Hidroaviones de la Luftwaffe.......y algo más

Deleted member

05-06-2008

A algunos les gustó mucho cuando el tema del uso de hidroaviones por parte de los alemanes cuando publiqué “Toma del Puente Willem – Ataque de Tropas Aerotransportadas en Hidroaviones” en :

https://mundosgm.com/smf/index.php?topic=3284.msg101863#new.

Veamos si les gusta lo siguiente :

Hidroaviones de la Luftwaffe.......y algo más :

Normalmente el uso de los hidroaviones alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, fue de reconocimiento costero y marítimo y reconocimiento antisubmarino, pero también llevaron a cabo actividades de ataque, como las siguientes :

Ya a principios de 1941, el Grupo de Aviación Costera N° 106, con base en el norte de Bretaña, equipado con los técnicamente anticuados hidroaviones He-115, con sus dos bombas de 250 kilos, y las dos ametralladoras en emplazamiento fijo hacia delante, habían obtenido notables éxitos contra el tráfico marítimo aliado en el canal Bristol, además de sus actividades de minado, actuando bajo el mando del comandante Karl Stockmann, pero fue en 1942, cuando se anotaron uno de los éxitos más espectaculares.

El 2 de julio de 1942, el convoy PQ-17, uno de los más célebres convoyes aliados de la Segunda Guerra Mundial navegaba por el Artico, con material y armas hacia Rusia. Estaba compuesto de 36 mercantes, un buque cisterna, tres barcos de salvamento, además de las unidades de escolta, que eran alrededor de 25 naves de varios tipos.

Ese día el tiempo había cambiado y la gruesa neblina que había “protegido” al convoy, durante los días anteriores se había disipado.

Ese mismo día, cuatro submarinos trataron vanamente atacar el convoy.

Hacia las 6 de la tarde, pasaron los primeros aviones volando cerca del agua. Su única probabilidad de éxito residía en el factor sorpresa, pues se trataba de los pesados y lentos hidroaviones He-115, con flotadores. Eran ocho aparatos de la 1ª Escuadrilla del Grupo de Aviación Costera N° 406, procedentes de Sörreisa, junto a Tromsoe en Noruega.

Eran ocho He-115, con un torpedo cada uno, pero las “víctimas” estaban sobre aviso y el intenso fuego antiaéreo surgió del convoy en cuanto se acercaron los hidroaviones alemanes. El aparato del jefe de escuadrilla, capitán Herbert Vater, fue sacudido con fuerza. Los proyectiles antiaéreos habían hecho blanco en su avión y tuvo que lanzar el torpedo rápidamente, amarando poco después, con el tiempo justo para ocupar un bote neumático con los otros dos miembros de la tripulación. Poco después, en el mismo lugar donde se había hundido el hidro del jefe de la escuadrilla, amaró otro He-115 y a pesar del fuego enemigo, el primer teniente Burmester consiguió acercar su avión hacia el bote de goma, recogiendo a los tres compañeros y despegando de nuevo sin un solo impacto.

Pero este ataque de los hidros torpederos, lo mismo que antes el de los submarinos, fracasó debido a la potente escolta del convoy que le proporcionaba una temible potencia defensiva.

El día 3 de julio, el tiempo volvió a cambiar y una gruesa capa de nubes bajas ocultó al convoy y el reconocimiento aéreo alemán perdió de vista a los barcos enemigos. A la mañana siguiente el convoy estaba al norte de la isla de los Osos y todavía  no había perdido un solo barco. Las nubes habían descendido aún más sobre la superficie del mar y las condiciones resultaban ideales para un ataque de los aviones torpederos.....¡Si se lograba localizar de nuevo el convoy!

Los grupos de aviación costera empleaban todavía los He-115 como torpederos.

Fue localizado y de nuevo fueron los He-115, pero esta vez los de la 1ª Escuadrilla del Grupo de Aviación Costera N° 906. El jefe, capitán Eberhard Peukert, descubrió el convoy tras una larga búsqueda. Estaba precisamente debajo de un pequeño claro en la capa de nubes. Eran las cinco de la mañana del día 4 de julio cuando Peukert atacó. Los barcos ingleses encargados de la defensa comenzaron a hacer fuego mientras los torpedos discurrían ya por el agua. Una de las estelas se dirigía precisamente al costado de un buque americano tipo Liberty : el “Christopher Newport” de 7.191 toneladas de registro bruto. El torpedo alcanzó la sala de máquinas del barco y por primera vez una sorda explosión se oyó en el convoy.

La tripulación del “Christopher Newport” fue rescatada por uno de los barcos de salvamento que seguían al convoy. El barco, aunque gravemente dañado, no se hundió enseguida, sino que quedó escorado y fueron precisos dos torpedos más para hundirlo. Estos dos últimos proyectiles fueron disparados por dos submarinos. Uno fue el alemán U-457, y el otro, ¡nada menos que el submarino inglés P-614!

Así, pues, la primera baja del convoy PQ-17 fue un barco americano, y uno de los causantes principales de esto fue un He-115. Aquel día festejaban los estadounidenses  su fiesta de la independencia.......Para el “Christopher Newport” fue un día festivo “inolvidable”.

De estas escuadrillas de aviación costera es conveniente indicar que aunque los pilotos pertenecían a la Luftwaffe, y dependían orgánicamente de ella, su dependencia operacional era de la Kriegsmarine, que siempre trató que fueran de su pertenencia, no logrando nunca que Goering las soltara. 

Una de las acciones con hidroaviones más singulares había ocurrido más de dos años antes en la invasión de Noruega y también tiene que ver con un aniversario.

En Kattegat y el Skagerrak, los alemanes estaban sufriendo pérdidas de importancia. Desde el 8 de abril de 1940 estaban al acecho en esa zona marítima, doce submarinos ingleses. Los transportes marítimos entre Alemania y Noruega meridional no podían zafarse del invisible enemigo que les aguardaba bajo las aguas y, sin embargo, no había más remedio que atravesar aquella zona.

El mismo día 8 de abril fueron hundidos dos transportes alemanes. El día 9 la tripulación del crucero “Karlsruhe” tuvo que abandonarlo al ser torpedeado por el submarino inglés “Truant”. El 11 de abril un torpedo del “Spearfish” destrozó el timón y la hélice del crucero pesado “Lützow”. Muchos más barcos mercantes resultaron averiados o hundidos.

Hacia finales de mes comenzaron los ingleses a minar con submarinos de gran tonelaje el Kattegat. La defensa antisubmarina y la caza de sumergibles ingleses se convirtió en la más apremiante cuestión para el aprovisionamiento de las fuerzas alemanas en Noruega. Esta misión fue encomendada, entre otros al comandante Lessing, que con su Grupo de Aviación Costera (el 706) se trasladó a Aalborg. Durante semanas aquellos hidros He-115 y Ar-196 se dedicaron a la monótona tarea de reconocimiento, escolta y búsqueda de submarinos por cuadrículas.

Pero el 5 de mayo, la cosa cambió. Era domingo. Dos hidros Ar-196 habían salido en misión de reconocimiento de madrugada. Los segundos tenientes Günther Mehrens y Karl Schmidt piloteaban aquellos aparatos y continuaban su búsqueda con afán, pues sabían que los submarinos emergían de noche y por lo tanto las probabilidades de descubrir alguno eran mayores de madrugada.

Hacia las 02:30 horas, volaba el Arado del teniente Mehrens apenas cincuenta metros del agua sobre el Kattegat. El piloto mantenía rumbo al norte no lejos de las aguas jurisdiccionales suecas. Mehrens miraba y miraba a su alrededor.

De pronto, a su derecha, apareció una sombra. El hidro se dirigió inmediatamente hacia ella descendiendo más. No cabía duda, ¡era la torreta de un submarino! Estaba con la proa fuera del agua y la popa hundida. Sin embargo se movía hacia el este, en dirección a Suecia.

Mehrens disparó una ráfaga de sus cañones de 20 mm. y tomó una linterna de señales con la que emitió los destellos correspondientes a la letra “K”, que es en el lenguaje marítimo internacional la señal de detención inmediata. A continuación hizo funcionar de nuevo la linterna de señales para que el submarino se identificara indicando su nacionalidad.

Pero en el puente de aquel submarino (se trataba del inglés “Seal”) el teniente de navío Rupert P. Lonsdale ordenaba al señalero Waddingnton que transmitiera señales ininteligibles.

Lonsdale trataba de ganar tiempo. El “Seal” era un submarino bastante grande, de 1.520 toneladas, que había estado colocando minas en el Kattegat, pero había chocado con una que estuvo a punto de enviarlo al fondo del mar. Tras varias horas de ímprobos esfuerzos, sus tripulantes habían logrado hacerlo salir a la superficie. Tenía una gran vía de agua y con la popa hundida tenía poca velocidad. La única posibilidad de escapar era el entrar en las aguas jurisdiccionales suecas y eso trataba de hacer su comandante.

El segundo teniente Mehrens adivinó la maniobra. Debía de tratarse de un submarino inglés. Se elevó con su hidro hasta mil metros y radió la posición del submarino.

Después picó sobre el sumergible, soltó la primera bomba de quinientos kilos y enderezó el aparato. Segundos después una gran columna de agua se levantaba de la superficie, a cosa de treinta metros de su objetivo. Mehrens repitió el ataque, pero tampoco la segunda bomba tuvo éxito. En vista de ello, disparó con las armas de abordo contra la torreta y la línea de flotación del submarino. El propio Lonsdale saltó hacia la ametralladora doble tipo Lewis y respondió el fuego.

Otra bomba cayó junto al submarino. El Arado de Schmidt acababa de acercarse y proseguía el ataque de su compañero. Por fin la cuarta bomba si bien no hizo directo, estalló tan cerca del submarino inglés, que éste empezó a emitir el SOS, mientras se movía desesperadamente.

Aquel fue el momento decisivo. El agua que entraba en la sala de motores no podía ser achicada con la suficiente celeridad y el submarino no tuvo más remedio que detenerse, pues el último de los motores Diesel acababa de parársele.

“Yo era el responsable de sesenta vidas”, diría más tarde el comandante del submarino al justificar las razones de su rendición. Y el “Seal” no era más que algo muerto y en situación desesperada......

Lonsdale pidió un mantel blanco y lo agitó sobre su cabeza.

Schmidt apenas daba crédito a lo que veía : dos Arados acababan de apresar a un submarino de buen tamaño. ¡Esto no se había visto nunca! Si el sumergible llegaba a hundirse de nuevo, pensó Schmidt, nadie creería lo sucedido. De manera que no tenía más remedio que llevarse una prueba fehaciente de la captura y nada mejor a este fin que el propio comandante del submarino......

El Arado amaró junto al submarino inglés y Schmidt gritó :

¿Dónde está el capitán? ¡Que salte al agua y venga aquí!

Lonsdale se descalzó y saltó al agua y nadando “crawl” se acercó al hidro. Schmidt le aguardaba y le ayudó a salir del agua. De pronto lo levantó al vilo obligándole a meterse en el puesto del observador, en la cabina del Arado, subiendo a continuación él mismo.

¡Son aguas jurisdiccionales suecas...!, protestó Lonsdale.

Pero el piloto alemán le hizo una señal negativa, señalando en dirección a la costa sueca, para indicarle que estaba equivocado.

El hidroavión despegó, dirigiéndose directamente hacia Aalborg. ¡Al fin y al cabo no todos los días se regresaba de un vuelo de patrulla con el comandante de un submarino inglés a bordo!

Entretanto, Mehrens había localizado al pesquero “Franken” que, al mando del teniente de navío Lang, efectuaba misión de cazasubmarinos por el Kattegat. Lang se hizo cargo de la tripulación del sumergible y logró remolcar al “Seal” hacia Frederikshavn.

Aviadores navales con el Arado Ar-196 capturaron en el Kattegat al submarino inglés averiado “Seal”, que había estado colocando minas.

En el puesto de mando del Grupo de Aviación Costera N° 706, en Aalborg, un individuo con los pantalones chorreando agua, recibía a las cinco de la madrugada la felicitación que los pilotos alemanes le hacían con motivo de su cumpleaños.

La placa de identificación lo había delatado : el teniente de navío Lonsdale cumplía precisamente aquel día 5 de mayo, los treinta y cinco años de edad.

Era su cumpleaños por doble motivo : un aniversario que jamás se le olvidaría.

Fuente :

La Luftwaffe (Cajus Bekker).

Saludos.

Balthasar Woll

06-06-2008

Interesantes relatos, gracias Juan Manoel.

Saludos

MIGUEL WITTMAN

06-06-2008

Buen relato.

Saludos.

josmar

06-06-2008

Enhorabuena, Juan Manoel. Relato conciso, pero con tensión...

tecumseh

11-06-2008

enhorabuena

Fug

18-08-2008

Siempre coriosos estos relatos, son muy agradables de leer.

Una obserbacion tecnica, las bombas lanzadas por los arados eran de 50 kg, y no 500 kg, solo lo hago notar para que no empañe esa pequeñez tecnica este interesante articulo  #29  Saludos.

Deleted member

18-08-2008

Estoy de acuerdo contigo. Debe ser un error de traducción. Es regular encontrar este tipo de problemas cuando se han traducido las ediciones del alemán al español. Los rangos son un tipo de estos problemas.

En la edición en español del libro de Bekker se indica y con palabras "quinientos kilos".

Saludos.

Deleted member

28-08-2008

Muy interesante tema Juan Manoel. Haber si te gustan estas fotos:

(todas esta postales las podréis encontrar en una pagina web de un colega mio; aunque ahora esta un poco jodido de salud y no hay ni8nguna que se venda.)

josmar

28-08-2008

Estupendo aporte, wehrmachtZujar. Magníficas fotografias. Gracias por darlas a conocer...

MIGUEL WITTMAN

29-08-2008

Buenas fotos.

Elegantes aviones.

Saludos.

Deleted member

29-08-2008

Hermosas de verdad. 

Te felicito amigo.

Saludos.

Deleted member

31-08-2008

Ya se que el tema es Hidroaviones de la Luftwaffe y algo más.

No se si se habrá hablado el el foro de este hidroavión, pero yo hablare de el.Yo me he enterado de que existía esta tarde. Aunque no tuvo éxito y solo se fabrico 1 en principio se esperaba que estuviera acabado para intervenir en la segunda guerra mundial. El avión de que os hablo es:

El hidroavión más grande de la historia: H-4 Hercules.

Durante bastante tiempo también fue el más grande del mundo, todavía es el más ancho y también se le conoce como Spruce Goose. Fue diseñado y construido por el polifacético Howard Hughes. Y su compañía aérea Hughes Aircraft company. Originalmente la idea era utilizarlo como transporte para la Segunda Guerra Mundial, ya que en los barcos en los que iban los soldados americanos eran continuamente hundidos por submarinos alemanes. Realmente el proyecto no tuvo existo, solo se construyo un ejemplar y el proyecto no se terminó a tiempo ya que solo llevaban un 60% cuando la guerra se acabó.

Las cifras cantan por sí solas: pesaba unas 200 toneladas (como una ballena azul), y con ese peso necesitaba unos 24.000 caballos para moverlo. En total se quería transportar en él unos 700 soldados con todos sus equipajes, costó 25 millones de dolares etc. En 1947 Howard Hughes demostró ante la incrédula opinión pública que el avión volaba. Nadie creía que fuera hacerlo, aún así voló, pero ha sido la única vez que lo ha hecho. El 2 de noviembre en Long Beach, California el gigante despegó no alcanzando una velocidad superior de los 130 km/h, una altura de 30 metros y una distancia de 1,6 km. Una dato curioso es que su principal material era la madera.

Hughes a los mandos del impresionate hidroavión

Dándole los últimos retoques

En pleno vuelo

http://www.youtube.com/watch?v=UIhhrOhDzxA

¿os imagináis este avion en pleno conficto mundial?

Deleted member

01-09-2008

Te dejo unas fotos de hidroaviones gigantes en la Segunda Guerra Mundial.......pero al momento de su destrucción.

El hidroavión más grande de la Segunda Guerra Mundial, el japonés Kawanishi H8K, es alcanzado por aviones Norteamericanos, tratando inútilmente de volar al nivel del mar para intentar escapar, en una fecha no conocida.

El 27 de abril de 1941, un enorme hidroavión Sunderland, es destruido por un par de cazas Me-109E, justo cuando acababa de amerizar en el puerto de Kalafrana en Malta.

Espectacular imagen de un hidroavión alemán Heinkel 115, en el momento en que el torpedo que ha lanzado impacta en el agua, en dirección a un mercante de un convoy del Ártico, que se dirige a la URSS.

Saludos.

josmar

02-09-2008

Dos fotografias con impacto....en el más amplio sentido de la palabra......

gaffer

02-09-2008

vaya¡¡ menos mal... un interesante post y magnificas fotografias para este sub-foro , que dicho sea de paso estaba un poco parado.

es curioso por que yo tenia preparado ( de momento solo era intencion ) unos apuntes sobre los hidroaviones japoneses de reconocimiento , que queria titular '' los ojos y oidos de la IJN ''.

sobran ganas ---falta tiempo , siempre unidos.

interesante aporte Joan Manoel y buenas fotos.

un saludo

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