Batallas desesperadas

Topp

21-03-2013

Con razón otrora era tan temida la fiel y sufrida infantería española

Saludos.

Heinz von Westernhagen

21-03-2013

Con razón otrora era tan temida la fiel y sufrida infantería española

Sin duda, Herr Grosadmiral...pero en este caso, fue la gloriosa caballería quién sacó las castañas del asador a la infantería...

Si los seis jinetes no llegan a realizar esa carga desesperada, la alianza méxica se hubiera merendado con chili al grupo de españoles y tlaxcaltecas. No hubieran podido aguantar el tipo ante tan apabullante número de enemigos, que iban minándoles poco a poco.

En Otumba hubo unos 1.000 muertos por parte española (casi todos, indios aliados), mientras que las bajas méxicas superaron con creces esta cantidad.

Saludetes!! 

Topp

22-03-2013

Me refería a la actitud de los españoles, independientemente de que fueran a pié o a caballo.

Esa carga contó con el factor sorpresa y el miedo de muchos indios que veían por primera vez a un caballo. En la vieja Europa, esos seis jinetes hubieran durado un suspiro.

Saludos.

Heinz von Westernhagen

22-03-2013

Vamos con otra batallita desesperada: también con indios...pero oriundos de más arriba ...

El 3 de Agosto de 1757 comienza el sitio del fuerte William Henry. El marqués de Montcalm tiene unos 8.000 hombres, de los cuales 3.500 pertenecen a las milicias y 1.800 son aliados indios de diferentes tribus, siendo el resto soldados regulares franceses. El fuerte está al mando del Teniente Coronel Munro, con 2.300 soldados británicos y 148 civiles.

El francés construye trincheras de asedio en las que coloca sus 31 cañones y 15 morteros. Pretende acabar con la resistencia del fuerte mediante un contínuo bombardeo que no se detiene ni al llegar la noche. Las piezas del fuerte, 17 cañones y 4 morteros, van siendo silenciadas una a una.

Los sitiados tienen víveres para que 6.000 personas aguanten durante seis semanas...pero a alguien de la intendencia se le ha olvidado acopiar las tan necesarias reservas de pólvora y municiones. Las granadas francesas y sus balas macizas van desmantelando las defensas de tierra y maderos del fuerte, que tienen unos nueve metros de espesor.

Por fin, el 10 de agosto de 1757, Munro se rinde con honores ante Montcalm. No puede recibir refuerzos y la situación la juzga insostenible. Se les permite llevar toda la impedimenta, armas y banderas. Salen del fuerte con dirección a Fort Edwards, que queda a unos cuantos kilómetros de distancia.

Durante la marcha, la larga columna es atacada a tramos por los indios aliados de Montcalm, enfadados porque creyeron obtener un jugoso botín del fuerte, encontrándose con una realidad muy distinta. Los británicos se hunden y abandonan su disciplina, desbandándose. En la llamada masacre de Fort William Henry, perecieron unos 184 civiles y soldados, siendo más común el maltrato y saqueo a las personas que su muerte. Hubo también unos cuantos prisioneros. Nada que ver con ciertas literaturas ( y películas) que hablan de una cantidad de muertos terrorífica.

En contra de lo que puede creer al leer o visionar “El último mohicano”, Monro no murió en esa “masacre”...y Montcalm hizo todo lo posible para evitarla, aunque llegara un poco tarde.

Saludos!!

Topp

22-03-2013

Ya has estropeado la película

Saludos.

mister xixon

22-03-2013

Heinz, debia ser otro Monro el de la pelicula....

saludos

Heinz von Westernhagen

23-03-2013

"Tais ambos amañaos"...

A estas alturas, poca gente habrá que no haya visto alguuuna de las varias pelis que se hicieron de la novela...

El final se lo sabe hasta mi gata...y no es la muerte de Monro, precisamente...

Saludetes!!

Heinz von Westernhagen

25-03-2013

Hoooola!!

El 16 de abril de 1943, el gueto de Varsovia se levanta en armas. La Organización Judía de Combate (ZOB) y la Unión Militar Judía (ZZW), con 500 y 250 combatientes respectivamente, se enfrentarán a las fuerzas del General SS Jürgen Stroop. Éstas últimas las  componen unos 2.100 hombres (que incluyen policías, unidades del ejército regular y 800 efectivos de las SS), apoyados por cerca de 400 polacos colaboracionistas pertenecientes a la Policía Azul. Los “insurgentes” disponen de algunos revólveres y pistolas, de una ametralladora y de pocos fusiles y subfusiles (armas conseguidas en el mercado negro ó cedidas por el Armia Krajowa). Las granadas de mano son de fabricación casera. Casi no tienen municiones. Los alemanes disponen de algunos carros, artillería, gases, lanzallamas...

En el gueto quedaban todavía más de 60.000 judíos a la espera de ser “deportados”. La sensación de estar esperando ir al matadero, el no responder ante los asesinatos y las persecuciones provoca el levantamiento armado. Los jóvenes saben que es una batalla perdida, que no tienen posibilidad de sobrevivir ante la máquina militar alemana...pero también saben que están condenados “a priori” a muerte, y no tienen nada que perder. Los mayores, cansados, enfermos y hambrientos, esperan su destino... pero esos jóvenes, chicos y chicas, deciden dar un ejemplo que perdure en la historia.

Las primeras escaramuzas con los insurrectos provocan en los alemanes el estupor...y muchas bajas. El General Stroop opta por ir arrasando el gueto a medida que avanza, con cargas de demolición, lanzallamas...A los cuatro días ya tiene controlada la sublevación. Los habitantes de Varsovia se agolpan en las cercanías del gueto para contemplar, curiosos y expectantes, su destrucción sistemática. Los miembros de las organizaciones judías siguen combatiendo en una guerra de guerrillas, ocultos en las alcantarillas y en los sótanos de los edificios en ruinas. La resistencia acaba oficialmente el 16 de mayo de 1943. Pocos jóvenes escapan a la matanza. Muchos se suicidan, o piden a algún camarada que acabe con su vida, al no disponer ni de balas ni de granadas. En la calle Mila 18, Mordejai Anielewicz, uno de los jefes de la ZBO se suicida junto a 80 compañeros, después de resistir durante horas los ataques alemanes.

Éstos han tenido cerca de 300 bajas. Los judíos, 13.000 muertos, entre combatientes y no combatientes. Se capturan a unos 56.000, que son enviados a campos de exterminio.

“Luchamos por nuestra libertad y la vuestra. Por nuestro honor  y por el vuestro. Por la dignidad humana, social, nacional...y por la vuestra”.

Ésta fue la proclama que los resistentes lanzaron, antes de ser aniquilados, a los ciudadanos de Varsovia...

Saludos!!

josmar

25-03-2013

La cara y cruz de las batallas.... Dos modos y maneras de entender la guerra....

Enhorabuena, Heinz...

ULRICH

25-03-2013

Fueron héroes!!!

mister xixon

25-03-2013

algo como David contra Goliat

saludos

Wittmann

25-03-2013

Enorme David. Es uno de los hechos militares más grandes de la historia, cuanta razón, cuanta justicia, cuanto heroísmo. 

Balthasar Woll

25-03-2013

Es uno de los hechos militares más grandes de la historia,

Hombre, eso es mucho decir, que tuvieron un par si, pero de ahí a decir que es uno de los hechos militares de la historia........ va mucho.

Saludos

Topp

26-03-2013

Fue un levantamiento a la desesperada, sin esperanza alguna.

Mas bien quisieron elegir su forma de morir.

Honor a aquellos héroes.

Saludos.

Heinz von Westernhagen

27-03-2013

Mas bien quisieron elegir su forma de morir.

Exactamente.

Cambiamos de época...

A finales del verano del año 9 de nuestra era, el Gobernador de Germania, Publio Quintilio Varo, se encuentra en territorio querusco para acabar con un conato de rebelión. Lleva con él a las legiones XVII, XVIII y XIX, seis cohortes de auxiliares y tres alas de caballería.

No existe tal rebelión. Varo ha sido advertido de que Arminio, el joven jefe de los auxiliares queruscos; ciudadano romano y miembro de la clase ecuestre, está preparando una trampa. Varo no hace caso a esos informes, dados por otro jefe germano, y desoye a todos los que dicen que ese joven jefe querusco romanizado es un traidor.

El ejército de Varo emprende la marcha. Son más de 20.000 hombres, que llevan consigo a sus sirvientes, la impedimenta y un número indeterminado de civiles. La ruta aconsejada por Arminio es pantanosa, con espesos bosques y plagada de colinas y barrancos. El difícil camino hace que los romanos se desperdiguen en una desordenada columna, que mide varios kilómetros.

Arminio abandona a los romanos, alegando que va a buscar más tropas de refuerzo. Empieza a caer una terrible tormenta. Aparecen multitud de guerreros germanos, que avanzan en paralelo a la columna legionaria. Comienzan las escaramuzas localizadas. Los germanos se envalentonan al ver que causan bajas y que los romanos no pueden maniobrar en ese terreno, adoptando sus formaciones de combate. Además, los legionarios descubren que los queruscos han cerrado las posibles vías de escape con barreras de troncos, bien defendidas, obligándoles a adentrarse más profundamente en los impenetrables, abruptos y pantanosos bosques. Abandonan la impedimenta, para poder marchar más ligeros bajo el torrencial aguacero.

Durante tres días, los romanos son masacrados poco a poco. Al cuarto día, los ataques son masivos. Los oficiales no pueden controlar la situación. Varo y su estado mayor se suicidan, para no caer vivos en manos de los sanguinarios germanos. Aquellos que no optan por el suicidio  o son asesinados salvajemente “in situ”, o  son sacrificados cruelmente en los altares de los dioses germanos. Sólo unos pocos afortunados logran huir.

...Se cuenta, se dice, se rumorea que, cuando Augusto recibió la noticia, quedó tan impactado que estuvo años levantándose sollozando por las noches, pidiendo a Varo que le devolviera las águilas de sus tres legiones perdidas...cuyos numerales fueron malditos, a partir de aquella.

Saludos!!

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