12-02-2006
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Alexander Matrosov, Heroe de las URSS
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El nombre de Alexander Matrosov devino símbolo del espíritu guerrero de los soviéticos. El segundo batallón del Ejército 254 de la guardia, en cuyas filas batallaba Matrosov libraba un encarnizado combate. El 23 de febrero, en el día del vigésimo quinto aniversario de la creación del Ejército Soviético, nuestras fuerzas liberaron la aldea de Chernushk, situada a 70 kilómetros de la ciudad de Vieliki Luki. La aldea de Chernushki era uno de los puntos de apoyo del enemigo. En el lugar mas vulnerable de su defensa los nazis construyeron, no lejos de esa aldea, tres fortines, los que tenían que bloquear al batallón 254 del ejército de fusileros de la guardia. He aquí la versión de aquellos hechos del periódico ruso El veterano.
“El combate había comenzado a tempranas horas de la mañana. Un grupo de asalto, formado por ametralladores y tiradores bloqueó primero un fortín y luego otro. Pero el tercer fortín, el central, continuaba atacando a nuestros soldados con un fuego intenso impidiéndoles el avance.
Los soldados de la guardia no conocían el miedo en el combate, pero no lograban neutralizar el fortín. Tres tiradores que intentaron arrastrarse hasta el reducto enemigo perecieron como valientes. Entonces se levantó el soldado Alexander Matrosov, el enlace del jefe de la compañía.
-Yo trataré –dijo con resolución.
El teniente Artiujov, jefe de la compañía, miró atentamente al soldado, lo abrazó, lo besó y le dijo lacónicamente.
-Suerte.
Y el soldado armado de su fusil y granadas comenzó a acercarse al fortín enemigo que impedía el avance al batallón, a su compañía.
El valiente soldado sabía que en el combate es valioso todo segundo. Alexander Matrosov puso en tensión todas sus fuerzas para alcanzar lo mas rápidamente ese reducto. Pero, ¿qué pasó? Había sido notado, y las balas comenzaron a macerar la nieve, delante y detrás de él. Era peligroso avanzar, pero en cuanto las ráfagas de la ametralladora se desviaban a un lado Alexander continuaba arrastrándose hasta su objetivo.
Y helo aquí ya cerca del punto de fuego enemigo. Matrosov lanzó sus dos granadas una tras otra, las que estallaron junto al fortín. Aprovechando la pausa del agresor el soldado se levantó y dio un salto hacia delante. Pero de la tronera aparecieron de nuevo los destellos de los disparos, por lo que tuvo que tenderse nuevamente y ya no tenía mas granadas. En el disco le quedaban también pocas balas. Pasó un minuto mas y Matrosov lanzó una última ráfaga contra la tronera. Algo pareció estallar en el fortín y la ametralladora del enemigo no se oyó mas. Y he aquí que Alexander se levantó y cruzándose sobre la cabeza el fusil gritó con todas las fuerzas a sus compañeros:
-Adelante...
Y todos se levantaron como un hombre del suelo nevado y se lanzaron adelante. Pero, inmediatamente se vieron obligados a
tenderse debido a que el punto de fuego enemigo se activó nuevamente.
Y entonces Matrosov se abalanzó adelante y con su cuerpo tapó la negra tronera...
“La hazaña heroica del soldado sirvió de señal para el ataque, pues el camino había quedado abierto. Luego de acabar definitivamente con el fortín, en minutos contados fue ocupada la aldea de Chernushka.
Así luchó y pereció el héroe Alexander Matrosov, quien antes del combate había dicho:
-Lucharé contra los alemanes mientras mis manos sostengan un arme y mientras lata mi corazón.
Y Alexander Matrosov cumplió su juramento. De su hazaña fue informado el Comandante en jefe Supremo Stalin, quien dictó un decreto por el que se daba el nombre de Alexander Matrosov al regimiento 254 de fusileros de la guardia, y quedaba consignado a perpetuidad en la nómina de esa unidad. Y el presidiun del Soviet Supremo de la URSS entregó al valiente soldado, de manera póstuma el título de Héroe de la URSS.
En la orden del Comisario del Pueblo de la Defensa se leía que la gran hazaña del camarada Matrosov debe servir de ejemplo de coraje y heroísmo para todos los soldados del Ejército Rojo.
En la ribera oriental del Lovati, en el lugar mas hermoso, no lejos de la ciudad de Vieliki Luk se alza una estatua de bronce dedicada a nuestro héroe, una obra del escultor Evgueni Vuchetich, con la siguiente inscripción: Alexander Matrosov se lanzó adelante sin temor, al encuentro de la inmortalidad.
Alexander Matrosov devino ejemplo de coraje ejemplar y de ferviente patriotismo para el Ejército Rojo.
-Cuando pienso en la guerra, en la Gran Victoria, ante mí surge la imagen del joven soldado, manifestó el escritor Mijail Alexeiev, quien luchó en la guerra de punta a cabo. Nuestra causa es justa y venceremos, afirmaba. Por esa victoria, el piloto Nikolai Gastello lanzó su avión en llamas contra una columna enemiga. Venceremos, era el vocablo lleno de convicción que salía de los labios hinchados y sangrantes de la joven guerrillera Zoya Kosmodemianskaia. Venceremos, y el soldado Alexander Matrosov se arrojó sobre la tronera del fortín enemigo.
Pero, ¿qué sabemos de este héroe legendario? Alexander Matrosov , cuya hazaña era relatada a los niños en todas las escuelas soviéticas, era oriundo de Bashkiria, y su nombre verdadero era Shakirian Mujamedianov.
No hace mucho, los periódicos Parlamentskaya Gazieta y Vechernaya Moscva publicaron la biografía del soldado, la que difiere de la versión oficial creada por los propagandistas soviéticos. Shakirian nació en 1924 en la pequeña aldea de Kunakbaievo. Cuando murió su madre tenía no mas de siete años. La familia era muy pobre y, después de que el padre volvió a contraer matrimonio el niño se fue de la casa.
Los investigadores contemporáneos suponen que fue a dar a un orfanato donde se presentó como Sacha Matrosov. Muchos adolescentes, al ingresar en estos orfanatos y comunas infantiles trataban de cambiar sus nombres y apellidos por rusos.
En otoño de 1940 se vuelve a tener conocimiento de Matrosov, cuando de los documentos que se conservan hasta nuestros días se colige que un tribunal popular de la tercera comuna del distrito de Frunze lo condenó a dos años de cárcel por transgredir el artículo 192 de Código Penal de Rusia. Matrosov fue culpado de haber continuado viviendo en la ciudad de Saratov, no obstante haber firmado el oficio de abandonar la ciudad en 24 horas.
Matrosov estuvo recluido en una colonia en Ufa y a fines de septiembre de 1942, dentro de un grupo de otros voluntarios fue a dar a una escuela de infantería de Orenburgo.
En enero de 1943, todo la escuela fue destinada como soldados rasos a unidades del frente. Matrosov fue incorporado a la Brigada de Infantería 91 de voluntarios. En febrero, durante la toma de la aldea de Chernushka realizó su hazaña inmortal: cubrió con su cuerpo la tronera de la ametralladora enemiga.
Posteriormente, después de la orden de Stalin, este día fue incorporado a la fiesta del 23 de febrero. La guerra hace nacer los héroes, reza un proverbio popular. La Gran Guerra Patriótica fue la madre de toda una pléyade. Los soldados que taparon con su cuerpo la tronera enemigas de fortines son conocidos en el pueblo como Matrosov. Y ellos fueron mas de 300. En esencia, la hazaña de Matrosov es internacional. Pues, en los años de la Gran Guerra Patriótica, la hazaña de Alexander Matrosov fue repetida por 233 rusos, 50 ucranianos, 13 bielorrusos, 8 kazajos, un número igual de tártaros, 6 georgianos, 6 uzbecos, por 4 armenios y 4 judíos, por dos bashkirios, búlgaros, maríes y dos udmurtios, por un buriato, moldavo, kirguizo, osetio, tayico y un chuvash.
Mas de 120 soldados realizaron el sacrificio de Matrosov durante la liberación de los actuales Estados de la CEI y del Báltico, de Ucrania, mas de 60, de Bielorrusia, mas de 30, de los países bálticos, unos 30. Siguiendo el ejemplo de Alexander Matrosov, se inmolaron heroicamente los defensores del país en todos los frentes de la Gran Guerra Patriótica.
Sello postal que conmemora la hazaña de Matrosov