01-08-2006
[size=14pt]mi primer artículo ;D ;D ;D[/size]
En su wagneriana caída, el tercer Reich mantiene el ánimo combativo de millones de alemanes con una promesa: la existencia de WuWa, la WunderWaffen, un "arma maravillosa" definitiva que cambiará para siempre el rumbo desfavorable de la guerra. Simultáneamente desde 1942 se desarrolla en Estados Unidos un esfuerzo industrial y científico sin precedentes: el llamado "proyecto Manhattan", destinado a crear la bomba atómica.
A principios de 1945 el colapso del ejército nazi es inminente, sus comunicaciones y suministros han quedado destruidos y en mayo el fin llega tras el suicidio de Adolf Hitler. Un comando especial del servicio de inteligencia americano, al que se conoce como "ALSOS", se encarga de investigar y recopilar cualquier información referente al programa de la hipotética bomba atómica nazi.
Finalmente el comando encuentra, escondido en una gruta excavada bajo una iglesia de Haigerloch, el reactor experimental B-VIII, un tosco recipiente de agua pesada, con un par de inservibles reactores sumergidos en su interior. Samuel Gouldsmit, jefe de la operación "ALSOS", es tajante en sus conclusiones: el proyecto de la bomba atómica de Hitler fue un mito creado para someter la voluntad de millones de alemanes a una resistencia sin esperanza en una guerra suicida . La prometida WuWa no existió jamás. En las vísperas de la batalla de Kursk, un teletipo por valija diplomática fue enviado a todas las embajadas alemanas en Europa. En dicho comunicado se informaba de que había sido realizada con éxito la prueba de una bomba nueva, de poco tamaño y formidable potencia. Se trataba de una bomba mixta de explosivo convencional y una pequeña cantidad de material fisionable que habría hecho las veces de fulminante de alto poder sobre la carga de explosivo convencional. Pero los alemanes ya tenían una prueba de la eficacia de sus métodos en el manejo de material nuclear. Y lo que es más importante: ya en 1943 los alemanes hicieron acertadas estimaciones de la potencia de una bomba atómica de uranio.
De 1943 son los detallados planes nazis de ataque nuclear contra Nueva York ideados por la OKL, la oficina de la Luftwaffe de Hermann Goering, en donde se especificaban exactamente los valores en kilocalorías por kilómetro cúbico del efecto de una explosión nuclear en Manhattan, y que coincidían por completo con la cantidad de kilotones de la bomba que seria usada el 6 de agosto de 1945 sobre Hiroshima.
[size=16pt]"Zielvorschlag New York" (Objetivo Nueva York).[/size]
En 1987 se publicó una obra que hoy es ya un clásico: "Waffen und Geheimwaffen des deutschen Heeres. 1933-1945."
El autor es el historiador Fritz Hahn que pertenece sin la más mínima duda al campo de la historiografía más académica y oficial.
En la página 168 del tomo II se encuentra reproducido el siguiente documento:
Nos encontramos pues, ante un documento perfectamente conocido y aceptado como auténtico, por la más rigurosa historiografía oficial.
Este plano se realizó en Alemania en 1944 y se le relaciona en todo momento con los proyectos que surgieron aquel año para bombardear Nueva York con cohete como el A-9/A-10 o con aviones espaciales como los concebidos por Eugen Sänger. Según los historiadores oficiales, estos ingenios habrían transportado cargas explosivas convencionales de una o dos toneladas.
Pero para lanzar esas dos toneladas sobre América se requería un costoso cohete de 100 toneladas de peso. Un arma tan antieconómica sólo podría haberse usado a muy pequeña escala y con un impacto más psicológico que militar. He aquí el motivo de que todos estos proyectos fuesen cancelados, concluyen los historiadores ortodoxos.
Pero si se fijan con atención en el documento, verán que éste nos cuenta una historia MUY DIFERENTE.
Como se puede ver nos encontramos ante un mapa que indica la densidad de distribución calorífica (en kilocalorías por kilómetro cuadrado) que generaría cierto bombardeo de la ciudad de Nueva York.
Se indica:
La zona circular de daño máximo, que llega hasta los 1,35 km de distancia del centro de impacto.
La zona de daño secundario que alcanza hasta un radio de 4,35 km del centro teórico de impacto.
Un círculo punteado de 2 km de radio, que indica la zona de dispersión probable del impacto, es decir, la zona alrededor del centro teórico de impacto donde el misil caerá probablemente de modo efectivo.
Lo importante es fijarse ahora en las cifras indicadas. La densidad de cobertura calorífica media en la zona de daño máximo es de 1,4 por 10E8 kcal/kmE2 y en la zona de daño secundario de 7 x 10E6 kcal/kmE2.
Es decir, que en un círculo de 1,35 km se depositarían 140.000.000 kcal por cada kilómetro cuadrado; o lo que es lo mismo 140.000.000.000 calorías por kilómetro cuadrado (140 mil millones).
Con ayuda del gráfico es fácil calcular la energía calorífica total que se habría depositado:
Zona de daño máximo 7,435 x 10E8 kcal.
Zona de daño secundario 3,695 x 10E8 kcal.
Energía calorífica total depositada 11,130 x 10E8 kcal.
En una explosión nuclear típica, aproximadamente entre el 6 y el 8% de la energía desprendida se irradia sobre las superficies adyacentes. Sabido esto y conociendo la equivalencia en calorías de un kilotón (un kilotón o kt equivale a la fuerza explosiva de 1.000 toneladas de TNT, que equivalen a su vez aproximadamente a 1,12 x 10E12 colorías) es fácil estimar la potencia de la bomba que habría generado la onda de choque térmica del mapa.
Los valores que se obtienen están entre los 14 y los 18,8 kt.
Algunas consideraciones:
a) Es por supuesto completamente imposible producir los estragos que muestra el plano usando cohetes con cabezas convencionales de una o dos toneladas, a no ser que se usen muchos miles simultáneamente.
b) Toda explosión atómica produce tres efectos principales: onda de choque, efecto térmico y radiaciones. Pero es el calor el que causa el 60% de las muertes en toda explosión mayor de 10 kt.
Este es el motivo por el que los científicos alemanes se limitaron a indicar el alcance letal de los efectos térmicos. En la zona de daño máximo se depositan 14 calorías por centímetro cuadrado (14 cal/cmE2). Dado que con 10 cal/cmE2 ya se producen quemaduras mortales de tercer grado, se comprende que lo que el mapa nos indica es el área en el que la tasa de mortalidad habría sido prácticamente del 100% (toda la parte central y sur de la isla de Manhattan).
c) Los parámetros de este artefacto se parecen a los de la bomba de Hiroshima de modo "asombroso":
La mayoría de autores estiman la potencia de Little Boy entre 15 y 20 kt.
En Hiroshima se depositaron 10 cal/cmE2 hasta un radio de 1,6 km (Encyclopedia of Sciencie & Technology. Volumen 12, página 130. Editorial Mc Graw Hill).
Haciendo una breve extrapolación lineal vemos que este artefacto habría liberado unos 11 cal/cmE2 en ese mismo radio.
d) En definitiva podemos ver que los autores del documento que nos ocupa tenían un conocimiento preciso de los efectos del artefacto que habían planeado lanzar.
Pero la bomba atómica era un arma completamente nueva y revolucionaria cuyos efectos exactos no se podían prever con tanta precisión.
Mapa
Cohete intercontinental A9/A10
[size=16pt]Hitler tranquiliza a Mussolini.[/size]
En Abril de 1944 tuvo lugar una importante reunión en el castillo de Klessheim de Salzburgo, a la que asistieron Benito Mussolini, Adolf Hitler, el mariscal Rodolfo Graziani, Von Ribbentrop, Keitel, Dollman y el embajador de Alemania en Italia, Rhan.
Con objeto de tranquilizar a su aliado, Hitler le transmitió una información extraordinaria, corroborada por varios testigos en declaraciones hechas tras la guerra.
Hitler dijo: "...tenemos aeroplanos a reacción, tenemos submarinos no interceptables, artillería y carros colosales, sistemas de visión nocturna, cohetes de potencia excepcional y una bomba cuyo efecto asombrara al mundo. Todo esto se acumula en nuestros talleres subterráneos con rapidez sorprendente. El enemigo lo sabe, nos golpea, nos destruye, pero a su destrucción responderemos con el huracán y sin necesidad de recurrir a la guerra bacteriológica para la cual nos encontramos igualmente a punto. No hay una sola de mis palabras que no tenga el sufragio de la verdad. ¡Veréis!..".
Continuará...