13-03-2010
¡ Hola a todos!
Navegando, como si fuera un capitán de barco, por algún libro viejo e Internet (culpa de Fug y sus preguntillas), encontré ciertas reseñas sobre las bajas norteamericanas producidas por fuego "amigo" durante la SGM. Hubo dos casos que me llamaron la atención: uno de ellos es el que trato aquí, y el otro fue el producido durante la "reconquista" de los norteamericanos de las Islas Aleutianas, tomadas por los "japos", y que les costó a los yankis más de 300 bajas debidas a sus propios disparos...en fin.
En 1944, los aliados pusieron en marcha el llamado Plan Cobra. Éste, preveía un plan de avance para las tropas aliadas a partir de las playas de Normandía, extendiéndose más tarde hacia la conquista de la Bretaña francesa para, posteriormente, abrir el camino para la liberación de París. Se suponía que para lograr el éxito, era necesario el bombardeo sistemático e intenso de las posiciones y fortificaciones avanzadas alemanas, combinando éste con una penetración de batallones de carros británicos y norteamericanos. Pero los planificadores de Cobra tendrían que aprender que, en el frenético desarrollo de una operación combinada, el bombardeo en alfombra podría ser peligroso para quienes no son el enemigo.
Mapa de la zona de la operación...
Una vez cancelada por Montgomery la Operación Goodwood (el ataque blindado británico al este de Caen), se vió que había un núcleo de fuerzas blindadas alemanas que habían sido atraídas al sector, entre ellas, mi División. Goodwood terminó con graves pérdidas para los británicos y, desde el alto mando aliado, se pretendió dar al I Ejército Norteamericano del General Bradley una oportunidad para romper las defensas alemanas en Saint-Lô. Bradley tenía previsto que tres divisiones de infantería se encargaran de la operación de ruptura en un estrecho frente de 7.000 metros. Justo antes del ataque, cerca de 1900 aviones entre cazabombarderos y bombarderos medios de la IX Fuerza Aérea Norteamericana, más los bombarderos pesados de la VIII, atacarían las defensas avanzadas alemanas.
La ruptura del frente de St.-Lô estaba programada para el 21 de Julio, inmediatamente después de acabar la Operación Goodwood, pero se produjo un período de mal tiempo y la maniobra se retrasó hasta el día 24 de Julio.
La línea del frente corría a lo largo de la carretera que iba de St.-Lô hacia Perriers. Bradley deseaba que los bombarderos atacaran justo al Sur de la línea y que se aproximaran desde el Este, con el fin de que el recorrido del bombardeo fuera paralelo a la carretera. por razones de seguridad, estaba dispuesto a que sus tropas avanzadas retrocedieran unos 800 metros. En cambio, los aviadores tenían sus reservas, ya que ellos preferían efectuar la aproximación desde el Norte, de modo que el blanco presentara una mayor profundidad, y que las tropas se retiraran unos 3.000 metros. Al final, se llegó a un compromiso: la aproximación se haría desde el Norte y el margen de seguridad sería de 1.200 m.para los cazabombarderos y de 1.450 m. para los bombarderos medios y pesados.
Aunque los metereólogos tenían sus serias dudas sobre el tiempo, se eligió (como ya comentamos) la mañana del 24 de Julio para el ataque. Al comezar éste, un alto mando británico del aire, que había viajado a Francia para observar el inicio de la Operación, preocupado por la predicción meteorológica, decidió cancelarla. Demasiado tarde: los aviones ya habían despegado...pudo contactarse a tiempo con algunos cazabombarderos pero el enlace por radio con los pesados fue imposible.
Las técnicas de navegación y bombardeo de la época estaban supeditadas a la experiencia de unas pocas tripulaciones. La Fuerza Aérea Norteamericana admitía en esa época y cada vez más, a gente muy jóven (una media de 19 años), y los períodos de instrucción de las tripulaciones se habían acortado a siete meses y medio. En las grandes formaciones de bombarderos (para evitar problemas debido a tripulaciones inexpertas), había una serie de aparatos, con distintivos muy llamativos, que hacían de guía a los demás y que, con sus lanzamientos de bombas, avisaban al resto del grupo que estaban encima del objetivo para que éstos a su vez soltaran las suyas.
Los bombarderos pesados iban en cuatro grupos: el de cabeza, ante la mala visibilidad, no bombardeó. Tampoco lo hizo la mayor parte del segundo grupo, a excepción de 35 aviones. Los aparatos del tercer y cuarto grupos, al ver que el bombardero de cabeza (que tuvo problemas con el mecanismo de lanzamiento de bombas) soltó las bombas, las soltaron a su vez, creyendo que estaban encima del objetivo...resultado: 25 hombres muertos y 131 heridos entre los hombres de la 30ª División de Infantería norteamericana.
Como el ataque se había suspendido por el mal tiempo, el bombardeo significó que el factor sorpresa se había perdido. A pesar de todo, el Gral. Bradley, impaciente por lograr la ruptura y demostrar a los británicos que no dejaban de ser unos isleños comedores de roastbeef, programó otro ataque para el día siguiente 25 de Julio, animado por una previsión meteorológica más favorable. Esta vez, la aproximación al objetivo tendría que hacerse según su plan inicial pero...los aviadores dijeron que no tenía tiempo para reformar los planes de vuelo cara a una aproximación lateral. Para evitar más bajas, se señalarían con señales de humo y paneles identificativos las posiciones avanzadas yankis. Los bombarderos pesados, para evitar errores como los cometidos en el día anterior, bombardearían visualmente la zona, lo que significaba tener que volar a una cota más baja de lo habitual y ponerse más a tiro de la antiaérea alemana. Por cierto: a Bradley se le pasó comunicar estas nimiedades a sus tropas.
Cerca de las nueve y media horas de la mañana del día 25 de Julio, la primera oleda de cazabombarderos inició su ataque. A continuación, despegaron los B-17 y los B-24, que al intentar la aproximación a baja cota, se encontraron con más fuego antiéreo de lo que esperaban, con lo que las formaciones se rompieron. Por otro lado, el humo de la preparación artillera, dificultaba la visibilidad. Resultado: un número elevado de bombas cayeron entre las tropas norteamericanas, matando a 111 soldados e hiriendo a 490. Entre los muertos, se encontraba del Teniente General Lesley McNair, Comandante de las fuerzas terrestres USA, que se hallaba en Francia de visita.
El Tte. Gral. Lesley McNair:
Uno de los batallones de infantería quedó tan diezmado, que hubo que retirarlo del frente, cambiándolo por otro. Esto, y la conmoción causada por el bombardeo entre las tropas, hizo que sólo se pudiera avanzar ese día unos 1.500 metros. Durante dos días, los alemanes opusimos una tenaz resistencia hasta que las líneas cedieron y el frente se colapsó. El 30 de Julio fue tomada la ciudad de Avranches, con lo que quedaba abierto el camino al III Ejército del Gral. George Patton.
El bombardeo en alfombra había siso un arma de dos filos. Lo sucedido durante los días 24 y 25 de Julio produjo un estado de desagrado entre los militares norteamericanos. Eisenhower comentó a Bradley que "Esta vez les dí (a los bombarderos) luz verde. Pero le prometo que es la última". La responsabilidad, en realidad, debería ser achacada a Bradley, por pensar que los bombarderos pesados podían lanzar sus bombas con una precisión equiparable a la de un cazabombardero, y por no confirmar la dirección del ataque. Nunca más serían usados los bombarderos pesados tan cerca de posiciones avanzadas propias.
He bebido del agua de las siguientes fuentes:
"Crónica de la SGM", Selecciones del Readerst' Digest..
http://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_Cobra
http://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_Goodwood
http://www.exordio.com/1939-1945/militaris/batallas/ofensiva-aliada/cobra.html
http://www.panzertruppen.org/ww2/1944/falaise2.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_las_Islas_Aleutianas
Saluten!!