05-03-2012
EL RAID DE PICHT
Hola, foreros!!
Hace unos días me devolvieron, ¡por fin!, una serie de libros que había dejado a un amiguete hacía la friolera de cinco años (si, habéis leído bien: ¡¡cinco años, Vigen santa!!). Entre la caja de sorpresas que me llevó a casa, aparecieron unos doce o trece libros de Osprey pertenecientes a esa colección de tanques que salió hace tiempo, en la que comprabas el fascículo y venía con él parte de la maqueta del carro de combate de turno, a escala 1:35.
Pues bien...me pasé unos días sumido en las lecturas de mis recuperados tesoros (a los que daba por perdidos) y esto hizo que me convenciera cada vez más de que no hay cosa mejor que releer, pasado cierto tiempo, lo ya leído...¿no os parece?...
Foto portada libro.
En uno de esos libros de Osprey, volví a encontrar la reseña de un suceso que ocurrió durante la Primera Guerra Mundial, en el Frente Balcánico y que es considerado por los autores como el primer uso en combate de la infantería mecanizada. Como me pareció curioso el hecho, me puse a investigar sobre el mismo y aquí os dejo todo lo que pude averiguar sobre él. Comencemos, entonces poniéndonos en...
ANTECEDENTES
Tenemos que trasladarnos al año 1916 y acercarnos hasta la vieja Europa, sumida en una sangrienta guerra. El frente al que nos dirigimos es el Balcánico. En ese año, Rumanía, que tenía ciertas pretensiones territoriales sobre algunas zonas del Imperio Austrohúngaro, al ver el cariz que está tomando la guerra declara las hostilidades a las Potencias Centrales. ¿Cariz?...pues sí: las tropas austrohúngaras se hallaban luchando contra los rusos en los Cárpatos y Transilvania con resultados adversos, a la vez que se batían el cobre con los italianos. Alemania, por su parte, estaba bastante comprometida en Francia. Los rumanos deciden entonces atacar para recuperar esos territorios que se habían repartido (de aquella manera), unos años antes, cuando el Imperio Turco se desmembró y que consideraban históricamente suyos. Pero cometieron un error: no avisaron ni contaron con el resto de países que estaban inmersos en la lucha contra las Potencias Centrales, por lo que no pudieron coordinarse con ellos.
Los rumanos lanzan un ataque a través de la abrupta y montañosa zona llamada La Puerta de Hierro, entre el Danubio y las montañas del norte; a la vez que aprietan desde los Alpes de Transilvania. Peeero...
Mapa de Rumania en 1916
Hubo un error estratégico garrafal: el alto mando rumano había subestimado a los búlgaros, sus enemigos íntimos favoritos. Comprometieron pocos efectivos para la defensa de su frontera sur, enfrentada a todo el ejercito búlgaro y a los refuerzos que los alemanes pudieron enviar: el 9º Ejército, al mando de Erich Von Falkenhayn, con su subalterno Mackensen dando la lata por la zona sur del país. Éste penetró en Valaquia, encontrándose con que podría llegar a tomar Bucarest en un periquete siempre y cuando obtuviera los suministros necesarios para ello. Pero en aquella época, el transporte por las “carreteras” rumanas era arriesgado, impensable o, en todo caso, insuficiente. Se necesitaba del transporte fluvial y por ferrocarril, si se quería tomar la capital.
Von Mackensen
Si los rumanos eran forzados a retirarse de los estratégicos lugares ocupados en las Puertas de Hierro, los austríacos podrían hacer llegar esos suministros por el Danubio mediante grandes barcazas fluviales, usando también la infraestructura ferroviaria que se hallaba en esa zona. El único problema era que los combativos rumanos tenían clavados en sus posiciones a las fuerzas austrohúngaras. La Puerta de Hierro es un complejo defensivo natural y, de hecho, los rumanos superaban en número a sus oponentes, por lo que el frente en ese lugar estaba en un punto muerto.
Foto de la Puerta de Hierro
EL OPERATIVO
Vamos a intentar contarlo como haría Julio César...(¡Sin comentarios!)
El jefe del 9º Ejército alemán, Erich Von Falkenhayn, echa un vistazo a los mapas que tiene desplegados encima de su mesa y traza una ruta a seguir: el objetivo, la ciudad danubiana de Turnu Severin; (conocida porque en ella sobreviven los restos del magnífico puente sobre el Danubio que el Emperador Trajano mandó construir a Apolodoro de Damasco, durante las guerras Dacias contra el caudillo Decébalo). La entonces pequeña ciudad, (en 1900 tenía 18.000 habitantes) se encuentra en una posición privilegiada y además, de ella parten las líneas de ferrocarril que son tan necesarias.
Foto Von Falkenhayn
Se plantea el tipo de operación. ¿Y si se da un golpe de mano con una pequeña fuerza expedicionaria?...de esa forma, se comprometen pocos efectivos y la contundencia de la acción podría hacer sospechar a los rumanos de que se trata de una avanzadilla de algo más grande, logrando que se retiren de sus posiciones. Habla con el jefe de la 41º División de infantería, que enseguida propone a un hombre para llevar a cabo la incursión: el Hauptmann Picht.
Se planifica un ataque relámpago que, rodeando las líneas rumanas, penetre por donde menos esperan que se les ataque: por el Este. Tiene que ser una acción rápida y decisiva, que tome el objetivo y lo mantenga hasta que lleguen refuerzos. Al ser una profunda maniobra de penetración en territorio hostil, los soldados que formen parte de la operación deberán de desplazarse a toda prisa y por sus propios medios, obviando en la medida de lo posible los núcleos de resistencia que puedan encontrarse por el camino y teniendo como única misión el llegar a Turnu Severin y resistir en ella.
Las tropas elegidas son cuatro compañías del 1º Batallón del 148º Regimiento de Infantería (5 Westpreussen Infanterie Regiment Nº 148). La infantería irá transportada en camiones de dos toneladas y media y también les acompañarán otros dos camiones BAK (Ballon Abwehr Kanone) con sendas piezas artilleras antiaéreas de 77 mm. montadas (portées) en las cajas, tres secciones de ametralladoras con doce máquinas y una sección de radio y telegrafía. Las municiones, el combustible y los suministros necesarios para el desarrollo de la misión los llevaran también en transportes. Total, unos 500 hombres dispuestos a todo. Para ello, consiguen la mitad de los camiones de la 41º División de Infantería alemana, a la que estaba adscrito el 148º Regimiento. Veinte jinetes les acompañarán.
Un camión de tres toneladas Daimler.
Resumiendo: las fuerzas involucradas son:
Cuatro compañías del 1º Bataillon 5. Westpreusenn Infanterie Regiment Nº 148
Media batería del 1º Batterie Feldartillerie – Regiment Nº 79
Veinte efectivos de caballería del 4º Eskadron Dragoner – Regiment Nº 10
Conductores de la 41º Infanterie – División.
Una sección de radiotelegrafía del Funkstation 1
A Picht se le nombra jefe del grupo, aunque sólo es un Hauptmann. Hará lo que tenga que hacer.
EL RAID
El grupo sale de la población de Feliasu el 20 de Noviembre de 1916. Al llegar la noche, sólo han podido recorrer 32 kilómetros porque se han encontrado con una serie de obstáculos que les han impedido avanzar más. Al amanecer del día siguiente, se ponen de nuevo en camino y, ahora sí, van acumulando kilómetros a sus espaldas, acercándose cada vez más a su meta. La ruta pasa por las localidades de Strehaia y Prumisor, llegando el 22 de Noviembre a Simeanu, situada a nueve kilómetros de su objetivo.
La sección de radiotelegrafía se va conectando cada poco tiempo a los cables de los postes telegráficos, para interceptar las transmisiones rumanas y así conocer las posibles reacciones que su inesperado avance provocan entre ellos. Por lo que van captando, saben que están teniendo éxito, pues el Alto Mando rumano ha caído en la trampa. Picht está nervioso porque se da perfecta cuenta de en donde está metido y que su pequeño grupo puede ser barrido en cualquier momento por las fuerzas enemigas: prácticamente no deja descansar a sus hombres. La rapidez es esencial.
Más camiones de la época. ¿De qué marca serían los de Picht?...
En Simeanu tienen su primer combate en serio. Hay un pequeño fuerte en las afueras ocupado por unos 500 soldados que les hacen frente, advertidos de que una fuerza enemiga se dirige hacia ellos. Los rumanos son derrotados y dejan 150 prisioneros. Por la noche, los alemanes entran en Simeanu, haciendo otros 65 prisioneros. Esa madrugada, Picht ocupa Turnu Severin. Toma como rehenes a las autoridades de la población, para evitar levantamientos y los encierra en el Ayuntamiento. Ordena a sus hombres fortificar un extenso perímetro defensivo. Coloca a tres de sus compañías de fusileros protegiendo los lados norte, este y oeste, apoyados por las doce ametralladoras que tiene y deja a la cuarta compañía en la población con el fin de reponer bajas y como fuerza de apoyo. Usa la llamada “Torre del agua” como puesto de observación y manda emplazar los dos BAK al noroeste y al noreste, cubriendo con su fuego un amplio sector. Y una vez hecho todo esto, el grupo espera la reacción de los rumanos.
Turnu Severin. La Torre del agua.
EN TURNU SEVERIN
Esa reacción no se hace esperar. Los rumanos son superiores en número y además tienen artillería. Pero no están muy bien mandados, no...Picht ha tenido la precaución de no fortificarse dentro de la ciudad, que es lo primero que bombardean los cañones enemigos. Los asaltos de la infantería se suceden unos tras otros, sin importar a los rumanos el sufrir terribles bajas con el único fin de desalojar de allí a los alemanes. La sección de radiotelegrafía lleva horas intentando comunicar desesperadamente con su Cuartel General, para decirle que han ocupado el objetivo y que están siendo atacados, pidiendo ayuda urgente.
Foto BAK de 77 mm..,
Los combates duran todo el día. Por la noche, los búlgaros que ocupan la otra orilla del Danubio encienden sus reflectores para saber qué demonios está pasando. Pronto, envían dos pelotones de ametralladoras y municiones, que son bienvenidos al perímetro.
Columna de soldados rumanos.
Uniformes rumanos.
A la mañana siguiente, el 24 de Noviembre, los ataques se reanudan. Uno de los BAK de 77 mm. es puesto fuera de servicio junto con su dotación por la artillería rumana. Las municiones se agotan y el agua de refrigeración de las ametralladoras está hirviendo. La compañía de refuerzo es llamada para cubrir bajas. Escasea el agua...¡ parece mentira que con el Danubio al lado pase esto!, pero Picht no puede prescindir de los hombres están defendiendo el amplio perímetro para enviar a buscarla, ya que los ataques son intensísimos, llegándose alguna vez incluso al cuerpo a cuerpo. Se siguen mandando angustiosos mensajes en demanda de socorro y se tiene la sensación de que se han olvidado de ellos... Pero no, no se han olvidado en absoluto.
Ametralladora alemana
Los primeros hombres del pelotón ciclista de la 11º División bávara entran en Turnu Severin, acompañados por dos camiones de suministros. El resto se irá incorporando poco a poco. Los rumanos, al comprobar que la cosa se está poniendo fea, abandonan la zona. Falkenhayn está contento: se ha logrado romper el frente en las Puertas de Hierro y los abastecimientos podrán llegar ahora hasta el 9º Ejército.
Las bajas rumanas fueron de unos 550 muertos y cerca de 2.000 heridos.
Las bajas alemanas fueron de 6 muertos y 57 heridos. De éstos últimos, 11 morirían a los pocos días.
La operación ha sido un logro total.
EL HAUPTMANN PICHT
Ingresó en el ejército con 19 años, en 1895 y fue ascendido a Hauptmann en 1911, tres años más tarde de lo que le correspondería por permanencia: cosa que hace sospechar que el ejército y él no se llevaban muy bien. Tenía el mando de la 4º Compañía del 1º Batallón del 5. Westpreussen Infanterie Regiment Nº 148, (con cuarteles en Elbing, Bromberg y Braunsberg). En la época del raid ,con 40 años, estaba al mando del 1º Batallón, pero con su rango de Hauptmann.
Después del éxito de Turnu Severin, el Grupo de Picht (ahora conocido por el nombre de Sturmtruppe Picht) queda agregado a las fuerzas alemanas que actúan junto al ejército austríaco y lo colocan a la vanguardia, ampliándolo con unas pocas tropas más. Tiran millas por las llanuras rumanas, actuando como fuerza móvil de choque y logrando increíbles éxitos. Por ejemplo: en el pueblo de Isbeiceni, un coronel rumano se rinde a Picht con 3.700 hombres, siete cañones, cuatro ametralladoras y 80 camiones. El coronel, de nombre Anastasiu, quedó sorprendido al ver que su oponente era un capitán y de lo reducido de la fuerza que comandaba.
Del raid efectuado con tan buen resultado, lo único que logra Picht es que le asciendan a Major. Ni una mención, ni una medalla, ni nada. En 1918 , acabada la guerra, se retira del ejército con 42 años y su figura se pierde en el olvido. ¡Qué injusticia!...
Seguiré buscando sobre él...
Pues bien: aquí tenéis todo lo que pude conseguir sobre este suceso. Sé que hay un libro escrito en 1929 de título “Sturmtruppe Picht. Ein Erinnerungsblatt aus dem kriege gegen die Rumänen in Jahre 1916”, cuyo autor es un tal Bernhard Bellin... pero lo único que he podido localizar de él es que no está a la venta... ¡Qué pena, porque podría ser muy interesante!.
Estuve cerca de la pila del puente de Trajano, viendo la que estaba cayendo alrededor, consultando estas fuentes:
Raid de picht
http://www.kaiserscross.com/60401/152322.html
http://www.michiganwarstudiesreview.com/2005/20050501.asp
http://www.battlefieldreview.com/TurnuSeverin.asp
Unidades y bajas de Picht
http://denkmalprojekt.org/Verlustlisten/vl_sturmtruppe_picht_wk1.htm
http://wiki-de.genealogy.net/IR_148
http://www.flickr.com/photos/drakegoodman/sets/72157625007331323/
http://es.wikipedia.org/wiki/Rumania_durante_la_Primera_Guerra_Mundial
http://es.wikipedia.org/wiki/Frente_Balc%C3%A1nico_(Primera_Guerra_Mundial)