Con su motor de 14 cilindros de doble estrella y 840Hp a 3000 metros solo alcanzaba 430 km/h
El armamento era algo pobre con 2 ametralladoras Breda SAFAT de 12,7mm con 350 dpa. Pero eso no era lo peor, lo peor es la falta de radio que impedia una coordinacion correcta de la escuadrilla en ataque y en defensa (debe haber sido algo feo ver tu compañero a punto de ser rematado por un hurricane en la cola y no poder avisarle)
Derribar un Hurricane con un biplano CR 42 es una acción de mérito. Hacerlo en un par de ocasiones, todavía más por eso queria contarles la siguiente historia:
Volar con una sola pierna (sobre todo considerando las limitaciones de las prótesis de la época) resulta algo meritorio. Derribar tres aviones con una sola pierna, entre ellos dos Hurricanes, todavía más.
Todo esto lo hizo Ernesto Botto.
El capitán Botto fue como voluntario a luchar a España. El 12 de octubre de 1937 volaba con un grupo de 40 CR 32 (¡qué pocas veces volaron 40 cazas italianos juntos la II Guerra Mundial!) que operaban sobre Fuentes del Ebro, al mando de una de las escuadrillas. Interceptaron a unos bombarderos RZ, enfrascándole en un reñido combate contra los 32 I-15 e I-16 de la escolta.
Ernesto Botto destruyó un I-15, derribo que hacía su número 5 y lo consagraba como as. Pero una bala explosiva le acertó en la pierna. A duras penas pudo aterrizar en el aeródromo Sanjurjo de Zaragoza. Allí mismo le apuntaron la pierna para salvarle la vida. Fue hospitalizado y hubo que hacerle continuas transfusiones para mantenerlo vivo. Tardó seis meses en salir del hospital.
Botto volvió a su casa convertido en héroe nacional y con una medalla de oro al valor (una de la pocas que en España no se concedió a titulo póstumo). Incluso el Grupo VI de Caza lo adoptó como símbolo, llamándose en lo sucesivo “Gamba di ferro” y adoptando como emblema una pierna de hierro sobre un hacha.
Pero la realidad era menos agradable. Los capitanes de la Regia volaban y Botto sólo tenía una pierna. La intención de las autoridades era pasarlo a la reserva. Pero Botto se negó a dejar la Aviación y, con la fuerza que le daba su condición de héroe oficial, logró volver a ser un piloto en activo. Con su pierna artificial se reincorporó a su unidad, el 4 Stormo, y aprendió de nuevo a pilotar... con un solo pie. En 1939 era ya lo suficientemente bueno como para volar en la patrulla acrobática que celebró en Berlín el retorno de la Legión Cóndor.
Nombrado jefe del 9 Gruppo, esta unidad adoptó el emblema de la "pierna de hierro". Con 5 victorias en la Guerra Civil, parecía que no obtendría más contra los aliados porque los mandos no querían que volase. Su derribo podría afectar negativamente a la moral. Pero en julio de 1940 comenzó a combatir sobre el objetivo más difícil: Malta. Como jefe del 9 Gruppo enfrentaba a sus biplanos CR 42 contra los modernos Hurricanes. El 3 de julio con 9 CR 42 escoltaba a 2 SM 79. Los bombarderos fueron atacados por los Hurricanes y el oficial de vuelo John Waters derribó un SM 79. Pero Botto lo vengó derribándolo. Su primer derribo en la II Guerra Mundial (y creo que el primer Hurricane perdido sobre Malta).
La madrugada del día siguiente, 4 de julio, atacando con el sol a las espaldas, 24 CR 42 dirigidos por Botto atacaron el aeropuerto de Hal Farr, destruyendo 2 Swordfish (estas victorias en tierra no se contabilizaban en la Regia). Tras ello pasó a África con su unidad: el 4 de agosto dañó un Blenheim en el área de Fuerte Capuzzo y el 12 de noviembre derribó un Blenheim. El 9 de diciembre destruyó su segundo Hurricane en el área de Bir Enba. Fue su última victoria.
Lo que no consiguió la caza enemiga casi lo logró un accidente de tráfico. Ese mismo día, tras aterrizar, su vehículo chocó y el impacto estuvo a punto de mandarlo al otro mundo.
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