recorrido, en pésimo estado, más negra, con sus cañones y barricadas. Rusia, y el Gran Duque Konstantin, con su cohorte de criados, volvieron al Belweder.

Dannenberg rechazó al su anterior protector, al que lógicamente vería como un traidor y idiota. Las llamas del 29 de noviembre todavía permanecían grabadas en su mente. Y los carruajes escapando hacia el este, y la esquiva mirada del Tsarevich, sin despedida alguna. Y la carroza, instantes después, rodando hacia Moscú. Bajo las llamas de los polacos, huyendo de los que luchaban bajo la bandera de la libertad, de la educación, de la democracia.

El retorno de los rusos, por el mismo autor

https://ru.wikipedia.org/wiki/%D0%94%D0%B0%D0%BD%D0%BD%D0%B5%D0%BD%D0%B1%D0%B5%D1%80%D0%B3,%D0%9F%D1%91%D1%82%D1%80%D0%90%D0%BD%D0%B4%D1%80%D0%B5%D0%B5%D0%B2%D0%B8%D1%87

https://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_Warsaw_(1831)

https://en.wikipedia.org/wiki/November_Uprising

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