Discursos de Josef Stalin.

ULRICH

11-02-2007

1 de mayo de 1943 ,como comandante en jefe del Ejército Rojo.

¡Camaradas de la Milicia Roja y marineros de la Armada Roja, comandantes y funcionarios políticos, guerrilleros de ambos sexos, campesinos y campesinas, trabajadores del intelecto! ¡Hermanos y hermanas sometidos temporalmente al yugo del opresor alemán! .

Hoy, 1 de mayo, os saludo y felicito en nombre del Gobierno soviético y el partido bolchevique.

Los pueblos de nuestro país solemnizan el 1 de mayo en los rigurosos días de la *«guerra patriotica».*Confiaron la solución de su porvenir al Ejército Rojo y no han sido defraudados en sus esperanzas. Los soldados soviéticos ponen su vida en juego para proteger a la Patria y defienden ,con éxito des de hace casi dos años el honor y la independencia de todos los pueblos que integran la Unión Soviética.

Durante la campaña del invierno 1942-1943 el Ejército Rojo infligió importantes derrotas a las tropas de Hitler, aniquiló ingentes cantidades de hombres y material, envolvió y exterminó a dos Ejércitos en la bolsa de Stalingrado, hizo prisioneros a más de 300.000 soldados y oficiales enemigos, y libró del yugo alemán a centenares de ciudades soviéticas y millares de aldeas.

La campaña de invierno ha puesto de manifiesto que la acometividad del Ejército Rojo aumenta cada vez más. Nuestras tropas no se limitaron a expulsar a los alemanes del territorio ocupado por estos en el verano de 1942; también se posesionaron de imnumerables ciudades y comarcas que habían estado en manos del enemigo durante un año y medio aproximadamente. Los alemanes ya no tienen la fuerza suficiente para oponerse a la ofensiva del Ejército Rojo.

Así lo demuestra el hecho de que el Alto Mando hitleriano se viera obligado a desplazar desde Europa occidental otras treinta Divisiones para emprender su contraofensiva en un sector de frente tan reducido como es el de Jarkov. Los alemanes contaban con cercar a las tropas soviéticas en el sector de Jarkovpara deparar un «Stalingrado germano» a nuestros soldados. Pero el Alto Mando hitleriano fracasó en su intento; no pudo tomarse el desquite deStalingrado. A esa misma hora, las victoriosas tropas de nuestros aliados batían a las fuerzas alemanas e italianas en Libia y Tripolitania, y ahora, tras limpiar de enemigos esa región, continúan arrollando al adversario en el sector de Túnez, mientras la heroica Aviación anglo-americana asesta destructivos mazazos a los centros de la industria de guerra en Alemania e Italia, anunciando la formación de un segundo frente europeo contra los fascistas alemanes e italianos.

De esa suerte, la ofensiva desde el Este, a cargo del Ejército Rojo, contra el enemigo se concertará por primera vez en la guerra, con otra embestida desde el Oeste, a cargo de las tropas de nuestros aliados para fundirse con ella en un ataque conjunto y coordinado.

Todas esas circunstancias reunidas han sacudido hasta los cimientos la máquina de guerra alemana, y, además de encauzar la guerra mundial por nuevos derroteros, crean las condiciones fundamentales para el triunfo sobre la Alemania hitleriana.

Como consecuencia de esa evolución, nuestros adversarios se vieron obligados a reconocer el empeoramiento de su situación y comenzaron a lamentarse de una crisis militar. Por supuesto, se esforzaron en encubrir su crítica posición con el tantán de la movilización total. Sin embargo, ningún tantán puede ocultar al mundo el hecho de que el campo fascista atraviesa efectivamente una crisis muy grave.

La crisis del campo fascista se refleja ante todo en la circunstancia de que el enemigo se haya visto obligado a modificar abiertamente su postura inicial con respecto a la guerra relámpago. Hoy, ya no esta de moda hablar de guerra relámpago en el campo contrario..., y el gárrulo clamoreo acerca de esa guerra relámpago ha sido sustituido por gimoteos atrabiliarios sobre la irrevocabilidad de una guerra duradera.

Por otra parte, la crisis del campo fascista encuentra también su expresión en el hecho de que los fascistas empiecen a hablar de paz con creciente frecuencia. Si hemos de juzgar por las in formaciones de la Prensa extranjera, llegamos a la conclusión de que los alemanes estarían dispuestos a negociar una paz con Inglaterra y los Estados Unidos siempre que estos paises se separaran de la Unión Soviética, o en el caso inverso de que ésta se alejara de Inglaterra y los Estados Unidos de América. Los imperialistas alemanes, desleales hasta la méula de los huesos, tienen el cinismo de medir a los aliados con su propia regla, y esperan poder embaucar a alguno de ellos con sus métodos. Es evidente que los alemanes no charlarían de paz si las cosas les fuesen bien. En el campo del fascismo, la verbosidad pacifista significa solamente que éste pasa por una difícil crisis. Pero ¿cómo se puede hablar de paz con esos depredadores imperialistas del campo fascista alemán que anegan Europa en sangre y la siembran de patíbulos?

¡Camaradas! El pueblo soviético patentiza un desvelo infinito por el Ejército Rojo. Está dispuesto a transmitirle toda su energía para robustecer aún más la potencia defensiva del país soviético. En poco más de cuatro meses los pueblos de la Unión Soviética han entregado al fondo del Ejército Rojo más de siete mil millones de rublos. Ello prueba una vez más que la contienda con Alemania es en verdad una guerra popular, la guerra de todos los pueblos que habitan el mundo soviético. Trabajadores, campesinos colectivistas e intelectuales siguen laborando con pulso siempre firme en fábricas e instituciones, granjas colectivas y propiedades soviéticas, soportando con fortaleza y coraje todas las privaciones que acarrea la guerra. Pero la guerra contra el invasor alemán y fascista exige todavía más cañones y tanques, más aviones, ametralladoras, metralletas, morteros, munición y provisiones para el Ejército Rojo.

¡Camaradas de la Milicia Roja y marineros de la Armada Roja, comandantes y funcionarios políticos, guerrilleros de ambos sexos!: al tiempo que os saludo y felicito en este 1 de mayo,

ORDENO:

1- Todos los combatientes -infantes, servidores de mortero, artilleros, dotaciones del Cuerpo blindado, pilotos, zapadores, personal de transmisiones, soldados de Caballería- deben mostrar un incansable afán de superación en el combate, cumplir las órdenes de los jefes y el reglamento del servicio, mantener una disciplina inalterable, organización y orden.

2- Los comandantes de todas las Armas y mandos superiores deben ser maestros en el arte de mandar tropas; organizar con habilidad la coordinación de todas las Armas y conducir éstas al combate; estudiar al adversario, perfeccionar el servicio de reconocimiento -ojos y oídos del Ejercito- y tener éste siempre presente, pues de lo contrario no sería segura la derrota del enemigo. Hay que elevar el nivel profesional de los Estados Mayores y conseguir que los Estados Mayores de todo Cuerpo y unidad del Ejército Rojo sean órganos ejemplares de los mandos de tropa; y los servicios militares de retaguardia deben mejorar su trabajo para poder responder alas exigencias de la guerra moderna, pues hay que tener en cuenta que el desenlace de las operaciones militares depende de la puntualidad e integridad con que se suministre la munición, el armamento y las vituallas a la tropa.

3- El Ejército Rojo en bloque debe asegurar y explotar el éxito de la campaña de invierno, sin ceder una sola pulgada de terreno al enemigo ni cesar en sus preparativos para las batallas decisivas con los ocupantes alemanes fascistas: debe dar pruebas de su estoicismo y tenacidad en la defensa que llevan a cabo los combatientes de nuestros ejércitos, y se ha de afianzar la colaboración eficaz de las tropas y su maniobrabilidad puesta en práctica en el campo de batalla hasta el envolvimiento y exterminio del adversario.

4- Los guerrilleros de ambos sexos deben organizar golpes de mano, certeros y violentos, contra los servicios e instalaciones en la retaguardia enemiga, contra vías de comunicaciones y depósitos de intendencia, Estados Mayores y fábricas, así como cortar las líneas telegráficas y telefónicas del adversario; alistar en las filas activas de la lucha liberadora a esos vastos sectores de población soviética que habitan todavía las zonas ocupadas por los alemanes, a fin de preservar al ciudadano soviético de la deportación a Alemania como esclavo, y del exterminio a manos de las bestias hitlerianas; vengar sin piedad en el intruso alemán la sangre y las lágrimas derramadas por nuestros niños y mujeres, madres y padres, hermanos y hermanas; ayudar con todas sus fuerzas al Ejército Rojo en la lucha contra el infame opresor hitleriano.

¡Camaradas!

El enemigo barrunta ya la aproximación de nuestras tropas y la violencia de sus demoledores golpes. Se acerca el momento en que el Ejército Rojo, unido a los ejercitos de nuestros aliados, se apresta a romper el espinazo a la bestia fascista.

¡Viva nuestra gloriosa patria! ¡Viva nuestro heroico Ejército Rojo! ¡Viva nuestra heroica Marina de Guerra! i Vivan nuestros audaces guerrilleros! iMuera el invasor alemán!

El comandante en jefe Mariscal de la Unión Soviética:

J. STALIN

ULRICH

11-02-2007

Stalin dirige un discurso radiofónico el 3 de Julio de 1941.

¡Camaradas!, ¡Ciudadanos! ¡Hermanos y Hermanas! ¡Hombres de nuestro Ejército y nuestra Marina!. ¡Me dirijo a vosotros, mis amigos!

El pérfido ataque militar a nuestra tierra, iniciado el 22 de junio por la Alemania de Hitler, continua.

A pesar de la heroica resistencia del Ejército Rojo, y aunque las más selectas divisiones enemigas y las mejores unidades de la fuerza aérea han sido hechas pedazos y han encontrado su muerte en el campo de batalla, el enemigo sigue avanzando, lanzando fuerzas de refresco al ataque.

Las tropas de Hitler han logrado capturar Lituania, una considerable parte de Letonia, el Oeste de la Rusia blanca y parte del Oeste de Ucrania. La fuerza aérea fascista está ampliando el ámbito de operaciones de sus bombardeos y está bombardeando Murmanks, Orsha, Mogilev, Smolensk, Kiev, Odessa y Sebastopol. Un grave peligro se cierne sobre nuestro país.

¿Cómo puede haber sucedido que nuestro glorioso Ejército Rojo haya rendido un número de nuestros ciudadanos y distritos a los Ejércitos fascistas? ¿Es realmente cierto que las tropas de la Alemania fascista son invencibles, como es pregonado sin cesar por los jactanciosos propagandistas fascistas? ¡Por supuesto que no!

La historia muestra que no hay ejércitos invencibles, y nunca han existido. Lo mismo debe ser dicho hoy del ejército fascista alemán de Hitler. Este ejército aún no se ha encontrado con una seria resistencia en el continente europeo. Sólo en nuestro territorio ha encontrado una resistencia seria, y si como resultado de esta resistencia las mejores divisiones del ejército fascista alemán de Hitler han sido derrotadas por nuestro Ejército Rojo, significa que este ejército, también puede ser machacado y será machacado como lo fueron los ejércitos de Napoleón y Guillermo.

No puede haber duda de que esta efímera ventaja militar para Alemania es sólo un episodio, mientras que la tremenda ventaja política de la URSS es un serio y permanente factor, que tienen el deber de formar las bases para el logro de los éxitos militares decisivos del Ejército Rojo en la guerra contra la Alemania fascista.

En caso de una retirada forzosa de las unidades del Ejército Rojo, todo el material rodante debe ser evacuado; al enemigo no debe dejársele ni una sola máquina, ni un solo vagón, ni una sola libra de grano o un galón de fuel. Las granjas colectivas debe ser trasladadas con sus ganados y entregar su grano a la custodia de las autoridades estatales para su transporte a la retaguardia. En las áreas ocupadas por el enemigo, unidades guerrilleras, montadas y a pie, deben formarse, los grupos deben organizarse para combatir a las tropas enemigas, fomentar la guerra de guerrillas por todas partes, volar puentes, carreteras. En las regiones ocupadas las condiciones deben ser insoportables para el enemigo y todos sus cómplices.

Esta guerra con la Alemania fascista no puede ser considerada como una guerra ordinaria. No sólo es una guerra entre dos ejércitos, es también una gran guerra del pueblo soviético contra las fuerzas del fascismo alemán. El objetivo de esta guerra nacional de nuestro país contra los opresores fascistas, no es sólo la eliminación del peligro que pende sobre nuestro país, sino también ayudar a todos los pueblos europeos que sufren bajo el yugo del fascismo alemán.

En esta guerra de liberación no debemos estar solos. En esta guerra tendremos aliados leales en los pueblos de Europa y América, incluidos los alemanes que están esclavizados por los déspotas hitlerianos. Nuestra guerra por la libertad de nuestro país se mezclará con la de los pueblos de Europa y América por su independencia, por las libertades democráticas. Será un frente unido de pueblos defendiendo la libertad y contra la esclavitud y las amenazas de esclavitud del ejército fascista de Hitler. Camaradas, nuestras fuerzas son innumerables. La arrogancia enemiga pronto les descubrirá su coste. Juntos en el Ejército Rojo y en la Armada, miles de trabajadores, granjeros colectivos e intelectuales están alzándose para golpear al enemigo agresor. Con el fin de asegurar la rápida movilización de todas las fuerzas de las gentes de la URSS, y rechazar al enemigo que traicioneramente atacó nuestro país, ha sido formado un Comité Estatal de Defensa en cuyas manos ha sido delegado enteramente el poder del Estado.

El Comité Estatal de Defensa ha entrado en funciones y ha llamado al servicio militar de nuestro pueblo para reunirse en torno al partido de Lenin-Stalin y alrededor del Gobierno soviético así como abnegadamente para apoyar al Ejército Rojo y a la Armada, para demoler al enemigo y asegurar la victoria.

¡Todas nuestras fuerzas para apoyar a nuestro heróico Ejército Rojo a nuestra gloriosa Armada Roja! ¡Todas las fuerzas del pueblo para la demolición del enemigo! ¡Adelante, a por nuestra victoria!

J. STALIN 

ULRICH

11-02-2007

Discurso en la Plaza Roja .7 de noviembre de 1941

Camaradas soldados y marinos rojos, jefes y colabores políticos, obreras y obreros, koljosianos y koljosianas, trabajadores intelectuales, hermanos y hermanas que os encontráis temporalmente bajo el yugo de los bandidos alemanes en la retaguardia del enemigo, gloriosos guerrilleros y guerrilleras que destruís la retaguardia de los invasores alemanes:

En nombre del gobierno soviético y de nuestro Partido bolchevique os saludo y felicito con motivo del 24 aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre.

Camaradas: Tenemos que celebrar hoy el 24 aniversario de la Revolución de Octubre en condiciones difíciles. La pérfida agresión de los bandidos alemanes y la guerra que se nos ha impuesto han creado una amenaza para nuestro país. Hemos perdido temporalmente una serie de regiones, el enemigo ha llegado a las puertas de Leningrado y de Moscú. El enemigo contaba con que ya después del primer golpe nuestro ejército sería dispersado y nuestro país sería puesto de rodillas. Pero se ha equivocado rotundamente. A pesar de los reveses temporales, nuestro ejército y nuestra flota rechazan heroicamente los ataques del enemigo en toda la extensión del frente, causándole grandes pérdidas; mientras tanto, nuestro país, todo nuestro país, se ha organizado en un campo único de combate, para, junto con nuestro ejército y nuestra flota, derrotar a los invasores alemanes.

Ha habido días en que nuestro país se ha visto en situación más difícil todavía. Recordar el año 1918, cuando celebrábamos el primer aniversario de la Revolución de Octubre. Entonces, las tres cuartas partes de nuestro país se encontraban en manos de los intervencionistas extranjeros. Habíamos perdido temporalmente Ucrania, el Cáucaso, el Asia Central, los Urales, Siberia y el Extremo Oriente. No teníamos aliados, no teníamos Ejército Rojo, que solo entonces comenzábamos a organizar; nos faltaba pan, nos faltaba armamentos, nos faltaban equipos. Entonces, nuestro país se encontraba asediado por 14 Estados. Pero no nos desalentamos ni perdimos el ánimo. En el fuego de la guerra organizamos el Ejército Rojo y transformamos nuestro país en un campamento militar. El espíritu del gran Lenin nos inspiraba entonces para la guerra contra los intervencionistas. ¿Y qué pasó? Derrotamos a los intervencionistas, reconquistamos todos los territorios perdidos y alcanzamos la victoria.

Ahora, la situación de nuestro país es mucho mejor que hace 23 años. Ahora, nuestro país es muchas veces más rico en el aspecto industrial, en víveres y en materias primas que hace 23 años. Ahora tenemos aliados, que formaban un frente único con nosotros contra los invasores alemanes. Ahora contamos con la simpatía y el apoyo de todos los pueblos de Europa que se encuentran bajo el yugo de la tiranía hitleriana. Poseemos ahora un magnífico ejército y una magnífica flota, cuyos combatientes defienden con su pecho la libertad y la independencia de nuestra Patria. No sufrimos gran escasez de víveres, ni de armamento, ni de equipos. Todo el país, todos los pueblos de nuestro país apoyan a nuestro ejército y a nuestra flota, ayudándoles a derrotar a las hordas invasoras fascistas alemanas. Nuestras reservas humanas son inagotables. El espíritu del gran Lenin y su bandera victoriosa nos inspiran ahora para la Guerra Patria lo mismo que hace 23 años.

¿Se puede acaso dudar de que podemos y debemos vencer a los invasores alemanes?

El enemigo no es tan fuerte como lo representan algunos intelectualillos asustados. No es tan fiero el tigre como lo pintan. ¿Quién puede negar que nuestro Ejército Rojo ha puesto muchas veces en desordenada fuga a las tan ponderadas tropas alemanas? Si juzgamos no por las jactanciosas declaraciones de los propagandistas alemanes, sino por la verdadera situación de Alemania, no será difícil comprender que los invasores fascistas alemanes se encuentran ante la catástrofe. En Alemania reina hoy el hambre y la miseria. En cuatro meses de guerra Alemania ha perdido cuatro millones y medio de soldados. Alemania se desangra, sus reservas humanas se agotan, el espíritu de rebeldía se apodera no solo de los pueblos de Europa subyugados por los invasores alemanes, sino del propio pueblo alemán, que no ve el fin a la guerra. Los invasores alemanes ponen en tensión sus últimas fuerzas. No cabe duda de que Alemania no puede sostener durante mucho tiempo esta tensión. Dentro de algunos meses, dentro de medio año, quizás dentro de un año, la Alemania hitleriana ha de derrumbarse bajo el peso de sus crímenes.

¡Camaradas soldados y marinos rojos, jefes y colaboradores políticos, guerrilleros y guerrilleras! Todo el mundo ve en vosotros la fuerza capaz de aniquilar a las bandidescas hordas de los invasores alemanes. Los pueblos esclavizados de Europa, caídos bajo el yugo de los invasores alemanes, os miran como a sus liberadores. Os ha tocado cumplir una gran misión liberadora.

¡Sed dignos de esta misión!

La guerra que sostenéis es una guerra de liberación, una guerra justa.

*¡Que os inspiren en esta guerra las viriles figuras de nuestros grandes antepasados: Alejandro Nevsky, Dimitri Donskoy, Kuzmá Minin, Dimitri Pozharski, Alejandro Suvórov y Mijail Kutúzov!

¡Que flamee sobre vosotros la bandera victoriosa del gran Lenin!

¡Por la completa derrota a los invasores alemanes!

¡Muerte a los ocupantes alemanes!

¡Viva nuestra gloriosa Patria, su libertad y su independencia!

¡Bajo la bandera de Lenin, adelante, hacia la victoria!*

J. STALIN .

ULRICH

18-02-2007

Discurso en la recepción en el Kremlin en honor de los comandantes de las tropas rojas del ejército ,24 de mayo de 1945

Quisiera proponer que bebamos a la salud de la gente soviética, y sobre todo de la gente rusa.

Bebo sobre todo a la salud de la gente rusa porque es la más excepcional de todas las naciones que constituyan la Unión Soviética.

Bebo a la salud de la gente rusa, porque, durante esta guerra, ha ganado el reconocimiento universal como la fuerza de guía de la Unión Soviética entre toda la gente de nuestro país.

Bebo a la salud de la gente rusa, no sólo porque es la gente principal, pero también porque es dotada con una mente clara, un carácter firme, y paciencia.

Nuestro gobierno no cometió ningún  error; nuestra posición era ocasionalmente desesperada, como en 1941-42, cuando nuestro ejército se retiraba, abandonando nuestras aldeas y ciudades nativas en la Ucrania, Byelorrusia, Moldavia, la región de Leningrado, la región báltica, y la república Karelo-Finlandesa, abandonándolos porque no había otra alternativa.

Otra gente pudo haber dicho al gobierno:

-No has subido a nuestras expectativas. Salir. Designaremos otro gobierno, que concluirá la paz con Alemania y asegurará la tranquilidad para nosotros.

Pero la gente rusa no hizo eso, porque  era confidente que la política que su gobierno perseguía era la correcta; y  hizo sacrificios para asegurar la derrota de Alemania. Y esta confianza que la gente rusa exhibió en el gobierno soviético demostró ser el factor decisivo cuál aseguró nuestra victoria histórica sobre el enemigo de la humanidad, el fascismo.

*¡Agradezco a gente rusa por esta confianza!

¡A la salud de la gente rusa!*

J. STALIN .

ULRICH

18-02-2007

Boletín de información, embajada de la URSS. 9 de mayo de 1945

El 8 de mayo de 1945, en Berlín, los representantes del alto comando alemán firmaron el acto de la entrega incondicional de las fuerzas del ejército alemán.

La gran guerra patriótica emprendida por la gente soviética contra los invasores Alemán-fascistas se ha concluido victoriosamente; Alemania se rinde completamente.

¡Hombres y camaradas del ejército rojo, hombres de la marina de guerra roja, sargentos, oficiales pequeños, oficiales del ejército y de la marina de guerra, generales, almirantes y mariscales!

Os felicito sobre la terminación victoriosa de la gran guerra patriótica.

Para marcar la victoria completa sobre Alemania, hoy, el 9 de mayo, el día de la victoria, a las 10 P.M.,en la capital de nuestra madre pátria, Moscú , saludará las tropas galantes del ejército rojo y de las naves y las unidades de la marina de guerra que han ganado esta victoria brillante, encendiendo treinta descargas de la artillería a partir de 1.000 armas.

¡Gloria eterna a los héroes que cayeron en luchar para la libertad y la independencia de nuestra madre pátria!

¡Viva el ejército y la marina de guerra rojos victoriosos!

J. STALIN , comandante en jefe supremo, Mariscal de la Unión Soviética.

El Dragon Shiryu

18-12-2009

Interesante gracias.

el del 9 de mayo no lo conocía.

Haz login o regístrate para participar