Otro fracaso sangriento: Verdún
Erich von Falkenhayn sostenía la doctrina clásica de Schlieffen: la solución de la guerra se produciría en el frente occidental, ahora bien, en conjunto, el frente occidental apenas se movió en 1915, y a medida que transcurría el tiempo la balanza se inclinaba a favor de los aliados.
El ejercito ingles aumentaba regularmente sus efectivos; en 1916 se implanto en la gran Bretaña el servicio militar obligatorio, aunque hasta entonces el ministro de la guerra, Lord Kitchener, pudo disponer de voluntarios en numero suficiente.
Los enlaces marítimos británicos funcionaban a la perfección, el material de guerra se concentraba en los puertos y los estados mayores generales francés y británico contaban con reunir suficiente artillería en un sector determinado para forzar el paso, abrir una brecha en las líneas alemanas y obligar al enemigo a retirarse. De hecho, los aliados entablaron dos batallas de material, ambas en la Champagne, en el inverno de 1915 y la primavera de de 1916, pero los alemanes contuvieron los dos asaltos, con sensibles perdidas para los atacantes.
Von Falkenhayn decidió tomar, a su vez, la iniciativa. No esperaba conseguir la ruptura del frente enemigo, sino que veía la posibilidad de obtener una victoria decisiva; esta ofensiva alemana, una nueva batalla de material, fue lanzada contra el campo atrincherado de Verdun el 21 de febrero de 1916, y los alemanes, que hasta entonces ahorraban tanto sus reservas, esta vez las volcaron todas en batalla.
Von Falkenhayn se proponía desgastar a los franceses, y comentaba cínicamente que a las enormes perdidas alemanas correspondían perdidas francesas mas graves todavía. Cierto es que los franceses tuvieron 440000 bajas entre muertos, heridos y prisioneros y los alemanes 280000; pero Verdun constituyo una derrota moral para Alemania.
A pesar de que el enemigo conquisto algún terreno, pese a la hecatombe que se produjo, los soldados franceses mantuvieron la línea del frente y conservaron Verdun, merced a la energía y dureza del general Petain. En junio, la ofensiva alemana empezó a dar señales de fatiga y los franceses consiguieron recuperar las posiciones perdidas; en primer lugar, el siniestro fuerte de Dovaumont, convertido en autentico cementerio.
Las consecuencias de la batalla de Verdun serian aun más graves: las potencias centrales perdieron el prestigio adquirido en 1915 con sus triunfos en el este y en los Balcanes.
[size=8pt]Fuente:
Historia Universal Daimon
Carl Grimberg
Tomo 12, el siglo XX
Paginas: 36-37[/size]
lo prometido es deuda saludos 