19-08-2006
A modo de completar el gran trabajo de nuestro camarada Ernst,voy a poner algunos de los artículos de Julius Streicher publicados en el periódico antisemita "Der Stürmer"(El asaltador).Como acusaba a judíos,con nombres y apellidos, de todo tipo de actos.
https://mundosgm.com/smf/index.php?topic=306.0
Julius Streicher
Portadas Der Stürmer
El judío de Mussbach.
"Los dos judios de pura raza y directores de la fábrica metalúrgica de Mussbach, en el Palatinado (Sur de Alemania). Ferdinand y Hermann Deutsch, residentes en Mannheim, Augustaanlage 22, son conocidos en los alrededores como irreconciliables enemigos de los nazis. Su cliente y jefe del seguro médico de la empresa tiene 26 años, es cobarde, insolente, enredador, mentiroso, corto de vista y excitable en grado sumo. En los dias de la reconstrucción nacional, se revolvía durante horas, blanco como la pared y castañeteándole los dientes, con los ojos llenos de lágrimas, encerrado en el retrete, dominado por su odio y su comezón contra los nacionalsocialistas.
Qué tragedia, ver cómo ese tipo se dedica todo el día a vagar de un lado para otro, entre sus numerosos empleados femeninos como un carnero lujurioso en medio de su rebaño. A pesar de sus conversaciones depravadas y licenciosas, había logrado establecer relaciones con una empleada de la fábrica, hija de un funcionario de Neustadt. Era una autentica vergüenza contemplar cómo esta hija de un servidor del Estado permitía que la paseara en coche un judío, pese a las advertencias que se le hicieron, hasta que, al fín, la situación llegó a su término. Y de nuevo el judío ha connseguido otro éxito, gracias a sus malas artes: ahora ha seducido a otra muchacha irreprochable de la misma fábrica. Un poco más de tiempo, y, en el momento más imprevisto, el cuerpo de esta chica quedará deshonrado. ¿Hasta cuándo seguirá este judío de Talmud cometiendo abusos a su alrededor?"
El judío Gombinski y una tendera.
"Una chica alemana ,odiada por su madrasta y repudiada por su padre natural, se vió obligada a emplearse en la tienda de un judío para poder comer.La situación no duró mucho tiempo, porque el demonio se apoderó de ella.
La vendedora Ilse W. presentó la siguiente declaración a la policia: Gombinski se puso impertinente una noche,cuando las puertas del establecimiento ya estaban cerradas.Ella se resistió y trató de soltarse de los brazos de éste,pero pronto quedó vencida, porque temía que la despidieran si se negaba. Gombinski entonces pretendió abusar de ella,pero la chica rechazó las exigencias del judío. Al fin Gombinski la tiró al suelo violentamente y ... .Hasta aquí el informe .
Y ¿qué hizo después el judío? .Pues todo lo que en tales casos suelen hacer sus hermanos de raza: Lo negó.
Combatió todas las afirmaciones de Ilse W. y declaró que es fiel a sus creencias y que ,según ellas,le está prohibido tener relaciones íntimas con una cristiana...."
El violador de la raza de Mannheim.
A principios de este año íbamos en coche, hacia las 2, un amigo que vive cerca del puerto de Mannheim y yo. Nos dirigíamos a casa. Durante el recorrido vimos cómo dos hombres miraban hacia el interior de las oficinas de la empresa Marum. Nos aproximamos a ellos y les preguntamos qué observaban con tanto interés.
Visiblemente indignados nos relataron los dos curiosos que, desde hacía media hora, contemplaban cómo el judío Fritz Horst Erlingen, hijo del propietario de la casa Marum, pretendía doblegar la voluntad de una chica alemana. Aguzamos la vista y miramos a través de las rendijas del cierre metálico. EI espectáculo que se ofrecía a nuestros ojos nos hizo enrojecer. En el despacho, iluminado por una luz roja, la perversidad celebraba una verdadera orgía. Nos sentimos tan irritados que concebimos el propósito de sorprender al judío con su prostituta. En ese preciso momento pasó por el lugar una patrulla que recorría la calle. Informamos a los dos policías de lo que acontecía al otro lado de la puerta. Los funcionarios comprobaron por sí mismos la verdad de nuestras afirmaciones. Luego, se encogieron de hombros dando a entender que no podían intervenir en el asunto. Pero no nos conformamos con esa respuesta. Lo ocurrido en la oficina de la firma Marum era uno de los grandes delitos que se pueden cometer contra nuestra sangre alemana. Era una afrenta racial.
El judío Totschek
Else D. tenia 14 años cuando acudió a casa del judío Hugo Totschek para recibir lecciones. Los padres no abrigaban sospecha alguna de que hubiesen enviado a su inocente hija al propio infierno...
Un día Else D. salió corriendo de la casa del judío, visiblemente conmocionada en su cuerpo y en su alma. El padre de la menor denunció a Totschek. Y ¿ qué decidió el tribunal? Simplemente declaró que el relato de la muchacha era increíble y la envió a un reformatorio. El sacrílego racial, por su parte, quedó en libertad.
De tal palo, tal astilla. Lo que han delinquido estos criminales judíos ya no tiene remedio. Cientos de mujeres y de chicas violadas sufren en sí las consecuencias. Nadie se ha atrevido a pararle los pies al judío Totschek: ningún eclesiástico se ha planteado la necesidad de intervenir en este asunto, conocido por toda la ciudad. En un principio la revolución nacionalsocialista envió a estos seductores a los campos de concentración. Esta vez Hugo Totschek se ha convertido en juez de sí mismo. Ha tomado una cuerda y se ha ahorcado.
UN SALUDO.