18-07-2008
Tras haber conseguido Francia el 26 de diciembre de 1922 que la Comisión de Reparaciones declarara que Alemania tenía falta voluntaria de pago, el 9 de enero de 1923 se proclamó que Alemania había infringido voluntariamente las entregas de carbón acordadas y el 11 de enero, tropas francesas y belgas ocuparon el distrito del Ruhr. El resto de los aliados mantuvieron las distancias de la decisión francesa.
No era la primera vez que Francia entraba en el Ruhr. Ya lo había hecho en mayo de 1920, en respuesta a las operaciones de los freikorps contra el Ejército Rojo del Ruhr, y de nuevo en marzo de 1921, también para presionar a Alemania a pagar sus reparaciones de guerra. Pero los objetivos franceses ahora eran más ambiciosos.
En junio de 1919, y en el marco de los movimientos revolucionarios de extrema izquierda, se proclamó la secesión de Renania como república independiente. El proyecto acabó en fracaso por falta de apoyos. Los franceses pretendían ahora, con la excusa de las reparaciones de guerra y resucitando el viejo movimiento secesionista, la creación de un estado colchón entre Francia y Alemania.
El gobierno alemán del canciller Cuno hizo un llamamiento inmediato a la población del Ruhr a la resistencia pasiva, la huelga y, al mismo tiempo, se lanzó descuidadamente a producir moneda para sufragar los gastos originados por la ayuda a los obreros en paro y por las compensaciones a sus patronos, lo que originaría una inflación enorme.
La ocupación no fue nada pacífica: los choques entre soldados y civiles alemanes no se hicieron esperar, y los franceses no dudaron en tirar a matar contra los manifestantes huelguistas. Numerosos miembros de los freikorps y del NSDAP viajaron al Ruhr para resistir a la ocupación. Sus objetivos principales eran el sabotaje y el asesinato de alemanes colaboracionistas. El 31 de marzo asesinaron al líder del movimiento secesionista de Renania-Palatinado, lo que hizo aumentar la represión francesa y las ejecuciones de saboteadores.
Los franceses tomaron el control de las empresas inactivas y trajeron especialistas para ponerlas en funcionamiento. Sin embargo, toda la operación se saldó con un fracaso económico: Alemania se precipitó en la hiperinflación, el marco perdió prácticamente todo su valor, mientras que Francia atravesó serias dificultades económicas viendo como el franco se devaluaba también de manera significativa.
En agosto dimitió el canciller alemán y el nuevo gabinete de Stresemann llamó el 26 de septiembre al cese de la resistencia pasiva, pero la violencia continuó. El 21 de octubre se proclamó la República de Renania y poco después la República del Palatinado. El que iba a ser presidente de esta última fue asesinado por un grupo de freikorps. Los franceses, poco tiempo después, decidieron retirarse del Ruhr ante el fracaso de la aventura secesionista y el desastre económico.
Fuente principal: "The german freikorps", de Carlos Caballero.