03-04-2006
La creciente tensión entre las izquierdas y las derechas culminó con la entrada de tres ministros de la CEDA en el gobierno en octubre de 1934. Esta remodelación del gobierno fue interpretada por la izquierda como el anuncio del triunfo inminente del fascismo en nuestro país. La cada vez más radicalizada izquierda, PSOE, UGT, CNT, PCE, llamó a la huelga general contra el gobierno. El seguimiento fue muy desigual.
El movimiento fracasó en Madrid. El gobierno acuarteló a las tropas y detuvo a los principales dirigentes socialistas y comunistas. En Barcelona, Companys, desde la presidencia de la Generalitat, dirigió una insurrección con claro matiz independentista. La revuelta fue rápidamente reprimida por del Ejército.
Lo peor ocurrió en Asturias. Aquí la huelga general triunfó y degeneró en una verdadera revolución organizada por la UGT y la CNT. La persistencia de la insurrección llevó al gobierno a optar por la represión más brutal. La Legión, dirigida por el joven general Francisco Franco, fue la encargada. El día 18 de Octubre de 1934 los dirigentes mineros(los socialistas González Peña y Belarmino Tomás), dieron la orden de acabar las hostilidades después de los fieros combates tras verse rodeados por las tropas de Franco.
El balance de la Revolución de Octubre de 1934 fue aterrador. Solo en Asturias murieron más de1.300 personas en la lucha y 300 fueron heridos. Se detuvieron a más de 30.000 personas en toda España. Muchos de los dirigentes del PSOE y la UGT incluidos Largo Caballero(presidente del PSOE)y los dirigentes de las Juventudes Socialistas fueron a la cárcel. Prieto (partidario de la rama menos radical del PSOE) huyó a Bélgica, Gonzalez Peña fue condenado a muerte, Azaña fue acusado por las derechas de iniciar la rebelión en Cataluña y más tarde sería absuelto. El gobierno catalán al completo sería detenido y encarcelado, no sería absuelto hasta el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936. La minoría socialista en las Cortes suspendió su actividad parlamentaria. Sólo en Madrid, más de un millar de trabajadores, conocidos como simpatizantes del socialismo, fueron despedidos por no haberse presentado al trabajo durante las dos primeras semanas de octubre. Muchos sindicatos de la UGT fueron suspendidos y la mayoría de las Casas del Pueblo, incluyendo la de Madrid, fueron cerradas, se suspendió el Estatuto de autonomía de Cataluña y se redactó una nueva Ley de reforma de la Reforma Agraria, que en la práctica era una verdadera contrarreforma. De esta manera quedó patente un claro endurecimiento de la política del gobierno de Lerroux. El sistema mixto de arbitraje quedó abolido, excepto los escasos comités con los que el gobierno no estaba satisfecho, por que al ser “besteiristas” los delegados no habían apoyado la revolución. Besteiro y su grupo pudieron incluso interponer su influencia con el gobierno radical para impedir la ejecución de los dirigentes socialistas que habían sido condenados a muerte. Dos penas de muerte fueron ejecutadas, varias conmutadas y los procesos duraron hasta los primeros meses de 1936. Como podemos deducir, uno de los resultados de esta revolución fue la dificultad del movimiento obrero para volver a organizarse, dada la severa represión.
Con la derrota de los insurrectos se produjo una dinámica de represión sin precedentes, que cuando fue conocida por la opinión pública, a pesar de la censura oficial, provocó la solidaridad política y humanitaria con los insurrectos. Los relatos de la represión (con el comandante de la Guardia Civil, Doval, y los mineros como protagonistas) y la leyenda sobre la salvaje actuación de los mineros determinó las posturas políticas de la sociedad española durante buena parte de 1935. Es indudable que el rechazo a la represión – física y laboral – de la revolución asturiana prefigura el espíritu de resistencia popular al Alzamiento militar del 18 de julio de 1936.
De todas formas, nuestros camaradas asturianos podrán contarnos seguramente muchos más detalles de este episodio tan importante de la Historia de España y que tanta repercusión tuvo en Europa entera.