Perros portaminas (Rusia)

centinela talako

06-10-2006

Pero... ¿no intentaron con entrenarlos en con tanques alemanes capturados o destruidos?.

Stalingrado!

06-10-2006

Entonces irian tras los carros alemanes destruidos jajajaajajaja... ademas, los tanques capturados eran muy valiosos para desperdiciarlos en practicas con perros.

centinela talako

06-10-2006

´Pero.. imaginate tener a 100 perros entrenando con sólo un tanque capturado, los panzers destruidos hubieran sido más.

Stalingrado!

06-10-2006

ESE solo panzer, hubiera destruido más aún ;)

centinela talako

06-10-2006

entonces, podrían haber creaod réplicas de panzers :P

Moisin-Nagant

07-08-2009

Detalle del artefacto que portaban estos perros:

**

Detalle del detonador:**

MIGUEL WITTMAN

11-08-2009

Buen aporte Moisin.

Te saludo.

leytekursk

11-08-2009

El escritor italiano Curzio Malaparte, estuvo en el frente ruso en 1941 como capitán de una unidad alpina y como corresponsal del “Corriere della Sera”.

En las cercanías de Kiev, tuvo la oportunidad de ser testigo de un ataque de estos perros bomba que los rusos lanzaban sobre los carros alemanes.

Esta experiencia la recoge en el capítulo IX de su libro testimonial “Kaputt”, del cual reproduzco a continuación algunos párrafos:

“Los tanques, seguidos por las fuerzas de asalto, ya habían ahondado profundamente en la desierta llanura. Después de los primeros disparos un profundo silencio había caído sobre la inmensa planicie…parecía que los rusos hubiesen abandonado el campo de batalla, huyendo más allá del río. Y, de pronto, en un bosque un poco lejano, vimos aparecer algunos puntos negros, luego otros y otros más que se agitaban con rapidez, desaparecían entre los zarzales, y tornaban a aparecer más cercanos, corriendo veloces al encuentro de los panzers alemanes.

¡Die Hunden! ¡Die Hunden! Gritaron con terror los soldados.

El viento traía alegres y feroces ladridos que recordaban los de una jauría cuando acosa a una zorra.

Frente al repentino asalto de los perros, los panzers habían comenzado a correr en zigzag, disparando rabiosamente. Las fuerzas de asalto que seguían a los blindados se detuvieron dudando; luego iniciaron la desbandada, huyendo por todos lados a través de la llanura impelidos por el pánico.

El crepitar de las ametralladoras llegaba nítido y leve, semejante a un tintineo de cristales. Los ladridos de la jauría mordían el rabioso zumbido de los motores, y de vez en cuando se oía una voz lejana que el viento apagaba con el difuso susurro de la hierba.

¡Die Hunden ¡Die Hunden!

De repente brotó el sordo estruendo de una explosión, luego otro y otro… dos, tres, cinco panzers volaron por el aire; sus piezas de acero saltaron de la tierra como elevados surtidores.

¡Ah los perros! Exclamó el General Von Schobert, pasándose la mano por el rostro.

Eran los perros antitanque, acostumbrados por los rusos a ir a buscar su comida bajo el vientre de los carros de combate. Conducidos a primera línea cuando presentían la inminencia de un ataque y mantenidos en ayuno durante uno o dos días. Apenas los soldados rusos veían aparecer los panzers en la llanura, desataban a los hambrientos canes, echándoles fuera de las trincheras gritando:

¡Pasciol! ¡Pasciol! (¡fuera! ¡Fuera!)

Los perros llevando sobre sus espaldas un zurrón cargado con un fuerte explosivo, en contacto con una especie de antena de acero erguida verticalmente sobre los lomos, corrían ávidos y veloces al encuentro de los tanques germanos para saciar su hambre debajo de las panzas de acero. Y apenas se metían debajo de ellas volaban los tanques por el aire destrozados en mil pedazos.

Mortalmente pálido, con una triste sonrisa en sus labios exangües, el General Von Schobert, se pasó la mano por el rostro, luego me miró y me dijo con voz muerta:

Ah porquoi, porquoi? Les chiens aussi…(porqué porqué?, hasta los perros…)

Por eso los soldados alemanes se mostraban cada día más feroces con los perros rusos y su caza se efectuaba con despiadado furor.

Yo dije una mañana al sonderführer de Melitopol: Cuando hayais matado a todos, cuando ya no quede ni un perro en toda Rusia, serán los niños rusos los que irán a ponerse debajo del vientre de vuestros tanques.

Ach!, Todos son de la misma raza, me respondió. Todos son hijos de perra. Y se alejó escupiendo al suelo con profundo desprecio.”

Saludos...

ULRICH

11-08-2009

Yo dije una mañana al sonderführer de Melitopol: Cuando hayais matado a todos, cuando ya no quede ni un perro en toda Rusia, serán los niños rusos los que irán a ponerse debajo del vientre de vuestros tanques. Ach!, Todos son de la misma raza, me respondió. Todos son hijos de perra. Y se alejó escupiendo al suelo con profundo desprecio.” Saludos...

Joer con el sonderfürer.

En Vietnam los americanos entrenaron a delfines para atacar con el mismo sistema a embarcaciones vietnamitas.

centinela talako

11-08-2009

La verdad es que el testimonio no deja de ser impresionante, la mayoría de los artículos que tratan este tema disminuyen la efectividad que tuvieron este tipo de armas anti tanque.

ULRICH

11-08-2009

Otra manera de motivar a la tropa en la destrucción de panzer cuando la guerra estaba delicada para los rusos ,fué premiar al soldado que destruyera uno con una Orden de la Estrella Roja. Condecoración muy admirada y querida por los soviéticos.

Moisin-Nagant

11-08-2009

Muy buen relato si señor!

Había un chiste en Panzertruppen (?) que era mas o menos así: "Me alegro que el soldado Hans destruya tantos tanques, pero alguien debería enseñarle la diferencia entre los nuestros y los del enemigo." 

jCr

12-08-2009

Muy buen relato si señor! Había un chiste en Panzertruppen (?) que era mas o menos así: "Me alegro que el soldado Hans destruya tantos tanques, pero alguien debería enseñarle la diferencia entre los nuestros y los del enemigo." 

Me hizo pegar una sonora carcajada.....

Saludos...

ULRICH

12-08-2009

Además de buen chiste muestra la realidad .

Taylor

12-08-2009

en verdad que, cuando te hagan falta armas antitanque es una buena opcion. pobres perritos!

zalv-2

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