El oro del submarino japonés I-52

MacARTHUR

17-01-2007

Hace tiempo que leí esta historia y me gustaría conocer vuestar opinión del tema. Si ya hay un tema abierto con esta historia, DISCULPAD y añadir a vuestro tema para que pueda enterarme. GRACIAS por vuestra colaboración.

[color=Navy]¿Qué hay de cierto en esta historia?.[/color]

[color=Brown][size=18pt]¿Que sucedió con el oro del I-52? ¿dónde esta ahora?[/size][/color]

Descubrir cuál era la verdadera misión del submarino japonés I-52 y el destino final de las toneladas de oro y de uranio que supuestamente transportaba durante el viaje en el que fue abatido, es una de las grandes pasiones de Joaquim Casellas.

Este submarino nipón partió de Kure (Japón) el mes de marzo de 1944 y fue hundido en medio del Atlántico, a 1.200 millas al oeste del golfo de Guinea, el 23 de junio de este mismo año, durante un encuentro con un submarino alemán.

El I-52 era un elemento clave para el intercambio de material estratégico ente las tropas japonesas y las alemanas, que en aquellas alturas de la Segunda Guerra Mundial estaban prácticamente sitiadas por los aliados.

Se sabe que, durante su último viaje, el submarino japonés transportó documentos militares de enorme valor para los planes del Eje y también caucho, tosteno, molibdeno, estaño y otras materias primas destinadas a construir material bélico, .También llevaba opio y quinina para los heridos de guerra y dos toneladas de oro. Además, se sospecha que transportaba tubos de uranio que tenían que servir para la fabricación de la bomba atómica.... Pero nadie ha podido encontrar nunca ni el oro ni el uranio.

[color=Brown][size=15pt]Hundido por los aviones del U.S.S.Bogue [/size][/color]

El I-52 fue abatido la misma noche que contactó con el submarino alemán U-853 en medio del Atlántico. La noche del 23 de junio de 1944. La tripulación del U-853, bajo las órdenes del capitán Otto Wermut, le instaló una antena de camuflaje de última generación y recibió de los japoneses documentos de alto interés militar.

Pero los servicios secretos norteamericanos estaban al corriente de esta cita y el portaaviones Bogue, que había partido de la base norteamericanos de Norkfolk, estaba esperando los dos submarinos para destruirlos, a una distancia prudencial del lugar del encuentro.

Justo después del intercambió entre la nave japonesa y la alemana, un avión pilotado por el comandante norteamericanos Jesse Taylor y equipado con torpedos de orientación acústica –que se utilizaban en guerra por primera vez- torpedeó varias veces al submarino japonés.

Taylor, a quien ya le escaseaba el combustible, tuvo que regresar al Bogue. Antes de dar media vuelta, lanzo al agua boyas acústicas, capaces de captar los sonidos de las hélices de los submarinos y de transmitir su posición.

Al cabo de unos 45 minutos, guiado por las boyas que reproducían los sonidos, otro avión norteamericano, pilotado por William D. Gordon, llegaba a la zona del ataque.

[color=Brown][size=15pt]Nadie volvió a ver el I-52 durante más de cincuenta años[/size][/color]

Las expediciones

En mayo de 1995, una expedición liderada por el investigador norteamericano Paul Tidwell localizó el I-52 a 17.000 pies de profundidad y a 1.200 millas al oeste de las costas de Cabo Verde.

La expedición había partido el 12 de abril de las islas Barbados y tardó tres semanas en localizar su objetivo. El submarino estaba bastante lejos del punto donde Tidwell había previsto encontrarlo. Estaba a más de 8 kilómetros de distancia. A 8 kilómetros del punto donde Gordon lanzó sus torpedos. ( Ver foto )

Una vez localizado el submarino japonés, una segunda expedición capitaneada por Tidwell sirvió para explorar con el buque "Akademic Mstislav" y su equipo de submarinos. Pero el I-52 no contenía oro. Mir II O, como mínimo, el oro no estaba en la zona que habían indicado a los investigadores los soldados que habían cargado la nave antes de su último viaje.

Así, Tidwell encontró el submarino I-52, pero su aventura también dejó muchas preguntas al aire.

[color=Brown][size=15pt]El hundimiento del I-52 [/size][/color]

Las investigaciones de Joaquim Casellas conducen a explicaciones distintas, tanto de cómo fue realmente el ataque contra el I-52, como sobre dónde está el cargamento que el submarino transportaba cuando partió del puerto de Kure.

Estas investigaciones, que han supuesto más de cinco años de trabajo, se basan en la búsqueda en archivos militares y en conversaciones directas de los supervivientes de la tragedia. Llegar a las hipótesis actuales ha sido muy complicado, ya que algunos documentos han sido manipulados y los supervivientes tienen órdenes explícitas y amenazantes de no explicar cuáles eran los verdaderos planes del Eje.

Tidwell, igual que los americanos, partían de la hipótesis de que fueron necesarios los ataques de dos aviones para hundir el submarino japonés y que el submarino alemán había escapado del lugar de los hechos.

Esta versión es incorrecta. Casellas ha podido descubrir que el I-52 fue abatido rápidamente por la avión que pilotaba Taylor. El U-853 pudo escapar de aquel ataque, pero cuando vio que el avión daba media vuelta y la zona se quedaba tranquila, el capitán Otto Wermut dio marcha atrás para intentar ayudar a los posibles supervivientes del I-52.

Esta decisión fue fatal, porqué, cuando Gordon llegó al lugar con la segunda avioneta, pudo escuchar el motor de la nave alemana y la torpedeó sin saber cuál era realmente su objetivo. El U-853, gravemente dañado y con el motor muy despacio para no ser detectado a través de los ruidos, partió del lugar del ataque en dirección norte.

Al cabo de un día y medio, la tripulación del U-853 tuvo que abandonar la nave y estuvo 2 días a la deriva sobre botes neumáticos. La importancia de los documentos que les habían entregado los japoneses hizo que el ejército alemán enviara un barco a rescatar a los pocos miembros de la tripulación que seguían con vida, evitando así que la información cayera en manos del enemigo. Pero las altas esferas nazis no perdonaron nunca la imprudencia que había cometido Wermut al intentar salvar a los tripulantes del I-52.(Ver foto)

[color=Brown][size=15pt]La localización de las naves[/size][/color]

Ya antes de la expedición de Tidwell, Casellas afirmaba que el I-52 no se encontraba en el lugar donde pensaban buscarlo, que estaba algunas millas más al sur.

La expedición norteamericana basó su búsqueda en las coordenadas que dio Gordon de su último ataque y, como hemos dicho, en este punto es donde Gordon abatió la nave alemana.

Cuando Tidwell rastreó esta zona no encontró nada, porqué el I-52 había sido hundido más al sur y el U-853 había huido del lugar de los hechos durante el día y medio posterior al ataque, aún que a una velocidad muy reducida a causa de los daños producidos por los torpedos.

Actualmente, en los archivos consta que el submarino alemán U-530 fue el que asistió al I-52 a 1.200 millas del golfo de Guinea, pero no fue así.

También existen evidencias de que el submarino alemán que hasta el momento hemos conocido como U-853 era en realidad un U-529. Colocar numeraciones falsas en las cubiertas de las naves que abandonaban un puerto era una práctica habitual de los alemanes, destinada despistar al espionaje enemigo.

[color=Brown][size=15pt]El oro del I-52[/size][/color]

¿Dónde está, entonces, el oro del I-52?

Tal como ha explicado en algunas ocasiones el equipo de Tidwell, los servicios de espionaje y de inteligencia norteamericanos interceptaron comunicaciones que revelaban que el I-52 transportaba dos toneladas de oro hacia la Francia ocupada por los nazis. El destino era una base alemana situada en la costa atlántica francesa: Lorient.

Pero esta no era la única misión del submarino japonés. El I-52, en realidad, seguía una ruta entre Japón y la costa oeste de Groenlandia y tenía diversas citas concertadas durante su trayecto.(Ver foto)

El primero de estos encuentros era justo delante de la costa del golfo de Guinea. Allí, el submarino japonés I-52 contactó con otro submarino, de ultimísima tecnología, y le entregó el oro y los tubos de uranio.

Este submarino nunca transmitió su posición por radio y así evitó ser descubierto por las tropas enemigas. Dos días antes de la llegada del I-52, ya le estaba esperando.

El uranio, de 235 kilotones de peso atómico, tenía que servir para la construcción de la bomba atómica, una misión en la que los alemanes concentraban sus máximas energías, ya que era su última oportunidad para no perder una guerra que se le escapaba de las manos.

El trasbordo se realizó con éxito y, mientras el I-52 se dirigía hacia su cita con el U-853, el otro submarino japonés tomó rumbo hacia el golfo de Vizcaya. Fue abatido en el noroeste de la península ibérica, donde todavía descansa a la espera de que alguna expedición de constancia de su existencia.

Este trasvase del oro y la continuación del viaje del I-52 hacia Groenlandia explica porqué el submarino japonés se citó con la nave alemana a más de 1.200 millas de la costa, un punto de encuentro totalmente ilógico si, como sostiene Tidwell, su destino final hubiera sido la base francesa de Lorient.

[size=13pt]El uranio [/size]

El hallazgo del submarino que transportaba el oro y el supuesto uranio sería un descubrimiento de primer orden y, por primera vez, se habría constatado que realmente los alemanes estuvieron muy cerca de construir la bomba atómica.

La carrera nazi hacia la obtención del arma de destrucción masiva ha estado siempre en la mente de los historiadores de la Segunda Guerra Mundial, pero hasta el día de hoy todavía no ha sido posible encontrar ninguna prueba consistente.

El Doctor Carl Boyd’s, historiador militar de la Universidad de Norkfolk y experto en submarinos, nunca estuvo de acuerdo con la versión de Tidwell sobre el hundimiento del I-52 y considera que el descubrimiento del oro y el uranio tendría un interés histórico y científico superior al hallazgo del Titanic.

J. Casellas.

Es decir:

1- El sub. I-52 su destino no era Lorient.

2- El Sub. U-530 y su tripulación nunca asistieron al Sub. I-52.

3- La importancia de esta misión se oculto para evitar que nunca se descubrieran los planes del Eje.

4- La misión del I-52 fue distribuir mercancías a lo largo de su trayecto, rumbo Groenlandia.

5- El I-52 intercambio el Oro y tubos de uranio U235 en el Golfo de Guinea con otro sub. Japonés en 2 horas. El USS. Bogue nunca sospecho de su retraso. El oro y el uranio iba destinado a Lorient

"La gran cantidad de submarinos que el Eje movilizó en esta operación hace pensar, necesariamente, que el I-52 tenía un papel muy destacado en los planes de Hitler”.

Tengo más infografías que ya iré pegando.

GRACIAS por vuestra atención.

Nonsei

18-01-2007

También existen evidencias de que el submarino alemán que hasta el momento hemos conocido como U-853 era en realidad un U-529. Colocar numeraciones falsas en las cubiertas de las naves que abandonaban un puerto era una práctica habitual de los alemanes, destinada despistar al espionaje enemigo.

El U-529 se dio por desaparecido en febrero de 1943:

http://uboat.net/boats/u529.htm

http://uboat.net/boats/u853.htm

http://uboat.net/boats/u530.htm

El I-52:

http://www.histarmar.com.ar/InfHistorica/Submarinos%20Nazis/I-52.htm

MacARTHUR

18-01-2007

GRACIAS, Nonsei. está foto aparecia en el reportaje que yo he transcrito.

[size=15pt]CROQUIS[/size] hacer click

[size=15pt][color=Maroon]PECIO I-52[/color][/size]

[size=15pt][color=Navy]El I-52:[/color][/size]

Nonsei

18-01-2007

En cuanto a los envíos de uranio enriquecido de Japón a Alemania, tengo que decir que no me creo nada:

El hallazgo del submarino que transportaba el oro y el supuesto uranio sería un descubrimiento de primer orden y, por primera vez, se habría constatado que realmente los alemanes estuvieron muy cerca de construir la bomba atómica.

Yo no veo esa constatación, en todo caso sería al revés, si necesitaban envíos de uranio desde Japón sería porque incluso los japoneses estaban por delante de ellos en investigación atómica. Sobre el tema ya hemos hablado en algunas conversaciones, por ejemplo:

https://mundosgm.com/smf/index.php?topic=882.0

Japón tenía su propio programa de investigación atómica, disponía de menos recursos que los alemanes, y si ya era difícil lograr la colaboración entre los proyectos de la Marina y el Ejército, me parece increíble que mandasen a Alemania el poco uranio enriquecido que podrían haber conseguido.

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