El Batallón Perdido

Scott Baker

23-10-2007

El Batallón Perdido

Este es el nombre que se les dió a 8 unidades americanas  de la 77º División, casi 550 hombres, aislados por fuerzas alemanas durante la Primera Guerra Mundial después de un ataque americano en el Bosque de Argonne en Octubre de 1918.

Cerca de 197 hombres murieron y aproximadamente 150 desparecieron o fueron tomados prisioneros antes de que los 194 supervivientes fueran rescatados.

Eran liderados por el Mayor Charles White Whittlesey.

El término también se refiere al 1º Batallón, de la 141º de Infantería, que sufrió un hecho similar durante la Segunda Guerra Mundial.

Las unidades envueltas eran pertenecientes al Regimiento de Infantería 308º (Compañía A, B, C, E, G, H), al Regimiento de Infantería 307º (Compañía K) y al Batallón de Ametralladoras 306º (Compañía D)

Acción en el Argonne

El 2 de Octubre, la Divsión avanzó rapidamente al bosque de Argonne, pensando que tenían apoyo francés desde el flanco derecho y americano desde el flanco derecho.

Sin que lo supieran, el avance francés había sido detenido. El batallón se había movido más allá del resto de la línea aliada y se encontraban aislados y rodeados por fuerzas alemanas.

Durante los siguientes 6 días, los hombres de la División fueron forzados a pelear varios ataques alemanes, que veían a la pequeña unidad americana como un peligro a la línea completa.

El batallón tenía graves problemas:

*La comida escaseaba.

*El agua solamente se encontraba en un arroyo cercano vigilado por el enemigo.

*La munición era escasa.

*Las comunicaciónes tambien eran problemáticas, ya que cada mensajero despachado por Whittlesey se perdía o caía en manos alemanas.

*El único método confiable de comunicarse con el Mando era mediante el uso de palomas mensajeras, pero consumía tiempo y solo podían enviar mensajes, pero no recibirlos.

*Debido a esto, a veces su propia artillería caía en sobre posición, que no conocía la localización exacta del batallón, por lo cual quedaban rodeados por los cuerpos putrefactos de sus camaradas caídos.

Aun así, mantuvieron su perímetro y causaron una distracción tan grande que les permitió a otras unidades romper las lineas alemanas, lo que obligó a los alemanes a retirarse.

Final

De los más de 500 soldados que entraron al bosque de Argonne, solo 194 salieron de allí sin problemas. El resto estaba desaparecido, muerto, capturado o herido.

El Mayor Whittlesey y otros oficiales ganaron la Medalla de Honor por sus valientes acciónes.

Whittlesey fue también reconocido por ser uno de los hombres que enterró el cuerpo del Solddado Desconocido en  la esa Ceremonia. Sin embargo, parece que la experiencia peso muy fuerte en el. Whittlesey fue reportado como "desaparecido" de un barco, en lo que se cree (y se reporto) como suicidio, en 1921.

Representaciones

El combate en el bosque de Argonne por parte de este batallón es narrado en el film El último batallón, hecho en 2001 y dirigido por by Burton L. King. A&E hizo una serie de televisión sobre el Batallón Perdido durante la batalla de Argonne en 1919, dirigida por Russell Mulcahy y titulada "The Lost Batallion".

La carátula del DVD del 2001 "The Lost Battalion"

El Mayor Charles White Whittlesey.

Señal que indica el lugar donde se desarrolló el combate entre fuerzas alemanas y entre el Batallón Perdido.

josmar

23-10-2007

Interesante. Desconoia el tema.... <<34

TITUS20050

23-10-2007

Muy interesante y desconocido para mi Barker <<30

Scott Baker

23-10-2007

Muchas gracias, compañeros. Es una pequeña contribución, pero es algo. ;)

Moisin-Nagant

23-10-2007

Muy bueno Scott, te ha quedado muy bien!!  <<34

Scott Baker

23-10-2007

Muchas gracias, Moisin.

Caesar

23-10-2007

Muy buena película. <<13

Dan Daly

27-04-2008

Como ampliación del tema, aquí traigo un artículo que publiqué hace algún tiempo en este sitio: http://granguerra.crearforo.com/el-batallon-perdido-es878.html  Espero que os resulte interesante:

El 26 de setiembre de 1918 el I Ejército de los Estados Unidos con el IV Ejército de Francia a su izquierda iniciaron la ofensiva de Mosa-Argonne. A los americanos les tocabal limpiar el bosque de Argonne, una zona de cerros y barrancos boscosos donde los alemanes se habían fortificado bien con numerosos nidos de ametralladoras y alambradas, y donde la visión se reducía a unos pocos metros por la espesa vegetación. Después de varios días de duros combates, Pershing ordenó “avanzar sean cuales sean las bajas y sin tener en cuenta la exposición de los flancos”.

La 77 División del general Robert Alexander estaba en el extremo izquierdo de la línea americana. La mañana del 2 de octubre Alexander ordenó un avance general, teniendo como objetivo la carretera La Viergette – Moulin des Charlevaux. La división avanzó con la brigada 154 a la izquierda y la 153 a la derecha. El fuego enemigo pronto detuvo a ésta, pero la 154 pudo continuar. En la cabeza de la 154 estaba el primer batallón del 308 regimiento de infantería del comandante Charles Whittlesey. Detrás iba el segundo batallón, al mando del capitán George McMurtry (un veterano de la Guerra de Cuba). A ambos batallones los acompañaban destacamentos de ametralladoras del 306 batallón.

El 308 llevaba ya seis días de combates y sus efectivos se habían reducido a la mitad. Al llegar Whittlesey y McMurtry a unos 500 metros del Moulin des Charlevaux (que era el objetivo del avance y el lugar más peligroso) los dos batallones se dispusieron a defender sus posociones. En total, para defender una zona de unos 300 por 60 metros se contaba con unos 550 hombres.

La realidad era que en todo el frente estas tropas eran las únicas que habían avanzado con éxito, pues ni los franceses ni el resto de la división habían ganado terreno. El general Alexander intentó llenar el hueco entre los franceses y su división mandando al tercer batallón del 307 y al tercer batallón del 308 para que conectaran con Whittlesey. El movimiento, llevado a cabo de noche, en pleno bosque y disparando contra los alemanes, fue un caos. Al amanecer del 3 de octubre los dos batallones se habían dispersado y sólo la compañía K del 307 del capitán Nelson Holderman (apenas 82 hombres) pudo unirse a Whittlesey.

Los puestos de enlace que Whittlesey había colocado para mantener el contacto con el resto de la división no tardaron en caer. Ahora estaban aislados. Los hombres habían sido lanzados a la lucha con raciones para dos días y la mayoría ya las habían consumido. Tampoco las municiones abundaban. Whittlesey y McMurtry mandaron esta nota a los jefes de compañía: “Nuestro trabajo es defender la posición a toda costa. Nada de retirarse. Háganselo entender a los hombres a su cargo”.

Whittlesey llamó al soldado Omer Richards, el encargado de la caja de las palomas mensajeras (ocho en total, criadas en Inglaterra), escribió dos notas dando la posición y solicitando apoyo y suministros, los metió en sendos tubos de metal en las patas de dos aves y las soltó rumbo al palomar de la división. Antes del amanecer, el resto de la división ya estaba en marcha, pero entre la espesura, la niebla densa y las alambradas el avance no llegó muy lejos. Las bajas fueron importantes.

Por su lado, los alemanes estaban a menos de 200 metros de la posición de Whittlesey y atacaban con morteros, ametralladoras y francotiradores a los americanos, cuya tercera parte pronto resultó muerta o herida. El material sanitario se agotó enseguida. Se mandó otra paloma, solicitando suministros por vía aérea.

La situación de Whittlesey y sus hombres se filtró pronto a la prensa y Pershing no tardó en ser presionado políticamente para que los americanos ganaran esa batalla, que también era de propaganda. Pershing ordenó a Alexander romper el cerco de inmediato.

Pero el I Ejército USA no conseguía avanzar en su flanco izquierdo. La situación dentro del perímetro era desastrosa: la mitad de los hombres ya eran bajas, se quitaban las vendas a los muertos y se ponían a los nuevos heridos, McMurtry y Holderman tenían varias heridas graves. Se mandaron más palomas pidiendo ayuda mientras estallaban las granadas alemanas.

Alexander ordenó a su artillería bombardear a los sitiadores. Un avión marcó la zona y pronto cayó un diluvio de granadas. Whittlesey escribió a toda prisa: “¡Nuestra propia artillería nos está bombardeando. Párelos, por Dios!” Richards sacó otra paloma pero escapó. Ya sólo quedaba una, un macho llamado “Cher Ami”. Se le ató el mensaje a una pata y fue soltado, pero se posó en una rama y no hubo forma de que volara. Tuvo Richards que trepar al árbol para hacer volar al animal. Los alemanes le dispararon. Perdió un ojo, una pata y tuvo otras heridas, pero llegó a su destino y el bombardeo cesó poco después. Ochenta hombres fueron muertos o heridos por este “fuego amigo”.

Pero apenas paró el bombardeo los alemanes se lanzaron al asalto, aunque fueron rechazados. Por la noche, cayeron bengalas alemanas para delimitar el perímetro, tras lo que hubo un nuevo bombardeo alemán y otro ataque que también fue rechazado.

El 5 de octubre se intentó abastecerles por aire, pero casi todos los paquetes cayeron fuera del perímetro y además se perdió un avión. Ese día fracasaron dos intentos de romper el cerco. No hubo ningún asalto alemán, limitándose el enemigo al fuego de francotiradores.

El 6 tampoco hubo ningún asalto. Parecía que los alemanes esperaran a que se murieran de hambre; de hecho, muchos soldados ya estaban mascando hojas de los árboles y casi no había agua.

Sin otra forma de comunicación, Whittlesey mandó esa noche a tres hombres con un informe. Increíblemente consiguieron pasar a través de los alemanes y llegaron con información muy útil para el asalto del día siguiente.

El 7, nueve hombres incapaces de aguantar el hambre fueron a intentar coger alguno de los paquetes caídos en la tierra de nadie. Cuatro fueron capturados y el resto murieron. Un teniente alemán que había vivido en los Estados Unidos habló con ellos y entregó al soldado Lowell Hollingshead una nota para Whittlesey, solicitando la rendición. Al leer la nota, Whittlesey, Holderman y McMurtry decidieron no contestar. Los hombres conocieron pronto tanto la nota como la decisión de sus oficiales, pero ellos sí decidieron contestar: se dedicaron a insultar a gritos a sus enemigos.

Esa tarde, y provistos de lanzallamas, los alemanes atacaron. La posición estuvo a punto de caer. Los hombres ya no podían más y algunos intentaron huir, pero cuando una ametralladora Hotchkiss acabó con los lanzallamas el ataque alemán perdió fuerza. Cuando los atacantes comenzaron a retirarse se oyó ruido de combates en el extremo opuesto, un ruido que se acercaba cada vez más. Los alemanes empezaron a retirarse hacia el norte: Alexander había roto el frente por fin y ahora los que corrían el riesgo de ser cercados eran los alemanes. Sobre las 19:00 horas una patrulla del 307 con el teniente Richard Tillman al frente enlazó con Whittlesey.

Al día siguiente al amanecer, Alexander llegó a la posición y saludó a Whittlesey. El encuentro fue breve y formal. Alexander no sabía muy bien qué decir y Whittlesey estaba demasiado agotado para conversaciones. Abandonó el lugar con 194 hombres que pudieron caminar, junto a 190 en camillas; 107 hombres habían muerto y 63 estaban desaparecidos.

Whittlesey fue ascendido a teniente coronel y McMurtry a comandante. Ambos, junto con Holderman, recibieron la Medalla de Honor.

Fuentes:

“Against all odds!”, de Bryan Perrett.

http://www.homestead.com/prosites-johnrcotter/lost_battalion.html

http://en.wikipedia.org/wiki/Lost_Battalion

Wittmann

27-04-2008

Hombre, conocía el trabajo ¿eres tu Chinchilla?, que suerte y honor tenerte entre nosotros

Dan Daly

27-04-2008

Pues sí, yo mismo (¡qué rápido he sido descubierto!  ); y yo también he tenido suerte al dar con vosotros. 

josmar

27-04-2008

Buen articulo, Dan Daly. Enhorabena.

Taylor

28-09-2008

buenos aportes muy encantado con ellos

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