Juicio a Paulus (Recargado)

Hacia la Salida Becker le preguntó a Peiper : "¿De ser necesario, le solicitaremos al Juez un plazo perentorio similar al que la Fiscalia se ha tomado?"

"Podemos hacerlo"

Peiper no contestó. Se limitó a apresurar el paso

Karl H. Guderian esperó a que todo el mundo se marchara de la sala... Pronto llegó un guardia:

"Mein general... debo cerrar la sala..."

"ESPERE SOLDADO, necesito pensar en unas cosas, en silencio, yo sólo... apague las luces"

"Sí señor"

La misión que le había sido encomendada por el Führer era realmente muy dura, tenía muchas cosas en mente que no podía decir, para ser francos él no esperaba este encargo de Hitler, pensó en hombres como Manstein, pero el Führer le había demostrado su aprecio y se decía en los círculos del Ejército que si su actuación en el Juicio era buena, su papel en la reorganización de las agrupaciones panzer primordial a la hora de ganar la guerra le daría el ya merecido ascenso al mariscalato.

Realmente no sabía que pensar del caso Paulus, había estado investigando por su cuenta, pero todo era confuso... su corazón le hablaba de una manera, la cabeza de otra... Sartre no filosofaría en aquella realidad... Francia no dejaba lugar para pensadores de su calibre... no la Francia que había nacido en el Nuevo Orden... pero Karl ya auguraba sus palabras en aquel contexto de impotencia... de  dolor por tener que juzgar a un camarada. Esperaba que Peiper y Hartmann realizaran un buen trabajo y aclararan la verdad sobre lo sucedido.

Sabía que no le quedaría más remedio que ceder ante Peiper cuando este lo pidiera por la cesión que había hecho sobre Hartmann... ¿pero que remedio le quedaba? en interés de la verdad había que conceder tiempo... el tiempo daría con la verdad.... eso pensaba Karl.

Era un nuevo día, cargado de inmensa ansiedad y emociones. Era tiempo de presentar pruebas.

Una vez mas (y en un drama que viviría todos los días que continuara el juicio), cientos de mercedes negros se aparcaban frente al lugar del juicio. Miles de personas se asomaban lo más que el perímetro de seguridad lo aceptaba. Padres, madres, hijos, curiosos en fin.. el as a veces pensaba que se trataba más de un circo que de un juicio a un mariscal.

Pero dentro, todo era distinto. Cada una de las caras que veía, le sentía su peso. Una carga abrumadora estaba en su hombro, pero el siempre estuvo dispuesto a soportarla.

El juez ha dado la arrenga correspondiente, ha llegado la hora de ajustar el blanco y disparar.

-Honorable Señor Juez Guderian, la fiscalía inicia su alegato en contra del mariscal.-

Un silencio se hizo en la sala... habia empezado.

-La fiscalía basará su tesis acusadora en varios aspectos siendo el primero en tratar la predispocisión a la derrota demostrada por el Mariscal Paulus, incluso antes del cerco.

Señores del jurado, todos los aquí presentes, dada la cirscunstancia que rodeaba el duro e implacable frente del este, que la mayoria de nosotros conocemos, se tuvieron que tomar desiciones que afectarían el rumbo de la guerra... Decisiones tomadas en el fragor de la batalla, por oficiales capaces que delegaban sus funciones en soldados capaces.-

La multitud observaba a un hartmann decidido y audas, que cautivaba con su voz y gesto... en verdad era el amo de los cielos.

-Simplemente, que bajo esas cirscuntancias se pueden cometer errores... errores que pueden ser enmendados si se quiere... pero sólo si se quiere, pues la fuerza de voluntad, es capaz de todo como nuestra gloriosa victoria lo ha demostrado.

La elección de el Mariscal Paulus está cubierta por un manto de necesidad y urgencia, ambas caracteristicas de un escenario de guerra como la union sovietica. Pero nuestro Fuhrer, tiene la idea de que puede confiar su vida a cualquier soldado de la Wehrmacht, porque no tiene duda de su lealtad.-

-Hombres como el Mariscal F.Paulus, clase de hombres que sirvieron como oficiales al Reich, rindiendo los mejores resultados a su patria. Como jefe de estado mayor del Mariscal Reicheneau, desempeño su trabajo de buena forma. Pero que sucede... ¿Qué eventos rodean el nombramiento del Mariscal, en ese entonces General, como jéfe del IV Ejército? ¿Tenía el la madera para ese puesto? ¿Como había sido su desempeño en batalla?

La vida esta llena de buenos hombres y buenas intenciones, pero nuestro ideal enseña que cada ser humano nació para una función, determinada esta por la sangre y el suelo al que pertenece. No podemos pues esperar que un aviador como yo maneje el tanque de mi camarada, el abogado defensor... como tampoco hemos de esperar que el maneje un caza como lo hago yo.

El entonces General Paulus fue elegido por no haber mas nadie en el sitio. Su perfil de batalla es demasiado rigido para comandar todo un ejercito. Segun el informe que tengo en la mano...-

Hace un gesto y lo levanta para que todo el publico vea... es un informe original de la Wehrmacht, de rendimiento personal y militar... el gran águila en el folder gris da una apariencia de poder a ese trozo de papel, todas las miradas estan fijas en el.

-El entonces comandante de compañia del 13er Regimiento de infanteria F. Paulus, es considerado: "Competente pero poco imaginativo".

Observen bien señores del jurado... pecado mortal, pues un comandante debe de hacer eso mismo, comandar, no se esperan ordenes cuando el enemigo ataca... se actua. Los de la 3ra division blindada se referian a el como : "Más que un General, parece un Científico, comparado con otros generales."

El mariscal aqui presente, preferia pasarse la tarde dibujando mapas a escala de las batallas de napoleon, antes que plantearse situaciones que podrian sobrevenirle en la batalla. Es un buen oficial, no así comandante... que podriamos decir de su manejo como mariscal...-

Haciendo una pausa... como el que revisa el altímetro, Hartmann no se atreve a mirar al banco de los acusados. No puede titubear ni un momento, sabe que si lo hace la presa huirá.

-La ley de la raza nos enseña, que todos tenemos un fin y un objetivo en la Gran Alemania de hoy. Por eso hay soldados y aviadores, panaderos y herreros, amas de casa y oficinistas. El mayor error del mariscal, fue no saber su lugar en la Gran Alemania.-

Dicho esto, se sento y analizandose el mismo dio lugar a que el juez anunciára la ronda del abogado defensor... solo le cruzó un pensamiento que lo hizo sonreir.... "Achtung Panzer"

Atento, Karl escuchaba a Hartmann en su alegato... una vez terminó este se hizo el silencio en la sala... el juez tomó unas anotaciones y puso cara de sorna, miro a Hartmann y le dijo:

"Señor Hartmann, antes de dar la palabra al abogado defensor, me permitirá recordarle que juzgamos al mariscal, no si fue una buena decisión ponerlo al mando del VI Ejército... comprenderá que en este caso, para dilucidar una cuestión así tendríamos que juzgar al mismo Führer, y creo que no procede... (la sala entera estalló en carcajadas) por eso le pido que se limite a enunciar hechos por los cuales usted considera al acusado culpable de Alta Traición. En su momento al mariscal le fue adjudicado el puesto por que se consideró el más capacitado y el que mejor podía servir al  Reich. Seguro que lo entiende."

Se oían murmullos por doquier... las palabras del Juez habían despertado las lenguas que parecían dormidas a las 8 de la mañana de aquella fría mañana. El general Karl H. Guderian, cumpliendo con su papel de Juez templó los ánimos con varios golpes y su pelada voz.

"¡Silencio caballeros!"

"Por favor señor Hartmann, enumere los hechos de los que acusa al mariscal Paulus".

Hartmann se levanta de la silla... un poco molesto por la arrenga del juez.

-Su señoria, en ningun momento me propongo juzgar a nuesto Fuhrer-

Otra vez las carcajaras... esto endureció mas la cara del rubio.

-Lo unico que saco a la luz son las extrañas actitudes del acusado cuando este estuvo al frente de algun grupo militar. No obstante, presento aqui los hechos.-

El viejo general juez con cara de satisfacción exclamó:

"Así es mucho más correcto señor fiscal. Tiene la palabra la defensa"

El juicio se empezaba a poner interesante y esto se notaba en los rostros... en la atmósfera reinante en la sala.

Las acusaciones se habían presentado, sin embargo para el el SS Obersturmbannführer Joachim Peiper lo acontecido era motivo de una repentina preocupación, interiormente incluso mayor a el destino de su representado.  Tales estallidos de euforía colectiva le eran en absoluto inadmisibles en una corte.

Los años de disciplina militar y moral le habían desacostumbrado a el bullicio de las masas.

!Pero aquello no era una masa!

Era una audiencia que se sabía histórica. Y aun cuando no lo fuese esas redondas risas desaforadas,  se verían bien, incluso, serían divertidas en algun tugurio de algun puerto de Londres o en alguna de esas ciudades perdidas del medio oeste norteamericano, o más cerca, en alguna catedral cervera de Munich o Bavaria. Pero no aquí. Por instantes se embelesó con este sentimiento y, hacia afuera, sus muy vivaces ojos azules eran, la mirada de los Einsatzgruppen.

Cuando esa imagen, de pronto se le hizo cercana, reaccionó. Recordó que durante la guerra algunos dentro y fuera de Alemania lo llegaron a comparar, e  igualar con esos Hombres, lo cual le resultaba muy molesto.

Peiper, era un hombre con un lúcido sentido de la justicia y el honor. ese núcleo de su personalidad le permitió suavizarse pensando que toda Alemania, (a excepcion del Fuhrer) necesitaba desahogar tantos años de tensión y guerra. Tal vez era posible relajarse de la marcialidad. Un lujo que solo la victoría podia dar.

El desarrollo de estos pensamientos fue bastante mas largo que  su narración. Por tal Becker se le acercó a una distancia prudente para llamarlo, no tan cercana como para invadir el espacio personal del Jochem (A quién, por el momento, no atrevería a llamar así) Le preguntó

¿Procedo?

Peiper Asintió.

Su señoría, la defensa quiere manifestar que su posición ante la presentación de los cargos específicos continua siendo la misma que en la general.

Se sienta.

Peiper se levanta y, poniendo por un instante su mano derecha con el pulgar en la barbilla y el índice entre la nariz y el labio superior ...

Con su permiso Señoría,  quiero dar respuesta a la especificación de los cargos presentados por la Fiscalía. -Al decir esto dirige su miranda al auditorio como única reprimenda por el bullicio previo-

¿Falta de confianza en la victoria?

¿Falta de prevision y de atencion a los soldados en batalla?

¿Promover el derrotismo entre la soldadezca?

¿Mal uso de los recursos en el frente?

Su señoría, miembros del Jurado, estas son solo imputaciones del mas subjetivo orden. Se me está impeliendo a que demuestre que estas afirmaciones son flasas. Para mi sería empresa mas difícil comprobarlas como verdaderas.

Poner sobre esta mesa "la falta de confianza" como materia de análisis es absurdo. ¿Como podríamos medir si un soldado tiene o no este rasgo tan voluble del comportamiento?  Desde mi punto de vista la confianza en un ejercito se basa en una Moral que permanece alta gracias al buen equipamiento y a los resultados obtenidos por las decisiones de los mandos. Solo dire que en Estalingrado, nada sucedió de acuerdo a esta convencionalidad. Personalemte y con todo respeto creo que hacer un llamado a la "falta de confianza" es algo que en mi experiencia diría un comisario político ruso como torpe estrategia para levantar la moral de un ejercito amorfo.

La falta de previsión y atención a los soldados en batalla no es algo que sea responsabilidad unica de mando del VI ejercito. tendríamos que culpar a todo el servicio de intendencia y a los OK´s e incluso al propio Fuhrer por la falta de pertrechos que, en general fue la constante en todo este frente.

Por otra parte, a menos que se muestren pruebas directas de que Frederich Paulus relizó acciones en dirección de "promover el derrotismo" pido a los miembros del jurado desechen este supuesto cargo -que en realidad considero-, es un señalamiento que pretende establecer una atmósfera de percepción negativa hacia el Mariscal Paulus pero que sin embargo es mas desafortundada e intempestiva que la anterior .

En conclusion, solicitamos a su señoría que rechace estos cargos por ser inintelegibles desde le punto de vista jurídico.

En cuanto a los dos señalamientos restantes, por su naturaleza, quiero suponer que la Fiscalía mantiene algun tipo de pruebas con que sustentarlos. Esperemos a que las presente para continuar

La defensa descansa

Becker percibió - y supuso que el juez también- que el ambiente era muy distinto al de hace unos minutos. En la sala ahora los murmullos se dirigían hacia el comentario de cómo rellenar los nichos legales que ahora se habian deslindado.

A peiper eso ya no le importaba, acostumbrado como siempre a enfrentar una batalla y avanzar. El juicio había empezado y tendría mucho trabajo por delante. Por lo demás, aunque no lo admitía estaba cansado, y eso lo hacia enojar, pues a su parecer aun no habia hecho nada.

Karl, con una sensación de cansancio como la que todos los presentes parecían albergar alzó su voz sobre el auditorio que tenía un semblante serio...

"Señor Peiper, aun no podemos deshechar acusaciones cuando ni tan siquiera hemos probado el fundamento de estas... por tanto pido a la acusación que presente las pruebas de lo que se acachaca al mariscal Paulus. Pero se acepta la queja de la defensa por la acusación de falta de confianza en la victoria.

En cuanto al derrotismo sí será analizado con calma, creo que será una de las misiones del señor Hartmann, demostrar esto que tiene intrigada a toda Alemania... ¿Promovió Paulus el derrotismo? es su turno Hartmann. Denos verdades"

La sala escuchó atenta... ahora aquello ya era un verdadero juicio... toda la carne se estaba poniendo en el asador.

Hartmann tenia la palabra.. y a su vez ansiaba el momento, el momento de presentar pruebas del grave error (del cual estaba convencido) que cometio Paulus.

-Su señoria, antes de presentar las pruebas que usted me exige, debo exponer mi desacuerdo con el abogado defensor. La falta de confianza en la victoria puede ser medida, en las acciones cometidas por el acusado, expresiones que el mismo dijo y de los cuales seran presentados testigos a su debido tiempo. La falta de confianza en la victoria es un delito tan fuerte como promover el derrotismo, porque siempre degenera en eso.

Por lo tanto le ruego que se me de oportunidad de defender y demostrar ese punto y que no sea ignorado por su señoria.-

Interesado por el énfasis de Hartmann en la defensa de este punto el Juez Karl H. Guderian miró atentamente los brillantes ojos del acusador, tratando de escrutar en ellos algo... eran impenetrables como vidrio opaco, así que habló alto y claro para la audiencia, para la Historia:

"Señor Hartmann, falta de confianza en la victoria, como bien dice usted puede ser aplicable al delito de derrotismo, por lo tanto vamos a referirnos a partir de ahora así a dicho término. Pero ahora le pido que nos de lo necesario para ver que ese derrotismo del que culpa al mariscal, en algún momento existió. Así que adelante señor Hartmann, hable, y piense que el Reich al completo esta pendiente de sus palabras".

-Gracias su señoria-

Dijo una voz casi entusiasmada... pero no demostró nada en su rostro, excepto una linea blanca en su boca, si, todos sus dientes habian salido a festejar.

-Basaré mi argumento, en la situación vivida en los finales de la batalla. Donde el fulgór de nuestras constantes victorias habian cesado, solo para resurgir en una inminente victoria en todo el frente del este. Pero para muchos ese momento, en el que parece que las adversidades ahogan al soldado en la mas perfida marea roja, es el final... sin embargo la historia nos demuestra que no es asi.

El Mariscal bajo esas cirscunstancias demostro un nerviosismo inaceptable... y lo peor de todo percibible para sus subalternos. Tengo en mis manos un informe del Mariscal Richthofen, en una reunion  con el general Seydlitz en el cuartel general del 76° division de infanteria, donde el mismo describe el comportamiento del Mariscal Paulus como: "Muy nervioso con la situación".

Quiero exponer su señoria que el Mariscal Paulus, en una demostracion de incapacidad de autocontrol, sufria de los mas extraños tics nerviosos a la hora en que se le planteaba una situación en el frente.

La constante magnificación de las fuerzas enemigas, es un vivo reflejo de la mentalidad derrotista del acusado. Los informenes que tengo en la mano del VI ejercito, enviado a OKW, hablan de posiciones fuertes, con profundos bunkeres armados de hormigon.... cuando observamos los de el encargado de la defensa de Estalingrado en aquel momento, notamos que el habla de barricadas... simples barricadas, que el morro de un camion puede derribar.

Con informes de esa calaña, y con observaciones asi del enemigo, la victoria no puede ser obtenida. Ya que dichos informes eran falsos. Pero ¿Con que objetivo? cual era la necesidad de mentir en esa situación.

¿Deseos de una transferencia? ¿Envío de refuerzos? o ¿Acaso planteaba el Mariscal la suspensión de los esfuerzos alemanes de conquistar la ciudad?

Esperaré la respuesta de la defensa... pero la verdad está dicha-

Luego de expresarse en ese modo... con una vehemencia digna de un recital de opera wagneriana, Hartmann toma asiento esperando la respuesta de su camarda. Un pensativo Peiper se ve en el estremo derecho de la sala... un Peiper no atemorizado. "Veamos que trae". Y toma un poco de agua.

Con la agilidad de un cuerpo acostumbrado a la adrenalina Peiper atrae a sí  su delgado y lacónico portafolio,  mira a Becker y le hace una indicación. Este se levanta.

Su señoría la defensa quiere llamar a su primer testigo para refutar el argumento de la fiscalia.

Guderian con mirada grave asiente sin decir nada.

Becker anuncia:  Su señoría, la defensa llama  Josef Mengele.

Josef Mengele, el famoso y controvertido médico, hasta ese momento permanecía en el público. Peiper le había advertido  la posibilidad de atestiguar en caso de que se afirmara incapacidad por motivos de salud. Jochem conocia las versiones propaladas por el siempre frenético De Grelle, el cual también culpaba a Paulus de una "Debilidad de carácter" que en su vehhemencia podría ser atacada desde un enfoque fisiológico. Becker no estaba de acuerdo en la partticipación del Doctor Mengele a menos de que fuera utilizado como testigo hostil. Peiper finalizó cualquier posibilidad de duda diciendole

"Solo lo vamos a usar como médico general" su prestigio -para bien o para mal- servirá sólo para llamar la atención del jurado.

"Jura usted por el Volk por el Reich y por el Fuhrer decir la verdad"

"Lo Juro"

Señor Mengele, ¿Ha tratado usted a pacientes heridos o convivido con veteranos del frente?

Lo he hecho

¿Ha usted observado algun síntoma de nervisosismo en estas personas?

El nerviosismo es algo muy común, y tanto la ansiedad -y me adelanto- como los tics nerviosos se presentan.  Una vez tuve un paciente que se arrancaba el pelo y se autoifringia dolor con su daga. Aun así era un buen soldado.

¿Considera usted que el hecho de que alguien, en este caso el Mariscal Paulus  presente estos sintomas necesariamente lo descalifica como bun soldado y comandante tal como lo ha dicho el H. Hartmann?

No necesariamente.

¿Considera usted que sería anómalo que un soldado presentase sintomas de nerviosismo en combate, tratándose de de la batalla de Estalingrado en particular? -agrega Peiper- Todos sabemos que el frente oriental fue el peor frente, y de este Estalingrado fue la pero de nuestras batallas. Dennos su opinion libremente.

Sin pensar Mengele dice: En el frente oriental sucedían toda clase de cosas. Enfermedades, hambre, los soldados morían por congelamiento del ano, al intentar defecar. Incluso hasta sed.  Pienso que Paulus estaba bajo mucha presion por aquello del embolsamiento, la falta de pertrechos, lo dificil de la batalla, y todo eso. Me parece que tales síntomas son un intento de su organismo y su mente por liberar algo de tensión.

Doctor Mengele. ¿Usted diría que estar muy nervioso seria algo inadecuado?

De ninguna manera, es algo hasta cierto punto normal.

No mas preguntas su señoría.

Señor Juez, quiero agregar que el mariscal Paulus esta siendo juzgado por tener "tics" nerviosos. entonces el Fiscal aquí presente esta descalificando a nuestro Fuhrer, quien como sabemos padece sintomas similares por el parkinson. ¿Eso significa que tambien es incapaz?

Señor Juez, miembros del Jurado: quiero agregar que es muy facil decir que mi representado era derrotista, o que si no atacó por aquí o por alla. Al fiscal se le olvida, o no quiere recordar, que la batalla llevaba meses. estos hombres estaban extenuados. Los heridos eran muchos, la capacidad de fuego era muy reducida. Lanzar ataques en esas condiciones era suicida. 

El mariscal Paulus hizo bien.  El VI ejército obró más allá de lo humanamente posible. Ante la abrumadora avalancha de masas humanas armadas que la Bestia Urálica (Stalin) lanzaba sin parar no hubo momento de respiro.  Por ultimo aqui se podra decir que se magnificaban las necesidades, sin embargo, todo mundo sabe que con eso o sin eso la Luftwaffe fue incapz de abstecer al VI ejercito a plenitud.

Si no hubiera sido de esa forma, nuestros soldados no habrian matado a todos sus caballos. 

Dirigiendose al jurado Peiper sentenció.

Me gustaria que le dijeran a un grupo de heridos y mutilados  que estan exagerando en sus requerimientos de medicinas y comida.

Sin decir mas se retira a su asiento.

Guderian escuchó estas palabras con gran atención, su cara fue cobrando interés y más interés... justo lo que él pensaba había salido a relucir en boca del afamado Mengele que seguía con sus experimentos antropológicos en unos campos de trabajo para judíos y demás población indeseable en Polonia.... éste había seguido publicando estudios que se estaban convirtiendo en la Biblia de la antropología moderna. Al finalizar el contraargumento el señor Peiper toda la sala prorrumpió en murmullos, pero esta vez eran reservados... los rostros delataban a los murmuradores... se veía aprobación por lo general, las palabras de Peiper calaban hondo.:

"Estoy de acuerdo con su interpretación del problema totalmente fisiológico del mariscal, creo que a todas luces es claro que es un sintoma propio de la presión a la que un soldado se ve sometido, más teniendo en cuenta que este soldado tenía bajo su mando a 300.000, el hecho de tener estos problemas fisiológicos no lo convierte en mas o menos incapaz... Pero escuchemos lo que Hartmann tiene que decir al respecto."

Degrelle puso cara de desaprobación, posiblemente le hubiera gustado a él ser el acusador de Paulus, pero se tenía que limitar a ser un simple espectador.

"Su señoria"

Decia con voz fuerte y casi cortando las palabras del famosisimo Guderian.

"El abogado defensor esta intentando torcer las pruebas a su antojo... su gran capacidad, espero le salve de caer en esta maniobra de pinza tan comun de las fuerzas acorazadas."

Dijo esto sin pensar, que el General Guderian era en si, las fuerzas acorazadas (ups).

"Declaro que el jurado tome en cuenta de quien provienen estas palabras. Antes de meditar en ellas preguntense: ¿De dónde provienen? ¿Es comparable la palabra de un Mariscal y un General, con la de un probador de tesis, que ningun provecho ha logrado para el Reich?

Pero lo mas interesante señoria. La defensa ha tomado esta declaración como estandarte y baluarte, obviando la mas significativa: La exageración de los informes de inteligencia.  Como podemos observar, si el Mariscal Paulus no sufría de sintomas de insuficiencia de control, entonces exageró los informes con toda la mala fé posible para salvar su propio pellejo.

Esa es la conclusión a la que cualquier ser humano pensante llegaría."

Dicho esto, dio una media vuelta lentamente... escudriñando la gran sala con sus ojos azules, haciendo gala de su intachable uniforme, para finalmente colocar una dura mirada sobre el rostro de Paulus y luego asperamente, como si de un rastrillo se tratara, la dirigía a Peiper.

"Demando que la defensa explique, como Paulus, sin sufrir de ningun ataque anormal de nerviosismo, que indica que estaba en pleno uso de sus razones. Pudo lanzar informes tan erroneos como esos."

Y se sentó.

Guderian se sentía en su salsa, eso empezaba a gustarle... finas gotas de agua chocaban contra las cristaleras del Palacio y resbalaban finas y lentas... estaba siendo un invierno lluvioso aquel en Varsovia. Fuera todo parecía gris, como el semblante de los hombres que estaban jugando con el destino de todo un mariscal del Reich:

"Se acepta la alegación Hartmann, que la defensa presente pruebas que demuestren que Paulus estaba en pleno uso de sus razones".