06-12-2007
Varias personas tuvieron que ver en su desarrollado, particularmente una vez que los combates se habían visto constreñidos por las trincheras y el alambre de púas.
Un fabricante de productos agrícolas tuvo la idea de construir un tractor blindado que pudiera cruzar trincheras, pero el ejército británico lo rechazó.
Un oficial de ingeniería con visión, el teniente coronel Ernest Swinton, tomó un diseño estadounidense similar y lo llevó al entonces Primer Lord del Almirantazgo, Winston Churchill, quien era conocido por su simpatía hacia los artefactos militares extraños.
Encabezado por Churchill, un comité de soldados, fabricantes y políticos fue formado en 1915 para diseñar un "destructor móvil de ametralladoras".
Necesitaban un nombre código para ocultar a los alemanes su uso verdadero.
Los nuevos carros de guerra fueron llamados entonces "tanques de agua móviles para Mesopotamia" (la campaña en lo que es hoy Irak) y el nombre se hizo permanente.
En realidad, sí parecían tanques de agua, pues eran grandes y en forma de caja, hechos de lámina metálica.
Los primeros tanques venían en dos variedades: macho, con un cañón naval montado en cada lado y sin torreta; y hembra, con ametralladoras.
La tripulación de ocho personas tenía que comunicarse entre sí por señales de mano, pues el ruido del motor Daimler de 105 caballos de fuerza lo hacía necesario.
El general Douglas Haig se enteró pronto del arma propuesta.
Una vez su papel había sido modificado a cruzar trincheras, aplastar alambres de púa y destruir ametralladoras, ordenó 150 de los aparatos a la mayor brevedad.
Con las bajas en la batalla de Somme en aumento, Haig y sus generales estaban en una encrucijada. ¿Debían utilizar el nuevo armamento lo más pronto posible, o esperar y atacar con todos los 150 aparatos?
Las tripulaciones de los tanques se entrenaron secretamente pero nadie más estaba al tanto.
Al final, se enviaron 50 aparatos, con rótulos que decían: "Manipule con cuidado-Petrogrado", como un ardid adicional.
Mi abuelo fue advertido la noche anterior a su primer uso, el 15 de septiembre de 1916, que estaría "trabajando con tanques mañana", pero nadie le dijo qué era un tanque, así que él y sus colegas no tenían idea de cómo trabajar con esos aparatos.
En cualquier caso,su estreno fue accidentado. Los tanques fueron desplegados a lo largo del frente. De los 49 enviados, 31 se vararon antes o justo después del comienzo del ataque.
De los 18 que entraron en acción esa mañana a la vertiginosa velocidad de tres millas por hora, seis se atrancaron en el terreno lleno de cráteres, ocho fueron alcanzados por fuego de artillería y dos se incendiaron.
Pero los dos restantes se abrieron paso.
Uno capturó un bastión enemigo y el otro llegó hasta una población cercana, detrás de las líneas alemanas.
Un biplano británico informó que "un tanque está avanzando por la calle principal de Flers con el ejército británico aplaudiendo detrás".
No era el arma fantástica que mencionaban los periódicos, pero mostró potencial y el público tenía curiosidad de verlo.
El Ministerio de Guerra se rehusó a mostrar una foto, pero el diario londinense Daily Mirror publicó la primera imagen un mes después del ataque, el 22 de noviembre, por la que pagó la suma sin precedentes de 1.000 libras esterlinas (equivalentes a más de 35.000 libras de hoy).
Con el secreto revelado, los tanques se hicieron comunes y los franceses también los produjeron.
El 20 de noviembre de 1917, los británicos cambiaron de tácticas y lanzaron 476 tanques en un frente estrecho contra los alemanes en Cambrai.
Estos contra atacaron posteriormente, pero el avance inicial probó que una fuerza concentrada de tanques podía abrirse paso contra casi cualquier cosa.
En abril de 1918 tuvo lugar el primer combate tanque contra tanque.
Los alemanes salieron perdiendo.
Fuente: BBCmundo.com