09-08-2007
EL SUPERCAÑÓN QUE BOMBARDEÓ PARÍS.
Todo comienza en el otoño de 1914, el alto estado mayor alemán todavía espera que el ejército alcance la costa del canal de la mancha a la altura de calais, donde la distancia entre costas está cifrada en 35 Km., la idea del generalato alemán era bombardear los puertos ingleses con piezas navales modificadas.
A principios de 1917 el alto mando alemán reclama un cañón de muy largo alcance, del orden de 100 a 120 Km., que pudiera, desde la costa francesa, alcanzar Londres y los muelles del Tamesis, y ya de paso, aprovechando el gran alcance de la pieza en cuestión, poder machacar los puertos franceses situados por detrás de la línea del frente, con el fin de perturbar las operaciones de desembarco de tropas y material.
La casa Krupp, cuyos obuses de 420 mm. habían asombrado al mundo con la facilidad que destruyeron los fuertes de Lieja, acogió con entusiasmo este nuevo proyecto, y de acuerdo con la dirección Imperial de Artillería Naval se puso al trabajo con tesón.
El responsable del proyecto fue el doctor Rausenberger, el mismo que dirigió el diseño de los famosos obuses de 420 mm., y su director técnico Otto von Eberhard, apoyado por un gran equipo de profesionales, que dominaban las técnicas mas avanzadas en el campo de la mecánica y la balística.
Arriba el profesor Rausenberger, padre de “la criatura”.
Ahora solo quedaba darle nombre al proyecto. El cañón Guillermo, fue el elegido, en honor al Kaiser.
Durante el periodo de desarrollo del ingenio se produjeron discrepancias entre el equipo técnico, causado por el tamaño del proyectil, Eberhard era partidario de utilizar munición subcalibrada a lo que Rausenberger se negó en redondo. Aun después de realizar unas pruebas en el polígono de Altenwalde durante noviembre de 1917, en las cuales siguiendo las instrucciones de Eberhard un proyectil alcanzó mas de 100 Km., Rausenberger aludió a lo poco probado del sistema y el peligro consiguiente y desestimó la propuesta siguiendo con el modelo convencional.
Para el desarrollo del cañón se partió de la pieza naval mas poderosa y con mayor alcance del momento, el cañón de 381mm. "Lange Max" SK-L / 45 de 17 metros de longitud. Para la fabricación de los tubos del cañón Guillermo se utilizaron los nueve tubos de 350mm que en principio estaban destinados para el crucero Ersatz Freya, cuya construcción había sido suspendida, estos son alisados por dentro, a su vez se le introdujo otro cañón de 210mm y 30 metros de longitud, finalmente se añadía un tubo liso de 6 metros aclopado al extremo del cañón dándole así una longitud total al conjunto de 36 metros y un peso de 125 TM. Estas dimensiones obligaron a los técnicos de Krupp a diseñar un sistema para reforzar y mantener rígido el tubo impidiendo que este se doblase por su propio peso. Después de cada disparo el cañón oscilaba varios minutos.
Últimos retoques en la planta de la Krupp.
Para que el proyectil llegase a su destino era necesario que fuera impulsado por una carga de 250 Kg. de pólvora separada en dos partes y colocada en una recamara de casi 5 m de largo. Con tan gran carga propulsora, el interior del tubo se erosionaba fácilmente a cada disparo, calculándose que tendría que ser sustituido cada 65 disparos si se utilizaba a la máxima potencia, pero ya desde el proyectil número 30 la exactitud y distancia disminuían significativamente. Para subsanar este inconveniente se numeraron del 1 al 65 todos los proyectiles estando estos dotados de bandas dede forzamiento cada vez mayores. Se calculaba que después de los primeros 65 disparos el diámetro del cañón era de 240mm y al cabo de 150 de 260mm.
El disparo se efectuaba con una inclinación de 50 grados, la granada era propulsada hasta las altas capas de la atmósfera, alcanzando una altitud máxima de 42 Km., donde el aire ofrece menos resistencia aunmentando así su alcance.
El 30 de Enero de 1918 se produjeron los ensayos finales en el campo de tiro de la marina en Altenwalde, en las cuales el cañón lanzó un proyectil hasta 126 Km. con bastante buena precisión.
Munición del cañón.
Pero para esas fechas la realidad era muy diferente a como la habían pesado los generales y esta arma recibió un nuevo cometido, socavar la moral de los franceses bombardeando su capital.
Momentos de las pruebas.
El dispositivo para bombardear Paris constaba de tres piezas colocada en los vértices de un triangulo de 900m de lado.
Para el uso de los cañones desde estas posiciones se diseñó una plataforma giratoria que permitiera hacer fuego en todas direcciones. Esta consistía en un anillo reforzado que podía ser desmontado en seis secciones para su transporte. Sobre ella corría un disco giratorio montado en rodamientos.
Modelo a escala de uno de los emplazamientos.
El primer emplazamiento de esta arma fue en el bosque de saint-gobain, cerca de Crepy-en-Laonnois, a 121 Km. al nordeste de París y 16km por detrás de la línea del frente. Para realizar los cálculos balísticos se envió un equipo de matemáticos desde Berlín.
El 23 de marzo de 1918, a las 7h 15 min. de la mañana, dos cañones comienzan a machacar París, el tercero se les uniría algunos días mas tarde.
Ese mismo día el Kaiser en persona se acercó hasta el lugar para inspeccionar las maquinas. Al final del día se contabilizaron un total de 22 impactos sobre la capital francesa.
La primera reacción aliada al ataque fue pensar en un bombardeo aéreo, la sola idea de que fuera obra de un cañón instalado a mas de 120 Km. producía hilaridad, incluso llegaron a circular teorías como la de un cañón neumático muy silencioso que disparaba desde la misma capital. Pero al final el emplazamiento fue descubierto a causa del sonido de los disparos. Los franceses intentaron acallar los cañones con su propia artillería, pero no lo consiguieron.
Foto aérea de la localización de una de las piezas.
Dispuesto para entrar en acción.
El 1 de Mayo de ese mismo año los cañones son retirados de este emplazamiento, después de lanzar 185 granadas, y trasladados a Beaumont en Beine, a 109 Km. del objetivo. Entre el 27 de Mayo y el 11 de Junio tirarán 104 proyectiles, antes de ser desmontados nuevamente y colocados 15km al norte de Chateau-Thierry, a solamente 91 Km. de la capital, disparando únicamente 14 granadas ya que los alemanes fueron desalojados de esta posición en pocos días. Los cañones fueron devueltos a Baumont disparando desde ahí 64 proyectiles mas hasta el 9 de Agosto.
En total, de los mas de 400 disparos efectuados 367 estuvieron censados, causando la muerte de 256 personas e hiriendo a otras 620.
Distintos emplazamientos del dispositivo.
Como dato anecdótico diremos que a comienzos de mayo de 1918 el profesor Rausenberger comunica que está en disposición de construir un arma de 305 mm capaz de lanzar obuses de 300 Kg. a una velocidad inicial de 1.700 m/s a una distancia de 170 km.
La pieza durante su montaje.
Tras la firma del armisticio, todo lo relacionado con el proyecto de estos supercañones fue destruido o escondido, y los cañones fueron devueltos a Krupp rápidamente, para proceder a su destrucción evitando así su entrega a los aliados.
No sería hasta 1930, cuando el coronel Henry Miller publica una obra detallada sobre el mismo, procedente de filtraciones de los trabajadores de la Krupp, que los aliados son conscientes del arma que bombardeo París.
Fuentes consultadas:
Revista Armas y municiones.