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Los alemanes en 1943, dieron gran importancia a la organización de reservas locales listas para contraatacar; por ello, cada Jefe de Compañía tuvo en su puesto de mando 12 de los mejores soldados; cada jefe de Bón. tenía una sección, generalmente de zapadores reforzada con soldados escogidos.
El grupo lanzallamas estaba compuesto por 1 suboficial con mp 40 y 2 pelotones de 2 soldados (1 portador del lanzallamas y 1 auxiliar con mp 40). Este grupo, tenía también a 4 soldados con granadas de mano fumígenas y cargas explosivas de 1 kg, que avanzaban detrás del grupoi con un carrito de mano, donde llevaban 10 cargas de repuesto para el lanzallamas.
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En cuanto al despliegue artillero, ponemos de ejemplo al Rgtº Dinamarca. El jefe de la 13ª Cía que tenía 6 morteros de 120 mm y 4 obuses de 150 mm, era a la vez el director de tiro de todas las armas pesadas del Rgtº, es decir, de 14 morteros de 81 mm pertenecientes a las 6 Cía,s de tiradores, y 6 cañ,s. Pak 40 de 75 mm, pertenecientes a las Cía,s. pesadas de los 2 batallones. En caso de ser necesario, dirigía el fuego de las 20 ametralladoras pesadas repartidas en las 6 Cía,s de tiradores.
Todas estas armas entraban dentro del plan de fuego y todo este sistema era coordinado con el fuego de la Artillería.
Este jefe, era un capitán de Artillería danés, que tenía enlazadas con un sistema telefónico a todas las posiciones de fuego de estas armas y a los observadores adelantados.
Este sistema estaba complementado en casos de emergencia por una red radiotelefónica mediante la cual se podía dirigir a todas las bocas de fuego de la posición en cualquier situación.
Cada unidad de armas pesadas dispuso de una carta sobre la cual estaban señalados todos los puntos con su elevación y dirección correspondientes. A cada uno se le asignó un número, de tal forma que se podía disparar entre 2 de ellos, tomando los puntos medios entre ambos.
Varias veces al día y durante las noches, fueron enviados a las Unidades correpondientes las correcciones a introducir para el tiro, motivadas por las variaciones del viento, temperatura, etc, a fin de lograr la máxima precisión.
El capitán jefe de este sistema, coordinador y director del plan de fuego, tenía su puesto de observación en una de las fábricas textiles al sur de Narva, situada sobre una isla. Estas fábricas de 6 pisos de altura, permitían obtener un amplio campo de visión del terreno, y desde allí era posible ver los movimientos del enemigo hasta los bosques situados a 2 km del lugar de observación.
Desde este lugar, en caso de ataque, al capitán sólo le bastaba ordenar: "sobre el blanco nº 3, tantas salvas..., fuego".
Cuando era necesario, los jefes de tiro de las distintas armas podían complementarse mutuamente y así se ha visto a un jefe de una sección de morteros de 81 mm observar e indicar las correcciones de tiro a los morteros de 120 mm y a una Bía. de Artillería.
(pág,s 347/363).