01-03-2006
Planes para la colonización del Este por las SS
Las luchas para el desarrollo de este plan eran una constante durante el verano – otoño del 41, luchas entre el ministerio de economía, Rosenberg, el mismo Hitler y como no, las SS.
Las necesidades económicas y militares obstruyeron todo intento de reforma del orden socio – económico bolchevique de un modo que satisficiera a la población local. Como vimos antes, la concepción de Hitler sobre las futuras relaciones que deberían imperar en el futuro económicamente entre Alemania y el espacio del Este. Esta relación se basaría en la cruda explotación. Los intereses de tipo práctico también explicaban que la institución de las granjas colectivizadas no sufriera más que una reorganización superficial. Si se hubiese intentado modificar las colectivizaciones, los militares no hubieran podido asegurar el suministro de alimentos. Para las SS era mucho más fácil convertir los koljos en haciendas que entretenerse en restituir las tierras a los campesinos, este método dificultaba la explotación. El mismo Secretario de Estado de Agricultura Backe afirmaría que de no existir las granjas colectivas, habrían tenido que inventarlas. A pesar de que la propaganda alemana propagaba el falso mensaje de que acabarían con los koljos, la realidad era muy distinta. Se establecieron medidas el 15 de febrero del 42, firmadas por Rosenberg, para establecer economías comunales basadas en granjas individuales (lo mismo pero maquillado), jornadas laborales semifeudales y la obligación de entregar un diezmo. Estos planes estaban apadrinados por empresas privadas como la Krupp o Mannesmann.
Las iniciativas llevadas a cabo no tuvieron ni de lejos el mismo éxito que las llevadas a cabo en Francia por el simple motivo de que las SS se inmiscuyeron en los asuntos del Este, cuyas prioridades eran antes raciales que económicas. De hecho, los planes de Himmler para Rusia nos darán un claro reflejo de cómo habría gobernado Alemania si hubiese terminado vencedora.
Himmler siempre defendió que el Este debía ser propiedad de las SS, quienes asumirían las cuestiones de deportación, exterminio y colonización. Este predominio de las SS quedaría patente ya en Polonia en 1939. Ya el 24 de octubre de 1939, en Posen expondría Himmler sus ideas en un discurso a los jefes de las SS, a propósito del establecimiento de alemanes en Polonia, acababa de ser nombrado Comisario del Reich para el Fortalecimiento del Dominio Étnico Alemán. Cada asentamiento consistiría en un núcleo principal de soldados – granjeros (veteranos de las SS, al estilo de los veteranos romanos que recibían un lote de tierras al cumplir su servicio), rodeado de las granjas de los colonos del “antiguo Reich”, y de un anillo externo de alemanes étnicos. Los polacos serían sus braceros y labriegos. Hasta estableció, con su vanidad habitual, el grosor que tenían que tener las paredes de ladrillo de las casas de los polacos; insistía en la instalación de baños y duchas en el sótano; y prohibía la vulgaridad y el desorden...
En mayo de 1940, Himmler estableció las pautas en “Algunos pensamientos sobre el tratamiento de las poblaciones extranjeras en el Este”. Polonia se dividiría en sus componentes étnicos reales. Los que se juzgaran no aptos para la regermanización se relegarían a la condición de ilotas. Estos ilotas recibirían una educación rudimentaria, a saber, aritmética hasta 500 a lo sumo, como escribir su nombre y que obedecer a los alemanes y ser honrado, trabajar duro y portarse bien son mandamientos de Dios. No consideraba importante enseñarles a leer. Estos ilotas quedarían en el Gobierno General como una reserva de recursos humanos para las principales construcciones de infraestructuras alemanas. Ellos construirían las granjas, los pueblos y edificios públicos que más tarde ocuparían los colonos en el Este. También trabajarían como temporeros y mineros. No debía existir confraternización entre alemanes y polacos. Las relaciones de todo tipo podrían ser castigadas desde la concentración en campos a la pena de muerte. El profesor Konrad Meyer y otros agrónomos especialistas se encargaron de transformar esas ideas ligeras en frías disposiciones tecnocráticas en “Fundamentos de la planificación para la reconstrucción de los territorios del Este” de febrero de 1940. Hombres como Meyer, pronto empezarían a ocupar puestos importantes en las SS gracias a sus recomendaciones sobre relaciones étnicas, biología de las razas o estudio sobre las plantas que mejor se adecuan a climas fríos.
Existía un Generalplan para remodelar al completo 200.000 km cuadrados de territorio polaco que se llevaría a la práctica a primeros de 1941. Se trasladaron poblaciones enteras a finales de 1940, 261.000 polacos habían sido expulsados del Warthegau, 17.413 de la Alta Silesia, 31.000 de Dantzig - Prusia occidental y 15 de Zichenau. Sólo las prioridades de Barbarroja impidieron la puesta en marcha del plan al completo. En 1945, 400.000 polacos más habían sido reasentados lejos de los territorios anexionados.
Una vez comenzó a ocuparse la URSS, Himmler tuvo ante si un inmenso campo de operaciones. Así pues, le pediría a Meyer un plan para el futuro asentamiento de alemanes en los nuevos territorios. Un muro de soldados – granjeros se establecería en los confines de las nuevas fronteras, que mantendrían para siempre alejados a los “asiáticos”. Tras esta linea principal se extendería un anillo tras otro de poblaciones desde Danzig y el Warthegau que aseguraría la colonización alemana de un espacio tras otro.
A finales del 41 nació el Generalplan Ost de la RSHA, que habría tardado en aplicarse 30 años tras el final de la guerra. Se ocupaba de Polonia, los estados bálticos, Bielorrusia, Ucrania, e Ingermanland (zonas lindantes con Leningrado) y de la Gothengau (Crimea). Se preveía una asentamiento de diez millones de alemanes en el Este y la deportación a Siberia de treinta y un millones de los cuarenta y cinco millones de indígenas incluía entre cinco y seis millones de judíos que “debían desaparecer” antes de las deportaciones. Se deportarían pues unos veinticuatro millones de polacos, el 65 por cien de los ucranianos y el 75 por cien de los bielorrusos acompañarían a los polacos hacia el este. Viendo la alta natalidad de los rusos como el futuro germen de guerras, se crearon planes para la esterilización masiva, y la producción a gran escala de anticonceptivos con natalidad regulada por ley (al estilo de China) y la eliminación de todas las medidas sanitarias para la reducción de la mortalidad infantil. Se sugería la idea de repoblar de bosques de confieras toda la estepa ucraniana para adecuarla a las condiciones de vida “germánicas”.
El plan del RSHA contenía grandes deficiencias logísticas y estadísticas evidentes. Así, una vez más, Himmler encargaría el trabajo al muy experto Meyer. En mayo del 42, entregó el “Generalplan Ost: Fundamentos legales, económicos y espaciales para el desarrollo del Este”. El plan proponía la creación de tres grandes zonas de colonización (Ingermanland, Memel – Narew y Gothengau) que contarían con un 50 por cien de colonos alemanes ligados al Reich por treinta y seis puestos fortificados a intervalos de cien kilómetros y habitados por un 25 por cien de alemanes. El plan tardaría 25 años en llevarse a cabo, participarían cinco millones de colonos alemanes y costaría 66 mil millones de Reichsmarks. Todos estos asentamientos serían competencia exclusiva (reduciendo a 0 el ministerio de Rosenberg). Himmler quedó muy complacido pero solicitó más rapidez y la extensión del plan a Alsacia y Lorena, Letonia y Estonia, el Gobierno General, además de Bohemia y Moravia. Meyer trabajó estas modificaciones.
Como curiosidad añadiré que Hitler preveía hacer desaparecer del mapa Moscú y Leningrado.
Todos estos planes eran serios y se pensaban llevar a cabo en contra de lo que opinaban muchos especialistas de la época. La conducta en Zamosc, en el sureste del Gobierno General, habla por si sola. Himmler ordenó a Globocnik, jefe local de las SS, que comenzara la germanización de la zona. Y eligió esta zona por varios motivos: la capacidad ordenadora de Globocnik y el hecho de que Zamosc podía desempeñar el portal a Ucrania y el Mar Negro como el primer asentamiento de toda una cadena que iría del Báltico a Transilvania. El suelo era rico y había una fuerte presencia étnica alemana y la presencia de polacos y ucranianos facilitaría la división y el dominio sobre estos. Se convertiría en un nudo de comunicaciones y se preveía la construcción de una ciudad de las SS con fabricas (mantenidas por presos de Majdanek), y con barracones para tres regimientos.
Más de 100.000 polacos fueron desalojados a la fuerza de más de 300 pueblos, 4.500 niños considerados germanizables fueron enviados a Alemania para recibir la educación pertinente. Se destruyeron pueblos en varias redadas. En 1943 todo estaba listo. Esta experiencia demostró que era posible la “limpieza étnica” de grandes areas.
El curso de la guerra impidió la aplicación de estos planes, aunque e Reichsfuhrer siguió fantaseando hasta pasado bastante tiempo. Lo que siguió fue la división de Alemania por cuarenta y cinco años y la expulsión de alemanes de las zonas orientales en condiciones tan infernales como las impuestas a los polacos años antes. Pero si Alemania hubiera vencido las consecuencias hubieran sido mayores.
Hitler era un continentalista, cuyo objetivo era la dominación del este (lebensraum) y la resolución de la “cuestión judía”, aunque hiciera todo tipo de planes megalómanos como la fundación de una nueva Alemania en Brasil y ese tipo de afirmaciones tan propias del Führer. Aunque con un espacio económico como el que se preveía conseguir en el Este, quien sabe lo que hubiera podido llegar a hacer Alemania.
OPINAD LO QUE ESTIMEÍS CONVENIENTE AMIGOS
;) :D
Fuentes: Las conversaciones privadas de Hitler. Editorial Crítica
Una guerra de exterminio. Laurence Rees
Historia Virtual. Niall Fergusson