El otro día me encontré una descripción de la utilización de los Shermans en el ejército soviético en las memorias del Héroe de la Unión Soviética Dimitry Loza.
Aquí les dejo una versión traducida.
Aquí hay una entrevista a Dimitry Loza:
http://www.library.by/portalus/modules/warcraft/special/remember.ru/tankers/loza/loza1.html
1943, la mayor batalla de tanques de la Segunda Guerra Mundial se desarrollaba en Kursk en Julio y Agosto.
Para Agosto el enemigo había sido lanzado a la parte Oeste de Ucrania, cada día avanzaba mas la línea de frente y Alemania y sus aliados fueron forzados a ponerse a la defensiva.
Pero a finales de Noviembre el enemigo lanzó una ofensiva hacia el norte sobre Belaya Tserkov, a 80Km de Kiev, con la intención de eliminar la cabeza de puente soviética sobre el Dnieper.
Si el enemigo tomaba Belaya Tserkov estarían riesgosamente cerca de Kiev, la capital de Ucrania.
Las unidades del 5to Cuerpo Mecanizado estaban en su segundo mes de reconstrucción en los bosques al oeste de Narofominsk, 65Km al Sur de Moscú.
Se tomaban 7 horas para descansar y el resto eran ocupados en estudiar el armamento, equipo y ejercicios tácticos.
El siguiente método era utilizado en nuestra 233 Brigada para acelerar la maestría en el equipo:
Se le daba permiso a una tripulación por batallón para desarmar completamente un tanque Sherman. Se estudiaba el diseño y función de cada instrumento, componente, sistema y armamento. Teníamos la oportunidad – como ellos decían – de poner nuestras manos en las piezas del equipo “en vivo”.
Se tomaban 10 días en estos ejercicios y luego la tripulación volvía a armar el tanque con la supervisión de el oficial de mantenimiento del batallón y el mecánico jefe, el armero del batallón revisaba el cañón y las ametralladoras.
Luego llegaba un nuevo grupo de estudiantes y sometían al “Americano” al mismo proceso.
Mas adelante llegaron posters detallados sobre las funciones y sistemas del Sherman y se imprimió una buena guía de estudio en ruso así que los métodos anteriores fueron descartados.
Nuestro entrenamiento fue interrumpido el 15 de Noviembre, llegaron ordenes de que la brigada debía ser transportada en tren, pero ¿A dónde?.
Solo algunos miembros del estado mayor lo sabían, pero nosotros, tanquistas experimentados sabíamos que si se estaban moviendo los tanques a plena luz del día algo malo estaba sucediendo en el frente.
A mediados del 16 todo se aclaró, íbamos a Kiev.
El tren pasó estación tras estación, deteniéndose solo para que nos alimentáramos y cambiar de locomotora, un día después Kiev estaba detrás de nosotros.
Nos trasladaron a Fastov, 60Km al Sur Este de Kiev, debíamos tomar posiciones defensivas al norte de la ciudad.
El tren se detuvo en un descampado y se dio la orden de descargar los tanques, pero ¿Cómo hacerlo sin plataformas de descarga?
Ese era el primer problema, además de que el Sherman, a diferencia del T-34 necesitaba un espacio bastante amplio para girar ¿Cómo hacerlo sobre el vagón de un tren?
El comandante del 1er batallón llamó inmediatamente a su mecánico jefe, el Sargento Grigoriy Nesterov para que nos demostrara como “saltar” de los vagones.
Se retrocedió uno de los vagones hasta un lugar donde la distancia hasta el piso no era mas de un metro, entonces encendió el motor del “Emcha” y comenzó su “danza en el lugar” con riesgosos movimientos hacia delante y hacia atrás.
Parecía que el monstruo de acero se caería del vagón pero en el último instante los frenos lo detenían.
Varios agonizantes minutos pasaron pero logró poner el Emcha atravesado en el vagón, entonces se movió hacia delante, la nariz quedó suspendida en el aire un segundo y luego dio un golpe seco.
Las orugas comenzaron a moverse rápidamente y el costado del vagón comenzó a hacer fuertes ruidos en protesta, volaban piezas de vagón y trozos de barro por el aire hasta que el sherman se movió y quedó a unos 15 metros del vagón.
Los motores se apagaron y por la escotilla del tanque apareció la sudada y sonriente cara de Grigoriy Nesterov.
Se revisó el tanque y se constató que no tenía daños, la demostración había sido un éxito.
Unos 10 minutos después la descarga de tanques se hacía a toda velocidad, solo dos tuvieron un accidente y quedaron de costado, pero fueron puestos al derecho por el resto de los tanques.
Dos horas después todo el batallón estaba listo para moverse.
Las orugas del Emcha estaban cubiertas por una goma para incrementar su vida útil y para reducir el ruido, pero en los caminos casi congelados de Ucrania esto hacía que los tanques patinaran y quedaran de costado en cualquier descuido.
Uno de los tanques incluso resbaló por el camino y terminó volcado cuando se encontró con un montículo.
Los mecánicos rápidamente arreglaron esto, pusieron alambre de espino en los bordes de las orugas y remaches en los agujeros entre las conexiones de las láminas, entonces pudimos continuar la marcha a toda velocidad.