El Oberstleutnant Von der Heydte y el último asalto paracaidista alemán.

Heinz von Westernhagen

26-06-2010

EL OBERSTLEUTNANT VON DER HEYDTE Y EL ÚLTIMO ASALTO PARACAIDISTA ALEMÁN

¡¡Hola, foreros!!

A las tres de la madrugada del día 17 de Diciembre de 1944, 120 aviones de transporte Junkers Ju-52 estaban esperando, con los motores en marcha, la orden de comenzar el que sería el último gran salto efectuado por los fallschirmjager en lo que quedaba de la Segunda Guerra Mundial (SGM). Cerca de 1200 paracaidistas de carne y hueso “seleccionados” para esta operación, de entre los Regimientos 5º, 8º y 9º de Fallschirmjager, se hallaban en esos momentos en el interior de los viejos aviones de transporte o esperando en los barracones de los dos aeródromos del interior de Alemania en cuyas pistas estaban los aviones. Los paracas se supone que ardían de ganas por entrar en combate de la manera para la que habían sido entrenados, es decir: desde el aire y con paracaídas… . Y digo de carne y hueso porque había preparados unos 300 muñecos de paja que iban a ser soltados como señuelos en distintos puntos del frente. Al mando de los efectivos estaba el Oberstleutnant Barón Von der Heydte, comandante del 6º FJR (regimiento de Fallschirmjager), que iba a saltar con los paracas de carne y hueso (y por cierto, con un brazo roto, producto de un accidentillo que había tenido días antes) conforme al más rancio espíritu de cuerpo de los diablos verdes. Von der Heydte había sido llamado hacía escasamente una semana al cuartel del General Student, desde su nuevo  puesto de jefe de la escuela de paracaidismo de Bergen Op Zoon, en Holanda, para que se hiciera cargo del asalto aéreo al que el alto mando alemán puso el bonito nombre de Unternhamen Stöesser (Operación Halcón) y que estaba enmarcada dentro de la ofensiva alemana a la que posteriormente se la conocería como la batalla de las Ardenas, o del Bulge, para los alíados. Y así lo hizo, pero…¿quién era éste Barón alemán?...¿y qué demonios era esa Operación?.

EL OBERSTLEUTNANT DER FALLSCHIRMJAGER VON DER HEYDTE

Fiedrich August Freiherr (Barón) Von der Heydte nación en 1907 en Munich, en el seno de una familia perteneciente a la más rancia aristocracia bávara. Su padre el barón había realizado una exitosa carrera con el Ejército Real de Baviera, sirviendo con distinción durante la Primera Guerra Mundial. Como buen cristiano, católico y romano (que no románico, como a veces se oye por ahí), Fiedrich asistió a una escuela católica en su juventud, obteniendo unas excelentes calificaciones en sus estudios. En 1925 se alistó en el Reichswehr, siendo liberado del servicio en 1927 para asistir a las Universidades de Innsbruck y de Graz, ya que tenía el don de la bilocación. Sacó las licenciaturas correspondientes en Economía y en Derecho y un puesto en una escuela diplomática en Viena, a la vez que era profesor adjunto universitario. Durante esos años, Von der Heydte desarrolló un liberalismo que, a su vuelta a Alemania, chocó, como era de suponer, con la mentalidad popular existente. De hecho, durante sus estudios, recibió una beca de la prestigiosa y Norteaméricana Fundación Carnegie para la Paz. En 1934 obtuvo la nacionalidad austríaca, a la vez que mantenía la alemana (la bilocación, foreros, la bilocación…). Ese mismo año volvió a formar parte del Reichswehr y en 1935 fue trasladado al 15º Regimiento de Caballería y ascendido a Teniente. De nuevo, volvió a pedir la liberación del servicio militar para perfeccionar sus estudios en La Haya durante dos años. Regresó otra vez (es que no paraba el hombre, caray…) al seno de la Wehrmacht y realizo un curso de oficial de Estado Mayor durante el invierno de 1938 – 1939. Un lumbreras, vamos. El inicio de la guerra le pilló sirviendo en una compañía de cañones anticarro.

(Foto de Von der Heydte. No, no es Nosferatu)

Durante la invasión de Creta, mandó el 1º Batallón del 3º Regimiento de Fallschirmjager. Ese batallón fue el primero en entrar en Canea, por lo que se le concedió al Barón la Cruz de Caballero (ya tenía la Cruz de Hierro de 1ª y 2ª clase). Luchó en Rusia, en África del Norte y, a primeros de 1944, fue nombrado comandante del 6º Regimiento de Fallschirmjager. Durante la batalla de Normandía esta unidad se distinguió (y casi se extinguió) en los combates por Carentan, contra fuerzas enemigas superiores, entre ellas la 101º de paracas yanquis , que apodaron a Von der Heydte y a sus hombres “Los leones de Carentan”. El 22 de Junio de 1944, El Oberstleutnant y su Regimiento fueron citados en un comunicado de la Wehrmacht cuando 32 de sus hombres efectuaron una audaz incursión en St. Germain-sur-Sèves, capturando a 256 norteamericanos (entre ellos, 11 oficiales) del 1º Batallón del 358ª Regimiento de la 90ª División de Infantería de los EEUU… pero esto, seguro que no sale en ninguna película yanqui, je, je…

(Foto del OberstL. pasando revista)

En diciembre de 1944 no tuvo más remedio que rendirse a los aliados durante el transcurso de la batalla de Las Ardenas, siendo internado en Inglaterra como prisionero de guerra hasta el 12 de Julio de 1947, fecha en que fue liberado, regresando a Alemania.

OPERACIÓN HALCÓN

Antes habíamos dejado a los Ju-52 con los motores en marcha y, para que no gasten tanto combustible, vamos a dejarles proseguir con la misión y nos situamos, entonces, en el momento en que los aviones comienzan a rodar por las pistas para su despegue.

(Foto Ju-52, “Tante Ju”)

El objetivo de la operación era saltar por delante de las tropas blindadas de Peiper, con el fin de tomar unos importantes cruces de caminos a unos 11 kilómetros de Malmèdy, denominados Baraque Michel y Belle Croix, cerca de una zona pantanosa, y debiendo mantener esas posiciones durante unas 24 horas hasta que llegaran los blindados…

( Plano de la Operación)

(Dos mapas interesantes)

El Oberstleutnant tenía sus seria dudas sobre el éxito de la misión que le habían encomendado. Había tenido poco tiempo para prepararla. Los aviones asignados estaban bastante “quemados” y carecían de tripulaciones experimentadas. Debido al secretismo más absoluto bajo el que se mantuvo el operativo, Von der Heydte no pudo disponer de su querido 6º Regimiento ni de los hombres de su academia de paracaidistas, para así no dar muchas pistas (como hace nuestro querido Balthasar Woll) al espionaje enemigo de que algo se estaba tramando. Se supone que Student iba a ofrecerle lo mejor y más selecto de los Regimientos que tenía bajo su mando pero, como suele pasar en estos casos, los mandos afectados no fueron muy proclives a deshacerse de sus mejores soldados. Von der Heydte se encontró con que la mayor parte de los paracaidistas reunidos no tenían ninguna experiencia en saltos de combate y contaban con una nula preparación para saltos nocturnos. Para deprimirse. Pero se llevó una gran alegría cuando descubrió que de los 1200 efectivos, por lo menos 300 fallschirmjager sí que tenían la experiencia que…¡faltaba a los otros 900!, y casi se puso a llorar de emoción cuando vió entre ellos a 150 hombres de su querido 6º Regimiento, que se las habían arreglado de alguna manera para poder acompañar a su jefe.

(Subiendo al avión)

Para la operación, se dispuso que los paracas utilizaran modelos de paracaídas rusos sin haber realizado saltos previos con ellos, para familiarizarse con su uso. Justo cuando se daba la orden autorizando el comienzo de la operación, los fallschirmjager descubrieron con estupor que se les negaba el combustible necesario para su traslado desde los  cuarteles cercanos a Sennelager (donde estaban acantonados), hasta los aeródromos de destino, que quedaban bastante lejos. La razón fue que  los transportes y la gasolina eran del Heer y los paracas pertenecían a la Luftwaffe…y la posterior discusión sobre este tema tan “banal”, sobre competencias, hizo que la operación aerotransportada se retrasara “un poco”, a la vez que provocaba un fuerte dolor de cabeza a Von der Heydte debido a una visita de la fiscalía militar alemana…¡Ah, la intendencia!...horas antes se había comunicado al Oberstleutnant que, en vez de 24 horas, tendría que aguantar las posiciones durante dos días, por culpa de los retrasos logísticos con los medios de combate de los grupos blindados, protagonistas de la ofensiva…(una forma peculiar de decir, por ejemplo, que un carro de combate que tenía que estar cerca de la frontera belga, había aparecido por segunda vez en Hungría, pasando por Milán)…¡Ah, la logística!. Y a todo esto, los fallschirmjager sin armas pesadas ni nada…¡Ah, las ideas del alto mando!. Tremendos presagios debían estar pasando por la cabeza de nuestro Barón en esos momentos, y nada buenos, podemos suponer.

(Así querían ir los paracas)

(Y así fueron…¡Ni las mascotas dejaron llevar!)

Von der heydte partió pues, de noche, con su grupo de asalto y con lo puesto: armas ligeras, la munición que se pudiera portar, algún morteruco…en fin, cosinas. Llegando a las líneas enemigas comenzó una fuerte barrera antiaérea que se cobró las primeras víctimas entre los JU-52 de la inexperta formación, dispersándola. Cuando se lo indicaron desde la cabina, Von der heydte saltó de su avión, imitándole los hombres de los Ju que le seguían (“¡Achtung, soldaten!...¡El herr Oberstleutnant salta!”). Peeeero…

De los 106 aviones que seguían en vuelo, sólo unos 35 soltaros a los paracaidistas “relativamente” cerca de las posiciones que éstos debían mantener. El fuerte viento, de unos 25 Km/h (otras fuentes citan vientos de 60 Km/h) y la inexperiencia de los navegantes y pilotos de los Ju-52, hizo el resto. Y aunque el Barón cayó a nosecuantos kilómetros de dichas posiciones, debió de considerarse afortunado, ya que el resto de sus fallschirmjager fueron diseminados en un arco que iba desde Holanda, por el norte, hasta cerca de Bonn, a más de 150 Km. del sur del objetivo (“pero...¡¡ Mein Gott!!...¡ Si estoy cerca de casa de mamá!”). Incluso se vieron paracas por la zona de Verdún…¡Buf!. Con lo que la fuerza quedó completamente disgregada, muy, muy lejos de donde debería estar y los juramentos del educado y aristócrata Oberstleutnant debieron escucharse hasta en Berlín. La operación debería darse ya por finiquitada, al haberse roto el contacto entre secciones y compañías y perdido, en la mayor parte de los casos, los contenedores que portaban los equipos de combate, así como lo más importante: el factor fuerza. Impresionante despliegue, ¿no es ello cierto?, que diría  flemáticamente Monty con una taza de té en la mano.

(Monty, a las five o`clock, momentos antes de realizar las impresionantes declaraciones anteriores)

El lugar de “aterrizaje” que tocó en suerte a Von der Heydte y sus paracas era muy boscoso y pantanoso. Pasaron muuuuchas horas hasta que se lograron reunir unos pocos efectivos y descubriendo, con disgusto, que sólo se contaba con menos de 300 hombres y que había entre ellos un buen número de heridos debido a la “toma de contacto” con el suelo. En total, tenían una MG con escasa munición, una radio que no funcionaba, un mortero ligero con pocas granadas y las municiones para las armas portátiles que cada fallschirmjager llevaba consigo. ¡Jauja, vamos!. Otros paracaidistas no tuvieron tanta suerte y murieron ahogados en las zonas pantanosas o palmaron de los golpes sufridos contra los árboles por culpa de los fuertes vientos.

(Foto lugar cerca del aterrizaje. Es la montaña más alta de Bélgica: 690 metros mal contados)

El Oberstleutnant, veterano de Creta, al igual que varios hombres que le acompañaban, y como buen paracaidista, al que las situaciones complicadas no le arredraban para nada, decidió junto con sus muchachos que, como el objetivo de la misión asignada era impensable con los medios de los que disponía, por lo menos harían todo lo que estuviera en sus manos para distraer, el máximo tiempo posible a las tropas yanquis (lo que dice mucho del “sprit de corps” que tenían los fallschirmjager y del carisma del Barón). Se dirigieron caminando malamente entre la nieve, con temperaturas bajo cero, a buscar posiciones desde donde hostigar a las columnas enemigas que veían y oían dirigirse al meollo de la batalla. Iban a comenzar una especie de guerra de guerrillas.

(Von der Heydte en las Ardenas. Es el del brazo escayolado)

Hasta el 23 de Diciembre (¡¡durante seis días!!), los escasos hombres de Von der Heydte vivieron del terreno, emboscando a unidades norteamericanas. Con pocos alimentos, los fallschirmjager no hacía prisioneros. Me refiero, no seamos mal pensados, a que a estos últimos los enviaban nuevamente de vuelta a sus líneas, después de quitarles sus pocas armas y municiones. Al final, copados por los yanquis, con principios de congelación, famélicos, heridos y sin armas, no tuvieron más remedio que rendirse o intentar abrirse camino hasta sus líneas, en pequeños grupos. Atrás quedaba la satisfacción de un comportamiento en combate ejemplar y de haber intentado cumplir con la misión asignada, no disponiendo ni del material adecuado ni de alimentos, ante fuerzas enemigas muy superiores. Von der Heydte envió por mediación de uno de los prisioneros un mensaje al comandante de las unidades a las que se enfrentaba, rogándole que se hiciera cargo de sus paracaidistas heridos y que se les proporcionara un buen trato, tal y como ellos habían hecho con los soldados capturados primero y liberados después. Luego, se formaron grupos de dos o tres fallschirmjager. Los que tuvieran fuerzas, se retirarían combatiendo hasta sus líneas. Los que no, se entregarían a los americanos que pasaran por ahí, o irían a su encuentro para ello.

El pequeño grupo de Von der Heydte (tres paracaidistas) anduvo vagando un montón de horas entre la nieve y el bosque hasta que encontraron una población (Monschau), en donde consiguieron un sitio para descansar, calentarse y conseguir algo de comida. Allí se enteraron de que el pueblo estaba tomado por los norteamericanos, por lo que aprovecharon la situación e hicieron lo que era más lógico en un caso así: buscaron al jefe yanqui y se rindieron. (El yanquí movilizó del orden de dos compañías y varios medios blindados para por si acaso…en fin.)

Foto del bonito lugar de Monschau

CONCLUSIONES

La Operación Halcón, en sí, fue operativamente hablando, un fracaso de los de órdago (palabra muy usada en los ambientes museísticos. Sí, hombre…esos sitios en donde se practica ese juego de cartas llamado “Mus”, que desata pasiones…). O, para los que no entiendan el contexto, una palabra que significa un fracaso de narices. Al pobre Von der Heydte se le ordenó que preparara en pocos días a unos hombres que resulta no eran los “exporten” prometidos. Los cambios de planes de última hora le hicieron presentar una queja ante sus superiores, algo que debía de realizar como caballero, pero como oficial, se preparó (sin renunciar al mando del operativo) consciente de que la operación no iba a salir como se esperaba. Las predicciones meteorológicas fallaron. La mala planificación le afectó en todo momento: tripulaciones inexpertas, falta de equipos…y aún así, dio todo lo que tenía para que la misión tuviera por lo menos un diez por ciento de posibilidades de salir bien, tal y como se lo exigieron.

Si operativamente fue un desastre, sicológicamente fue un acierto que tuvo a un montón de fuerzas aliadas, necesarias en otros lugares, buscando a paracaidistas alemanes por prácticamente toda la línea del frente occidental. Al haberse diseminado los saltos por una zona tan amplia y estar recibiendo información de capturas en sitios muy distantes entre sí, los norteamericanos quedaron convencidos de que estaban siendo sometidos a una invasión aérea de tal envergadura, que ríanse ustedes de lo hecho por ellos en el Día D. A todo esto hay que sumar las historias que lo prisioneros liberados por el Barón fueron contando a sus superiores, tituladas “El súbito ataque de las incontables hordas de paracaidistas”, aumentando así los problemas gástricos y neurológicos entre los mandos norteamericanos.

La actitud en combate del Barón Von der Heydte y sus paracas fue en todo momento correcta, siendo otro más de los oficiales y caballeros alemanes que, con sus actos, honraron al Ejército alemán y al cuerpo al que pertenecían: los fallschirmjager. Cuando fue liberado en 1947, Von der Heydte no perdió el tiempo y en 1951 era nombrado catedrático de Derecho Civil e Internacional en la Universidad de Mainz (Alemania). Fue un gran y reconocido jurista. Cuando se creó del Bundeswehr en la República Federal de Alemania, también fue uno de los antigüos oficiales que se volvieron a alistar, ascendiendo en 1962 a General de Brigada en la Reserva y siendo una de las cuatro únicas personas en recibir este rango. De 1966 a 1970, Von der Heydte fue miembro del Parlamento Bávaro por la Unión Social Cristiana. Murió en Julio de 1994.

(Con el uniforme del Bundeswehr)

(Que no, no es Nosferatu...)

(En la portada de la revista Spiegel, en 1962. Luce una bonita condecoración llamada…)

¡Va por los fallschirmjager del Foro!

Saluten!!

En este salto me acompañaron las siguientes fuentes:

Von der Heydte:

http://en.wikipedia.org/wiki/Friedrich_August_Freiherr_von_der_Heydte

http://www.google.es/images?hl=es&q=von+der+heydte&um=1&ie=UTF-8&source=univ&ei=dBgETKPjMMuP4gbTu_nLDg&sa=X&oi=image_result_group&ct=title&resnum=5&ved=0CDwQsAQwBA

Operación Halcón:

http://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_the_Bulge#Operation_St.C3.B6sser

http://en.wikipedia.org/wiki/Battle_of_the_Bulge

Paracas:

http://www.fjr6.net/home.html

http://www.fjr6.co.uk/home.html

http://en.wikipedia.org/wiki/Fallschirmj%C3%A4ger

http://books.google.es/books?id=F9dkjqNkpAcC&pg=PA44&lpg=PA44&dq=academia+militar+de+paracaidistas+en+bergen+op+zoom+holanda&source=bl&ots=VEzS_gNKIA&sig=qVp3h6K40EkdU0qbRfY-ue5LbZk&hl=es&ei=_OwgTN_1H9ia_QbB6ewQ&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1&ved=0CBgQ6AEwAA#v=onepage&q=academia%20militar%20de%20paracaidistas%20en%20bergen%20op%20zoom%20holanda&f=false

Varios:

http://books.google.es/books?id=F9dkjqNkpAcC&pg=PA96&lpg=PA96&dq=von+der+heydte+la+guerra+secreta&source=bl&ots=VEzS1lLILw&sig=rxweuAEslbVCnf9AlGbHYrWMu5U&hl=es&ei=rjsmTNKyLNW7jAfOsISJAQ&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=4&ved=0CCoQ6AEwAw#v=onepage&q=von%20der%20heydte%20la%20guerra%20secreta&f=false

gaffer

26-06-2010

(Foto de Von der Heydte. No, no es Nosferatu)

...¿seguro que no?  .

..por cierto un excelente articulo Heinz , redactado (se nota) con tu peculiar estilo.

un cordial saludo

Heinz von Westernhagen

26-06-2010

Gracias, Gaffer...he intentado solventar algunos problemas ortográfico,s pero no sé porqué demonios no me dejan....en fin.

Tenéis que disculparlo-

Saluten!!

josmar

26-06-2010

¡¡ Bien, Heinz...!! Fiel a tu estilo...como siempre...

jCr

25-07-2010

Después de un largo tiempo de no pasar por aquí....

Muy buen relato, compañero Westernhagen!!!!

Y gracias por la dedicatoria para los paracas!!!

Saludos!!!!

ULRICH

25-07-2010

Buena historia, y tremendo tuvo que ser el aterrizaje del barón con un brazo escayolado  . Lo de devolver con vida a los soldados capturados es algo a tener en cuenta y que a muchos oficiales de ejército alemán les sorprendería.

Heinz von Westernhagen

25-07-2010

Pues sí, Ulrich...el barón no era tonto y confió en el efecto sicológico que esos prisioneros liberados producirían en las tropas yanquis...fue el gran acierto de Von der Heydte.

La verdad, es que fue un gran SOLDADO y un gran oficial.

Saludos!!

gilfi

10-08-2010

Excelente articulo con la inconfundible y agradable redacción que caracterisa a Heinz.... felicidades 

Saludos

gilfi

10-08-2010

...¿seguro que no?  .

Bueno seguro que no era Nosferatu pero lo que si no se puede negar es que el tio era muy feo....

Saludos

Eversti

10-08-2010

Es lo que tienen los paracaidistas, que son maquinas de matar caballerosas...

buen articulo

Heinz von Westernhagen

10-08-2010

Gracias, chicos!!!

Saluten!!

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