14-05-2006
Toda la sociedad se hallaba implicada en la guerra. Pero de su conjunto entresacaron los gobiernos los elementos mas adecuados para cada tarea. Desde 1930 los nazis intentaron establecer un sistema rigurosos de selección de personal militar. Desde 1941, norteamericanos y rusos perfeccionaron sistemas especiales para aprovechar al máximo las capacidades profesionales de cada uno. Los hombres llamados a filas quedaban sometidos a un proceso de selección que incluía un test de inteligencia mecánica. En 1942, los británicos abrieron la era de la orientación dirigida, que tan pingues resultados proporcionaría a la industria cuando terminaron las hostilidades.
Pero pese a este esfuerzo de clasificación psicológica, lo cierto es que el ciudadano medio llamado a filas no pareció responder del todo a las amplias expectativas del mando y a los psicólogos militares: solo un 15 por ciento de los combatientes --se observo a lo largo de la guerra-- disparaban sobre el enemigo o sobres sus posiciones y solo un 25 por ciento mostró cierta combatividad o iniciativa
Ante el asombro y el disgusto de los hombres que conducían la guerra, esta carencia de agresividad permaneció constante, aunque cambiasen las circunstancias técnicas del enfrentamiento. Hablaron entonces, desesperados, de complejo de culpa y de ansiedad mantenida por los soldados. Había que quitar ese miedo. Y sobre todo, evitar el contagio, aislando a los predispuestos a la psicosis o la neurosis.
Se devolvieron a casa, por las fuerzas armadas británicas, a 118000 combatientes, y se paso a informar a los restantes sobre el propio miedo, tratando de avisar y describir sorpresas y horrores de la guerra. El resultado no fue el mejor.
Era un esfuerzo por levantar la moral del combatiente, que, a distinto nivel hallaba correspondencia en la propaganda dirigida a la población civil. Puesto que la nación que esta en guerra es como un todo orgánico, los sondeos e incitaciones a la población iban ante todo dirigidos a evitar incertidumbres y vacilaciones que, proviniendo de la población civil, corriesen el riesgo de debilitar la moral del combatiente. El problema no fue, quizás, en ninguna parte tan claro como en Italia.
Siglo XX Historia Universal. Nº 17 la derrota Nazi. España
Articulo la Sufridfa Retaguardia. Elewna Hernadez sandoica y Jose luis Peset.