13-11-2008
Preguntas y respuestas sobre la existencia humana.
***"¡Figúrate! Conocí a ese hombre cuando sólo era presidente de un
gran banco. Ahora, el cargo de "capo" se le ha subido a la
cabeza."***
*y qué decir de la libertad humana? ¿No hay una libertad
espiritual con respecto a la conducta y a la reacción ante un
entorno dado? ¿Es cierta la teoría que nos enseña que el hombre
no es más que el producto de muchos factores ambientales
condicionantes, sean de naturaleza biológica, psicológica o
sociológica? ¿El hombre es sólo un producto accidental de dichos
factores? Y, lo que es más importante, ¿las reacciones de los
prisioneros ante el mundo singular de un campo de concentración,
son una prueba de que el hombre no puede escapar a la
influencia de lo que le rodea? ¿Es que frente a tales circunstancias
no tiene posibilidad de elección?
Podemos contestar a todas estas preguntas en base a la
experiencia y también con arreglo a los principios. Las
experiencias de la vida en un campo demuestran que el hombre
tiene capacidad de elección. Los ejemplos son abundantes,
algunos heroicos, los cuales prueban que puede vencerse la
apatía, eliminarse la irritabilidad. El hombre puede conservar un
vestigio de la libertad espiritual, de independencia mental, incluso
en las terribles circunstancias de tensión psíquica y física.
Los que estuvimos en campos de concentración recordamos a
los hombres que iban de barracón en barracón consolando a los
demás, dándoles el último trozo de pan que les quedaba. Puede
que fueran pocos en número, pero ofrecían pruebas suficientes de
que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la
última de las libertades humanas —la elección de la actitud
personal ante un conjunto de circunstancias— para decidir su
propio camino.
Las experiencias de la vida en un campo demuestran que el hombre
tiene capacidad de elección. Los ejemplos son abundantes,
algunos heroicos, los cuales prueban que puede vencerse la
apatía, eliminarse la irritabilidad. El hombre puede conservar un
vestigio de la libertad espiritual, de independencia mental, incluso
en las terribles circunstancias de tensión psíquica y física.
"Sólo temo una cosa: no ser digno de mis sufrimientos" y estas
palabras retornaban una y otra vez a mi mente cuando conocí a
aquellos mártires cuya conducta en el campo, cuyo sufrimiento y
muerte, testimoniaban el hecho de que la libertad íntima nunca se
pierde. Puede decirse que fueron dignos de sus sufrimientos y la
forma en que los soportaron fue un logro interior genuino. Es esta
libertad espiritual, que no se nos puede arrebatar, lo que hace
que la vida tenga sentido y propósito.
El nacimiento de la logoterapia.
He aquí el fundamento primero de lo que después se habría de conocer como la "logoterapia".
La sintesis human del sentido de la vida, considerçandola a çesta como un todo encaminado hacia algun propçosito fundante, organizador y equilibrador del entorno y el uno mismo.
*La máxima preocupación de los prisioneros se resumía en una
pregunta: ¿Sobreviviremos al campo de concentración? De lo
contrario, todos estos sufrimientos carecerían de sentido. La
pregunta que a mí, personalmente, me angustiaba era esta otra:
¿Tiene algún sentido todo este sufrimiento, todas estas muertes?
**Si carecen de sentido, entonces tampoco lo tiene sobrevivir al
internamiento.** Una vida cuyo último y único sentido consistiera
en superarla o sucumbir, una vida, por tanto, cuyo sentido
dependiera, en última instancia, de la casualidad no merecería en
absoluto la pena de ser vivida...
...El modo en que un hombre acepta su destino y todo el
sufrimiento que éste conlleva, la forma en que carga con su cruz,
le da muchas oportunidades —incluso bajo las circunstancias más
difíciles— para añadir a su vida un sentido más profundo. Puede
conservar su valor, su dignidad, su generosidad. O bien, en la
dura lucha por la supervivencia, puede olvidar su dignidad
humana y ser poco más que un animal, tal como nos ha
recordado la psicología del prisionero en un campo de
concentración.