Tecnología militar absurda de la Gran Guerra

Dan Daly

21-04-2009

A lo largo de la Historia, cuando una nación entera se ha volcado en una guerra y ésta ha sido de larga duración, nunca han faltado los “inventores geniales”, hombres dotados de inventiva, imaginación e iniciativa que han creído encontrar la solución a los problemas tácticos a los que se enfrentaban los ejércitos de sus países. Por desgracia, gran parte de estos genios de la inventiva militar desconocían por completo lo que era la guerra de verdad y sus conocimientos bélicos se limitaban en muchos casos a lo que leían en los periódicos o a lo que les contaba algún conocido.

La Gran Guerra fue un campo fértil para la inventiva de estos genios de la tecnología bélica. El estancamiento militar y la larga duración del conflicto produjeron, entre otras cosas, un sinfín de proyectos, ideas e inventos supuestamente geniales destinados a mejorar la capacidad combativa de los ejércitos y a romper el punto muerto de la guerra estática. Para desgracia de sus creadores (y para fortuna del sufrido combatiente de las trincheras) la mayoría de estos inventos fueron rechazados y nunca llegaron ni siquiera a la fase de prototipo y mucho menos al frente. Por supuesto que hubo muchos inventos muy logrados que triunfaron plenamente y otros muchos que tuvieron cierto éxito, al menos durante algún tiempo y como solución provisional, pero de las miles de ideas surgidas durante la Gran Guerra la mayor parte de ellas se quedaron en nada, unas por su elevado coste, otras porque la tecnología de la época no daba para tanto, y otras porque… bueno, porque eran más propias de una fantasía que de una guerra real.

Abro pues este hilo para mostrar algunos de estos “inventos geniales”, algunos sorprendentemente originales y curiosos, pero la gran parte verdaderos disparates.

Dan Daly

21-04-2009

Casco, pistola y sartén

En julio de 1915, un británico apellidado Pratt presentó su genial invento, un arma destinada no sólo a aumentar la capacidad de fuego del soldado británico, sino también a proteger su cabeza y a ayudarle a calentar la comida. Se trataba de un casco que disponía en su parte superior de una pieza desmontable que era una sartén y en cuyo interior se alojaba una pistola, con el cañón saliendo por el mango de la sartén y el cargador situado a la derecha. Una vez colocado el casco (que debía de pesar lo suyo) el usuario podía disparar la pistola incorporada soplando por un tubo conectado al disparador. La fe del inventor en su obra debía de ser inmensa, pues no se desanimó cuando nadie se interesó por su creación, sino que perseveró y en mayo de 1916 presentó una segunda versión, esta vez sin la sartén pero con un complejísimo sistema de recarga y disparo del arma. Para desgracia del pobre señor Pratt tampoco esta vez nadie se interesó por su patente.

Dan Daly

21-04-2009

"¡Formad la tortuga!"... o algo parecido

En marzo de 1915 otro genio de la ingeniería bélica patentó en Gran Bretaña algo que (según su inventor, evidentemente) protegería al infante del fuego enemigo y le permitiría avanzar hacia los alemanes con seguridad y disparando. Se trataba de una especie de placa blindada curvada que cubría por completo al usuario desde la cabeza a las rodillas, tanto frontal como lateralmente, y que se colgaba de los hombros. El blindaje disponía de un visor a la altura de los ojos y de una tronera a la altura de la cintura desde donde el usuario podía sacar su fusil o pistola para disparar al enemigo mientras caminaba. El trasto se completaba con unas grebas para proteger las espinillas.

Es difícil imaginar la idea que de la guerra tendría el inventor. Probablemente se imaginaba a centenares de soldados británicos equipados con su invento avanzando pasito a pasito hacia los alemanes en la tierra de nadie en orden cerrado, a salvo de las ametralladoras y las granadas, e incluso (si la cosa se ponía muy fea) formando con sus escudos una especia de “tortuga” romana, lo que ya sería la maravilla de las maravillas.

Por supuesto, nadie se tomó en serio el invento… salvo el inventor.

El camión a hélice

La empresa de automóviles británica Sizaire-Naudin diseñó al inicio de la guerra un camión blindado con un motor de 20 HP. Era un vehículo de bastante calidad para la época, aunque con numerosos elementos “sospechosamente” parecidos a los que hacía la Rolls-Royce. El Almirantazgo adquirió varios de estos vehículos a principios de 1915, pero uno de ellos fue empleado ese verano por el Departamento de Vehículos Blindados del Real Servicio Aéreo Naval para un curioso experimento.

Dado que el frente Occidental no parecía el lugar adecuado para el empleo de blindados en 1915, éstos estaban siendo enviados a lugares de África y Próximo Oriente, donde el terreno parecía más propicio para los blindados sobre ruedas. La idea era acoplar al chasis un motor Sunbeam de aviación de 110 HP colocado detrás y ligeramente inclinado, para así impulsar al vehículo hacia delante. El vehículo, al que se le denominó “Wind Waggon”, fue probado en Inglaterra… y nunca más se supo del invento. El hecho de jamás haya existido en servicio en ningún ejército un vehículo semejante da una idea de la “genialidad” de la idea.

Dan Daly

21-04-2009

El búnker portátil

En septiembre de 1915 un británico llamado Austin presentó su invento: se trataba de una especie de minibúnker en forma de torre telescópica apoyada sobre un pedestal, la cual podía levantarse y bajarse por medio de un engranaje; en su parte superior había una cúpula blindada con una ametralladora y la torre tenía un asiento desde el cual el tirador podía accionar el arma y girar el conjunto por medio de unas manivelas. El inventor aseguraba que el conjunto podía ser transportado por dos hombres y ser rápidamente colocado en posición en una trinchera. Por desgracia para él, al mes siguiente el invento fue rechazado: se estimó que hacían falta bastante más que dos hombres para mover y colocar el conjunto, que desde luego resultaría engorroso moverlo e instalarlo con rapidez en una trinchera, que la protección que ofrecía era escasa y que la ventilación dentro de la cúpula era casi nula.

pio-3

21-04-2009

Buenos aportes Dan Daly pero lo del casco eso creo yo que deberia estar en la sccion de "Humor" curioso hombre este Pratt.

    Saludos

MIGUEL WITTMAN

21-04-2009

Buena info. Desconocida para mí.

Te saludo.

pio-3

21-04-2009

Con el permiso del compañero Dan Daly coloco una foto del prototipo “Wind Waggon” 1915-Sizaire Berwick que me sonaba haber visto.

http://www.tankhistory.com/

Saludos

MIGUEL WITTMAN

21-04-2009

Vaya artefacto pio.

Te saludo.

gaffer

21-04-2009

muy interesante ..hay que decir que en algunas cosas , si que se adelantaron a si época.

algunas fueron utiles.

un saludo

PD espero que siga el hilo

josmar

22-04-2009

Curiosidades no exentas de originalidad, pero que reponden muy  bien al enunciado que has puesto, del tema... ...

Muy logrado Dan..

Kurt Knispel

19-05-2014

GRIFFON_68

19-05-2014

Perfecto para que se le escape un estornudo a empiece a toser.....

Wittmann

19-05-2014

Pues no te digo nada del peligro cuando use el urinario. ¢@10

mister xixon

19-05-2014

talmente parece un casco artillero, con el colgante para la detonación y pumpam

saludos

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