La épica lucha del U-405 vs. el USS Borie

leytekursk

27-12-2008

A fines de octubre de 1944,  el grupo de tareas 21:14 de la US Navy, conformado por el Portaaviones escolta USS Card, y los destructores,  USS Barry, USS Goff y USS Borie, se encontraba de regreso a los Estados Unidos desde Casablanca, hasta donde habían escoltado un convoy. La fuerza de tareas 21.14. Era una fuerza antisubmarina equipada con los últimos modelos de radar y sonar.  El día 31 de octubre, reciben órdenes de patrullar la zona intermedia entre las Azores e Islandia puesto que se había detectado una concentración de U-boats que probablemente estaban recargando combustible de una “vaca lechera” (submarino nodriza).

                    A las 16:00 horas del día 31, aviones del Card detectan y atacan a dos submarinos. El ataque no tiene éxito y los submarinos escapan a las profundidades.  Alrededor de las 20:00 horas de ese día, el radar del Borie detecta un submarino que navega en la superficie. Rápidamente se acerca pero no alcanza a interceptarlo antes de que el submarino se sumerja. El Borie, un clase Clemson, comandado por el Capitán Charles H. Hutchins, inicia entonces el acoso y el ataque con cargas de profundidad. Luego de una hora, se observa una gran mancha de aceite en la superficie.  El Capitán del Borie anuncia “Un cerdo de mar alcanzado. Voy por más”.  En realidad se trataba del U-256, que si bien recibió severos daños producto de las cargas de profundidad, pudo retornar a Alemania.

                      El Borie continuó con su patrulla y alrededor de las 02:00 del 1 de noviembre el radar nuevamente detecta un submarino, alrededor de 8.000 yardas (unos 7 kilómetros) justo adelante del destructor. El capitán Hutchins ordena prepararse para el combate y se dirige hacia el submarino a toda máquina (unos 27 nudos).  Alrededor de las 2.000 yardas la señal del radar desaparece pero el sonar delata al submarino alemán. Se ha sumergido e intenta escapar de su cazador.. El capitán Hutchins ordena lanzar cargas de profundidad. Por un error de coordinación producto del nerviosismo de los encargados, las cargas de profundidad de los lanzadores de popa son disparadas simultáneamente las cuales, al explotar al mismo tiempo, levantan por los aires la popa del Borie haciendo rodar por el suelo a la tripulación y haciendo brincar hacia delante al destructor, y probablemente provocando mas de algún daño en su estructura. Pero la tarea ya estaba hecha.

                                A los pocos minutos de las explosiones,  El radar nuevamente detecta al submarino, esta vez a sólo 40 yardas ( 350 mts.) a babor. Al parecer, herido por las cargas de profundidad se ha visto en la obligación de emerger para enfrentar combate en la superficie. Inmediatamente, el reflector del destructor ilumina el objetivo, y se puede ver nítidamente dibujado en la pared del puente, un oso polar. Se trataba del U-405, un Tipo VIIC al mando del  Korvettenkapitän Rolf-Heinrich Hopmann.

                    Desde este momento se inicia uno de los combates singulares más heroicos que ambas marinas hayan realizado durante la guerra.

                              El Capitán Hutchins dio la orden de disparar y una tormenta de fuego se centró sobre el U-405. Un afortunado tiro de 4” dio de lleno en el cañón de cubierta del submarino, privándolos de su principal arma de superficie. Aun así, salían de la escotilla, en grupos de cinco, marineros intentado alcanzar las ametralladoras de cubierta para defender su nave. Uno a uno caían bajo el fuego del destructor. Especial éxito en esto tenían los Oerlikon de 20 mm. Que barrían una y otra vez la cubierta del U.405 aniquilando a los bravos germanos que insistían en alcanzar sus armas de cubierta. Volaban brazos y piernas de esos valientes, pero no dejaban de salir por la escotilla en una inútil carrera por llegar a sus armas.

                                    El submarino no estaba inmóvil, incapaz de sumergirse maniobraba desesperadamente por evitar el fuego enemigo y sus rangos menores de giro complicaban enormemente al destructor. En algún momento alcanzó la velocidad de 17 nudos siempre maniobrando para poner al destructor al alcance de sus torpedos e inclinar la balanza a su favor. A su vez. El destructor orientaba sus evoluciones en mantenerse paralelo al submarino. El casco del U-405, aunque diseñado para soportar las grandes presiones submarinas, ya mostraba importantes daños producto del fuego del destructor.

                      Continuaban las maniobras evasivas y continuaba el destructor su lluvia de fuego sobre la ahora indefensa nave. De pronto, el U-405 disminuyó su velocidad y parecía que iba a detenerse. Un hombre surgió por la escotilla y comenzó a hacer señales desesperadas al destructor agitando sus brazos. Los focos del destructor lo destacaban nítidamente contra la oscuridad de la noche. El capitán Hutchins ordenó “¡Alto el fuego!”, “¡Alto el fuego!”…Pero el destino quiso otra cosa. El Oficial a cargo de las piezas de 4” se había quitado el casco con los fonos por cuanto el cable se había enredado en las vainas vacías de los proyectiles disparados y la orden del capitán no fue recibida.  Antes de un minuto, el valeroso marino que hacía señales desesperadas en medio del fuego,  fue despedazado por un impacto directo.

El director de tiro del Borie, Bob Maher, observó esta escena desde su privilegiada ubicación sobre el puente de mando “Fue una escena que me dejó con pesadillas por muchos meses, una línea de fonos enredada, había causado que este hombre el más bravo entre los bravos, expusiera voluntariamente su vida para dar una señal de rendición”.

El USS Borie poco tiempo antes de los hechos narrados

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El escenario del enfrentamiento

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El  U-405, con el oso polar en el puente.

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        Saludos...y continúa enseguida.

leytekursk

27-12-2008

             

   La lucha continuó. El U-405 reanudó sus maniobras evasivas y el Borie intentando mantener un curso paralelo para evitar ser torpedeado. Estaban tan cerca uno de otro que era imposible al destructor lanzar cargas de profundidad, e incluso el armamento mayor ya estaba quedando sin ángulo de tiro. Hábilmente, el comandante del submarino descubrió que mientras más cerca estaba del destructor, menos daño recibía.  Fue entonces que el Capitán Hutchins dio la orden de embestir al submarino.

                        Se preparó la tripulación para el inevitable choque que reduciría la velocidad del destructor a cero en un par de segundos. Tomada la decisión, el destructor gira en 90 grados y dirige su proa al submarino. En ese preciso momento, el submarino gira a su vez, en el mismo sentido evitando parcialmente el golpe y generando una ola que levanta al destructor, el cual en vez de chocar contra el submarino, queda depositado sobre la proa de  éste, ambas naves cruzadas una sobre otra en un ángulo de unos 30 grados.

                        Comienzan a salir más alemanes a intentar llegar a sus ametralladoras de cubierta. Los tripulantes del Borie, aún sacudidos por el impacto, notan que su armamento principal resulta inútil a esta distancia, por lo que se recurre a las armas menores, fusiles,  ametralladoras, y al único Oerlikon operativo en ese ángulo y distancia. Los valerosos marinos alemanes caen uno tras otro pero no cejan en su intento. Con fusiles y pistolas atacan en vano al destructor, antes de caer abatidos. Fueron quince minutos en que las naves estuvieron unidas. Al lograr el Borie, retroceder y desprenderse del submarino, el daño producido en su delgado casco, produjo la inmediata inundación de la sala de máquinas, lo que redujo en gran medida su velocidad y su capacidad de maniobra. El U-405 tampoco se veía muy bien, pero reinició inmediatamente sus maniobras circulares evasivas.

     En un arrebato de ingenio, el capitán Hutchins,  ideó una estratagema, que le permitiera poner al U-405 a tiro de cañón. Ordenó que se apagaran los faros que iluminaban al submarino, para hacerlo creer que se había quedado sin energía.

                  El capitán germano, cayó en la celada y puso proa en fuga del destructor, luego de unos minutos a oscuras y haciendo el seguimiento por el radar hasta cuando estuvo en posición de tiro. Entonces, el Capitán Hutchins ordenó: “A mi orden, encender las luces y fuego a discreción” Comenzó de nuevo el cañoneo y la persecución. El U-405 recibió varios impactos directos y comenzó a inclinarse notoria y rápidamente a babor.  El capitán ordenó prepararse para un ataque con torpedos y cargas de profundidad. Se lanza una salva de torpedos la cual falla su blanco por sólo unos metros. En ese momento comienzan a verse desde la torre del submarino, disparos de pistolas de señales de distintos colores. Señal inequívoca de rendición. El capitán Hutchins ordena el cese del fuego. Los marinos germanos sobrevivientes se las ingenian para armar sus botes salvavidas de goma. Unos 20 sobrevivientes alcanzan los botes antes de que el U-405 se hunda definitivamente.

El movimiento del mar, que ha empeorado adquiriendo características de tormenta, lleva estas balsas a la proa del Borie. Desde la cubierta, los marinos americanos pueden distinguir nítidamente sus rostros angustiados solicitando ayuda. En ese momento, El operador de sonar informa “Torpedos con rumbo 220”. El Capitán Hutchins ordena un inmediato giro a babor a toda la velocidad posible.

                Nuevamente, el destino ha sellado la suerte de estos bravos sobrevivientes. El giro repentino del destructor hace que pase por en medio de las balsas salvavidas. El ya citado Bob Maher evoca así esa escena “Recuerdo claramente la cara de uno de los muchachos, directamente bajo nosotros, con los brazos alzados esperando ser izado a bordo. Pero no pudo ser. La alarma de torpedo nos obligó a alejarnos. Me consolé pensando que otro de sus submarinos les rescataría”.

                Luego de una hora y diez minutos la lucha había concluido. Pero sólo para quienes estaban en la cubierta, bajo ella la lucha recién comenzaba, y esta lucha era por mantener el Borie a flote y en condiciones de navegar. Mientras se alejaba del sitio de la batalla, a una velocidad máxima de 10 nudos y zizagueando para evitar posibles torpedos, se hizo una evaluación de daños y estos eran considerables.

                       La embestida al submarino había provocado graves daños en el casco bajo la línea de flotación y la sala de motores delantera estaba completamente inundada y la nave se estaba quedando sin fuerza motriz.  A las 04:50, se informó la situación al USS Card y se solicitó ayuda. Al poco tiempo, los generadores dejaron de funcionar, quedando la nave a oscuras. En ese estado de cosas era casi imposible avanzar en las reparaciones. Toda la gasolina a bordo fue destinada a mantener funcionando las bombas.

                              Se dio la orden de aligerar el barco. Eso significaba que todo lo prescindible debía ser arrojado por la borda. Lo primero que arrojaron fueron las municiones y las cargas de profundidad, las cuales, en caso de estar activadas, estallan durante el hundimiento matando a los sobrevivientes sobre el agua.. Siguieron esta eliminación, torpedos, cadenas anclas, hasta el director de tiro fue lanzado por la borda.

                  Hacia la mañana, las cosas no mejoraban aún cuando la tripulación había trabajado intensamente en mejorar la situación continuaban perdiendo la lucha contra el mar y los elementos.. El cansancio era evidente en los rostros demacrados de los marinos. . Una densa niebla cubría la zona y el mal tiempo impedía a los aviones del Card salir en su búsqueda. No había combustible para el generador de la radio, por lo que también estaban incomunicados.

Hacia las 11:00 el Teniente Lord ordenó reunir todo el combustible para encendedores de cigarrillos que hubiera en el barco. Con este líquido se cargó el generador de la radio y milagrosamente, funcionó. Se logró emitir un único mensaje: “comenzamos a hundirnos” La señal fue recibida en el Card, el cual envió cuatro Avengers hacia la zona desde la cual se recibió la señal, Ubicando, por fin, al Borie, alrededor de las 11:30 horas.

                    Fueron muchos los gritos de alegría en la tripulación del Borie cuando vieron llegar a sus barcos compañeros de misión,  a rescatarlos. Luego de muchos esfuerzos combinados por estabilizar la nave, las cosas no mejoraban el clima empeoraba a cada momento. Se decidió entonces,  rescatar a la tripulación y abandonar la nave a su suerte

                   A las 04:30 hrs. Se dio la orden de abandonar la nave y aquí comenzó un nuevo desastre. Los hombres exhaustos se lanzaron desordenadamente al mar, los botes salvavidas se volcaban por la furia de las olas, muchos murieron ahogados o destrozados por las hélices de sus propios salvadores. Al final, 27 hombres del Borie encontraron la muerte mientras intentaban ser rescatados.

                          Al día siguiente,  a pesar de todo, el Borie aún permanecía a flote en medio de las agitadas aguas. El comandante de grupo de tareas dio orden de hundirlo, por lo que los destructores Barry  y Goff fueron los encargados de hacer lo que ni los alemanes ni los elementos pudieron. Acabar con esta noble nave.

           En su honor, un segundo Borie fue lanzado en julio de 1944. El DD 704, un clase Allen M. Summer quien combatiría con distinción en Iwo Jima e Okinawa.

                                             El Capitán Charles H. Hutchins recibió la Navy Cross, por sus méritos y el USS Borie tres estrellas de batalla, por sus servicios en la Segunda guerra Mundial.

                                           Del U-405 no hubo sobrevivientes.

Los últimos instantes del USS Borie

Una representación del combate

Bibliografía: (o linkografía)

http://www.navsource.org/archives/05/215.htm

http://en.wikipedia.org/wiki/USS_Borie_(DD-215)

http://www.destroyerhistory.org/flushdeck/ussborie/index.html

http://www.navsource.org/archives/05/704.htm

                                                         Saludos...

Topp

27-12-2008

Epico combate y triste final.

Buena narración, Leyte

Saludos.

Kurt Meyer

27-12-2008

Muy buen trabajo Leyte 

Pero sigo con una duda. Después de la salida de los sobrevivientes, cual la origen de los torpedos que generó el alerta en lo destructor? No puedo crer que sea de lo U-405.

Saludos

leytekursk

27-12-2008

Lo más probable Kurt, es que haya sido una falsa alarma... Algo parecido a lo que ocurrió cuando los ingleses  recogían a los sobrevivientes del Bismarck.

                                                                             Saludos...

Kurt Meyer

27-12-2008

De acuerdo Leyte. Una lástima de cualquier manera.

Saludos

CKMAJ

27-12-2008

Que buena historia  leytekursk

Saludos.

Balthasar Woll

27-12-2008

Epico combate el realizado por ambos bandos . Muy buena historia LeyteKursk.

Saludos

Topp

27-12-2008

Los escoltas sentían verdadero pavor ante tener que pararse en zona de submarinos para recoger naúfragos (aunque fueran propios). Cualquier excusa era buena para interrumpirla o anularla.

Y no digamos si la localización era confirmada, eran capaces de maniobrar a toda marcha y lanzar las cargas entre los naufragos que nadaban (aunque fueran propios).

Saludos.

leytekursk

27-12-2008

Hay una buena peli americana basada  en este episodio, "The enemy below" en español, "El zorro de los mares" o bien "Duelo en el atlántico"

Trailer de la peli

http://es.youtube.com/watch?v=YOGu9EP7ZUI

Algunas escenas

http://es.youtube.com/watch?v=t7Vme9jUhlo

                          Saludos...

                                       

josmar

04-01-2009

Buena narración, Leytekurks... Enhorabuena...

Fug

07-01-2009

ahhm que guapo.  Saludos.

Åkerberg

17-02-2010

Interesante...

erikelrojo

23-02-2010

Muy buena... Excelente...

Demuestra la entrega y valentia del soldado aleman, algo común en ambos bandos.

Ahora lo único que genera dudas es el suceso del Oficial a cargo de las piezas de 4” que disparo a quemarropa sobre el soldado que agitaba los brazos ¿será cierto? o los historiadores americanos "modificaron" el relato para que no se vea como un crimen.

Saludos

leytekursk

26-02-2010

Ahora lo único que genera dudas es el suceso del Oficial a cargo de las piezas de 4” que disparo a quemarropa sobre el soldado que agitaba los brazos ¿será cierto? o los historiadores americanos "modificaron" el relato para que no se vea como un crimen.

      Desgraciadamente Erikelrojo, como no hubos sobrevivientes alemanes, deberemos creer, con algunas reservas, en la versión americana del incidente.

                                                      Saludos...

                                                       

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