16-03-2006
El Consejo de Ministros se reunió a las 17:00 horas en la Prefectura de la Gironde. Reynaud consideraba como una deserción el abandono de suelo Francés por el Gobierno; que él, por su parte, se negaba a abandonar el territorio Metropolitano, y que, permanecería entre el Pueblo Francés para compartir sus penalidades, pasara lo que pasara. La noticia de la dimisión del Gabinete Reynaud le llegó a Winstom Churchill cuando subía al tren especial que debía conducirle a Southampton., en cuanto al General De Gaulle ya había partido antes, fué en el Aeródromo de Burdeos donde se enteró de la retirada de su Presidente del Consejo y de la designación del Mariscal Pétain para sucederle. No vaciló sobre la postura a adoptar, el 17 de Junio por la mañana, emprendían un nuevo vuelo hacia Londres, esta vez definitivo..
En la misma noche del 16 al 17 de Junio, el carguero Broompark zarpaba del pequeño puerto de Bassend (Gironde) con una preciada carga de 185 kg. de agua pesada que fréderic Joliot-Curie se habían procurado en Noruega por mediación de Jacques Allier de la 2a. Sección del Ejército Francés. Los Físicos Hans-Heinrich Halban y Lew Kowarski acompañaban dicho tesoro en virtud de una orden de misión firmada por Bichelonne, Jefe del Gabinete del Ministro de Armamento Raoul Dautry, quien le ordenaba dirigirse a Londres para proseguir los estudios fundamentales y experimentos prácticos, cuya iniciativa había tomado Joliot-Curie, con el fin de obtener un explosivo que consiguiera su potencia destructiva a partis de la fusión del átomo, franqueaban una nueva etapa cuyo camino final conduciría hasta la Bomba Atómica de Hiroshima.
El 16 de Junio a las 23 horas y 30 minutos, el Mariscal Pétain contaba entre sus filas con 3 Generales, 1 Almirante, 7 diputados, 1 senador y 5 altos funcionarios, y presentaba como fundamental en su programa la conclusión de un Armisticio. Asi, a la 1 de la madrugada, Paul Baudouin rogaba al Embajador de España que, por mediación de Madrid transmitiera una demanda en este sentido al Gobierno Alemán. Llegada la mañana, se advirtió que era preciso efectuar una gestión Diplomática semejante ante el Gobierno de Italia para lo cuál se recurrió a la mediación del Nuncio Apostólico.
Unas horas más tarde, la readio Francesa hacía llegar a todos los hogares el triste mensaje del General Pétain, anunciando que se había dirigido al adversario para pedirle que estudiara con su Gobierno los medios de cesar las hostilidades. Mientras se esperaba el acuerdo entre Franceses, Alemanes e Italianos sobre las condiciones de un Armisticio, prosiguieron los combates en Alpes, Los Vosgos, la Línea Maginot, sobre el Loira y al Oeste de Francia, aportando tantos nuevos triunfos a Hitler como decepciones a Mussolini.
Las condiciones del Armisticio enumeradas por Hitler eran, en conjunto, idénticas a las que suscribió el día 22 siguiente la delegación Francesa.
1.- Desmovilización inmediata del Ejército Francés
2.- Entrega inmediata del armamento colectivo de éste, de la flota y de todo el resto de la aviación
3.- Ocupación del Territorio Francés, entre los Alpes y el Ródano, así como de las cabezas de puente Lyon, Valence,y Avignon. Ocupación de Córcega.
4.- Ocupación de Túnez y de la Costa de Somalia, ocupación de las bases navales de Argel, Mers el-kébir y Casablanca; Neutralización de Beirut y facultad para que Italia ocupase este puerto
5.-Facultad de ocupar cualquier punto de la Metrópoli o del Imperio Francés, necesario para el desarrollo de la operaciones, el mantenimiento de la Paz o el restablecimiento del orden.
6.- Prohibición de proceder a desrucciones o evacuación de material ferroviario en la zona destinada a la Ocupación Italiana
7.- Denuncia de la Alianza con Inglaterra. Expulsión de las fuerzas Británicas que se hhallasen en la Metrópoli o en el Imperio Francés.
8.- Desarme y licenciamiento de las Fuerzas Polacas, Belgas, etc., que se encontrasen en Francia
Las 2 delegaciones frente a frente, los Alemanes imponen sus condiciones a los Franceses en el mismo vagón que Foch recibió la Capitulación Alemana en 1918
El 20 de Junio, a las 14 horas y 30 minutos, la Delegación Francesa de Armisticio abandonaba Burdeos. La presidía el general Huntzinger, con el Embajador León Noël,, el Vicealmirante Le Luc y el General Bergeret representaban a la Armada y a la Aviación respectivamente. Al día siguiente a las 15 horas y 30 minutos, el General Alemán Von Tippelskirch, Comandante del Cuartel General del Führer, introducía a la Delegación Francesa en el Cocha-salón del Mariscal Foch, que los Alemanes habían llevado a la explanada de los Inválidos al claro de Rethondes. De pié con el brazo en alto, hallaron a Hitler, Von Ribbentrop, Rudolf Hess, Hermann Göring, Keitel y Raeder. Cuando todos estaban en sus puestos, Hitler con un gesto, concedió la palabra a Ribbentrop quien con su voz altisonante dió lectura a una declaración cuya falsedad se mezclaba con frases caballerosas, después con otro gesto brusco y mezquino, tendió a cada uno de los delegados Franceses un ejemplar de las condiciones de Armisticio pero el problema era "ceder" a la flota Francesa, inmediatamente salieron del vagón para hacer una llamada a Pétain, "insisten en que entregemos a la flota", después de algunos minutos regresan al vagón con instrucciones de Pétain. El punto 8 refiere a que la flota se deja a disposición del Gobierno Francés para la salvaguarda de sus intereses en su Imperio Colonial - será reunida en puertos a determinar y deberá ser desmovilizada y desarmada bajo el control de Alemania o Italia, respectivamente. El Gobierno Alemán promete no usar a la flota para sus propios fines, pero quién le iba a creer a una Nación que ya había violado varios acuerdos?. Ante este redactado, el General Francés Huntziger invocó el riesgo de ver bombardeados y destruidos por la R.A.F. a los buques de guerra que fueran obligados a regresar a puertos Franceses ocupados por los Alemanes. El Coronel-General Von Keitel no se dejó engañar por este argumento y se negó rotundamente a modificar algún párrafo discutido. No obstante, el 22 de Junio a las 18 horas 34 minutos se comunicó a la delegación Francesa un brutal ultimátum: si en el plazo de una hora el General Huntziger no estampaba su firma al pié del texto que tenía ante sí, se le daría la orden de regresar por el otro lado de la línea de fuego y que sus tropas y panzer irrumpirían violentamente sobre París arrasando con lo que hubiese; entre la espada y la pared, Huntziger tuvo que ceder. Al día siguiente, por la mañana, la delegación Francesa abandonaba París con destino a Roma a bordo de tres aviones puestos a su disposición por la Luftwaffe. Todo terminó, París ha caído, ya es de Hitler
La delegación Francesa abandona el vagón después de la firma del Armisticio.