Más cerca del blanco de lo que creyó

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18-11-2012

El articulo que estoy publicando fue realizado por el Teniente coronel Richard H. Estes, USAF  publicado por la revista de la Fuerza Aérea Norteamericana Air & Space Power Journal-Tercer Trimestre 2010 y, trata de explicar las teorías sobre el futuro de las guerras modernas formuladas por el General de la Fuerza Aérea Italiana Julio Douhet en la década de 1920 y en cierta forma como dice el autor en el articulo logra predecir muchas de las acciones que luego sucedieron en la WWII y  las guerras posteriores hasta la actualidad.

La Teoría Douhet

Poniendo a un lado las consideraciones puramente diplomáticas que sin duda han de darle interminable entretenimiento al Departamento, de Estado de los EE UU. ¿Como se prepara nuestro servicio Militar para la era que se nos avecina? ¿Cómo debemos asignar y distribuir nuestras fuerzas armadas?

Para poder elaborar un plan para el futuro, debemos considerar estas preguntas, aunque muchas de ellas parecen no tener contestación: ¿Quién es el enemigo? ¿Cuales son sus aptitudes y habilidades? ¿Es posible ir a una guerra mundial sin destruir al mundo? ¿Es el enemigo que esperamos el mismo contra el cual pelearemos? Cualquiera que diga que tiene respuesta fáciles y precisas a estas preguntas esta mas informado,  los expertos  consientes de lo volátil que es la situación mundial  son los que tienen mas incertidumbres,  pero el General Julio Douhet, el italiano disidente, estratega de aviación, que se nos fue hacen ya 60 años, tuvo mucho que decir sobre estos asuntos. Aunque algunas de sus recomendaciones específicas estaban equivocadas, sus teorías en general, pueden darnos un plano para el futuro.

La estrategia de Douhet

Hace tanto tiempo, pues fue en 1921, que el General Douhet sugirió que la solución para la próxima guerra- cuando y de donde viniera- era el no conducirla como se dirigió la ultima; sino usar la tecnología mas adelantada para ganar antes de que el enemigo pueda responder: "La victoria le sonríe a aquellos que se anticipan a los cambios en la naturaleza de la guerra y no les sonríe a aquellos que esperan adaptarse cuando los cambios ocurran"

Los planificadores militares contemporáneos ignoran estas palabras- que son la contribución más importante que hizo Douhet a la estrategia guerrera  haciendo caso omiso de ellas a su propio riesgo. En realidad, debíamos usar esas palabras para nuestra planificación en la década de 1990 y aun mas allá.

Douhet fue un producto de la Primera Guerra Mundial y fue testigo de la carnicería (matanza) que se produjo cuando las anticuadas tácticas y estrategias se enfrentaban contra armamentos de tecnología mas adelantada. Cuando en el 1912 fue seleccionado para dirigir el primer batallón aéreo de Italia, pudo ver de cerca la inefectividad que predominaba en las batallas de infantería en una guerra total entre los poderosos gobiernos modernos.

Estaba convencido de que la tecnología superior-ametralladoras, gas envenenado y la aviación hacían anticuadas las batallas de infantería, es más estaba convencido que la tecnología en guerra terrestre favorecía a la defensa. Por ejemplo: si un soldado  en la Primera Guerra Mundial, en una posición defensiva (digamos, una trinchera) tenia un rifle que disparaba un tiro por minuto y al atacante le tomaba un minuto cruzar el para llegar a la trinchera, Douhet razonaba que dos atacantes podían tomar la posición enemigo.

Sin embargo, si el defensor tuviera un arma que pudiera disparar 100 tiros por minutos, el enemigo tendría que mandar 100 victimas y un victorioso para tomar la trinchera y, si esta estuviera protegida con alambres de púas que prolongaran el avance por campo abierto a cinco minutos , habría 500 muertos en el campo de batalla antes de que el ultimo atacante eliminara a la defensa. En esa forma nació el concepto de "multiplicador de fuerzas" en la planificación militar, acompañada por la defunción de las ofensivas terrestres (al menos, de acuerdo  Douhet).

Los cálculos de Douhet parecían precisos y sin fallas, sin considerar las balas errantes  o como dijera Paúl Fussell en su libro sobre las miserias de la guerra "fuerzas naturales, como el viento, la intemperie y desgastes psicológicos de la voluntad humana, como el aburrimiento, el terror y la auto destrucción." ,en otras palabras, "la neblina de la guerra" de Clausewitz.

Esa ingenuidad surge otra vez en los planes de bombardeo de Douhet; sin embargo, la ilustración anterior demuestra el efecto de la tecnología en la guerra. Es más, la conclusión a que llega que la defensa es dominante, es esencialmente correcta, tanto como 60.000 soldados murieron en una sola batalla en ataques mal aconsejados, y como resultado la Primera Guerra Mundial se "empantanó" a lo que él llamó "la cristalización de las líneas" llevando el conflicto a un jaque-mate

  En esa forma Douhet anuncio el fin de una, era cuando ejércitos substitutos rondaban por Europa (o cualquier otra parte) y peleaban en guerras por sus patrias. La tecnología había convertido las guerras terrestres en luchas defensivas que estaban destinadas a convertirse en jaques-mate, eliminando todas las posibilidades de una victoria bien definida.

Todas las guerras del futuro serian o totales o generales e involucrarían todo en las naciones. O sea, la labor sucia no se podría dejar tan solo a los soldados (algunos de los cuales en algunos momentos de la historia habían sido mercenarios) los civiles también estarán involucrados en las próximas guerras. Aun más importante, Douhet sugirió que dándole una completa independencia de todos los otros servicios y hacienda al avión prominente en el sistema de armamentos en el arsenal militar, el poderío aéreo podría convertirse en el instrumento de la victoria en la próxima guerra.

Comando del aire

Douhet creía que con el advenimiento de la tecnología, el ejército y la marina se habían convertido en "órganos de desgaste indirecto de la resistencia nacional. La rama aérea, por otra parte, podría actuar directamente para quebrar la resistencia nacional en su mismo punta de origen, pero no podría ser tan solo cualquier fuerza aérea. Douhet rechazaba la idea de una fuerza aérea como brazo auxiliar del ejercito o la marina de guerra, o de una colección de "caballeros errantes" volando cazas.

Al contrario, el pedía una flota masiva de aviones de bombardeo, auto defensivos, que dominaran, no solo al enemigo  sino también al presupuesto militar de Italia o de cualquier otra nación que estuviera dispuesta a oír sus ideas. Él quería una fuerza aérea que no solo ganara las batallas aéreas , sino que también ganara el completo control del aire. El ejercito y la marina de guerra, continuarían como parte de "un total indivisible"de las tres ramas de las fuerzas armadas  pero, ya no continuarían siendo un factor significativo en resolver con éxito una guerra.

Una flota gigante de bombarderos

De acuerdo con su visión, Douhet sugirió que los países mantuvieran ejércitos y marinas de guerra modestos y que dedicaran la mayor parte de su atención y dinero al poder aéreo, específicamente aviones de bombardeo. Inmediatamente después del comienzo de las hostilidades, estas aeronaves serian usadas contra blancos sensibles: centros de población, centros de transporte, fabricas y edificios de importancia; tanto públicos como privados. La devastación que resulte tendría el efecto en el pueblo (como opuesta a lo militar) de perder el espíritu de pelea y la guerra terminaría rápidamente.

De acuerdo con Douhet, mientras más pronto sea el ataque aéreo, mejor será. Él razona que esperar por una declaración de guerra oficial podría ser desastroso porque el enemigo pudiera aprovechar la oportunidad para atacar primero. Él sugirió el usar una combinación de explosivos de alta calidad y armas incendiarias y químicas, dándole énfasis a estas dos ultimas. Los explosivos serian disruptivos, las incendiarias provocarían incendios y harían el verdadero daño y las bombas de gas, enriquecerían la efectividad de las incendiarias al evitar que los bomberos puedan acercarse.

No hay dudas, esta combinación de armamentos seria muy desagradable y su uso violaría los principios de pelear caballerosamente pero, una terminación temprana de las hostilidades salvaría vidas. Douhet sostenía que ya que la guerra es amoral sin importar los métodos e inevitable, las naciones en guerra deberían terminarlas lo antes posible. Él estaba convencido de que la población sufriendo el ataque se rendiría rápidamente. "Pronto llegaría el momento en que el pueblo en si, impulsado por el instinto de supervivencia se levantaría para exigir el por fin de la guerra."

Sin defensa

Douhet no favorecía gasto alguno contra ataques aéreos, recalcando que "observada en su verdadera luz, la guerra aérea no admite defensas, solo la ofensiva.  Cada vez que escribía antes del advenimiento del radar, mantuvo que dicha defensa era insostenible ya que cualquier nación tiene más blancos de un valor que compensa el esfuerzo, de los que puede defender. Específicamente, debido a que ninguna nación podría saber si un ataque seria inminente o no, se vería obligada a defender todos los blancos posibles. Aun si fuera posible detectar un ataque, la selección de blancos que haría el enemigo continuaría siendo una incógnita.

Dada esta actitud (un poco sorprendente a la luz del punto de vista de Douhet en otras áreas de la tecnología), este enfoque de la defensa era el de eliminar la fuerza aérea del contrario antes de que este tuviera la oportunidad de usarla; esta fue la única concesión que hizo al hacer blancos de los mas importantes centros de la nación. (Para Douhet, el usar aviones contra el ejército del contrario era inútil. La aviación podría matar a dos tercios de las tropas enemigas; pero, el otro tercio podría continuar dispuesto a pelear.  Aunque muchos de sus autodefendibles "fuertes-voladores" se perdieran, él opinaba que la mayoría llegara a sus blancos. Después de eliminar la fuerza aérea de los contrarios, la fuerza aérea de uno mismo tendría superioridad y podría volar a cualquier blanco sin peligro.

Pocos cazas

Refiriéndose a los aviones caza Douhet sostenía que, si llegaran a ser usadas alguna vez  seria para proteger a los aviones de bombardeo. En realidad, no deberían ser usados en una defensa inútil de la patria y serian completamente malgastados en confrontamientos contra aviones enemigos porque tan solo unos cuantos aviones enemigos son destrozados, no se captura ningún territorio y la voluntad del enemigo no se afecta, todo es gloria sin resultados.

En igual forma Douhet estaba también opuesto a usar con el ejército y la marina de guerra lo que el llamaba fuerzas aéreas auxiliares. En su manera de pensar, los aviones usados por las fuerzas terrestres serian malgastados ya que los esfuerzos de ambos nunca serian decisivos. Una nación estaría mejor servida usando sus recursos en construir más bombarderos. Sin embargo, Julio Douhet si favorecía el usa limitado de aeronaves de reconocimiento para la selección de blancos y como escoltas de los bombarderos.

En forma similar a sus computaciones de las ametralladoras, Douhet uso cálculos exactos para determinar el efecto de ataques de bombardeos individuales. Él sugirió que 10 aviones cargando dos toneladas de bombas Cada uno, podrían destruir todo dentro de un radio de 250 metros, lo cual el llamaba "unidad de bombardeo

Al calcular el número de unidades de bombardeo que se requerirían para destruir un blanco determinado, él podía decidir el tamaño de su fuerza. En esa forma Douhet trato de hacer una ciencia exacta de la tarea muy imprecisa de matar gente.

La eficacia de Douhet

A primera vista; los hechos que hemos visto del tiempo de Douhet al nuestro, parecen refutar sus teorías sobre poder aéreo, tomemos como ejemplo el blitz (del idioma alemán) durante la Batalla sobre Gran Bretaña. Los alemanes dejaron caer tantas bombas sobre Londres, Coventry y otros blancos en 1940 y 1941, que si la ciudadanía tuvo alguna razón para perder el animo para pelear los británicos sin duda  la tuvieron. En vez de ello, los bombardeos fortalecieron su determinación e hicieron héroes a los pilotos de caza de la Real Fuerza Aérea que defendieron su Patria.

Sin embargo, debemos hacer constar que los alemanes no usaron armas químicas sobre las incendiarias, como había sugerido Douhet. Si lo hubieran hecho y si Londres o alguna otra ciudad se hubiera quemado hasta la superficie sin posibilidad de ser reconstruida  o si la victoria terrestre en Alemania y la bomba atómica en Japón no hubieran quitado impacto a la devastación de Hamburgo, Dresden y Tokio (que se asemejaba en algo a lo que visionaba Douhet)  quizás el resultado final hubiera sido distinto. Hasta este punto la teoría de Dohuet no fue probada, pero otros ejemplos de la Segunda Guerra Mundial si nos prueban que el poder aéreo por si solo no gano la guerra.

Los B-17 y B-24 y varias otras aeronaves eran exactamente los tipos de plataformas aéreas que Douhet pensaba para lograr el dominio del aire. Estos eran relativamente certeros, eran bombarderos preparados para volar largas distancias y estaban bien fortificados con torres de ametralladoras para su defensa propia.

Es más, se producían en gran número y en poco tiempo. Pero tanto los Aliados como el Eje produjeron, igualmente, gran número de aviones caza y desarrollaron el radar y armamentos antiaéreos efectivos, por lo tanto, los aviones de bombardeo por si solos no podían volar hasta los blancos bien adentrados en territorio enemigo sin ser detectados y sin encontrar oposición.

La guerra aérea en la Segunda Guerra Mundial se hizo tan grande, consumió tantos recursos y fue tan efectiva en tantos lugares (los caza en defensa de Gran Bretaña, transporte aéreo en Burma "cruzando el montículo", el aire naval en las islas Marianas y la campaña de bombarderos sobre Alemania, para tan solo nombrar unos cuantos) que la insistencia de Douhet sobre una fuerza aérea independiente fue vindicada. Es cierto, la fuerza aérea hoy en día es un servicio militar independiente en la mayoría de las naciones. Sin embargo, contrario al sentido de prioridades de Douhet, la Fuerza aérea de los EE.UU. continúa completamente dedicada al respaldo de las fuerzas terrestres en todas sus misiones, con excepción de operaciones nucleares estratégicas.

Continua

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22-11-2012

La actitud de nuestros militares, salvo algunas excepciones, es que las guerras continuaran siendo ganadas sobre el terreno. Algunos señalan que la rápida rendición del Japón después de la destrucción de Hiroshima y Nagasaki verifica la teoría de Dohuet de debilitar la voluntad de la ciudadanía nacional.

Por ejemplo, en 1953, Bernard Brodie, menciono en sus escritos que debido a la habilitad de las armas nucleares (atómicas) para destruir rápidamente el espíritu de pelea en una nación entera, Douhet estaba, mas que nunca, en lo cierto (no obstante, también es cierto, que no se le debe de dar crédito de haber anticipado el advenimiento de armas nucleares.

Así que adonde vamos? Hemos visto que tan solo con aviones, aunque sean muy efectivos, no se gana una guerra a menos que sea una guerra nuclear. Las naciones con armas nucleares se han dado "jaque-mate" mutuo, haciendo la posibilidad de un intercambio nuclear  y mucho menos la perspectiva de una guerra mundial a lo Douhet  muy remota. Que nos queda? , la respuesta se encuentra en: "anticipar los cambios en la naturaleza de la guerra."

EI Douhet para la década de 1990 y las futuras

Hoy en día dos escuelas enfocan la medida y generación de nuestras fuerzas militares. La primera, que se oye en los predios del establecimiento de defensa, es que nuestro enemigo de antaño, la Unión Soviética, puede haber cambiado sus intenciones; pero aun puede destruirnos.

Por lo tanto. Debemos planificar de acuerdo con esa postura. La segunda, producto de aquellas personas que creen que nuestros problemas económicos eclipsan la situación militar, es que debemos relajarnos porque el Pacto de Varsovia ha empacado su tienda colectiva y se ha ido del pueblo. Por otra parte, estos puntos de vista pueden ser un regalo quizás podemos reducir nuestro militarismo y continuar manteniendo un poder de disuasión creíble, por otra parte, una de esas escuelas (o ambas) puede ser una receta suicida.

Lo nuclear y la incertidumbre

Desde 1945, por lo menos hay un hecho que ha quedado aclarado, nadie sabe lo que puede suceder mañana en el escenario mundial y mucho menos lo que puede suceder el año que viene o dentro de diez años. Podemos estar razonablemente seguros de que la paz mundial no vendrá por si sola y que la mayoría de las naciones han de necesitar algún tipo de habilidad militar. Si se hubiera hecho una encuesta hace diez años, mucha gente habría dicho que eventualmente el mundo seria destruido par armas nucleares.

Sin embargo, hoy en día esas mismas personas creen que estas armas, en virtud de existir, disminuyen la probabilidad de una guerra general y que por lo tanto son un factor estabilizante en las relaciones internacionales. Aunque no hay garantías, este concepto sigue teniendo validez desde 1945 a esta fecha y el dedo que tenemos en el gatillo no ha sentido ni picazón desde la crisis en Cuba en 1962. Por lo tanto, el continuar modernizando el despliegue de armas en cantidad suficiente para mantener algún tipo de equilibrio mundial parece ser un curso de acción prudente y vital para nuestra política nacional, aunque Douhet nunca menciono el concepto de disuasión en si, el principio evoca sus preceptos, o sea, esta ventaja la tienen ambas partes, no una sola.

El número de posibles escenarios en dicha revisión impide un examen comprensivo; pero citaremos algunos para demostrar la dificultad en poder planificar para ellos. En primer lugar, Gorbachev puede ser depuesto, ya sea por un proceso político o por un golpe militar, y un individuo testarudo pudiera llegar al poder. Esta acción pudiera revertir el clamor de independencia que ha barrido en la Europa Oriental influenciando a las republicas soviéticas.

En segundo lugar, la Europa Oriental, irritada bajo el gobierno de dirigentes mal seleccionados, pudiera encontrarse en una guerra civil que los afecte desde el Báltico hasta el Mar Negro, en tercer lugar, las republicas soviéticas pudieran seguir el ejemplo lituano y decidirse por la revuelta abiertamente.Por eso Gorbachev, o su sucesor, pudieran encontrarse corriendo, como ha dicho George Will, "The Duchy of Moscow" (de la seca a la Meca, pero quizás sin quitar el dedo del gatillo nuclear)

En cuarto lugar las dos Alemanias, moviéndose inexorablemente hacia la reunificación pudieran retirarse de la OTAN, destrozando esa organización, convirtiéndose en una verdadera y percibidle amenaza para el resto de Europa, en quinto lugar las naciones que no son parte del Pacto de Varsovia pudieran unirse a la OTAN u otra nueva alianza que pudiera surgir, mientras la Unión Rusa Soviética se encona en una guerra civil.

Finalmente, Los EE.UU. y la USSR pudieran aliarse en una guerra en el Medio Oriente, o en una contra naciones terroristas que posean armas nucleares, o en una de dos naciones africanas, luchando en guerras de fronteras, o en busca de alimentos. ¿Cuales son los escenarios que son posibles? sencillamente no sabemos adonde están.

Un hombre en el poder en el lugar adecuado puede ser la diferencia  lo atestiguan Stalin. Ceausescu. Noriega, Castro y Hitler. Por eso es que los Estados Unidos tiene que usar la más complicada de todas las estrategias en la estructuración de fuerzas, planificar mientras observa el panorama sentado en la cerca.

Las formas, los medios y los fines

El no comprometerse significa el administrar el riesgo de acuerdo con nuestros intereses nacionales, toda estrategia conlleva el equilibrar los resultados deseados (fines) contra las formas y medias que permiten lograr esos fines, el riesgo es el desajuste que resulte al no haber acoplado adecuadamente esos tres elementos.

Cuando los planificadores militares tratan de reducir el riesgo, tienen que considerar varias incógnitas, la amenaza que se percibe, los posibles escenarios, la tecnología disponible, la dirección de la influencia de la planificación (de arriba hacia el fondo o del fondo hacia arriba), la misión, y el dinero disponible para ello. Tradicionalmente, los EE.UU. han usado la amenaza percibida como base para la planificación militar, la defensa del territorio continental de los Estados Unidos es un ejemplo, todos los otros factores pesan en algún punto del proceso de planificación, pero el segundo y más notable elemento (además de la amenaza) es el elemento monetario.

Nos gustaría tener suficientes fuerzas para enfrentar la amenaza con un riesgo mínimo; pero usualmente los do1ares disponibles no nos permiten ese lujo. Uno no necesita una llave de Phi Beta Kappa para darse cuenta que las reducciones del presupuesto de defensa están en lontananza.. Aceptando esto como hecho dado, las finanzas disponibles no deben de ser usadas para mantener un nivel artificial de tropas, que en primer lugar, nunca fue suficiente para enfrentarse con las fuerzas del Pacto de Varsovia. Esto es, el hecho que los EE.UU. este moralmente opuesto a usar tropas como "carne de cañón" hace innecesario toda posibilidad de que en algún momento podamos tener una fuerza mayor que las de una nación que tenga menos escrúpulos en el uso de sus tropas. Por lo tanto, nos quedamos con que tenemos que equilibrar los medios y las formas y emplear nuestro dinero en lo que parezca que va a tener mejor o algún efecto.

Específicamente, podemos invertir en una tecnología superior y mejor aprestamiento para la próxima guerra. Nuestra gente tiene que estar bien equipada, flexible (lista para ir a cualquier parte; ya que no podemos (no sabemos cual es) predecir la posición ideal) y preparar el incremento, cuando y si ocurre.

En el caso de que aumente la amenaza, el tener los sistemas más modernos en las líneas de producción, hace que tan solo se necesite una oleada aumentando la producción y no el tener que empezar por crear las herramientas cuando el factor tiempo es esencial. En una era de rebajas, como en la que estamos ahora, el Congreso tiene que aprobar fondos para los sistemas más avanzados que existan (incluyendo suficientes fondos para transporte aéreo y marítimo).

Sobrecargar una estructura de fuerza con sistemas de la guerra pasada seria un error fatal. No solo tenemos que modernizar; sino que también tenemos que lograr una nueva forma de pensar. Esto es como los EE.UU. deben de asegurar. Douhet estaría orgulloso.

Hacia el futuro con Douhet

Hemos estado tratando de imaginarnos, durante 50 años, lo que seria una guerra en la Europa Central. Quizás deberíamos dejar de creer que esa área es a donde es más probable que ocurra la próxima guerra. En términos relativos, podemos decir que nos encontramos en el mismo punto de la guerra moderna en que se encontró Douhet  asimismo en la Primera Guerra Mundial

O sea, lo mismo que las armas del Siglo XIX no se equiparaban con las ametralladoras del Siglo XX, quizás las aeronaves del Siglo XX ya no siguen siendo competitivas contra las defensas modernas por lo menos en un ambiente de máxima amenaza. Como Douhet, debemos cambiar el enfoque de nuestra atención y buscar los nuevos adelantos en la tecnología, algunos de los cuales ya están aquí: armas de detente de largo alcance mísiles balísticos tácticos certeros (que de aquí en adelante son el anatema para los planificadores de la Fuerza Aérea), aeronaves de espera aérea y tecnología de acción furtiva.

Sin embargo, debemos continuar incluyendo aeronaves en las planificaciones que preparemos para confrontar amenazas sofisticadas, no importa el riesgo pero debemos de darnos cuenta de que lo más probable es que los aviones serán usados para dominar en una guerra limitada. No debemos tener aversión en usar los B-2 (que continuarían estando asignados a nuestras fuerzas nucleares en un papel convencional contra Libia o los F-117 contra Panamá).

Toda vez que frecuentemente tenemos superioridad en una guerra limitada y que siendo estas aeronaves de una tecnología adelantada que les da gran supervivencia, el peligro de que se pierdan es muy remota. Es más, estas aeronaves también podrían sobrevivir la amenaza mas pronunciada que presentaría una guerra en la Europa Central por lo menos hasta que venga el próximo salto de avance en la tecnología defensiva.

Finalmente, debemos continuar buscando desde submarinos) ya que es nuestra póliza de seguro contra una guerra de mayor importancia. Nuestro enfoque, por el momento, debe de ser el misil Tridente D-5, que nos dará la facilidad de poder eliminar un blanco difícil sin ser detectados pero, según adelanta la tecnología, para inevitablemente llegar a la conclusión de que algún día los océanos serán transparentes para las defensas, debemos planear para esa contingencia.

No debemos dejar de atender las otras dos patas del tridente. Necesitamos seguir pensando; porque los adelantos tecnológicos en una de las patas pudieran hacer obsoletos a una de las otras. Por ejemplo: quizás un cuerpo bivalente de bombarderos secretos y submarinos lanzadores de mísiles con sistemas de invisibilidad, o alguna otra combinación sean la sorpresa de mañana.

El mundo cambia, las fuerzas armadas que no cambien con ello o que es culpable de pensar anticuadamente deja de ser efectiva, aunque las teorías de Douhet no han tenido validez en una serie de áreas criticas, el si estaba certero sobre el blanco con su declaración, que aun se dirige a nosotros: "Aquellas naciones que sean sorprendidas sin preparación para la próxima guerra, se encontraran, cuando esta estalle, que no solo es muy tarde para ellos prepararse; sino que ni tan siquiera podrán darse cuenta de lo que esta sucediendo".

Notas

  1. Julio Douhet. E1 Dominio del Aire, traducción de Dino Ferrari. [Washington D.C.: La Oficina de Historia de la Fuerza Aérea. 1983).

  2. Teniente Coronel H. Tomlinson, "The Father of Airpower Doctrine," Military Review-; septiembre 1966.

  3. Paul Fussell. Wartime: Understanding and Behavior in the Second World War, (Nueva York: Oxford University Press. 1989)..

mister xixon

22-11-2012

Muy interesante Titus

Creo que el poder Nuclear, después de lo de Japón ha llevado a un estado como de antiguera (aunque varias veces hemos estado en el limite) me explico, el poder nuclear es tan grande que todos saben que tocando el botón no ganaría nadie, solo la destrucción total y mas bien se ha empleado ese poder como defensivo, todos sabemos que se pueden borrar del mapa en un abrir y cerrar de ojos y ese debe ser el limite expuesto antes de esa temida tercera gran guerra.

A mi personalmente si me preocupa cuando todo ese poder nuclear recae en un país o nación pequeño y con algún dirigente con un coeficiente de cabeza de o,2, ese si da miedo. Douhet aunque no menciona el poder de disuación creo que es perceptivo en sus comentarios, al igual que el monetario, economia mundial.

saludos

TITUS20050

23-11-2012

mister xixon muyinteresante tu comentarioy creo que como decis Douhet al carecer de el tipo de informacion con que se mnejan las grandes potencias en la actulidad ,proyecto su aprecicion de la guerra con valores de ese momento,eso no deja que su vision del futuro sobre el bombardeo masivo de ciudades para obtener una rapida rendicion, no sea de actualidad pues la aviacion actual es mucho mas potente que los bombarderos de la WWII y con muy pocos aviones pueden lograr resultados similares.

Tapoco imagino los actuales sistemas de defenza antiaerea , ni los nuevos radare y sistemas satelitales que confirma que la ventaja en las acciones no la tiene un solo contendiente la tienen los dos

josmar

24-11-2012

Un trabajo que hay que "masticar" despacio, Titus...

Panzerargentino

24-11-2012

La tacticas y prediccion estrategica de Douhet son correctas pero solo se aplica en casos de que :

A) El gobieno del pais atacado no sea dictatorial , en caso contario se puede controlar a la poblacion civil que clama por el fin de la guerra por medio del terrorismo de estado.

B) El pais atacado tiene cierta infraestructura y no es como los actuales conflictos de baja intensidad o guerrillas , tipicamente irak, afghanistan, etc.

TITUS20050

26-11-2012

Panzer si bien tus deducciones son de aplicacion actual,Dohuet al formular su teoria considero a los paises como beligerantes sin importar si los gobiernos eran dictatoriales, Reales ,Imperiales , democraticos ,socialistas etc. ,el formulo la teoria teniendo en consideracion lo sucedido en la WWI y, desde su punto de vista esta teoria podia ser usada por cualquiera , como sucedio con la WWII, donde alemania aplico un plan de conquistas  parecido al de Douhet.

Tambien los Aliados aplicaron sus ideas para derrotar a los Alemanes, cargando todo el peso de  su ataque en el permanente bombardeo de los paises bajo dominio aleman y/o Alemania.

Panzerargentino

27-11-2012

La aplicaron porsupuesto.

De hecho creo que el mas fiel seguidor de la doctrina Douhet fue, en mi opinion, el comandante britanico sir Arthur "Bomber" Harris.

Harris comenzo a organizar incursiones de  entre 700 y 100 bombarderos, algo completamente inedito ya en el años 1942. Estaba convencido que si mantenia la presion de su gran fuerza de bombarderos nocturnos sobre Alemania los nazis iban a salir agitando una bandera blanca de en 12 o 20 meses. De hecho se enojaba cunado le pedian apoyar objetivos tacticos, por ejemplos los bunkeres de submarinos que se estaban construyendo en Lorient y Saint nazaire. "Una bomba fuera de Alemania es una bomba perdida" aseguraba.

mister xixon

27-11-2012

y tiene su pequeña razón, (bien visto ó no) por desgracia un bombardero masivo sobre población en donde desgastas recursos y la muerte de gran cantidad de civiles siempre a largo plazo puede llevar a la rendición de un país, tan solo restaría tiempo el poder nuclear como vimos en Japón

saludos

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