Der Giftpilz.

ULRICH

23-08-2006

Der Giftpilz ,la Seta Venenosa , fué un libro de cuentos infantiles antisemitas para empezar a captar desde pronto a los niños en el odio a los judíos. El siguiente relato es el primer capítulo de ese libro:

Paquito ha ido al bosque a buscar setas con su madre. El, que normalmente es un chico taciturno, parece transformado. Sin dejar de reírse ni un momento, salta sobre los arbustos y sortea, loco de alegría, las zanjas que encuentran en su camino.

Su madre le contempla y se felicita de ver a su hijo tan contento. Pero no por ello deja de reñirle:

-Pero bueno, ¿qué te ocurre, Paquito? Mi cesta rebosa ya, y tú, mientras tanto, no has logrado encontrar ni una sola seta. Tienes que buscar con más cuidado y mirar más hacia la tierra que hacia el cielo.

Paquito contestó entonces a la advertencia de su madre, un tanto sorprendido:

-Tienes razón, madre. Se me ha olvidado completamente que hemos venido a buscar setas. ¡Se está tan bien aquí, en el bosque!.Pero ahora voy a tomarmelo con interés.

Después de media hora de busqueda, Paquito corrió hacia su madre todo alborotado.

-¡Viva, viva! ¡Ahora tengo ya tantas setas como tú, madre!

Y, en voz más baja, añadió: -Pero creo que también he hallado algunas... venenosas.

Paquito tomó entonces una seta de su cesta.

-Oye, madre, ésta no me gusta nada. A que es venenosa...

La madre asintió con la cabeza.

-Tienes razón. Es una seta de Satanás. Es muy venenosa. Se la reconoce en seguida por su color y por su olor pestilente

Paquito tiró la seta al suelo y la pisó. Luego, tomó otra de la cesta. Era grande, con un tallo largo de color grisáceo y un sombrerillo rojo muy ancho con numerosas manchitas.

*-Mira, madre, ésta tampoco me da mucha confianza. Sus colores son demasiado chillones. Seguro que también es venenosa.

-También me lo parece a mí* Confirmó la madre.

- Es una seta mosca. Tírala en seguida. Paquito tomó dos más:

-Pero estas dos no son venenosas. Ya las conozco. Son un mízcalo comestible y un champiñón. Ambas no son dañinas sino muy sabrosas.

La madre actuó en consecuencia:

*-Perfectamenre, estas dos las conservaremos.

-Aquí tengo otro champiñón* Gritó Paquito alborozado. La madre se alarmó:

-Por el amor de Dios, hijo. No es un champiñón, sino una amanita. Es la seta más venenosa de cuantas se conocen. Y es doblemente peligrosa, porque con facilidad se la confunde con otras comestibles.

La madre tomó la cesta de Paquito y, sin más, fue excluyendo los hongos venenosos y separando los buenos. Una vez concluida aquella elección, madre e hijo tomaron sus cestas y lentamente emprendieron el camino de regreso al hogar. Durante la vuelta la madre explicó a Paquito :

*-Mira hijo, al igual que ocurre con las setas del bosque, también es difícil distinguir en el caso de los hombres repartidos por toda la tierra. Hay setas buenas, y hay buena gente. También hay setas malas, es decir, venenosas, y también hombres malos. Respecto a estos hay que tener tanto cuidado como con las setas dañinas. ¿Me entiendes?.

-Sí madre, lo entiendo bien. Quien va con hombres malos puede sufrir una desgracia, como le pasa a quien come una seta venenosa.

-¿Y sabes quiénes son estos hombres malos, estas setas venenosas de la humanidad?.

-Naturalmente, madre. Claro que lo sé. Son...los judíos. Esto es lo que dice mi maestro en la escuela muchas veces.*

La madre, sonriente, dió a su hijo unos golpecitos en la espalda.

*-Vaya, vaya. Veo que te has hecho un hombrecito muy avispado. Pero préstame atención para que me entiendas lo que quiero decirte. Voy a repetírtelo todavía una vez más: hay setas buenas y hay setas malas. Hay hombres buenos y hombres malos. Los malos son los judíos. Sin embargo, es difícil distinguir a un hombre malo de un hombre bueno.

-Eso me parece a mí*- inrervino Paquito-.*Es tan difícil como diferenciar una seta venenosa de otra comestible.

-Exactamente*-confirmó la madre y añadió, ahora muy seria:*Los judíos son mala gente. Son las setas dañinas. Por la misma razón por la que tan difícil resulta a veces distinguir los hongos buenos de los malos, es frecuentemente muy difícil identificar a un  judío como bandido y criminal. Del mismo modo que las setas venenosas se presentan en varios colores, así los judíos pretenden pasar desapercibidos y, por ello, se disfrazan de las formas más diversas.

-¿Qué tipos de formas?*-preguntó Paquito.

La madre comprendió entonces que su hijo no lo había entendido todo perfectamente y continuó de buen grado sus explicaciones.

*-Bien, pues escucha. Los hay que son judíos ambulantes. Van de lugar en lugar vendiendo telas y cualesquiera baratijas que uno pueda imaginarse. Normalmente dicen que sus mercancías son las mejores y las más baratas. En realidad son las peores y

las más caras. No se debe creer en ellos.

Esto es aplicable a los ganaderos judíos, a los que tienen establecimientos comerciales, a los matarifes judíos, a los médicos judíos, a los judíos bautizados, etc. Cuando se nos presenten de esta manera, cuando nos digan que quieren ser amigos nuestros y que abrigan hacia nosotros las mejores intenciones, no hay que creerles. Son judíos y seguirán siendo judíos. Son auténticos venenos para nuestro pueblo.* Paquito había comprendido muy bien a su madre.

-Madre, ¿saben todo esto los no judíos? ¿Saben que un judío es tan peligroso como una seta venenosa? -La madre movió la cabeza negativamente.

*-Por desgracia, no, hijo mio. Hay muchos millones de no judíos que todavía no han aprendido a reconocerlos. Por esta razón debemos explicárselo a quienes tienen que saberlo, advirtiéndoles contra los peligros de los judíos. Tenemos que estar alerta nosotros y nuestra juventud. Nuestros chicos y chicas tienen que aprender a distinguir a los judíos. Tienen que llegar al convencimiento de que el judío es la seta venenosa más dañina de cuantas puedan darse. Del mismo modo que las setas venenosas se extienden y nacen por doquier en el suelo, así los judíos se desparraman por todos los países de la tierra. Así como las setas venenosas llevan en sí una terrible desgracia, de igual manera los judíos son la causa de la pobreza y de la necesidad, de la enfermedad y de la muerte.

La juventud alemana debe conocer ese hongo venenoso que es el judaísmo. Tiene que saber que peligro suponen los judíos para el pueblo alemán y para todo el mundo. Tiene que saber que el problema judío es para todos nosotros una cuestión de destino.*

Los relatos breves que incluimos en este libro revelan la verdad de esta seta venenosa judía. En ellos podrá el lector observar las diferentes formas de que se revisten los judíos. En ellas se nos muestra el envilecimiento y la bajeza de la raza judía. Se nos muestra a los judíos tal y como son en realidad, como demonios en forma humana.

UN SALUDO.

Moisin-Nagant

24-08-2006

Que poca sutileza, reconosco que cuando comenze a leer y hablaba de los tipos de setas buscaba alguna conexion pero todo ha quedado mas claro unos parrafos mas abajo  :-\

Hartmann

24-08-2006

asi es como se crean los fanatismos, si desde pequeño nos inculcan unas ideas, mas tarde es muy dificil rectificar

ULRICH

26-08-2006

Qué le ocurrió a Inge en la consulta de un médico judío.

Inge está enferma. Desde hace un dos días tiene fiebre y dolores de cabeza pero, con todo, se resiste a ir al médico.

-Bah, por una tontería así no merece irse al médico decía insistentemente a su madre cuando ésta se lo aconsejaba. Pero un día su madre se indignó tanto que no tuvo más remedio que obedecer:

Ahora mismo te vas a ver al doctor Bernstein y le dices que te examine bien le ordenó la madre.

*-¿Por qué precisamente al doctor Bernstein? ¿No sabes que es judío?

Una chica alemana no va a casa de un judío* anadió la muchacha.

La madre se echó a reir.

-No he dicho ninguna inconveniencia -repuso la madre.

*Los médicos judíos son como los demás. Me parece que en vuestra BDM (Liga de muchachas alemanas) parloteáis demasiado. Qué podéis saber vosotras de todo esto...*Inge protesto:

-Madre, tu puedes decir lo que quieras, pero no ofendas a la BDM. Y no olvides una cosa: nosotras, las chicas de la BDM, sabemos más de los judíos que muchos padres. Nuestra guía nos lee todas las semanas un informe sobre esta cuestión. Uno de los últimos días nos ha dicho claramente que ningun alemán debe visitar a un médico judío. Y una muchacha alemana todavía menos. Por una razón, porque los judíos sólo buscan echar a perder al pueblo alemán. Por eso muchas chicas que buscan la salud en las consultas de los médicos iudíos lo que acaban encontrando es la enfermedad y el oprobio. Sí, madre, eso es lo que nos ha dicho nuestra guía y tiene toda la razón.

La madre se inquieto.

*-Vaya, pretendéis ser más listos que los mayores. Lo que te han dicho no es verdad. Mira, Inge, conozco bien al doctor Bernstein y es un médico muy bueno.

-Pero es judío y los judíos son nuestros enemigos mortales.*

La madre se enfadó aún más.

- Ya basta, nina. Ahora mismo te vas a casa del doctor Bernstein y santas pascuas, y si no lo haces vas a saber quién soy yo.

La madre acompañó estas palabras con un amenazador ademán de la mano derecha. Inge no quería desobedecer y se marchó. Fué a la consulta del doctor judío Bernstein.

Inge se sentó en la sala de espera del médico. Así tuvo que permanecer largo rato, mientras hojeaba las revistas que había allí, sobre una mesa. Pero estaba tan nerviosa que no pudo leer ni una línea. Pensaba constantemente en lo que había hablado con su madre y en las advertencias de su guía:«Un alemán no puede ir a un médico judío, y una muchacha alemana aún menos. Muchas chicas alemanas que buscaban la salud en la consulta de un médico judío sólo encontraron la enfermedad y el oprobio».

Nada más entrar Inge en la sala de espera tuvo una experiencia desagradable. De la consulta salía como una especie de sollozo y hasta oyó nítidamente la voz de una chica:

-Señor doctor, déjeme tranquila, se lo ruego.

Luego escuchó la risita provocativa de un hombre. Después se hizo un largo silencio. Todo esto lo había oído Inge con la respiración contenida.

-¿Qué estara pasando ahí dentro?-se dijo-. El corazón le latía agitado y sentía las palpitaciones en el cuello. De nuevo le vinieron a la imaginación las advertencias de su guía de la BDM. Inge esperó una hora. Tomó una revista y trato de leer algo. De pronto se abrió la puerta e Inge levantó la cabeza. Ante sí tenía al judío. De la boca de Inge se escapó un grito.Llena de terror dejó caer al suelo la revista que tenía en las manos. Horrorizada, dió un salto. Sus ojos se clavaron en la cara del médico judío. Aquel rostro parecía el del demonio. En el centro de ese rostro diabólico destacaba una nariz enorme y retorcida. Tras los cristales de las gafas, brillaban terribles dos ojos de criminal. Sus gruesos labios esbozaban una especie de mueca. Una mueca con la que parecía decir: «Al fín te tengo, muchachita alemana». El judío se aproximó a ella. Sus dedos carnosos se aferraron a un brazo de la muchacha, pero ésta se hallaba pronta a reaccionar. Apenas el judío le había echado la zarpa encima, cuando ella le propinó una bofetada en su cara grasienta. Luego dio un salto hacia la puerta y corrió escaleras abajo, casi sin aliento. A los pocos minutos entraba llorando en su casa. Su madre quedó aterrada al ver el aspecto de su hija.

-Por amor de Dios, Inge,¿ qué ha ocurrido?-le pre¬guntó.

Tuvo que transcurrir un buen rato hasta que la muchacha pudo articular palabra. Inge contó entonces a su madre lo que había oído y observado en la consulta del médico judío.

Cuando termino, la madre inclinó la cabeza avergonzada:

-Inge, no tenía que haberte enviado a un médico judío. Cuando ya te habías ido estuve reflexionando y me sentí intranquila. Te habría hecho regresar a casa. Tuve el presentimiento de que acaso ruvieras razón.

La madre rompió en sollozos, pero ocultó su cara para que su hija no viese que lloraba.

Inge se había serenado, y de nuevo volvió a ser la chica risuena de siempre.

-Madre, siempre has sido muy buena conmigo, y te lo agradezco. Pero ahora te pediría algo: no digas nada más contra la BDM...

La madre se lo prometió:

-Sé lo que quieres decirme, hija mía. Te lo prometo. Reconozco que los mayores tenemos mucho que aprender de vosotros, los chicos.

Inge asintió.

-Tienes razón, madre. Nosotras, las chicas de la BDM, sabemos lo que queremos, aunque vosotros no acabéis de entendernos. Madre, tú me has ensenado muchos refranes y ahora quiero enseñarte yo uno.

Lentamente, subrayando las palabras, Inge le recitó a su madre:

-«El demonio ha enviado a nuestro país a los médicos judíos para que, como diablos que son, violen a la mujer alemana y su honor. El pueblo alemán desaparecerá si no encuentra el medio de dar a la salud un sentido alemán, encomendandosela a médicos alemanes. »

Tras los cristales de sus gafas brillaban dos ojos de asesino y sus carnosos labios esbozaban una mueca.

Wittmann

26-08-2006

Lo triste de estos asquerosos cuentos, es que los que si actuaron de una manera demoníaca fueron los medico -algunos- alemanes.

-" Cuando nace un niño judío no sé qué hacer con él, no puedo dejar al bebe en libertad, pues no existen los judíos libres. No puedo permitirles que vivan en el campamento, pues no contamos con las facilidades que permitan su normal desarrollo. No sería humanitario enviarlo a los hornos sin permitir que la madre estuviera allí para presenciar su muerte. Por eso, envío juntos a la madre y a la criatura."-

Josef Mengele

Ernst Barkmann

26-08-2006

Muy bueno Ulrich. ¿ tienes más ?

ULRICH

26-08-2006

Desgraciadamente no dispongo de más  :-\ Haber si puedo conseguir más.

Hartmann

26-08-2006

a este hombre se le iba la cabeza!! que manera de comer la cabeza. menos mal que no existia la television

Dieter

21-09-2006

Que asquerosa era la propaganda de Streicher. Si comparamos eso, con la racionalizacion de la cuestion judia desde el SD-HA, RSHA,etc...

Hiwi

26-09-2006

Si a unos niños se bombardean desde e colegio y desde casa con estos cuentos, no nos extrañemos de la cuestión judia, a mis hijos no les puedo sacar de la cabeza de que el lobo es malo, claro esta que la literatura infantil recalca en casi todos los cuentos a este animal como el peor sobre toda la tierra.

Moisin-Nagant

26-11-2006

Aqui pueden encontrar todos los cuentos de este libro

http://www.calvin.edu/academic/cas/gpa/thumb.htm

ULRICH

28-11-2006

Fantastico Moisin! ;)

Armia Krajowa

23-10-2007

Intersante relato, revelador... en cuando al oido nazi contra el judio, tenía cierta lógica (desde su perspectiva) en cuanto a la necesidad de confiscar sus bienes para aumentar la maquinaria de guerra? fué en un principio un odio politicamente conveniente desde un trasfondo económico?

Hiwi

02-11-2007

Era la forma de buscar un culpable a todos los males de Alemania.

Armia Krajowa

02-11-2007

Bueno, Francia tenía culpa no? por el tratado de Versalles... que mejor rival que el vecino galo no?

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