Desembarco en Omaha Beach

Matias

11-02-2014

El objetivo de la 1ª y la 29ª Div. de infantería estadounidense era la playa Omaha,un sector de costa alargado que describía una suave curva. Vista desde el mar, la playa terminaba a la derecha en unos acantilados imponentes. A unos 6 kilómetros mas al oeste estaba el promontorio de Point du Hoc. Era allí donde una batallón de Rangers tenia que escalar un acantilado con el fin de eliminar una batería alemana

[left]La franja principal de playa ascendía suavemente formando un banco de guijarros rematado por un rompeolas de poca altura. Detrás de este rompeolas había una pequeña zona de prados pantanosos, justo encima se elevaba un empinado montículo arenoso cubierto de hierba marina. Esos montículos cuya altura oscilaba entre 15 y 30 metros, dominaba toda la bahía. A lo largo de este pequeño declive había de izquierda a derecha,tres pueblecitos: Collevielle-Sur-Mer, Saint Laurent-Sur-Mer y Vierville-Sur-Mer.

Los montículos eran accesibles a través de cinco empinados valles o "ramblas". Ofrecían los únicos lugares por los que los vehículos podían ser sacados de las playas, y los accesos a esas salidas estaban cubiertos por fortines y baterías alemanas.

Ese era el motivo por el cual el capitán Scott Bowden advirtiera al general Bradley que Omaha era una posición formidable y difícil de atacar. El general Gerow, al mando del V Cuerpo, había querido empezar la operación con la marea baja y protegido por la oscuridad.

Rommel había ordenado la construcción del mas temible sistema de obstáculos submarinos contra las lanchas de desembarco. Utilizando postes minados "Hemmbalk", erizos hechos de vigas de acero y unas construcciones rectangulares llamadas "puertas belgas".

Gerow sostenía que los ingenieros de combate y los equipos de demolición naval tenían que tener tiempo suficiente para limpiar una serie de canales que permitieran a las embarcaciones llegar a la playa con la marea baja sin exponerse a un fuego directo. El asalto se realizaría a las 06:30 hs, precedido de un bombardeo naval y aéreo masivo. Los comandantes creían que esta combinación conseguiría una efecto de sorpresa táctica y desbordaría a los defensores. El plan de Gerow era era atacar Omaha con dos divisiones a su mando, la 1ª por la izquierda y la 29ª por la derecha, aunque Bradley confiaba mas en la 1ª Div,la "Gran Uno Rojo". La experiencia en esta unidad y su eficacia en combate eran incomparables. Por consiguiente, le añadió el 116ª equipo de combate a la 29ª Div.

Las primeras lanchas de desembarco, que transportaban al 116ª Regimiento de infantería de la 29ª Div y al 16ª de infantería de la 1ª Div, habían abandonado las naves nodrizas a las 05:20 hs.

Muchos sufrían de mareo. Un soldado a bordo de una de las lanchas diría luego:

"el cielo, el mar y los barcos, todo era de una color plomizo..."

Tenían que realizar un viaje de mas de una hora de duración en medio de un mar embravecido para desembarcar a la hora H. Cuando estaban a cierta distancia de la costa, Scott Bowden y su tripulación se dieron cuenta de que los bombardeos no caían sobre las defensas alemanas."Lo único que han hecho ha sido despertarlos", dijo.

Entre los 30 minutos que precedieron a la hora H, los Liberators y los Fortresses de la 8ª Fuerza Aerea lanzaron 13.000 bombas,pero ninguna cayo en la playa Omaha.

Para empeorar las cosas, los 40 minutos asignados al bombardeo naval resultaron muy escasos para contrarrestar las defensas alemanas. En un búnker cerca de la salida de Vierville-Sur-Mer un cabo primero de la 716ª Div. de infantería quedo pasmado ante visión que le revelo el amanecer:"La flota de la invasión apareció en el horizonte como una ciudad gigantesca de grandes edificios en el mar,una cosa enorme". 

La capacidad que mostraron los alemanes para recuperarse del bombardeo fue impresionante.

Unos de los mitos de Omaha es que los defensores alemanes estaban equipados con el formidable cañón de 88 mm. Es posible que la 716ª tuviera dos de ellos en algún lugar de la costa, pero incluso este dato es inseguro. La mayor parte de la artillería alemana desplegada en Omaha estaba formada por cañones checos de 100 mm.

En un momento dado, las lanchas de desembarco, que habían estado dando vueltas frente a la costa esperando a que llegara la hora H, se dirigieron a la playa. Los soldados de infantería estaban tan apretados que solo veían los cascos de los que tenían adelante.

"Enseguida fuimos conscientes de que sonaba un ruido de tableteo cerca de nosotros, y cuando vimos caer a un par de hombres sobre cubierta, nos dimos cuenta de que estábamos siendo tiroteados por una enemigo real de carne y huesos", contaría un soldado.

Cuando bajaron las rampas, las ametralladoras alemanas concentraron sus disparos en la entrada.

En muchos casos, las lanchas se habían detenido en bancos de arena a corta distancia de la playa."Cuando bajo la rampa vimos que el tiroteo llegaba hasta nuestra lancha", escribió un soldado del 116ª que desembarco en Omaha**.[/left]

[left]"Mis tres jefes de pelotón,que iban adelante,y otros hombres fueron alcanzados.Algunos saltaron por el costado. A dos marineros les dieron de lleno. Cuando salí, el agua me llegaba solo a los tobillos.Intente echar a correr,pero de repente el agua me llegaba a la cintura. Nade para ocultarme detrás del obstáculo de acero colocado en la playa.Las balas rebotaban en el y atravesaban mi mochila sin darme.Otras alcanzaron a muchos compañeros".Muchos no sabían nadar.

En su desesperación, la mayoría tiraban sus armas y se deshacían de su equipo en su afán por sobrevivir.

"Muchos fueron alcanzados en el agua, al margen de que fueran buenos nadadores o no.Se oían gritos de socorro de los heridos que se ahogaban agobiados por el peso de la carga... había cadáveres flotando en el agua y hombres vivos que se hacían los muertos para que la marea los arrastrara a tierra", cuenta un soldado. Otro soldado que salto en un pozo de un metro y medio de profundidad relata que "las balas caían ante mis narices,a uno y otro lado. Justo allí pensé en todos los pecados que había cometido y nunca rece con tanta intensidad en toda mi vida".

Un integrante del 1ª batallón del 116ª de infantería observo la suerte que corrió un suboficial devoto,el sargento Piligrim Robertson."Tenia una herida abierta en la frente. Caminaba como un loco por el agua sin casco. Entonces lo vi caer de rodillas y ponerse a rezar el rosario. En ese momento los alemanes lo partieron por la mitad con su terrible fuego cruzado".

La perspectiva de atravesar la franja de playa que tenían ante ellos parecía imposible. La sola idea de intentar correr entre los bajíos, cargando un equipo tan pesado y con la ropa y las botas empapadas se antojaba una especie de pesadilla en la que las extremidades del cuerpo parecían entumecidas, como si fueran de plomo. Los soldados mas abrumados por el peso de la carga tenían pocas posibilidades de salir adelante. Uno llevaba 750 cargas de ametralladora aparte de su equipo. No es de extrañar que después muchos hombres calcularan que las bajas habrían podido reducirse a la mitad si la primera tanda de soldados hubieran atacado cargando menos peso.

Se oían gritos en todas direcciones."Me han dado!!Me han dado!!. Un soldado de la 1ª Div. de infantería que había saltado en un punto en el que el agua le llegaba al cuello, avanzaba lentamente. Se sintió tan cansado que se tumbo a descansar en una zona de poca profundidad.

"Todo parecía que fuera en cámara lenta, la forma en que los hombres se movían con todo el equipo encima. Cargados con tanta impedimenta no teníamos ni una sola oportunidad. Estaba tan cansado que no podía con mi cuerpo".

Solo sobrevivieron 9 de los 31 hombres que integraban su pelotón. El fuego de las ametralladoras iba de un extremo a otro de la playa y al chocar con la arena húmeda,hacia un ruido parecido a un "sip,sip". Un soldado vio a un compañero corriendo de izquierda a derecha, intentando cruzar. Un fusilero enemigo lo alcanzo y cayo herido."Llamaba a gritos a un medico. Un enfermero corrió a ayudarle,pero también le dieron. El asistente había caído junto al soldado y los dos estuvieron gritando hasta que murieron unos minutos después".

Algunos siguieron parapetados detrás de los obstáculos de la playa mientras las balas rebotaban a su alrededor, pero otros se dieron cuenta de que su única esperanza estaba en alcanzar el abrigo del rompeolas.

La Compañía A del 116º Regimiento, que había desembarcando enfrente de la rambla de Vierville, fuertemente defendida, sufrió el mayor numero de bajas. Mientras las ametralladoras alemanas convertían la playa en un matadero, su artillería disparaba contra las lanchas de desembarco. Un sargento fue testigo de como la lancha de asalto vecina era alcanzada de lleno por un disparo. Bajo aquel fuego, los hombres de demolición de la Marina empezaron a realizar su trabajo. Uno de ellos escribe "Nos pusimos a trabajar, colocando bolsas de explosivo plástico en diversos obstáculos corriendo de uno a otro y conectando los explosivos. En algunos obstáculos había soldados refugiándose. Les dijimos que avanzaran o acabarían saltando por los aires.Despejaron una brecha de 30 metros, para que pudieran llegar hasta allí las siguientes oleadas de lanchas. Aquella mañana solo se despejaron 3 de las 16 brechas".

Aunque entre las primeras bajas hubo muchos oficiales y suboficiales, los soldados que lograron recuperarse del susto de la bienvenida dada por los alemanes se dieron cuenta de que tenían que atravesar la playa, aunque solo fuera para seguir vivos. Un hombre de la 1ª Div. contaría en una carta a los suyos como había avanzado en pequeñas carreras de 30 metros.

"Nunca en mi vida he rezado tanto. Era terrible. Gente muriéndose por todas partes. Los heridos incapaces de moverse, ahogándose al subir la marea, y las lanchas ardiendo de mala manera mientras las oleadas sucesivas intentaban alcanzar la playa...nunca he visto a tantos valientes capaces de hacer tanto...muchos volvían e intentaban reunir a los heridos, logrando que los mataran".

En su afán de responder al fuego enemigo en cuanto desembarcaban, la mayoría cometía el error de arrancar la cubierta impermeable de sus fusiles antes de llegar a tierra. Casi ninguna radio funcionaba debido al agua de mar, circunstancia que contribuyo en gran medida al caos. Los mejores organizados corrían por pelotones en columna para minimizar la exposición al fuego de las ametralladoras. Los primeros ingenieros de combate que llegaron tuvieron que actuar como si fueran soldados de infantería. Habían perdido casi la mitad de sus pertrechos de demolición durante el desembarco. El fuego enemigo era demasiado intenso para que pudieran hacer nada hasta que llegaran los blindados. Mientras se aproximaba la segunda tanda de lanchas, los supervivientes de la primera las contemplaban con una sensación de angustia desde el rompeolas.

"Algunos hombres lloraban, otros lanzaban maldiciones. Yo me sentía mas un espectador que un participante real en la operación", cuenta un joven oficial del 116º de Infantería. Los oficiales al mando de batallones ordenaban a sus hombres que limpiaran las armas y a los que no tenían les decían que la recogieran de los muertos. A algunos heridos les encomendaron la tarea de poner a punto las armas. Los de infantería no eran los únicos que habían quedado traumatizados. Tras desembarcar en el sectorFox Green de la playa, el sargento al mando de un tanque sufrió un ataque de nervios y ordeno a la tripulación que abandonara el vehículo. Tuvo que ponerse al mando un soldado raso. El sargento se escondió en una zanja y paso el resto del día allí. Mas tarde, el comandante le pregunto al soldado raso porque no le había pegado un tiro a "ese maldito cobarde".

La artillería alemana concentraba su fuego contra los tanques que desembarcaban. 21 de los 51 Sherman del 743º Batallón de tanques quedaron inutilizados. Los que se quedaban sin munición iban arriba y abajo por la playa protegiendo a los soldados de las ametralladoras a modo de escudo."Lo que nos salvo fueron los tanques", diría un soldado de la 1ª Div.

La llegada de mas oficiales de rango superior comportaría la presencia de una autoridad que tan necesaria se hacia en aquellos momentos. Buena parte de la confusión inicial se debió a la llegada de las lanchas de desembarco al lugar equivocado, con la consiguiente separación de las unidades.

El mando de la 116º División de infantería con el coronel Canham a la cabeza, y el general de brigada Norman Cota, llegaron nadando y andando por la playa Dog White a las 07:30. Encontraron refugio detrás de un tanque, y luego corrieron hasta el rompeolas. Cota era perfectamente consciente del potencial desastre al que se enfrentaban. Mas al interior, los obstáculos todavía no habían sido eliminados. Los ingenieros del 146º Batallón Especial de Demolición Submarina habían sido desembarcados a casi 2 kilómetros mas al este del punto asignado, debido a las fuertes corrientes. Cota y Canham mantuvieron un rápido intercambio de opiniones.

Durante el desembarco no solo se habían desecho los batallones, sino también las compañías y los pelotones. Lo que tenían que hacer era obligar a los hombres a que una ves que hubieran limpiado sus armas, siguieran avanzando entre las alambradas y los campos de minas hasta los promontorios con el fin de atacar las posiciones alemanas.

Cota decidió llevar a cabo un reconocimiento por la derecha, mientras que Canham se dirigiría a la izquierda con la intención de encontrar una salida de la playa. Canham era el oficial que había advertido a sus hombres que dos tercios de ellos iban a morir. Se movía de un lado a otro gritando a sus oficiales que sacaran a sus hombres de la playa.

"Saquen de una maldita ves a sus hombres de la playa!!, vayan a matar a algún maldito alemán!!", les gritaba.

En la parte este de Omaha, el coronel Taylor actuó de manera similar. La falta de apoyo blindado de la 1ª Div. tras el desastroso desembarco del 741ª Batallón de Tanques demasiado lejos del punto debido, hace que su gesta resulte aun mas impresionante. Fue allí donde Taylor hizo su famoso comentario a sus hombres:"En esta playa no hay mas que muertos y los que van a morir !!,salgamos de una maldita vez de aquí!"

De hecho, el primer embate contra Omaha ya había tenido lugar cuando parte del 3ª Batallón del 116º de Infantería desembarco entre Saint-Laurent y Colleville, y logro cruzar la playa sufrir mas que dos bajas.

A las 07:35, la 352ª división de infantería alemana envió el siguiente comunicado al cuartel general: "Al noreste de Colleville una fuerza enemiga de entre 100 y 200 hombres han penetrado en nuestras lineas".

Los alemanes estaban claramente preocupados. Se ordeno a un batallón del "destacamento Meyer" que se ocupara de la incursión realizadas en las cercanías de Colleville, pero, según el cuartel de la división, esta "no llegaría en menos de 2 hs", debido a los ataques aéreos de los Aliados. El general de división Kraiss, sin embargo, vio enseguida que no podía desviar mas tropas a Omaha, ya que los británicos estaban desembarcando en la playa con nombre en clave Gold, y para el esta era la amenaza mas grave. Aunque la hora H de los británicos había sido fijada una hora después del de los estadounidenses, el asalto de los británicos había logrado penetrar las defensas costeras en algunos lugares durante las primeras horas. El flanco izquierdo de la 352º División quedo totalmente expuesto, y el grueso del grupo de combate de Meyer se dirigió a Crepon con el fin de hacer frente a los ingleses. El mismo Meyer murió ese día un poco mas tarde combatiendo contra los británicos en Bazenville. Solo 90 de sus casi 3.000 hombres sobrevivieron.

El objetivo principal del 2ª Batallón de Rangers era una batería alemana situada en Point du Hoc. Pero también a estos Rangers los perseguiría la mala suerte. El teniente coronel James Rudder, el oficial al mando del 2ª batallón de Rangers, se dio cuenta cuando se dirigía a Point du Hoc de que la lancha los conducía demasiado a el centro de la propia Omaha. Perdieron media hora luchando contra la corriente.U na vez que las embarcaciones estuvieron en posición al pie del acantilado, fueron utilizados garfios impulsados por cohetes, recurso inventado por los comandos británicos. Muchos de ellos se quedaron cortos, en parte porque las cuerdas estaban demasiadas pesadas a causa del agua, pero varios lograron agarrar y los primeros hombres empezaron a trepar por el acantilado.

Se utilizaron también escaleras de la brigada anti incendios de Londres. Los alemanes no podían creer que los garfios salieran de las lanchas de desembarco situadas enfrente del acantilado. El cuartel general de la 352º División informo que"desde los buques de guerra en altamar, el enemigo dispara contra los acantilados bombas especiales de las que salen cuerdas".

La guarnición alemana situada en lo alto del acantilado intento repeler el ataque lanzandoles granadas, pero el fuego de los Destructores Satterlee y Talybont, el primero estadounidense y el segundo británico, obligo a los defensores alemanes a permanecer agazapados durante los primeros momentos del ataque. El Satterlee permaneció al lado de los Rangers durante todo el día, dispuesto a prestarle ayuda. La valentía y la pericia de los primeros Rangers que escalaron el acantilado les permitieron hacerse con un puesto de observación avanzado en la cima. Pronto vinieron a reforzarlos otros. Para su sorpresa, se dieron cuenta de que no había grandes cañones montados en la batería. Los cañones se encontraban un poco mas en el interior y no tardaron en ocuparse de ellos.

El operador de radio de Rudder intento enviar la señal de triunfo "Alabad al Señor", pero los aparatos no funcionaban debido al agua de mar.

En cualquier caso, ya era demasiado tarde. El retraso en la consecución del objetivo supuso que el 5º Batallón de Rangers, que había permanecido a la espera frente a la costa dispuesto a actuar como refuerzo, dio por supuesto que el ataque de sus compañeros había fallado. En consecuencia, siguió el plan alternativo y desembarco en Omaha para apoyar al 116º de Infantería, desde donde el general Cota lo envió a atacar los promontorios. El batallón alemán del 916º Regimiento de granaderos situados en Point du Hoc tardo incluso mas en establecer comunicación. La 352º División de Infantería no se entero hasta las 08:19 hs de que los Rangers habían logrado escalar el acantilado. Los combates continuarían durante todo el día y buena parte del siguiente, pues el 916º contraataco una y otra vez a los hombres de Rudder. Los Rangers se quedaron sin municiones y recurrieron a las armas de los alemanes, quitandoselas a los enemigos muertos. La solución se revelaría sumamente peligrosa cuando finalmente llegaran los refuerzos. Una vez voladas las alambradas, Cota decidió que era hora de hacer un ataque por el tramo de prado pantanoso que conducía al pie del promontorio. Pronto, una sola hilera de fusileros del 116º habían pasado el promontorio y avanzaban hacia la cima. A las 08:30, Cota volvió a reunirse con Canham en el puesto de mando que este había improvisado al pie del promontorio.

De repente, los alemanes, dándose cuenta que la mayoría de los soldados estadounidenses se protegían detrás del rompeolas, empezaron a utilizar contra ellos sus morteros. Los fusileros alemanes también concentraron su fuego en los operadores de radio, que cargaban con una pesada carga de mas de 50 kilogramos. La falta de contacto con tierra inquietaba al general Gerow, que esperaba noticias en el buque Ancon. Llegaban informes confusos, sobre todo de los tripulantes de la lanchas que regresaban para cargar la siguiente tanda de soldados. Gerow, a su vez, informo al general Bradley, y este incluso pensó en la posibilidad de abandonar Omaha y desviar las siguientes oleadas de tropas a la playa Utah o al sector británico. La situación entorno a Omaha era, sobre todo en la salida de Vierville, horrorosa. La situación de caos reinante en la playa y en el agua no había mejorado mucho a las 09:30 hs.

"No era mas que una gran masa de restos,de hombres y de materiales", informaría mas tarde un oficial. "Había vehículos en llamas, cadáveres y material abandonado en toda direcciones.Las olas seguían arrastrando cuerpos muertos,como si fueran troncos,que eran depositados al borde del agua".

Un soldado comento:"Parecían las figuras del Museo de Madame Tussaud,como de cera. Ninguno daba la sensación de ser real".

El curso del combate contra los reductos fue poniéndose en contra de los defensores.

A las 10:46, el coronel Taylor envió un mensaje: "las cosas empiezan a pintar mejor".

El general Cota estaba impaciente. Subió al promontorio a ver como avanzaban los fusileros que había mandado por delante. Los encontró bloqueados por el fuego de ametralladora. Con su Colt del 45 en la mano, Cota avanzo entre sus hombres diciendo:

"Venga,vamos a ver de que están hechos!!".

Se lanzo a la carga. Llegaron a una pequeña carretera 300 metros tierra adentro.  El grupo mixto formado por hombres de la 29º División y algunos del 5º Batallón de Rangers se abrieron penosamente paso a hacia el oeste a ambos lados de aquel sendero hasta Vierville-Sur-Mer.

Se encontraron de pronto por encima de la salida Vierville. Los detuvo de nuevo el fuego de las ametralladoras, de modo que Cota se puso nuevamente al frente de la fila y envió a un grupo por el flanco para obligar a los alemanes a retirarse. Fue entonces cuando apareció la compañía C del 116º. Luego, los del 116º dirían de los Rangers que "individualmente eran los mejores combatientes con los que habíamos trabajado, pero no era posible ponerlos a trabajar juntos en equipo".

Cada vez mas grupos fueron subiendo el promontorio, pero tuvieron que vérselas con campos de minas reales y ficticios. Cada uno intentaba pisar exactamente en el mismo lugar en que lo había hecho el hombre que lo precedía. El hecho de encontrarse con muertos y heridos en el camino hacia que todos se concentraran.

La acumulación de tropas no tardo en acelerarse. A las 12:30, los estadounidenses habían desembarcado en Omaha a 18.772 hombres.

Media hora después, la 1º División empezó a atacar Colleville-Sur-Mer. Un par de informes afirman que muchos de los alemanes que había en Colleville estaban borrachos. Los estadounidenses se abrieron paso combatiendo, pero luego vieron como eran bombardeados por su propia artillería naval. Una vez eliminado el fuego observado de los alemanes en la playa, los tanques blindados empezaron a despejar algunos tramos para acelerar la llegada de mas tropas y vehículos. Un conductor de estos tanque dijo que el olor a carne quemada eran tan fuerte que le costo trabajo comer en los siguientes días. Los sanitarios trabajaban a brazo partido. A menudo no podían hacer mas que administrarles morfina a los heridos mas graves y dejarlos solos para que murieran en paz. Se comunico que había mas de 2.000 hombres muertos, heridos o desaparecidos. Mas terrible fue el hecho que en el día "D", mas de 3.000 civiles franceses murieron a causa de los bombardeos navales y aéreos de los Aliados. Aunque las bajas fueron menores a las calculadas, no redujeron en absoluto la conmoción que supuso la matanza de la primera oleada de invasores en Omaha. La compañía A del 116º Regimiento de infantería se convirtió en símbolo de sacrificio. Omaha se convirtió en una leyenda estadounidense,pero en los combates que estaban por venir les esperaba una verdad aun mas cruel...

[left]Fuente: Antony Beevor,"El Día D,La Batalla por Normandia".[/left]

[b]Bajas aliadas en la playa de Omaha, 6 de junio de 1944**

• 1ª División de Infantería: 1.346 bajas, así distribuidas:

-16º Regimiento de Infantería: 86—528—357—971 (muertos, heridos, desaparecidos, total)

-18º Regimiento de Infantería: 12—147—45—204

-1º Batallón de Ingenieros de Combate: 4—27—6—37

-1ª Sección de Policía Militar: 1—22—0—23

-7º Batallón de Artillería de Campaña: 4—14—3—21

-1ª Compañía del Cuartel General de la 1ª DI: 0—2—0—2

-32º Batallón de Artillería de Campaña: Total pérdidas: 28

-1º Batallón Médico: Total pérdidas aprox.: 40

-26º Regimiento de Infantería: Total pérdidas aprox.: 20

• 29ª División de Infantería: 1.272 bajas, así distribuidas:

-116º Regimiento de Infantería: 247—576—184—1.007

-115º Regimiento de Infantería: 33—68—2—103

-121º Batallón de Ingenieros de Combate: 18—31—31—80

-111º Batallón de Artillería de Campaña: 17—26—4—47

-104º Batallón Médico: 2—8—10—20

-Compañía de CG de la 29ª DI: 0—1—0—1

-175º Regimiento de Infantería: 1—0—0—1

-29º Escuadrón de Reconocimiento: 3—0—0—3

-29ª Sección de Policía Militar: total pérdidas aprox.: 10

• V Cuerpo/Unidades del Primer Ejército: 1.568 bajas, así distribuidas:

-2º y 5º batallones Ranger: 96—183—32-311

-146º Batallón de Ingenieros de Combate: 84—112—0—196

-299º Batallón de Ingenieros de Combate: 71—aprox. 75—0—aprox. 146

-112º Batallón de Ingenieros de Combate: 8—30—0—38

-20º Batallón de Ingenieros de Combate: 3—10—0—13

-37º Batallón de Ingenieros de Combate: total bajas: 82

-336º Batallón de Ingenieros de Combate: total bajas: 30

-348º Batallón de Ingenieros de Combate: total bajas: 21

-149º Batallón de Ingenieros de Combate: total bajas aprox.: 50

-147º Batallón de Ingenieros de Combate: total bajas aprox.: 45

-397º Batallón de Artillería AA: 17—71—32—120

-467º Batallón de Artillería AA: 8—31—0—39

-197º Batallón de Artillería AA: 5—12—0—17

-81º Batallón de Morteros Químico: 10—20—0—30

-741º Batallón de Tanques: aprox. 45—aprox. 60—0—aprox.: 105

-743º Batallón de Tanques: total bajas aprox.: 70

-745º Batallón de Tanques: 1—0—0—1

-61º Batallón de Señales: 1—3—0—4

-5ª y 6ª brigadas especiales de ingenieros: total bajas aprox.: 250

• U.S. Navy/Guardia Costera y Royal Navy: 539, así distribuidas:

-Unidades de demolición de combate navales: 24—32—15—71

-6º Batallón de Playa Naval: 22—77—0—99

-7º Batallón de Playa Naval: 19—10—0—29

-USN/USCG tripulaciones de lanchas de desembarco: total bajas aprox.: 280

-RN tripulaciones de lanchas de desembarco: total bajas aprox.: 30

-Grupos de Control de Fuego Costero Naval: total bajas aprox.: 15

• Octava Fuerza Aérea: 10

-2ª División de Bombardeo: 10—0—0—10

• Gran Total: 4.720 bajas entre muertos, heridos y desaparecidos.

Fuente: Joseph Balkosky,"Omaha Beach: D-Day, June 6, 1944."

Mcal. Estigarribia

12-02-2014

[/b]Cuando bajaron las rampas, las ametralladoras alemanas concentraron sus disparos en la entrada.En muchos casos,las lanchas se habían detenido en bancos de arena a corta distancia de la playa."Cuando bajo la rampa vimos que el tiroteo llegaba hasta nuestra lancha", escribió un soldado del 116ª que desembarco en Omaha[b]."Mis tres jefes de pelotón,que iban adelante,y otros hombres fueron alcanzados.Algunos saltaron por el costado. A dos marineros les dieron de lleno.-

Buen desarrollo Matías.  Con respecto a la parte supratrascripta siempre me he preguntado dos cosas. La primera por qué los hombres de vanguardia no llevaban escudos antibalas? Sí, escudos, como los que hoy tienen varias fuerzas especiales de la Policía para combate y defensa a corta y mediana distancia. También en el Imperial War Museum de Londres vi unas armaduras de metal de diferentes modelos y estilos que tenían los tiradores de ametralladora durante la primera guerra mundial. Y la segunda, por qué tanto peso?? Cuando en esos primeros instantes se necesitaba, y con desesperación, velocidad para salir del "campo de tiro". En fin ...

Esta clase fue una de las que vi.-

Más de cerca.-

Saludos!! 

Matias

12-02-2014

Hola Mcal. Estigarribia.Muchas gracias.Lo primero que se me viene a la mente como respuesta a tu primera pregunta es que,justamente, los soldados de la primera oleada necesitaban ir "ligeros" de peso.Un escudo limitaría mucho los movimientos y la rapidez que se necesitaba para desembarcar y cumplir los objetivos asignados.Imagínate que el peso de su equipo ya era excesivo,y si a eso le agregas escudos....También se les había dicho a los soldados que antes del desembarco,la artillería y la aviación barrerían las defensas germanas con sus bombas,y que no era de esperar una defensa tan encarnizada como en realidad sucedió (aunque pudiera ser una mentira para elevar la moral)En fin...

Mcal. Estigarribia

12-02-2014

Amigo Matías, entiendo vuestro punto (y sabía que alguien me iba a dar esa explicación porque realicé mi comentario en forma incompleta y un tanto con prisa, pero no quería dejar de comentar tan crudo relato), y por eso mencioné en la segunda parte de mi objeción lo del peso. Ahora bien, completo ahora. La idea no es que cada hombre cargue con un escudo personal más los equipos ya señalados que los hacían ultralentos y los cansaban excesivamente antes de tiempo. Tan solo los hombres de extrema vanguardia por cada lancha de desembarco (unos cuantos) deberían portar unos escudos para que los que vengan atrás puedan parapetarse detrás de los primeros.-

Vuestro buen relato vino a dar más crudeza a algo que ya sabía: La carnicería que tuvo lugar en los primeros momentos de dicha batalla. La playa es terreno llano con un leve declive hacia mar adentro. ¿Dónde protegerse? En ningún lado, prácticamente. Ni un arbustito  . Fijáos en la conducta de esos pobres soldados buscando refugio DESESPERADO en cualquier cosita que aunque mínima pudiera significar cierta protección ante la barrida de armas automáticas que se estaba presentando (el rompeolas y los obstáculos antitanque y antilancha).-

Con escudo o no los infantes buscaron instintivamente protección en algo, mientras afanosamente intentaban ganar terreno. O sea la portación de escudos por los hombres de punta hubiera tenido un efecto altamente positivo en un triple sentido:

  1. Evitar la tremenda confusión, pánico y desesperación que cundió ante las circunstancias en que dicha batalla se estaba llevando a cabo (los alemanes bien parapetados desde promontorios escupiendo balas a mansalva sobre un campo de tiro raso con un leve declive en beneficio del observador/tirador);

  2. Al disminuir tanta masacre inicial, y con la protección mínima que unos escudos brindarían (recalco mínima) se hubiera tenido más orden, serenidad y, posiblemente, más tiempo para "afincarse" sobre el terreno y sobre la marcha a través de la dirección de la oficialidad iniciar una progresión tierra adentro reduciendo aunque sea en una tasa no alta los heridos y muertos, y

  3. Notad que varios soldados prácticamente deambulaban de un lado a otro sin ganar terreno ni pelear, buscando alguna ínfima protección, producto del pánico agudo que la presión mortal de la situación les estaba imprimiendo, anulando, opino yo, el aspecto sicológico de la combatibilidad de un soldado.-

Hay otras consideraciones más, pero se me acaba el tiempo.-

Atended también el tanque que se paseaba de derecha a izquierda intentando brindar protección a los vapuleados infantes y el testimonio del soldado: "El tanque nos salvó". Y eso que los tanques arribaron después. Desde un primer momento ante un campo de tiro tan limpio se pudo haber logrado mayor avance de terreno, con perdidas menos sensibles.-

En cuanto al peso que cargaban los soldados de las primeras oleadas constituyó un verdadero lastre, a todas luces excesivo dada la naturaleza de los primeros instantes, con manifiesto efecto contraproducente. Opino que se debió incluir los escudos única y solamente para la primera línea (y quizás los laterales), aligerando al máximo posible el resto del bagaje de la manera más armoniosa posible, atendiendo de no restar capacidad de combate, pero a la vez cumplir con el objetivo de un avance rápido a modo de ir dejando espacio para las consiguientes oleadas y evitar un amontonamiento de hombres y equipos con el subsiguiente peligro que ello conlleva.-

Por supuesto que a la vista de lo sucedido, para mí es fácil teorizar 

Saludos!      

       

Heinz von Westernhagen

12-02-2014

El desgraciado que saltara de un lanchón con un escudo blindado de tropecientos kilos, iría a saludar a los peces...

Saludos!!

Mcal. Estigarribia

12-02-2014

No pesan tanto Heinz, fijáos en las Fuerzas Especiales de la policía. Se mueven con bastante ligereza y destreza. No debe ser enorme tampoco.-

Saludos!

Lothar1971

12-02-2014

Mariscal, el material que se utiliza ahora en los escudos antibala de la policia no tiene nada que ver con lo que existia hace 70 años... el kevlar se inventó en 1965 y el twaron laminado, que es lo que actualmente se utiliza para realizar esos escudos, lo fué en la década de los 70...

Y aún asi, los escudos de hoy en dia pesan cerca de 25 kilos y ofrecen una protección nivel IIIA, osea que estos escudos detienen impactos de calibre 5.56 y 7.62 X 39 y no olvidemos que las MG 42 utilizaban municion 7,92x57 mm IS... hacian mucha pupita...

erikelrojo

17-12-2014

Muy buena reseña. Cabe mencionar que los cañones que inicialmente deberían estar en Point du Hoc, se encontraban 2 km tierra adentro y fueron encontrados (como diría un cómico mexicano) "Sin querer queriendo". Se utilizó la famosa "thermita" para inutilizar los cañones y posteriormente fueron demolidos.

Saludos

Haz login o regístrate para participar