18-07-2008
Sin duda el héroe australiano de la 1GM más famoso en su país es John Simpson Kirkpatrick.
Nacido en 1892 en South Shields (Inglaterra) en el seno de una modesta familia, cada verano el ya adolescente John trabajaba en la feria de Murphy, montando a los niños en burros por un penique y cuidando de los animales. Poco podía imaginar entonces lo importante que sería para su futuro ese hábito en tratar con los asnos.
En 1904 su padre sufrió un accidente que lo dejó incapacitado y John se convirtió en el único apoyo para su familia.
A los 17 años y tras la muerte de su padre, siguió los pasos de éste y se enroló como marino mercante en el Heighington, que hacía la ruta del Mediterráneo. Al año siguiente se enroló en el Yedda y llegó a Newcastle, Australia. Poco después de desembarcar, varios tripulantes del Yedda entre los que se encontraba John, decidieron desaparecer y no volver a bordo.
En los siguientes años, John trabajó en distintos oficios: minero, leñador, empaquetador…, oficios que desempeñaba bien gracias a su constitución robusta y musculosa.
Sólo tres semanas después del inicio de la guerra, fue hasta Perth y se alistó. Dada su fuerte complexión le incluyeron en una unidad sanitaria como camillero. Lo cierto es que se alistó con la esperanza de así poder regresar a Inglaterra, pues inicialmente debían de ir allí para el entrenamiento básico, pero en lugar de eso los mandaron a Egipto, y de allí a Gallipoli, donde desembarcó junto con la 3ª Compañía de Ambulancias de la 1ª División Australiana el 25 de abril de 1915 bajo un intenso fuego enemigo, que convirtió en bajas a la mitad de los hombres de la primera oleada de desembarco.
Rápidamente, la atención médica empeoró: el personal y el material médico escaseaban y cada partida de camilleros hubo de reducirse de seis a dos hombres. Los camilleros pronto se encontraron haciendo su trabajo bajo fuego constante de artillería y fusilería.
Se habían desembarcado varios asnos que habían acabado desperdigados por el matorral, John Simpson cogió uno de ellos y lo usó para llevar al puesto de socorro a un hombre herido que había sido dado por desaparecido. Consiguieron llegar hasta el puesto de socorro y desde ese día John Simpson, al que nunca le había gustado la disciplina, decidió actuar por su cuenta y en solitario. Desde entonces él y su burro actuaron por su cuenta y se dedicaron a sacar de la tierra de nadie a hombres heridos y llevarlos a los puestos de socorro. Su oficial en jefe, viendo el valor de su trabajo, decidió dejarle actuar como quisiera.
El trabajo de Simpson comenzaba sobre las 6:30 y solía acabar veinte horas después, haciendo más de una docena de viajes al día, esquivando a tiradores y artilleros enemigos. Cuando llegaba al herido que buscaba, dejaba al burro a cubierto e iba solo a sacar de allí al hombre, lo montaba en el animal y los tres descendían pendiente abajo. Cada viaje hasta el puesto de socorro era casi de dos kilómetros.
No está claro si el asno era siempre el mismo, posiblemente no, pero sí está claro que sólo empleaba uno en cada viaje.
John Simpson solía dormir y comer con los artilleros indios de la 21ª Batería India de Montaña; éstos le llamaban "Bahadur", que significa "el más valiente de los valientes", aunque la mayoría de los hombres le conocían como "el hombre del burro". Todos los hombres se preguntaban cómo era posible que tuviera tanta suerte, escapando tantas veces de la muerte, y cuándo se le acabaría esa buena suerte. Con frecuencia sus superiores y compañeros le advertían del peligro al que se exponía diariamente y él simplemente respondía que eso era asunto suyo.
El 19 de mayo de 1915 John Simpson salió temprano y se dirigió hacia Courtney´s Post, una zona donde acababa de terminar un importante combate. Subió un herido a su burro y se dirigió al hospital de campaña. Varios hombres a cubierto le avisaron del peligro de las ametralladoras enemigas. Simpson se dio por enterado y continuó. Un momento después una ametralladora abrió fuego. Simpson fue alcanzado en la espalda y las balas le salieron por el estómago, cayendo boca abajo. El herido del burro también fue alcanzado. El asustado animal echó a correr pendiente abajo y llegó con su herido al puesto de socorro.
John Simpson fue enterrado en uno de los muchos cementerios improvisados de Gallipoli.
Estado actual de su tumba.
Nunca recibió ninguna condecoración. La fama le llegó (como a otros tantos veteranos de los Dardanelos) a raíz del cincuentenario de la batalla, cuando la imagen de "el hombre del burro" apareció en medallas conmemorativas, sellos de correos e incluso estatuas.
La Medalla ANZAC, acuñada para el 50 aniversario de la batalla.
Fuentes:
"The Australian Army at War 1899-1975", de Osprey.