03-04-2010
¡ Hola a todos ¡
Buscando por la red una “afoto” para colocar en nuestro querido “¿Qué sabes sobre…? (Entrenamiento)” , en el apartado de “Armamento terrestre” y con la esperanza de que la pregunta durara algo más de tres horas, me encontré con un tipo de artillería de costa que desconocía completamente. Sabía por “Navíos y veleros” (¡¡vaya colección guapa!!) algo sobre la instalación de este mismo sistema artillero en buques de la Royal Navy y colonias en el último tercio del siglo XIX, pero jamás había imaginado su uso en baterías de costa y, menos aún, que todavía existieran, a día de hoy, diferentes modelos de estas piezas alojadas en emplazamientos artilleros costeros y perfectamente visitables.
El nombre en inglés de estos cañones es el de “Disappearing Guns” y como la traducción del idioma que utilizan los hijos de la Pérfida Albión, a un idioma más cristiano como el nuestro es bastante engorrosa para mí (que soy de francés de toda la vida) y para los traductores automáticos del Google (con lindezas como pistolas desaparecidas, coches de desaparecer, cañones en garaje, cañones desaparecibles y para qué seguir…), en este articulillo voy a referirme a ellos como cañones en montaje retráctil o, mejor, cañones en cureñas escamotables (me disculpen los puristas), que me parece lo más acertado; sobre todo, por la curiosa manera que tienen estas piezas de efectuar sus ciclos de carga y disparo.
Básicamente, la pieza se alojaba en una especie de pozo protegido y el principio de funcionamiento, no dejaba de ser innovador: la fuerza de retroceso del disparo hacía que el cañón reculara hacia atrás y bajara hasta reincorporarse a su emplazamiento original y facilitar su recarga, colocándose de nuevo en batería para hacer fuego aprovechando la energía almacenada en dicho retroceso. Para ello se usó un sistema de contrapesos que posteriormente se complementó con la utilización de la fuerza producida por el aire comprimido, el vapor, e incluso de elementos hidráulicos como generadores de la energía suficiente para situar la pieza en condiciones de disparar
Las ventajas que para aquella época suponía este sistema de ocultación y alimentación de la pieza, hizo que las cureñas escamoteables tuvieran una gran aceptación desde cerca del 1870 hasta la primera mitad del siglo XX, en que cayeron en desuso debido a sus desventajas en comparación con los nuevos cañones costeros.
La instalación de estas piezas en pozos protegidos hizo que la construcción de estos emplazamientos, en su momento, fueran mucho más rentables y económicos que la edificación de gruesos muros de protección y pesadas casamatas fortificadas. La batería, además, cuando no estaba en uso, se hallaba oculta a la vista del enemigo (a diferencia de una fortaleza tradicional), permitiendo así el fuego de emboscada desde la misma.
Imagen de una pieza metida en su pozo de tiro.
Esta artillería costera estuvo en uso en el Reino Unido y países pertenecientes al Imperio Británico (Australia, Nueva Zelanda, enclave de Hong-Kong, Canadá, Singapur), en Estados Unidos (Incluyendo Filipinas) y, en menor número, en el Reino de Tailandia. Sin duda fueron los norteamericanos los que, con sus piezas basadas en este sistema, llegaron a las cotas más altas de perfección, teniéndolas en servicio activo en algunas baterías hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial. Comenzamos, pues con …
UNA PEQUEÑA RESEÑA HISTÓRICA
Ya por 1835, el Coronel DeRussey del ejército norteamericano había sugerido la idea de un montaje artillero con una cureña un tanto especial, que facilitaría la protección de sus servidores de los tiros del adversario. Durante la Guerra de Secesión yanqui ya existían un buen número de cañones para la defensa de las costas montados en baterías, sobre unas cureñas fijas pero sobreelevadas por encima de los parapetos para mejorar, precisamente, la protección de los sirvientes.
El auténtico artífice de los cañones de cureña escamoteable fue el entonces capitán escocés Alexander Moncrieff, ingeniero civil, que, en la época de la Guerra de Crimea vió los terribles resultados del eficaz fuego artillero ruso en las baterías fortificadas aliadas. Fue tal el impacto que llevó, que decidió retomar las ideas que circulaban en ciertos ámbitos artilleros y se dedicó a diseñar una cureña que permitiera a los servidores estar a cubierto de los proyectiles durante las operaciones de carga, puesta en batería y fuego.
Para ello ideó un sistema de contrapesos que aprovechara la energía provocada por el disparo para efectuar las anteriores operaciones, y lo logró. Se fabricaron, a lo largo de los años, varios modelos de montajes en diferentes calibres, consiguiendo que el sistema fuera adoptado por la “Real artillería de costa de su Graciosa #29 Majestad Británica”.
(Cañon de 8 pulgadas, con su tapa blindada en Souh battery, Nueva Zelanda)
(Interior del pozo)
Una de las mayores piezas, de 13,5 pulgadas: en Reino Unido y Hong-Kong:
Podemos ver la tapa blindada con la que estas piezas se protegían...
En 1871, se dotó a un buque de la Armada de su etc, etc…, el HMS Temeraire, de unos pozos blindados en donde estaban instalados este tipo de cañones. Por esa misma época, ya se estaba probando en buques de su Majestad Británica los sistemas de torres blindadas que, al ser más efectivas, fueron las aprobadas para artillar los barcos de guerra ingleses. Helo aquí:
El HMS Temeraire;
Su artillería: el sistema resultó ser malísimo con olas en alta mar:
A finales del siglo XIX, hubo una serie de cañoneras en las colonias británicas que utilizaron este sistema para su artillado:
Las baterías costeras dotadas con estas piezas en el Imperio Británico, estuvieron en servicio hasta 1912, aunque, por motivos económicos y de aprovechamiento de cañones en lugares remotos, se mantuvieron algunas hasta después de la SGM.
En Estados Unidos, fueron Buffington y Crozier los que perfeccionaron este tipo de montajes, permitiendo con ello los mayores calibres instalados en ellos. Si los británicos tenían piezas de 13,5.,12, 8 y 6 pulgadas, los norteamericanos tenían calibres de 16, 14, 12, 10, 8 y 6 pulgadas (ojito, una pulgada, 2,54 cm.), siendo, como ya dije antes, los mayores usuarios de este tipo de cañones, conformados para su uso en la artillería costera yanqui. En la isla de Corregidor, existían piezas de este tipo antes de que los japos la conquistaran, y en baterías costeras de California y de Nueva York, estuvieron en servicio hasta los últimos meses de la SGM.
Aquí tenemos el diagrama de un cañón de costa de 8 pulgadas: podemos ver la estructura y los sistemas hidroneumaticos-
Un cañón de 10 pulgadas en posición de disparo.
En posición de reposo...
Un 6 pulgadas en una batería de San Francisco, (USA)
(Como podemos ver, está en reposo)
Cañones en baterías de costa de las Filipinas...
Corregidor: En 1942, estaba en servicio.
Pieza de 14 pulgadas en Fort Hanckock, Nueva Jersey.
Pieza de 6 pulgadas en Subic bay, Filipinas..
Otra de 12 pulgadas en Fort Mills, Filipinas…
Las características balísticas de estas piezas pueden consultarse en los enlaces que pongo, por lo tanto, no voy a abundar más en el tema.
VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL SISTEMA.
Lo que no cabe duda es que, es su época, estas piezas fueron de las más avanzadas en cuanto a defensa costera. A todo le llega su tiempo, y a los cañones de cureña retráctil o escamoteable, le llegó el suyo cuando las técnicas e innovaciones en artillería superaron las características de tiro y ocultamiento de éstos cañones. Vamos a citar las principales ventajas del momento:
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Las piezas quedaban ocultas al tiro enemigo, proporcionando una mejor protección a los sirvientes de las mismas en comparación con otro tipo de fortificaciones artilleras.
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Las piezas eran más ligeras de cureña.
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Al estar ocultas en la posición de reposo, eran prácticamente invisibles desde el mar, pudiendo efectuar disparos de emboscada a los navíos que se situaran a su alcance.
Como inconvenientes:
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Podemos decir que, cuando cambió el tipo de artillería de costa y naval, las desventajas comenzaron cuando aumentó el alcance de las piezas de dotación en los buques de guerra. Se podían disparar tanto tiros tensos como parabólicos, haciendo inútil la protección con que contaban las baterías que alojaban este tipo de cañones.
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El tiempo de recarga de este tipo de artillería, pasó a ser bastante largo ( sobre 6-9 minutos por pieza, dependiendo del calibre, por culpa del peculiar sistema de disparo y posicionamiento cobre su cureña para la recarga; los nuevos buques de guerra habían aumentado su velocidad, mejorado sus sistemas de fuego y artillería, y las baterías de este tipo tenían poco tiempo para recargar y efectuar un segundo disparo.
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La elevación de estas piezas estaba limitada por culpa del tipo de cureña y, por lo tanto, su alcance.
En fin; bebí de las aguas que me proporcionaron las siguientes fuentes;
http://en.wikipedia.org/wiki/Seacoast_defense_in_the_United_States
http://en.wikipedia.org/wiki/Fort_Wint
http://riv.co.nz/rnza/hist/dgun/index.htm
http://www.navyandmarine.org/ondeck/1880DisappearingGuns.htm
http://www.cdsg.org/gunpics/guns5.htm
http://en.wikipedia.org/wiki/Disappearing_gun
http://wapedia.mobi/en/Disappearing_gun
http://www.web4homes.com/rendezvous/artillery.htm
Saluten!!!