03-04-2006
En octubre de 1934 sufrió la II República la crisis más grave acaecida hasta entonces: el día 5, a las pocas horas de que tres ministros (Agricultura, Trabajo y Justicia) de la CEDA entrasen a formar parte del gobierno presidido por Lerroux, dio comienzo el movimiento revolucionario, capitaneado por los socialistas, que llamaron al país a la huelga general y a la insurrección armada, aunque eran conscientes de que se estaban sublevando contra un gobierno democráticamente elegido, pero evidentemente esto les daba igual. La justificación fue que el dar entrada a la CEDA en el gobierno se ponía a la República en manos del fascismo.
Prieto, el líder socialista, fue una de las figuras más significativas de la insurrección, asi como Largo Caballero. Representaba al sector más a la izquierda. Al movimiento se unió el resto de la izquierda, aunque no lo hizo la dirección de la CNT.
Los objetivos estaban claros: Para los líderes socialistas se habían de conseguir medidas concretas: toma del poder por los socialistas, supresión de la Guardia Civil, reorganización del Ejército, nacionalización de la tierra y reforma fiscal. Para las juventudes socialistas, comunistas y anarquistas debía significar la toma de poder por la clase obrera y establecer, a semejanza de lo ocurrido en la URSS, la dictadura del proletariado.
El movimiento revolucionario, sin duda el mayor registrado hasta entonces, duró una semana en Madrid, País Vasco, Ferrol, Murcia, Alicante y las cuencas mineras del sur. En Cataluña, el presidente Companys proclamó el “Estado catalán dentro de la República Federal Española”, tratando también de que en Barcelona se instaurase un gobierno provisional de izquierdas, contrario al de Madrid. La situación la dominó el gobierno central y tras bombardear el Ayuntamiento y la Generalitat en Barcelona, el gobieno catalán se rindió y sus principales líderes fueron encarcelados. El Estatuto de Autonomía catalán fue suspendido temporalmente.
En Asturias, el movimiento constituyó una auténtica revolución social a fin de “abolir el régimen burgúes”, según manifestaron la UGT y la CNT. Unos 20.000 trabajadores, mas o menos armados, tras apoderarse de las armas de la fábrica Trubia, controlaron las principales ciudades. En la región, la Alianza Obrera, que integraban socialistas, comunistas y anarquistas establecieron un “orden revolucionario” que consistía en organizar un sistema de abastecimiento, sanidad, orden público, servicios médicos, etc., tratando de que la vida siguiera su curso normal. Europa contempló perpleja el desarrollo de una revolución que se asemejaba a la acaecida en Rusia años antes, en 1917.
El gobierno, presionado por Gil Robles, reaccionó con dureza y encargó al general Franco reprimir la rebelión. Al ver que las tropas regulares no serían suficientes para acabar con la rebelión, en la que había expertos mineros que empleaban dinamita con mortal eficacia, se ordenó enviar tropas profesionales del Ejército de Africa. Dos mil legionarios e indígenas regulares desembarcaron en Gijón y tras duros combates, calle por calle en Oviedo, lograron recuperar y controlar cada ciudad asturiana.
Espero que aquí, como en el tema de la represión de la revolución, nuestros amigos asturianos nos iluminen este tema, y por supuesto todo aquel que conozca cosas interesantes o detalles reseñables del asunto... ;)