02-09-2015
100. Gebirsjäger-Regiment, 5. Gebirs-Division, Colina 259, Creta, 23 de mayo de 1941
En el 20 de mayo, cuando el regimiento aterrizó en el aeropuerto de Maleme, una gran parte de los Gebirsjäger fueron aniquilados por el fuego de los defensores neozelandeses, poco después de salir de los Ju52 que los habían transportado. Durante los siguientes días, los infantes de montaña alemanes tuvieron que abrirse camino entre las fuerzas de la Commonwealth que defendían escarpadas montañas y estrechos pasos. En numerosas ocasiones, los bravos bávaros (pues la gran mayoría de la división era de esa zona, al contrario que en otras unidades, donde los austríacos eran dominantes) pudieron flanquear y atacar desde la retaguardia a posiciones enteras, sorprendiendo a los aturdidos infantes que la defendían, que se preguntaban por dónde habrían podido alcanzarles. Sin embargo, los Gebirsjäger no siempre estuvieron al ataque, sino que tuvieron que defender las líneas alemanas en numerosas ocasiones por la enorme terquedad y arrojo de sus enemigos. Por la efectividad de su unidad, el comandante del 100. Gebirsjäger-Regiment, el Oberst Willibald Utz, fue condecorado con la Ritterkreuz.
Esta pareja de artilleros sirve un mortero de 5cm, el leGrW 36 (leichter Granatwerfer 36). Durante la Batalla de Creta, debido a la nula presencia de la artillería y del limitado apoyo aéreo, los infantes tuvieron que hacer uso de sus morteros. El leGrW 36, el único mortero ligero, no tenía una gran fama. Era complejo, pesado (14 kg, más que la MG34), y no tenía un alcance enorme, pues su máximo rango eran poco más que 500 metros. Además, su mira telescópica era, de igual modo, compleja para apuntar. Su munición, por último, fue acusada de ser poco dañina. Se podría decir que su única ventaja era su portabilidad (debido a su asa, como podemos ver en la lámina), y que podía ser servida por tan sólo dos hombres. Su producción fue cancelada en 1941, y se retiró de las líneas del frente en 1942. Aún así, numerosas piezas volvieron a ser puestas en acción en los últimos albores de la contienda.
Los dos cazadores de montaña de la lámina llevan el clásico uniforme tropical, pero algunos ragos e insignias identifican su rama. El ribete de las hombreras, de un vivo color verde, así como la Bergmütze con la "Edelweiss" y el parche en la manga con la misma flor alpina. En términos de equipo, es visible en la espalda de ambos artilleros la pieza metálica para acarrear las diferentes partes del arma. Pafa finalizar, podemos observar que el infante de la derecha, el "cargador", ha sacado su pala de su funda para aplanar el agreste terreno para poder, más tarde, emplazar el mortero.