31-08-2014
U-18
Comisionado el 4 de enero de 1936, tras 11 meses de construcción, el U-18, del Tipo IIB, fue entregado a su nueva tripulación, y con ello, a su primer comandante, el entonces Oberleutnant Hans Pauckstadt, que más tarde en la guerra alcanzaría el grado de Fregattenkapitän.
Asignado a la U-Flotille "Weddingen", el 20 de noviembre de ese mismo año se encontraba de maniobras en la Bahía de Lübeck, cuando, a las 9:45, colisionó con el T-156, hundiéndose rápidamente. Trágicamente, 8 tripulante no lograron regresar a la superficie, y fallecieron. Tras extensas tareas para reflotar y reparar el U-18, éste fue devuelto a su tripulación el 30 de septiembre de 1937, y fue reasignado a la U-Flotille "Lohs". Tras poco más de un mes, el sumergible cambió, una vez más, de comandante. A partir de octubre de 1937, y hasta 1940, el U-18 se encontraría al mando del Oberleutnant Max-Hermann Bauer.
En los albores de la guerra, el sumergible combatió en Polonia. En octubre de 1939, el U-18 estaba sumergido en las afueras de Scapa Flow, lanzando señales de radio falsas para distraer a la "Royal Navy", haciéndoles pensar que el U-47 de Günther Prien hacía tiempo que había salido de la famosa bahía. El 23 de enero del año siguiente, el U-18 hundió el vapor noruego "Bisp" de 1.000 toneladas.
En abril de 1940, el U-18 fue reasignado a una flotilla de entrenamiento. En este destino permaneció hasta septiembre de 1942, donde fue completamente desmontado para trasladarlo al Mar Rojo.
Recomisionado en mayo de 1943, pudo completar 8 patrullas en el Mar Rojo, en las que hundió 3 barcos soviéticos. El U-18 resultó ser el mejor U-Boot de los empleados en el Mar Rojo. El 25 de abril de 1944, un aeroplano alemán confundió al submarino con un objetivo enemigo, y le infligió daños menores.
El 20 de agosto de 1944, el sumergible, que llevaba apenas 4 días amarrado en el puerto rumano de Constanza, fue atacado y herido de muerte por un ataque de la fuerza aérea del Ejército Rojo en el puerto. 5 días más tarde, los alemanes abandonaban el puerto, y tristemente, los Matrosen del U-18 tuvieron que hundir su propio navío en aquel paraje lejano de su patria.
A finales de aquel mismo año, los soviéticos reflotaron y repararon una vez más al reparado sumergible. Tras 3 años de blanco para la Marina Soviética, el longevo U-18 bajó, para no volver nunca más, a las profundidades marinas, tras ser torpedeado por última vez por el M-120 soviético.