29-10-2007
Un articulo extenso pero muy bueno de la guerra sovietico-japonesa de 1939
[color=blue]GUERRA SOVIETICO-JAPONESA[/color]
De Mayo a Septiembre de 1939, la Unión Soviética y Japón libraron feroces batallas en los ventosos desiertos de la frontera oriental de Mongolia. El antagonismo venía de antiguo. El declinar del imperio chino había alentado los apetitos territoriales de sus vecinos, y los expansionistas imperios de Rusia y Japón chocaron en Corea y Manchuria. Sus conflictivas ambiciones provocaron la Guerra Ruso-Japonesa de 1904, que terminó con la contundente victoria del Japón en 1905.
En 1918, siguiendo a la desintegración del imperio zarista, el ejército japonés ocupó las provincias más orientales de Rusia y parte de Siberia. La consolidación del régimen comunista obligó a un reacio Japón a retirarse de estos territorios en 1922. Japón reanudó su expansión imperial en 1931 con la ocupación de Manchuria y el establecimiento del estado títere de Manchukuo. En 1937, los japoneses invadieron China, tomando Shangai y Nanking.
Manchukuo
Esto, junto al Pacto Anti-Comintern firmado en 1936 entre Alemania y Japón, alarmó a la Unión Soviética. Un tratado entre Josef Stalin y el gobierno del Kuomintang de Chiang Kai-shek estableció ayuda militar y financiera para China. Unos 450 pilotos y técnicos y 225 aviones militares soviéticos se enviaron rápidamente a China.
Los incidentes a lo largo de la pobremente definida frontera entre Manchukuo y la Unión Soviética se contaban por cientos partir de 1932. En el verano de 1938, un gran conflicto surgió en el lago Khasan, 70 millas al suroeste de Vladivostok, en la intersección de las fronteras manchú, coreana y soviética, quedando los soviéticos como dueños del terreno.
La arteria de la posición soviética en el Lejano Oriente y Siberia era el ferrocarril transiberiano, que servía como único vínculo entre estas regiones y la Rusia europea. Mongolia Exterior era la clave para el control estratégico del ferrocarril transiberiano. Para asegurase la protección de tan vital ruta, los soviéticos establecieron la títere República Popular de Mongolia (RPM) en Mongolia Exterior. Un tratado de asistencia mutua se firmó en 1936 entre la Unión Soviética y la RPM.
Parte de la razón para la escalada de tensiones en la zona se debía a la facción “Atacar por el Norte” del alto mando japonés, una facción que principalmente se nutría de los oficiales del Ejército de Kwantung estacionado en Manchukuo. Una vez seccionada la arteria transiberiana, argumentaban los oficiales de “Atacar por el Norte”, el imperio japonés podría expandirse hasta incluir toda Mongolia, las provincias marítimas soviéticas y partes de Siberia. Escudados tras estos territorios-colchón, los recursos naturales y la industria pesada de Manchukuo podrían ser completamente explotados por los japoneses. Privada de apoyo exterior, la resistencia china se colapsaría.
Una pequeña disputa fronteriza en una remota área proporcionó a la facción “Atacar por el Norte” la oportunidad necesaria para realizar su ambicioso plan. Los japoneses reclamaban el río Halha como la frontera occidental de Manchukuo. Sin embargo los soviéticos alegaban que la frontera estaba 15 millas al este del Halha, cerca del pueblo de Nomonhan.
El estado mayor del Ejército de Kwantung estaba convencido de poseer una decisiva ventaja logística en tan remota área. Las cabeceras japonesas del ferrocarril se hallaban a 100 millas al este de Nomonhan. Por el contrario, la cabecera ferroviaria rusa más cercana se encontraba a 434 millas, en Borzya. Los japoneses estaban convencidos de que los rusos no podrían trasladar más de dos divisiones de infantería a esa zona. Los japoneses también estaban convencidos de que la Gran Purga Stalinista de 1935 a 1937 había mermado significativamente al cuerpo de oficiales soviético.