08-12-2008
.Desde el comienzo de la guerra en 1914, las colonias alemanas en Africa, habían ido cayendo, tras dura lucha, en poder de los británicos; Namibia, Togo, Camerún…la última, Tanganika, en el Africa Oriental, había sido ocupada en 1916. Entre los civiles alemanes hechos prisioneros, había un medico, Profesor estudioso de los problemas sanitarios ligados al clima africano. El Profesor Zupitza, el cual, gracias a la intervención de la Cruz Roja Internacional, fue repatriado
A su llegada a Berlin, se dirigió al Ministerio de Colonias, donde sus declaraciones, causaron sensación: seguía habiendo tropas alemanas, luchando en Africa, que con sus destrucciones de vías férreas, voladura de puentes, asaltos a fuertes y acuartelamientos y otros innumerables daños, causaban importantes quebraderos de cabeza a las autoridades coloniales británicas, pues les obligaba a mantener sobre el terreno, un importante número de tropas, que por otra parte, se necesitaban en otros frentes.
El profesor Zupitza hizo un resumen del conocimiento directo e indirecto, que tenia de las actuaciones de las tropas del Coronel Paul von Letow, que al no poder actuar, por su reducido número, en lucha abierta, contra unidades militares de los aliados, mantenían una guerra de guerrillas, que cubrían un extensísimo territorio, en los que las fuerzas mayoritarias, las británicas, fracasaban una y otra vez, en sus intentos de implantar la seguridad y la confianza de sus habitantes. Por todo ello, el Profesor Zupitza, solicitaba de la Metrópoli, el urgente envío de todo tipo de ayuda, para aquellas tropas que mantenían en la zona la bandera Imperial.
El Ministerio de las Colonias tomó como propia, la propuesta de enviar medicinas y otros abastecimientos bélicos a Von Lettow-Vorbeck pero dándose el plazo máximo de un año entre la elaboración del proyecto, y que el mismo estuviese operativo. Así mismo, todos los detalles debían ser estudiados de forma meticulosa, con la finalidad de poder transportar la mayor cantidad de material en el menor espacio y, sobretodo, con el menor peso posible. Esta lentitud se reveló, al final, dañina para el éxito de la empresa, ya que, esta lentitud, tuvo una gran influencia sobre el desarrollo de la misma.
Ciertamente, para los ingenieros de la aviación germánica , era un autentico desafío; tenían que preparar una operación audaz y completamente nueva, que no había tenido el equivalente en ninguna empresa anterior, correspondiente - por lo que concierne la distancia que recorrer - a una travesía atlántica; y qué muchos problemas técnicos relativos a ella, no se habían presentado nunca, ni hubo ocasión de afrontarlos anteriormente.
Ellos pensaron que el medio idóneo no podía ser ni un submarino ni un barco de superficie, puesto que no se sabía si las costas de la colonia germánica todavía estuvieran libres, o si fueron ya conquistadas por las fuerzas británicas en el curso de la campaña conducida por el Gen. Smuts en el 1916-1917.
No quedó, por lo tanto, más que apostar por el medio aéreo; y, precisamente, como se dijo entonces, sobre” el más pesado del aire", el dirigible, capaz de una autonomía mucho mayor que la de los aviones, por no hablar del problema relativo al transporte de los materiales, que solo un gran dirigible podría resolver de manera adecuada.
Con las ideas básicas, recogidas en una memoria, los responsables del Ministerio de Colonias, se dirigieron a la División de Aeronaves de la Marina Imperial, ente de la que dependían los “Zeppelin” , para exponerle sus necesidades, y solicitar su colaboración. Desde un primer momento, la Armada era reticente y solo ponía objeciones. Solamente, cuando el Kaiser, enterado del tema, dio su aprobación, comenzó la planificación.
En aquellas fechas, en Friedrichshafen, se estaba montando la quilla del LZ-102, con numeración militar L-57, que fue asignado para la misión.
Se trataba de una gran aeronave de tipo rígido, con un largo de 196 metros, a la que, en vista del larguísimo vuelo por los cielos africanos, que debía de acometer, fue sometida a imponentes trabajos para aumentar su envergadura. Le fueron añadidas dos células de gas adicionales, unos 30 metros de longitud, llevándola a 225 metros, con un diámetro de 24 metros, de manera que su capacidad de almacenamiento de gas, pasó de 1’9 mill. de pies cúbicos, a 2’4 mill. de pies cúbicos. De este modo se convirtió en el dirigible más grande que se hubiera visto en el mundo, hasta aquel momento. Se idearon diferentes innovaciones, con la finalidad de disminuir el peso muerto; por ejemplo, una parte del algodón de la envoltura fue reemplazada con muselina del tipo usado como material médico.
.
El L-57, hizo su viaje inaugural, EL 26 DE Septiembre de 1917, siendo destinado a la base de Juteborg, cerca de Berlin, para sus pruebas. Estando cargando el peso equivalente al a transportar, el 8 de Octubre, con la finalidad de verificar el comportamiento de la aeronave, una gran tormenta de viento, ocasiona un accidente, que provoca un devastador incendio, lo que representa la destrucción total de la aeronave, aunque la tripulación, consiguió ponerse a salvo.
...//...