26-10-2006
Con la aparición del Bazooka los alemanes se convencieron de que no eran los únicos que conseguían importantes progresos en la aplicación militar de los cohetes. Comprendieron que los norteamericanos habían desarrollado un arma practica y confiable y sin pensarlo dos veces se pusieron a trabajar en una version alemana de la misma. Porsupuesto no seria seria una copia sino un derivado adaptado a las necesidades del combatiente aleman.
Durante los ataques lanzados por las Divisiones del Eje para hacerse con el control del Paso de Kasserine, las Fuerzas Acorazadas alemanas se llevaron una desagradable sorpresa ante la entrada en acción del Bazooka.
El estruendo y la humareda que seguía al disparo de este arma, pero que inmediatamente producía un carro de combate destruído, hizo comprender al mando alemán que aquel extraño artilugio iba a desbaratar su ofensiva.
El 9 de marzo de 1943, el legendario Mariscal Erwin Rommel fue retirado del Teatro de Operaciones de Africa. En su vuelo de regreso a Berlín le acompañaba un Bazooka y varias granadas capturadas para que los ingenieros alemanes estudiaran y extrajeran las lecciones necesarias con que poder fortalecer las chapas de acero de los carros de combate y concebir un arma de similares características con destino a la infantería alemana.
Desde Berlín el arma fue remitida a Leipzig, al Departamento de Investigación del Hugo Schneider Akteingesellschaft (HASAG), en donde el profesor Langweiler y su equipo estaban completando el desarrollo del Panzerfaust 30.
El lanzador y los cohetes fueron detenidamente estudiados por los técnicos alemanes quienes tuvieron ocasión de comprobar la sencillez de los mecanismos y los bajos costos de fabricación y materias primas para proceder a su producción en serie.
Pero el Ejército necesitaba resultados inmediatos. En el recuerdo de todos pesaba la derrota sufrida por el 6º Ejército en Stalingrado (febrero de 1943) y los jefes de las unidades que luchaban en el Este pedían que se les dotase de un arma para la infantería capaz de detener el ardor con que los rusos lanzaban sus T-34/76 y KV-1 al ataque.
Como por otro lado los informes procedentes del frente indicaban la enorme capacidad destructora del Bazooka, el OKH solicitó del HASAG un arma de similares características en el menor tiempo posible.
Apremiados por todos lados, los talleres de la HASAG y los de Meuselwitz procedieron a preparar el utillaje mientras los proyectistas germanos se esforzaban por ultimar su versión del Bazooka. La limitación de tiempo no impidió que ciertas mejoras de importancia fueran introducidas en el Raketenpanzerbüchse 43 ( literalmente rifle-cohete antitanque) ó RPzB 43, designación oficial del primer lanzacohetes contracarro alemán.
El RPzB 43
El RPzB 43 entró en servicio a mediados de 1943 casi simultáneamente en el frente del Este y en el de Italia.
Los documentos oficiales dieron al RPzB 43 el sobrenombre PANZERSCHRECK (terror de los carros), pero la tropa prefirió utilizar el de OFENROHR (tubo de estufa) por la humareda que provocaba al efectuar cada disparo.
Muy similar al modelo originario americano, la primera diferencia digna de citar son sus 88 milímetros, calibre sobre el cual los alemanes habían estudiado lo suficiente como para haber llegado a la conclusión de que era el más idóneo para cumplir las especificaciones del Ejército en lucha contracarro. Dictadas en 1941, éstas pedían un arma transportable por un solo hombre capaz de perforar una chapa de 200mm a 30º desde 150-200 metros de distancia.
Uno de los primeros prototipos del RpzB 43 , notese la proteccion de su usuario.
La segunda mejora se practicó en el mecanismo de disparo. Los técnicos del HASAG se vieron en la necesidad de reemplazar las pilas secas por otro sistema generador de energía ante el rigor climatológico existente en el territorio de la URSS y que inutilizaba este tipo de armas al descargara las pilas secas en corto espacio de tiempo.
Para solucionar este problema se introdujo en la amplia empuñadura una magneto atravesada por un núcleo móvil dentado. Al pulsar el gatillo, el núcleo móvil quedaba liberado y, por la acción de un muelle, discurría por el interior de la magneto, de tal modo que sus dientes originaban una inversión del flujo de los imanes de la magneto, generando una corriente inducida alterna que provocaba el disparo. Como en el caso de su progenitor, el circuito eléctrico y los diversos contactos estaban situados en los mismos puntos.
El Panzerschreck era de mayor longitud (1.683 mm) y peso (9,2 Kg) que el Bazooka M1A1 y además de las diferencias que hemos señalado anteriormente, la empuñadura, el guardamonte, el gatillo y el apoyo para el hombro respondían a un diseño distinto.
La Granada 4322
El proyectil cohete que los proyectistas alemanes concibieron para el RPzB 43 fue el Raketenpanzerbüchse Granat 4322 o RPzBGr 4322. Con 87,3 mm de calibre, un peso de 3,27 Kg y una longitud de 649 mm, también resultaba mayor en todos los sentidos que el M6A1 y, por supuesto, más poderoso.
A diferencia del ejemplar americano, la punta de su ojiva disponía de una espoleta AZ-5095 que, en 0,0002 comunicaba el fuego, a través del cono de cobre perforado, al cebo situado tras la carga explosiva.
La distribución de la carga y el propulsante eran idénticas al modelo americano. La cabeza de guerra contenía 0,667 Kgs de Cyclotol, explosivo compuesto por 41,2 por 100 de TNT y 58,8 por 100 de Cyclonita. Esta carga conseguía perforar blindajes entre 160 y 210 mm.
El cebo eléctrico de encendido se encontraba en la parte anterior de la cámara de combustión que contenía los siete celdillas de pólvora que debían impulsar al cohete a una velocidad de 104 m/s. Las aletas estabilizadoras estaban envueltas completamente por un aro de acero que servía para fijar el diente de la uña de retención y contacto del lanzador. El alcance eficaz se situaba en los 150 metros.
Existian 2 variantes de esta primera granada, la "S" ( por sömmer= verano) para usar en temperaturas de entre -5 y 50 grados Cº y la "W" ( Winter= invierno) que se empleaba en un rango de temperaturas entre -40 y 30 grados Cº
Pese a todo, el RPzBGr 4322 presentaba un serio problema en su motor cohete. La carga propulsora contenía un 64,5 % de nitrocelulosa, un 34,5 % de un compuesto llamado DEGN y un 1% de agente estabilizador y la combustión no resultaba en modo alguna perfecta. En el mismo instante del disparo, la tobera escupía una ingente cantidad de humo y partículas de pólvora sin deflagrar que resultaban peligrosas y tóxicas para los sirvientes del arma. Esta importante imperfección en la granada motivó la iniciación de estudios con vistas a su sustitución y mientras esto ocurría se ordenó a los equipos cazacarros que emplearan las máscaras antigas para paliar los efectos nocivos del rebufo de la granada. Algunos soldados tambien improvisaron escudos para desviar y/o disminuir los efectos de los gases.
Paracaidistas usando un RPzB 43 con un escudo circular.